Hola! Aquí les dejo mi primer fic, que creo sólo constará de 2 capítulos. Espero que les guste y dejen sus reviews para incentivarme! ^.^

No está demás decir que está catalogado como M, así que están bajo su responsabilidad.

Aclaraciones:

-Diálogos de los personajes-

-Pensamientos de los personajes-

Ahora sí, sin más preámbulos, Disfruten! =)


Después de un largo día de presentaciones, y luego de ver cómo todos en el set temían a los hermanitos Heel, especialmente a Cain, ellos por fin habían acabado con todo el trabajo y se disponían a regresar al hotel. Antes de irse Cain debía cambiarse de ropa en su camerino. Mientras Setsu espera a su Nii-san un hombre se acercaba.

-Así que tu hermano realmente pelea bien- Dijo casualmente Murasame mientras Setsu lo miraba con indiferencia- Pero sabes, no he venido por eso. Quería presentarme debidamente, como ya sabes puedes llamarme Murasame –El actor dijo esto y tomó la mano derecha de Setsu y seductoramente la besó.

Kyoko quedó turbada, se sonrojó y por unos segundos se salió de su papel. Al ver ese encantador rostro levemente sonrojado Murasame quedó maravillado, jamás había visto a una chica tan hermosa. Kyoko rápidamente reaccionó y volvió a ser Setsuka mirándolo fríamente retiró su mano, haciéndole ver que no tenía ningún interés en él. Murasame le dio la mejor de sus sonrisas y se retiró.

Kyoko comenzaba a darse cuenta de que el vestuario y el increíble maquillaje debía tener una magia muy poderosa que hacía que los hombres se le acercaran. Pero de lo que no se había percatado era que Cain Heel ya había terminado de cambiarse, pero el que ahora echaba fuego por los ojos no era precisamente Cain, sino que Tsuruga Ren había salido al encuentro y estaba enfermamente celoso, desde ahora no permitiría que nadie se le acercara a Kyoko, ella era suya.

Tratando de volver al personaje y camuflarse detrás de Cain, Ren cogió a Setsu de la cintura muy posesivamente y la arrastró hasta su auto. Setsu vio a su Nii-san algo extraño, pero no le preguntó nada. Pronto llegaron al hotel, Cain seguía tomandola de la mano o de la cintura y lanzándole miradas seductoras, llenas de pasión. Definitivamente Ren ya no sabía qué hacer, de estar completamente dominado por los celos pasó a estar dominado por la lujuria, quería que Kyoko fuera suya de una vez por todas, quería marcarla y que así ningún hombre se atreviera acercase a ella nunca más. Pero él sabía que si actuaba de esa manera Kyoko lo rechazaría -¡diablos!, ella es aún muy inocente-.

Kyoko ya no podía actuar como Setsu aunque seguía intentándolo o por lo menos trataba de disimular, ella sabía muy bien que Cain no estaba junto a ella, el que la tocaba y la miraba de esa forma tan penetrante era el mismísimo Emperador de la noche. Agradecía haber salido del auto, ya que el pequeño ambiente se había cargado con feromonas y pasión, hasta ella misma se había sentido afectada. Hace poco se había dado cuenta de que le gustaba mucho Ren .

-¡maldita sea! él destrozó todos los candados que resguardaban mis sentimientos y ahora estoy completamente desprotegida y vulnerable-

Y por lo mismo se había sonrojado con Murasame, pues había imaginado a Ren besándole la mano en su faceta del Emperador de la noche. Y ahora lo tenía allí, junto a ella, en la misma habitación de hotel, nunca había sentido lujuria pero ahora que ya no había candados en su corazón se desataron miles de emociones que no tenía idea de que existían. Cada vez que Ren la miraba o la tocaba ella hacia combustión, sentía que se derretía, no podía dejar de pensar que pasaría si él la besaba o quizás algo más… Oh dios! ¡Me estoy poniendo tan pervertida!- pero eso le gustaba, era un sentimiento nuevo, si tan solo Ren sintiera lo mismo por ella… -Pero él es un playboy ¿cierto? … quizás lograría algo aunque él lo hiciera solo por jugar…- pensaba un tanto desesperanzada Kyoko.

-Hey! Setsu! –Dijo Cain/Emperador de la noche interrumpiendo los pensamientos de Kyoko- Me daré una ducha Ok?- Dijo esto susurrándoselo al oído, luego le besó la mejilla y entró rápidamente en el baño.

Ren no se había aguantado las ganas de besarla, y ahora rezaba para que el agua fría le ayudase y se llevara toda su lujuria. Mientras tanto Kyoko había quedado paralizada, y estuvo a punto de lanzar sus brazos al cuello de Ren pero todavía no había procesado la información cuando Ren ya estaba en el baño. - ¡oh por todos los dioses! ¡lo que más ansiaba era besarlo!-. Kyoko decidió que por mientras debía mantener su mente ocupada para no dejarse llevar por sus pensamientos pecaminosos, así que se puso a preparar la cena.

Ren se sentía un poco mejor después de la ducha, definitivamente le había ayudado a bajar la temperatura unos pocos grados. Se secó el cuerpo y se puso los pantalones del piyama, y fue hacia la cocina para ver qué olía tan bien. Al ver a Kyoko tan concentrada picando unas verduras, se le ocurrió asustarla, así que se acercó sigilosamente y la atrapó por la espalada, acorralándola poniendo sus manos sobre la mesa a ambos lados de su cintura.

Kyoko picaba las verduras rápidamente como si con eso fuese a sacar a Ren de sus pensamientos, cuando de pronto siente algo que la aprisiona contra la mesa, grita y se voltea. Y ahí frente a ella se encuentra con un musculoso torso desnudo, Ren sonreía y llevaba su pelo negro mojado que lo hacía ver tan endemoniadamente sexy. Kyoko repasaba cada centímetro del cuerpo que veía y se mordía el labio inferior, no podía dejar de mirarlo, su sangre hervía, ante un desconcertado Ren que nunca había visto a una chica que se mordiera los labios de esa forma tan sexy.

-¡Diablos!¡Ella me enloquece sin siquiera intentarlo!-Pensaba angustiado Ren

Kyoko no aguanta más y lanza sus brazos al cuello de Ren, atrayéndolo, y lo besa con pasión. Ren incrédulo al sentir los labios de su amada sigue el juego de besos solo por inercia. Kyoko lo besa ferozmente y lo atrae más para profundizar el beso, le muerde seductoramente y Ren le da la entrada a su boca y comienza una apasionada guerra de lenguas masajeándose sin control, desesperados mostrando todo lo que habían guardado durante mucho tiempo, tanta pasión reprimida que por fin era liberada por ambos. Solo se separaban cuando se les acababa el oxigeno, pero inmediatamente sin mediar palabras, solo viéndose a los ojos, viendo su pasión reflejada, continuaban con el juego.

Ren extasiado comienza a quitarle la blusa a Kyoko botón por botón hasta que con urgencia, de un tirón arranca los últimos.

–No te preocupes te comparé otra- dice seductoramente el Emperador de la noche mientras sonríe.


Jajjjaja siento dejarlos así, pero es que siempre es bueno un poco de suspense jajajja… bueno en la segunda parte se viene mucho pero MUCHO LEMON eso se los aseguro! Así que espérenlo, ya que me he enterado que a varias personas les gustan!

Agradecería me dejasen sus comentarios y sugerencias :D

Por último, gracias por leerme! :3

Saludos!