Bueno, he aquí el capítulo final de esta historia, quiero darles las gracias a todos mis fieles lectores que llegaron hasta aquí, aguantando mis retrasos en actualizaciones y demás cambios de humor. Ustedes me hicieron llegar hasta aquí cuando me abandonaba mi musa, un aplauso para ustedes también.

Es la primera historia larga que termino, me hace sentir muy orgullosa, así que espero que disfruten leyendo, yo me divertí mucho escribiendo.

Un homenaje para mi querida editora FanFiker_FanFinal, porque se quedó conmigo todo el camino y me ayudó aun cuando enviaba el capítulo tarde para revisar, haciendo su mayor esfuerzo para mi.

Capítulo 34: Epílogo

—Bien… ya saben que fuimos a las Islas Griegas…

Ron y Hermione habían invitado a Harry para celebrar su regreso de la luna de miel en La Madriguera, querían pasar un rato con su amigo como hace mucho que no lo veían. Lo recibieron emocionados y deseosos de saber cómo había ido todo en su viaje.

—Compañero, estás muy bronceado –Ron parecía un poco sorprendido, tanto Harry como Draco habían llegado con un tono tostado en su piel; Draco con ayuda de una poción especial, ya que su piel era muy sensible.

—Sí, aquí difícilmente sale el sol lo suficiente –rió mientras comía una de las galletas que Hermione había servido en un plato para ellos.

Les relató con detalle los lugares que habían visitado, desde tiendas hasta monumentos, la comida que probaron y lo hermoso de tener tiempo para ellos solos sin preocuparse por nada.

—Suena muy bien –Hermione estaba contenta de escuchar sus pequeñas andaduras.

—No mencionaste que pelearan ni una vez, eso no me lo creo –Ron ya había devorado todas las galletas del plato.

—Discutimos un poco, pero nada serio –Recordó su idea de que Draco repitiera la escena de la ropa interior con encaje, teniendo una negativa absoluta por parte de un sonrojado rubio.

—¿Cómo estuvo la noche de bodas? –Granger disfrutó al ver cómo su amigo se atragantaba con su té, mientras que el rostro de su novio se ponía de un tono rojizo.

—Iré por más galletas, regresaré en un… rato… —Se levantó con el plato en la mano y corrió a esconderse en la cocina para evitar escuchar lo que consideró sería un relato muy poco agradable.

—Hermione, no puedo contártelo… es algo entre Draco y yo… —Su amiga sonrió y asintió.

—Prefiero, de todos modos, que me cuentes lo que pasó en tu despedida de soltero, recuerdo que desaparecieron juntos por un rato –Harry comprendió que había sido emboscado, y que la intención de su amiga había sido que le contara lo que ocurrió ese día. También sabía que no podría evitar que su amiga siguiera preguntando, así que suspiró y decidió hablar:

—Draco me llevó a un cuarto que estaba muy bien disimulado, según supe después los preparativos habían sido idea de Blaise –Comenzó a contar.

Hermione se acomodó en su asiento con la mirada expectante.

Dos semanas atrás:

¿A dónde me llevas? –Harry estaba un poco descolocado por la manera en que su futuro esposo lo arrastraba, parecía muy decidido.

Cállate y sígueme –Detrás de una de las columnas decorativas había una puerta camuflada, de manera que fuera difícil de ver. Draco sacó una llave de su bolsillo, Potter notó que le costaba un poco poder encajarla en la cerradura, sonrió divertido al darse cuenta de que Draco estaba un poco bebido y tomando su mano logró que abriera la puerta. El lugar se veía pequeño pero no había ninguna luz encendida.

Draco, ¿qué hacemos aquí…? –No pensaba que fuera buena idea entrar a un lugar desconocido, a pesar de que parecía ser parte del club, tal vez era alguna bodega.

Solo siéntate –El rubio le acercó como pudo una silla, donde Harry obedientemente tomó asiento, esperaba convencer a su novio de salir de allí antes de que sus invitados notaran su ausencia.

Estaba por abrir la boca para pedirle regresar a la fiesta cuando cuatro luces difusas se encendieron, dos eran blancas y las otras dos eran de un tono violeta que bañaron de luz el cuerpo del rubio, quien estaba ahora sobre un pequeño escenario improvisado; una música lejana comenzó a sonar, Harry desconocía la canción, pero sonaba como con un ritmo sensual y marchoso(1).

Draco acopló el movimiento de su cuerpo a la música, mostrando un traje como el del bailarín Snake Boy, lo cual dejó a Harry embelesado al contemplar los movimientos sinuosos de su prometido.

Draco… —Su mente estaba nublada con el espectáculo que tenía delante, su cuerpo reaccionaba con la sugerente coreografía del rubio, que además había añadido al baile su propio y elegante toque. Pronto el chico que vivió sentía que sus pantalones eran un estorbo y una tortura.

Al menos, hasta que su prometido bajó y se acercó a él deshaciéndose de esa prenda con un movimiento de su varita, revelando la excitación del chico que vivió cubierta por su bóxer azul marino.

Así que… ¿te gustó mi baile? –La boca de Draco descendió calentando con su aliento el área, haciendo que Harry soltará un gemido leve.

Sí, fue sensacional… —logró decir antes de que su prometido se ocupara de hacerlo proferir algunos jadeos al pasar varias veces su lengua sobre la zona.

Pues viene algo mucho mejor… —Draco estaba inspirado, especialmente por la bebida tan fuerte que había tomado, así que no tuvo problemas en bajar el bóxer y estimular el miembro de Harry, quien comenzó a gemir cada vez más.

Sin poder evitarlo, Draco lo hizo levantarse de la silla y recostarlo en el escenario, para así poder tener fácil acceso a su recto y así comenzar a dilatarlo.

¿No tenías tú… el papel de pasivo? –Logró pronunciar con una sonrisa Potter al adivinar las intenciones del rubio.

Esta noche no… —Una vez que tres de sus dedos podían entrar sin lastimar a Harry alzó las piernas de Potter para que estas reposaran en sus hombros, y así con suavidad penetrarlo.

Ambos emitieron un jadeo fuerte cuando la mitad del miembro de Draco estuvo dentro.

Ya tenías… todo preparado… —Harry no podía evitar arquearse, la posición era muy placentera.

Draco no le contestó, en cambio comenzó a moverse entrando y saliendo profundamente, lo cual provocó que la mente de ambos quedara concentrada solo en las sensaciones que esto causaba en ellos.

Era una maniobra algo complicada, aún llevaban puesta su camisa, pero Draco logró abrirla un poco con su mano y entre estocadas se inclinaba para besar a Potter y así lamer su pecho y cuello. Harry se sentía en el paraíso con las atenciones que su prometido le prodigaba, las cuales se extendieron por cierto tiempo.

Draco aceleró sus estocadas después de un rato, ambos parecían estar al límite de su capacidad física y sentían los latidos acelerados del otro resonar en su cuerpo.

Finalmente culminaran con un orgasmo conjunto después de tan peculiar experiencia, Harry abrazó a su prometido cuando este se recostó sobre él para recobrarse.

—Después de eh… arreglarnos la ropa, arrastré a Draco de regreso a la fiesta. Estaba dormido, fue cuando habían llamado a la camioneta.

Hermione estaba totalmente roja, a pesar de la pequeña censura que Harry había aplicado a su relato.

—¿Hermione…? –No estaba seguro de que contarle eso hubiera sido buena idea.

—¿Um…? –Sonreía de manera boba mientras parecía fantasear.

—¿Estás bien…? –Su amiga soltó una risita a medias antes de asentir con la cabeza.

—Es la mejor historia que he escuchado –Harry se sentía algo avergonzado de haberle contado aquello, pero ya no podía hacer nada al respecto—. ¡Ron, deja de esconderte, Harry ya terminó de contar su historia!

Su amigo pelirrojo salió de la cocina cargando una charola con pastel casero que su madre había dejado para ellos, ya llevaba una cuarta parte servida en su plato.

—¿Te quedarás a cenar? Mi madre quiere saber qué regalos de boda recibieron –"Aunque no es de su incumbencia", pensó para sus adentros el novio de Granger.

—Me gustaría, pero Draco… —Se escuchó que tocaron la puerta—. Ya está aquí –Sonrió mientras se levantaba del sillón.

Ron se apresuró a abrir, Malfoy sonrió por un momento antes de entrar.

—Hola, Weasley –La relación entre ellos era mucho más tranquila—. Granger, ¿cómo estás? –Incluso con Hermione era mucho más cortés.

—Muy bien… Snake Boy –Soltó con una sonrisa pícara, el rostro de Draco palideció antes de tornarse de un tono rojizo, volteó a ver a su esposo con una mirada fulminante.

Harry maldijo en su mente a Hermione por querer bromear tan pronto, quien terminaría pagándolo iba a ser él.

—Draco… deberíamos irnos… —El rubio solo murmuró un "Adiós" sencillo mientras salía de La Madriguera, Harry corrió tras él.

Ron no entendía a qué se debía el alboroto.

—Hermione, ¿quién es Snake Boy? ¿Por qué llamaste al hurón así…? –Su novia sencillamente entró a la cocina riendo a carcajadas y deseando que su amigo no pagara muy cara su pequeña burla.

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—No puedo creer que le dijeras a Granger lo que hicimos ese día en el club –Draco comenzó a reclamar al segundo que entraron a Grimmauld Place, estaba indignado.

—¡No fue mi intención, Draco! Estábamos hablando y en algún punto llegamos a esa parte… —Harry estaba realmente apenado.

—¿Exactamente cómo fue que la conversación llegó a ese punto? –Malfoy no estaba seguro de perdonar fácilmente a su esposo.

—Ella lo preguntó directamente, era eso o hablar de nuestra luna de miel –Maldijo su esposo, aunque prefería que su secreto del pequeño detalle con encaje quedara solo entre ellos.

—Bien, pero por ese desliz, te toca durante seis meses hacer los quehaceres cuando Kreacher tenga su día libre entre semana –suspiró Harry, realmente no tenía otra opción que no fuera aceptar si no quería lidiar con un rubio aún más indignado y molesto.

Así empezó su vida de casados…

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Más de nueve años habían pasado desde su luna de miel, teniendo ya varios aniversarios acumulados a sus espaldas, que cada vez habían celebrado con infinito gusto y de manera más que apasionada.

Era sábado, Harry estaba en el sofá de su casa, se habían mudado de Grimmauld Place hacía tres años para finalmente convertir el lugar en una tumba digna de Sirius, la cual visitaban siempre en el cumpleaños de su padrino.

—Hermione quiere que cuidemos a Rose hoy, tiene una fiesta a la que acudir para recaudar fondos –Su amiga trabajaba el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, donde fue enviada tras un tiempo al Comité de Regulación de Criaturas Mágicas.

—Si no fuera por sus leyes de los derechos de los elfos domésticos podría tener a uno cuidándola en vez de dejarla con nosotros –Tenía un falso tono de enfado, la pequeña Rose era muy lista y pulcra para una bebé de un año, cosa que Draco agradecía. Estaba revisando unos pergaminos en la mesa de la sala, había forjado un imperio de pociones y demás ingredientes exóticos con la debida regulación, así la gente ya no tenía que acudir a magos de dudosa moral para alguna emergencia.

—También… vendrá Victoire, Bill y Fleur tienen que viajar para ver a la madre de Fleur, aparentemente se enfermó –Draco miró a su esposo con expresión interrogante.

—¿Desde cuándo somos una guardería? ¿Qué hay de sus abuelos? –Aunque no le molestaba cuidarla, era enérgica pero sabía comportarse, además, como tenía herencia veela le gustaba tenerla cerca.

—Molly y Arthur están de visita con Charlie, al parecer al fin conocerán a su novio —Era el único de los hijos del matrimonio Weasley que al final no planeaba casarse con una chica.

—De acuerdo –Hizo una mueca, su piel se tornó ligeramente pálida y corrió al baño.

—¿Draco…? –Su esposo llevaba algunos días con cierta inestabilidad en el estómago, había tomado un par de pociones pero nada parecía funcionar y seguía teniendo náuseas, especialmente en la mañana.

—Estoy bien –contestó desde el baño—. Tengo cita el martes con el medimago, espero que no sea una infección.

—Eso espero –Así pasaron la tarde tranquilamente, compraron algunas golosinas para los niños, mientras Harry ponía una película infantil para Victoire, que gracias a su tía Hermione conocía la tele muggle. Draco había ido a acostar a Rose a su cuna casi de inmediato.

—Es mejor cuando están dormidas –comentó Harry cuando finalmente ambas niñas estaban cómodamente recostadas, ambos tuvieron algo de tiempo para relajarse.

—Sí, los niños son tan malos –Sonrió Draco mientras disfrutaba de las caricias de su esposo.

—Tal vez nosotros podríamos adoptar después –Se alegraron mucho cuando algunos de sus amigos decidieron casarse, especialmente cuando Fleur y después Hermione les anunciaron su embarazo.

Incluso Ginny y Blaise llevaban un año de casados, Ginny jugaba para la selección de quidditch; Blaise era socio de Draco en su imperio de pociones, así que se veían muy seguido, ahora estaban esperando la temporada de descanso de la liga para concebir, estaban muy entusiasmados con la idea, según le había comentado su amigo.

Esto causaba algo de tristeza en ambos, pues sabían que no había manera de que tuvieran un niño propio.

—Eso creo –Al día siguiente, sus amigos llegaron para llevarse a Rose y se quedaron para el desayuno. Victoire se iría con ellos, ya que Fleur y Bill se quedarían hasta el lunes por la tarde con los padres de Fleur.

—Gracias por cuidar de ellas, espero que no dieran problemas –Hermione y Ron se veían mucho mejor después de una buena noche de sueño, Rose se despertaba en la noche por el biberón y cambios de pañal, lo cual tenía a Harry desvelado.

—No, solo un par de cólicos que alivié con la poción que me dejaste.

Pudieron descansar cuando sus amigos se retiraron, deseando que hubiera una manera de que ellos también pudieran ser padres.

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—Señor Malfoy, hicimos los análisis pertinentes, pero no encontramos nada malo en usted, las pociones que tomó deberían haber eliminado su malestar.

—¿Qué hay de los síntomas que le describí? Mareos ligeros, algunos antojos, desagrado repentino por olores comunes –Aunque estos episodios no se los había contado a Harry para no preocuparlo hasta saber que sucedía.

—Nada, no es falta de alimentación, ni ninguna especie de virus o parásito, me suena más a un embarazo –Bromeó en parte el sanador.

—No sea ridículo, soy un hombre –Draco estaba preocupado y enojado, ¿cómo se le ocurría a ese imbécil bromear cuando no sabía qué sucedía?

—Bueno, haremos otras pruebas, regrese el viernes para que pueda tener todo listo, hasta entonces por favor anote cualquier nueva anormalidad que se presente.

Draco salió de allí con la mente llena de temor, pasó el día en su oficina un poco desconcentrado revisando pedidos e inventarios de las tiendas que administraba, pero en algún punto de su regreso a casa por la noche -antes de que Harry llegara, pues tenía algo de papeleo de los casos atrasado-, dejó preparando una poción casera para detectar embarazos. Era una locura, era descabellado… y era una ilusión encantadora.

Cuando Harry llegó a casa, pasada la medianoche, besó a su esposo en los labios suavemente antes de tomar un baño, salió vestido con su bóxer únicamente y se fue a dormir tranquilo y relajado, por la mañana le preguntaría a Draco cómo había ido todo con el medimago, "después de todo, si hubiera alguna urgencia me hubiera contactado de inmediato, ¿verdad?"

Draco había pasado la noche un tanto ansioso, con sueños repletos de ideas de cómo podrían verse sus futuros hijos, otras veces la realidad le mostraba una enfermedad seria, lo cual lo hizo removerse mientras dormía, y eso, aunado al hecho de compartir algunas veces sueños con su esposo, terminó por despertar a Harry.

—Draco… Draco… —Lo llamó suavemente, hasta que despertó con algo de agitación.

—Harry… —murmuró antes de ser abrazado por Potter.

—Tuviste una pesadilla, es todo, llegó también a mi mente, ¿te fue mal con el medimago? –Se sintió culpable por no haber contactado antes con él.

—No, dijo que necesitaba un par más de pruebas más para decirme algo concreto –No quería revelarle nada de la poción casera que estaba preparando.

—De acuerdo, pero esta vez en cuanto te digan algo avísame, no importa la hora, promételo –Su mirada seria, al más puro estilo de héroe le causaba gracia a Malfoy, quien de todos modos asintió.

—Sí, te enviaré una lechuza, lo prometo –Después de eso parecía que la mente del rubio se había despejado, permitiéndoles continuar con una buena noche de sueño.

Ese día, Harry se había levantado un poco más tarde y se le había hecho tarde, así que, mientras se arreglaba el uniforme, no notó que su esposo se escabullía a su despacho, zona sagrada donde Harry no entraba sin tocar primero, para utilizar la poción.

—Esto es una tontería –murmuró Draco, pero su instinto parecía decirle lo contario.

Dejó caer una gota de sangre en el vaso que contenía la poción, esperó por algunos segundos, y de pronto el líquido cambió de color; tembloroso, consultó el libro de nuevo para ver si no se había equivocado. Efectivamente, claro como el día, allí estaba la prueba irrefutable, de acuerdo con esa pócima, él, Draco Malfoy, estaba embarazado.

—No puedo creerlo… —No estaba seguro, pero no había duda. "¿Tanto lo deseamos que mi magia veela logró concederlo…?"

—¡Draco, debo irme! ¡Te veré en la hora del almuerzo! –Había quedado en pasar a buscarle a la oficina para comer juntos.

El rubio solo tardó un par de segundo en reaccionar.

—¡Harry, tienes que entrar aquí ahora! –Pero su esposo estaba demasiado ocupado mirando la hora.

—¡Tendrá que ser después, voy tarde! "Hoy tengo revisión" –Ese día los evaluarían, debía llegar a tiempo.

—¡Potter, entra aquí ahora! –De la emoción, Malfoy no estaba considerando que él también se podía mover.

El tono de voz de su esposo no dejó lugar a dudas, más le valía obedecer.

—¿Draco; qué pasa? –Cuando entró vio la poción y de inmediato saltó a la conclusión, Malfoy ya sabía de qué estaba enfermo y era serio—. ¿Estás bien? –Su voz estaba impregnada de preocupación.

—Mira esto –La poción tenía un tono ligeramente violeta, aunque más bien magenta.

—Es… un lindo color –No entendía el motivo por el cual ese color era importante, ¿debía alegrarse, o preocuparse?

—Mira el libro –Estaba abierto en una página, Harry leyó el título y negando con la cabeza se frotó los ojos antes de volver a leer.

—Draco… según este libro… ese color significa que estás… bueno… —No sabía si decirlo o no.

—Preñado, Potter –Sonrió mientras dejaba el vaso sobre su escritorio, ya que su esposo, un tanto eufórico por la noticia, lo abrazaba fuertemente.

—¡No puedo creerlo! ¿Cómo es posible? ¿Qué compramos primero? –Un tropel de preguntas pugnaban por salir de la boca del chico que vivió.

—Primero debemos confirmarlo con el medimago, pero... aún falta mucho para comprar nada, debemos adecuar pronto una habitación.

—Lo que haga falta, pero creo que tu poción ya lo dijo todo –Guardó silencio un momento mientras besaba a su amado por todo el rostro—. Debes llevar una dieta adecuada… ¡esto es como un sueño…! Tenemos que contarles a todos…

Pronto, su pensamiento sobre la evaluación en el cuerpo de Aurores quedó atrás, así como las citas que Draco tenía concertadas para ese día, nada volvería ser igual después de esa noticia prodigiosa en su vida, sin darse cuenta que traería muchos cambios, tiempos felices y gran responsabilidad que no se comparaba a nada de lo que habían atravesado antes. Pero eso no importaba, porque lo harían juntos.

La vida, finalmente, estaba, para ellos, completa.

FIN

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Gracias de verdad a todos, espero que les gustara.

Para las personas que me pidieron la imagen, espérenme un poco más, pronto se las enviaré, esta siendo retocada.

(1) La canción es esta, espero que les guste y les ayude a imaginar la escena www. youtube watch?v=I—v3sVWT8pA&feature= related