N/A: Hola a todos! Este es el primer fic que escribo y por ende, el primero que publico... Ojalá les guste, espero ansiosa comentarios y críticas (en lo posible constructivas jaja) sobre este capítulo para mejorar en los próximos. Ah, y ya tengo escrito el fic completo, pero lo iré subiendo un cap. a la semana yo creo, así voy haciendo las correciones correspondientes).

Eso :) saludos a todos los que me lean! :)


¡¿Son todos iguales?

Capítulo 1: Nace la duda.

Llevaban ya más de un año de casados y a Serena aún le costaba creer que había atrapado para ella al hombre más guapo e inteligente de Tokio y por sobre todo, 'que me ama incondicionalmente' la rubia sonrió ante ese pensamiento, luego, volteando hacia el espejo en su dormitorio habló consigo misma: "por supuesto que me ama, soy HERMOSA" y soltó una alegre carcajada. Volvió a enfrentarse al espejo para arreglar por última vez su cabello antes de salir.

La chica de los ojos azules y el cabello rubio caminó tranquilamente hacia el templo, donde se reuniría con sus amigas.

"¡Serena, llegas tarde como siempre!" Era el cásico recibimiento que su amiga Rei le daba cada vez que se juntaban.

"Lo siento." Sonrió Serena sentándose junto a Amy.

Las cosas habían estado bastante tranquilas para las sailors, por lo que su conversación no estaba obligada a centrarse en cómo acabar con el enemigo o en cómo mantener la paz en el planeta, sino que hablaban tal como cualquier grupo de amigas, de un montón de cosas triviales, llegando por supuesto e inevitablemente, a hablar sobre los especímenes del sexo opuesto que tenían por pareja.

"Chicas, mi querido Darien es el mejor," Serena sonreía amorosamente al hacer esta confiada declaración "es tan romántico y comprensivo y…"

"A Nicholas eso le duró poco," comentó Rei apoyando sus codos sobre la mesa y descansando su cabeza sobre sus manos en signo de resignación "y eso que aún no estamos casados. Tengo que rogarle para que veamos juntos una película romántica o para que salgamos a pasear por el parque de vez en cuando."

"Sé a lo que te refieres," suspiró Lita "Andrew ya no es el mismo que cuando nos casamos. ¿Pueden creer que ayer lo sorprendí mirando a otra chica, descaradamente?"

"Ay chicas, como se ve que no conocen a los hombres" hablaba la sailor del amor, según ella, experta en estos temas "¡están todos contados con la misma tijera!"

"Cortados, Mina" corrigió Amy "y honestamente no creo que sean todos iguales…"

"¡Exacto!" Serena guiñó un ojo "mi Darien es la excepción."

"Sí claro," rió Mina con tono sarcástico y luego, cambiando de tema agregó "por cierto, ¿alguien vio American Idol anoche?"

La conversación siguió su curso, tan espontánea y natural como siempre y las chicas siguieron pasando un rato agradable juntas.

Camino a casa Serena pensó en lo que sus amigas habían dicho, ¿será que su Darien cambiaría también? 'No, claro que no' se convenció, aunque ese pensamiento seguía orbitando su cabeza incluso hasta llegar al living de su casa, donde estaba su esposo quien acababa de terminar de hablar por teléfono.

"Hola mejor esposo del mundo" lo saludó alegremente, depositando un suave beso en su mejilla.

"Hola linda," sonrió él "¿cómo te fue con las chicas?"

"Muy bien." respondió la rubia sentándose junto a él en el sofá "Hey, ¿con quién hablabas?"

"Ah, era Andrew, hace tiempo que no nos vemos y quería saber si podemos juntarnos uno de estos días."

Serena recordó lo que Lita les había contado en la tarde.

"Lita nos dijo que el otro día sorprendió a Andrew ¡mirando a otra chica!" el comentario tenía definitivamente un tono chismoso. Darien rió.

"¿Andrew?" el pelinegro volvió a reír "me lo esperaría de cualquier otro excepto él."

Al parecer Darien no le daba la misma importancia que ella…

¡Un momento! Cuando dijo 'me lo esperaría de cualquier otro' ¿eso lo incluía a él?

Serena mordió su labio inferior pensando.

"¿Qué pasa?" Darien seguía con una sonrisa liviana en su rostro "te quedaste muy pensativa." dijo removiendo cariñosamente un mechón rubio del rostro de su esposa.

Serena sacudió su cabeza en negación "No es nada" volvió a sonreír, pero el pensamiento seguía ahí, rondando su mente.

Aunque pensándolo bien, claramente no sacaba nada con darle más vueltas al asunto, ¿cómo podría ella saberlo? 'Debe haber una manera' pensó 'pero ¿cómo, cómo? … si tan sólo pudiera…' fue ahí cuando la solución llegó a su mente '¡por supuesto!' sus labios dibujaban ahora una sonrisa con aire triunfador.

"¿Qué te parece, Serena?" ups, al parecer Darien había hablado todo ese tiempo mientras ella pensaba y él acababa de darse cuenta de que su amada esposa no le estaba prestando mucha atención que digamos "Serena ¿escuchaste siquiera lo que te dije?"

Serena lo miró con la cara más adorable que pudo y tomó su mano antes de contestarle.

"Lo siento" se disculpó sincera esperando que no se hubiera enojado mucho con ella "es que estaba pensando."

"¿A sí?" sonrió ante lo despistada que era su esposa, él sabía que al casarse con ella había aceptado esa parte del paquete también "¿y se puede saber qué es eso tan importante en lo que piensas que te distrae de mi?"

'Uy ¿qué le digo, qué le digo? Arcoíris, conejitos, flores, pasteles…' Serena desesperó por un segundo '¡Ya sé!'

"Estaba soñando despierta" eso sonaba bastante como ella. Darien suspiró.

"Bueno, te decía que mi secretaria se va de viaje por un mes y pensaba poner un anuncio en el diario para buscar otra persona que la reemplace ese tiempo ¿qué te parece?"

"Creo que es una buena idea" uf, se lo creyó "¿y tu secretaria no tiene a alguien para recomendarte?"

"Le pregunté y quedó de contestarme mañana, así que mañana decidiré bien qué hacer."

Serena le sonrió asintiendo y luego de conversar unas cuantas cosas más, se fueron a dormir. Mientras Darien dormía plácidamente, Serena pensaba en su plan, 'hm, eso es perfecto, me será de muchísima ayuda' pensó recordando lo que Darien le había dicho hace un rato, sin duda la rubia estaba completamente decidida y pondría a prueba su plan lo antes posible.


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