Primero de todo, quiero agradecer a Evenlight y Sabrii16 por sus comentarios. ¡Muchas gracias!

Aquí os dejo un nuevo capitulo, espero que lo disfruteis, y no dudeis en comentar.


Cap17

Eso no tenía muy buena pinta. No es que al principio la hubiera tenido, pero ahora aún menos. Pensó Scott al ver salir del almacén a Derek, completamente transformado, cargando a alguien en el hombro y oliendo a sangre. La parte positiva de todo eso, era que la única sangre que sus desarrollados sentidos habían podido captar, había sido la del propio hombre lobo. Así que, finalmente, y en contra de los peores temores del adolescente, Derek no había matado a ninguno de los cazadores.

La parte negativa era que la mirada asesina y el gruñido amenazador que el otro hombre lobo le había dirigido al notar su presencia, le había dejado con la inquietante sensación de que Derek no era completamente consciente de sus actos. Pensó en todas las veces que él había perdido el control y había estado a punto de hacer daño a alguien, mientras veía como el hombre lobo desaparecía entre las sombras de una de las calles transversales con un bulto al hombro.

Sin pensarlo dos veces, corrió de vuelta al jeep y a Stiles. Cuando vio a su amigo, apoyado contra el capó, aburrido, encanastando bolitas de papel en uno de los contenedores, le gritó. -"Sube al coche!"-

Stiles alzó la vista hacia Scott, sin comprender a qué venía tanta prisa de pronto. Pero, al ver su expresión de preocupación, obedeció sin rechistar. Arrancó el vehículo y, en cuanto Scott cerró la puerta, lo puso en movimiento.

-"Qué ha pasado? Dónde vamos?"- preguntó nervioso y algo exaltado por el comportamiento de su amigo.

-"Tuerce en la segunda calle, a la izquierda"- le indicó Scott, a la vez que bajaba la ventanilla y sacaba un poco la cabeza.

Stiles le miró sin entender muy bien que hacía Scott hasta que vio como arrugaba la nariz. -"Estás olisqueando el aire? Se puede saber que ha pasado?"-

El otro adolescente le indicó que se callara con un gesto mientras trataba de forzar sus sentidos al máximo y captar la dirección que Derek había tomado. Por suerte, las ropas del otro hombre lobo estaban tan cubiertas de sangre que seguir su rastro fue relativamente fácil.

-"La siguiente a la derecha"- Stiles asintió, pensando en que esa noche estaba resultando más rara de lo que había creído al principio. No sólo Derek les había pedido ayuda, lo que no era muy habitual en él (técnicamente sólo se la había pedido a Scott, pero eso era un pequeño detalle sin importancia), sino que ahora Scott sacaba la cabeza por la ventanilla del jeep como un perro que disfruta con la velocidad y el aire en la cara.

-"Vas a darme algo de información?"- le dijo, seguía sin saber a qué venía tanta prisa.

-"Creo que ha pasado algo ahí dentro."- se volvió Scott para responderle.

Stiles se alarmó al escuchar sus palabras. -"Qué ha pasado algo como que? Dime que Derek no se ha dedicado a desgarrar gargantas!"-

Scott negó con la cabeza. -"Los cazadores están bien… creo"- añadió en un tono algo dubitativo -"Pero Derek no. Creo que ha perdido el control."-

Stiles miró a su amigo sorprendido, ignorando completamente la calle frente a él durante un par de minutos completos. Derek había perdido el control? Si las veces que Scott se había vuelto majara y había tratado de matarle, él apenas había podido defenderse, que se supone que iban a hacer ellos dos contra el otro hombre lobo?

Sin ser consciente de ello, su pie se hundió en el freno. El jeep se paró de golpe, derrapando sobre el asfalto y lanzando a Scott contra el salpicadero. El chico se masajeo el hombro que había impactado contra la dura guantera y se volvió hacia su amigo entre sorprendido y enfadado. -"Qué haces?"- le gritó.

-"Exacto, qué estamos haciendo?"- le gritó a su vez Stiles. -"Qué se supone que vamos a hacer cuando le encontremos? Es que crees que tienes alguna posibilidad contra él?"-

Scott le miró pensativo unos segundos. Stiles tenía razón, él no era rival para Derek, aún así… -"Tiene a la Srta. Bennett"-

-"Qué?"- Eso tenía que ser una broma. No podía haberlo escuchado bien.

-"Creo que se ha llevado a la profesora"- repitió Scott.

Stiles tomó aire un par de veces. No entendía como siempre acababa metido en esos líos. Él era un chico pacífico y tranquilo… bueno, puede que no fuese tan pacífico y lo de tranquilo era bastante cuestionable también, pero por qué parecía que últimamente ese tipo de situaciones le perseguían? -"Me vas a deber una bien gorda después de esto"- le dijo a Scott, antes de retirar el pie del freno y aplastar con fuerza el acelerador.


Encontró una calle vacía y poco iluminada detrás del aparcamiento de un supermercado que estaba cerrado a consecuencia de la hora. Dejó caer al suelo el paquete que cargaba al hombro sin muchos miramientos, antes de dar un par de pasos hacia la entrada de la calle y olfatear el aire, atento a si alguno de esos cazadores le seguían.

Anne despertó como consecuencia del golpe. Se masajeó el cuello distraídamente. Le dolía como si hubiese estado colgada hacia abajo o algo así. No tenía muy claro lo que había pasado. Alzó la vista y vio que ya no estaba en el mugriento almacén, sino en un pequeño callejón cerca de la puerta trasera de una tienda. Frente a ella distinguió una figura, aunque estaba de espaldas, no le costó reconocer de quien se trataba.

-"Derek"- le llamó mientras se ponía en pie. -"Qué ha pasado?"- se sentía algo mareada así que se apoyó contra la pared tratando de mantener el equilibrio.

Escuchó un gruñido y le miró de nuevo algo insegura. Eso era nuevo, le había visto gruñir a los cazadores en varias ocasiones pero nunca a ella. El hombre lobo se volvió y avanzo en su dirección.

-"Derek, qué…?"- calló de golpe cuando le vio salir de las sombras y quedar iluminado por el débil resplandor que producía una vieja farola cercana.

Una de las perneras de su pantalón estaba empapada de sangre, la poca tela de la camiseta que se veía bajo la oscura cazadora también tenía una mancha similar, aún así él avanzaba hacia ella con paso firme sin mostrar ningún tipo de dolor. Pero no había sido eso lo que la había sorprendido. Sus manos seguían teniendo aspecto de garras y su cara…

Su piel parecía más curtida, su frente era más prominente dándole un aspecto más inquietante, sus orejas se habían alargado y sus labios se habían vuelto más finos. Cuando los separó para dejar escapar un nuevo gruñido, pudo ver que, no sólo los colmillos, sino todos sus dientes habían cambiado y ahora tenían un aspecto brillante y afilado. Y sus ojos, de un azul más oscuro, la miraban amenazadores.

-"Derek?"- le llamó ella, tentativamente.

Él siguió acercándose, sin mostrar ningún tipo de reacción. No sabía si no la había oído o es que no reconocía su propio nombre. Eso la alarmó. La verdad era que ella no sabía mucho sobre hombres lobo, sólo lo básico. No sabía si seguían siendo ellos mismos cuando se transformaban… quizás eso entraba dentro del conocimiento básico, así que realmente, aparte de conocer su existencia, no sabía mucho más. Pero por la manera en que Derek la miraba le dio la sensación que no la reconocía.

Le vio aproximarse a ella hasta que estuvo apenas a un par de palmos de distancia. Cuando él levanto levemente el labio superior para soltar un nuevo gruñido, Anne bajó la vista instintivamente, incapaz de seguir aguantando su mirada, sintiendo como su preocupación comenzaba a transformarse en temor.

Permanecieron en esa posición un par de minutos. Su mirada fija en las afiladas garras del hombre lobo que descansaban inmóviles a ambos lados de su cuerpo y no sintiéndose lo suficientemente valiente como para alzar la vista a sus ojos de nuevo. Su mirada se movió de una de sus manos a la otra y vio la mancha de sangre seca que cubría su camiseta.

Había recibido dos disparos no hacía más de quince minutos y ahora ya estaba ahí en pie, frente a ella, como si nada hubiera pasado. Algo impresionada y olvidando repentinamente su temor, acercó una de sus manos a la oscura tela. Le echó una rápida mirada a Derek, al ver que él no hacia ningún movimiento para impedírselo, levantó la tela y dejó al descubierto parte de su abdomen. La piel estaba cubierta por una costra de sangre reseca y bajo la última costilla tenia una pequeña herida prácticamente curada como único recordatorio del impacto de la bala.

-"Cómo…"- susurró algo contrariada. Acercó una mano y deslizó suavemente los dedos alrededor de la herida. Durante un instante, sintió como su piel se erizaba bajo su contacto.

El hombre lobo sintió el calido roce de su piel y por un momento tuvo la sensación de que estaba olvidando algo importante. Pero desechó ese pensamiento rápidamente en cuanto sus instintos le alertaron de que ella era peligrosa, que no debía dejar que le tocara.

Anne se sobresaltó al sentir una de sus manos cerrarse sobre su cintura y estamparla con fuerza contra la pared a su espalda. Alzó la vista y se asustó todavía más al ver como él la miraba intimidantemente mientras gruñía de nuevo. Esta vez, al tenerle tan cerca, incluso pudo sentir como su pecho vibraba.

Respiró hondo un par de veces antes de reunir el coraje necesario para tratar de tomar el control de esa situación. Estaba claro que Derek no era exactamente él mismo en esos momentos y ella no sabía como manejar a un hombre lobo, así que intentó hacer lo único que podía hacer para salir de ese apuro en el que estaba metida. Trató de alcanzar su otra mano con la intención de calmarle un poco, pero Derek la agarró de la muñeca y aplastó su brazo con fuerza contra la pared a la altura de su cabeza. Anne le miró sorprendida. Él sabía lo que ella trataba de hacer!

El hombre lobo se acercó un poco más a su presa, quedando a apenas unos centímetros de su rostro, soltó un nuevo gruñido indicándole que no iba a tolerar más tonterías. Vio como ella le devolvía la mirada asustada, notó como su pulso se aceleraba y su respiración se entrecortaba, y por un motivo que no supo comprender, se dio cuenta de que no le gustaba ser la causa de esa reacción. Pero antes de ponerse a pensar en eso, aún había otro tema que tenía que aclarar. Su olor. Dónde lo había olido antes?

Anne vio como él se acercaba aún más a ella e inconscientemente giró la cabeza y cerró los ojos con fuerza, tratando de alejarse de él. Su mano libre se agarró automáticamente a la tela que cubría el brazo que la sujetaba por la cintura. Derek había apoyado su cuerpo contra el suyo y la acorralaba contra la pared con tanta fuerza que le costaba respirar. Su cabeza había quedado junto a la suya, inclinada sobre su cuello. Podía sentir su calida respiración sobre su piel y oía perfectamente los débiles gruñiditos que soltaba cada vez que ella presionaba contra su pecho al esforzarse por coger aire.

Notó como él enterraba su cara en su cabello y descendía hacia su cuello. Por su mente cruzó una imagen de sus afilados dientes y un estremecimiento recorrió su cuerpo al plantearse la posibilidad de que él se dispusiera a morderla. No iba a dejar que eso ocurriera, pensó, o al menos iba a intentar que no ocurriera.

Deslizó lentamente su mano por la manga de la cazadora, esperando que él no comprendiera sus intenciones. Ya casi había llegado al final de la tela cuando notó como su mano se cerraba con fuerza sobre su cintura.

-"Vale"- murmuró y apartó su mano rápidamente, al darse cuenta que él era consciente de lo que trataba de hacer. Pero Derek no dejó de presionar, pronto sus garras atravesaron la tela y encontraron su piel. Ésta no opuso mucha resistencia y, fácilmente, la atravesaron y se hundieron, dolorosamente, en su cintura.

Derek escuchó un quejido de dolor, seguido de olor a sangre. En un primer momento, esto le molestó. Estaba demasiado absorto en lo que estaba haciendo, perdido en ese aroma que le resultaba agradable y desafiante al mismo tiempo, cuando fue consciente de algo. Lo reconocía, sabía a quién pertenecía! A la misma persona a la que pertenecía la sangre que podía oler en esos momentos. A la dueña de la voz que acababa de emitir un gemido. A la chica que tenía acorralada y atemorizada en un callejón oscuro…

Se apartó al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Se alejó de ella, dándole la espalda y quedando prácticamente oculto por la oscuridad. No era plenamente consciente de todo lo que había hecho, pero recordaba haberse dejado llevar cuando estaban en el almacén. Miró su mano, que ya tenía su aspecto normal, y vio que bajo sus uñas había restos de sangre.

Cómo había sido tan descuidado? Cómo había dejado que se le fuera tanto la cabeza? Hacía años, muchos años, que no perdía el control de esa manera. Por qué había tenido que pasar ahora? Con ella cerca? Lo peor de todo era que tenía la impresión que había dejado que pasara voluntariamente. El motor de un vehículo acercándose le sacó de sus pensamientos. Lo reconoció casi de inmediato, el motor del destartalado jeep de Stiles hacía un ruido único.


-"Ahí están"- dijo Scott, abriendo la puerta y bajando del coche antes incluso de que éste se hubiese detenido.

-"Derek, qué ha pasado?"- preguntó, parándose a unos metros de ellos. Vio que la Srta. Bennett se apoyaba contra la pared sujetándose el costado, la mirada fija en el hombre lobo quien permanecía de espaldas.

-"Llevatela de aquí"- le ordenó Derek, sin moverse.

Scott le miró preocupado. -"Qué pasa con los cazadores?"-

-"Yo me encargo de eso. Tú llévatela de aquí"- Su voz era fría y autoritaria, como siempre, aún así Scott intuyó que algo había pasado. Sintió un olor metálico, como a sangre, proveniente de Derek. Lo que le sorprendió era que no era el mismo olor que le había guiado hasta ellos. Se trataba de la sangre de otra persona.

Comenzó a caminar hacia él pero se detuvo de inmediato al escuchar claramente la advertencia en su voz. -"Scott!"-

El chico se sobresaltó, inseguro de si era una buena idea molestar al otro hombre lobo. Le echó una rápida mirada a Stiles quien negaba con la cabeza desde la puerta de su jeep y decidió que lo mejor sería hacer lo que le decía. Se acercó a la profesora, quien ya caminaba hacia el vehículo, y se marcharon de ahí.

Derek respiró algo más tranquilo ahora que se había quedado solo. Volvió a alzar su mano y se quedó mirando los restos de sangre entre sus uñas con preocupación. Prefería no meditar demasiado en lo que ella debía pensar sobre él en esos momentos. Decidió que lo mejor sería volver al almacén, lo más probable era que los cazadores ya se hubieran marchado, aun así a él le serviría para tratar de recordar parte de lo que había ocurrido.


-"Estás bien?"- le preguntó Scott al darse cuenta que la sangre que había olido en Derek pertenecía a ella.

-"Sí, no es nada"- respondió Anne, alzando la camiseta y echándole una rápida ojeada a su cintura.

Tenía cinco pequeñas heridas, no parecían graves y ya apenas sangraban. Lo malo es que tenían forma de garra. Esperaba que no quedara cicatriz porque ya era suficientemente complicado explicar como se había hecho las de su espalda como para tener que explicar esas también.

-"Ha sido Derek?"- preguntó preocupado Scott desde el asiento del copiloto.

-"Qué ha hecho ahora?"- curioseó Stiles, volviéndose un segundo, lo justo para ver las heridas. -"Estupendo"- murmuró.

-"No es nada"- le quitó importancia ella, volviéndolas a cubrir y lanzándoles una mirada molesta a ambos chicos.

-"Dónde te llevamos?"- preguntó Stiles.

-"No creo que sea una buena idea que te quedes en tu casa"- intervino Scott -"Por si acaso los cazadores intentan algo de nuevo"-

Anne asintió. Tenía la sensación que no iban a ir a por ella de nuevo, al menos por el momento, al ver lo bien que había salido su plan, aun así les dio las indicaciones necesarias para ir a casa de su madre. Siempre es mejor prevenir, pensó.

-"Así que Derek y tú… tú y Derek…"- tanteó el terreno Stiles, dudando si era un tema apropiado en esos momentos, mientras le lanzaba miraditas por el espejo retrovisor.

Anne suspiró. -"Derek y yo, qué?"-

-"Hay algo?"- dejó caer Stiles, su curiosidad venciendo a su prudencia, como siempre.

-"No"- se limitó a contestar.

Stiles la miró algo decepcionado, como si hubiera esperado una explicación larga y con muchos detalles de su relación con Derek.

-"Es lo mismo que dijo él"- comentó Scott.

Anne alzó una ceja. -"Si ya sabíais la respuesta, por qué me lo preguntáis a mi?"-

-"Bueno, Derek no se caracteriza por su sinceridad"- añadió Scott.

-"Ni por decir las cosas claras"- puntualizó Stiles.

Ambos chicos se miraron y asintieron a la vez. Dándose la razón el uno al otro.

-"Pff. No sabéis la mitad de la historia. No deberíais juzgar a la gente tan a la ligera"- les regañó ella.

-"Si hay algo que creas que deberíamos saber, somos todo oídos"- la invitó Stiles a compartir algo de información con ellos.

Anne negó con la cabeza. No le correspondía a ella hablarles sobre nada relacionado con Derek. Pero ya que tenía a los dos chicos ahí y parecían saber bastantes cosas sobre los hombres lobo, decidió interrogarles ella también.

-"Qué pasa cuando te transformas, Scott? Sigues siendo consciente de tus actos?"-

El chico se volvió en su asiento para mirarla, sorprendido por su pregunta. Había dado por sentado que ella sabía tanto o más que ellos sobre el tema.

-"La mayor parte del tiempo soy yo mismo. A veces pierdo el control, sobre todo si el Alpha anda cerca"- le respondió. -"Aunque eso se debe a que hace poco que soy un hombre lobo y aun no he aprendido a controlarlo. A Derek, en cambio, nunca le he visto perder el control"- añadió, suponiendo que eso era lo que ella quería saber.

Anne asintió, pensativa. Entonces, qué le había pasado esa noche?

-"Y hay algún motivo en especial que te haga perder el control o simplemente pasa?"- se interesó.

Scott se encogió de hombros, esa era una pregunta bien sencilla. -"La rabia. Cuanto mas enfadado estoy, más difícil se me hace dominarlo."-

Ella volvió a asentir. Podía ser que Derek hubiese reaccionado así a consecuencia de Kate? Al fin de cuentas, la cazadora le había disparado… dos veces.

-"Hemos llegado"- anunció Stiles, parando el jeep ante la silenciosa casa.

-"Gracias por traerme"-

-"Emm"- la cortó Scott, antes de que pudiera salir del vehículo. -"Quizas sería mejor que te mantuvieras alejada de Derek por un tiempo."-

Anne le miró alzando una ceja. -"Perdona?"-

-"Sí, bueno. Ya sabemos que es guapo, misterioso y esas cosas que les gustan tanto a las chicas"- intervino Stiles -"pero después de todo lo que ha pasado quizás sería mejor que te replantearas tus gustos…"-

-"Por tu seguridad."- le ayudó Scott, no muy seguro de cómo iba su amigo a finalizar esa frase sin ofender a nadie.

Anne sonrió. -"Vale. Estáis tratando de aconsejarme sobre mi vida sentimental?"- Ambos chicos asintieron. -"Y por qué debería escucharos?"- siguió, algo divertida con todo eso.

-"Nuestro consejo es completamente objetivo"- respondió Stiles. Scott asintió, de acuerdo con su amigo.

-"Claro. Que Derek no os caiga bien, no tiene nada que ver, no?"-

-"Nada que ver"- repitió Stiles.

Anne no pudo contenerse y se puso a reír. -"Lo siento"- les dijo, al ver la cara de confusión con la que ambos la estaban mirando. -"En serio creéis que sois los más indicados para dar este tipo de consejos?"-

-"Por qué no?"- insistió Stiles.

-"Quizas, porque tú estas loco por Lidia que casualmente es la novia de Jackson quien, a parte de menospreciaros constantemente, tiene serias sospechas sobre las mejoras de Scott como jugador de lacrosse?"-

Stiles abrió la boca, pero la cerro en seguida. No podía replicar a eso.

-"En cuanto a ti"- se volvió hacia Scott. -"Un hombre lobo que sale con la hija de un cazador. La sobrina de la loca que me ha secuestrado y le ha pegado dos tiros a Derek porque no tenía nada mejor que hacer esta tarde que tratar de matarnos. En serio? Es que no había más chicas en el instituto?"-

-"Bueno, no como Allison"- trató de defenderse el chico.

-"Lo veis? No sois los más indicados para darme consejos cuando claramente estamos los tres en el mismo barco."- sentenció antes de salir del jeep.

-"Y qué barco es ese?"- le preguntó Stiles.

Anne se volvió, con la mano apoyada sobre la verja de entrada, y le sonrió. -"El de los que no tienen remedio"-