Este fic contiene una escena donde un personaje es violado, no es explicito, pero quien no le guste este tipo de escenas es recomendable que se la salte, es una parte pequeña. Y perdonen por tardar tanto.

MezclaProhibida

Capítulo 5: "El Pago de Naraku"

Por: Sora-Rin111

(01/03/2013)

El color parecía haberse apoderado de las calles de Japón, los cerezos eran aquel motivo, cientos de hombres y mujeres caminaban de arriba abajo luciendo elegantes kimonos, desde los rosas hasta los azules, pasando por los blancos y grises, todos sumamente hermosos y teniendo como único motivo disfrutar del festival de Primavera.

Desde hacía un mes Sesshomaru, tenía pendiente esta tortura, deseaba que no pasaran los días y no llegará jamás el bendito festival al cual había invitado a Rin, todo por ganarse más su corazón y celebrar el cumpleaños numero quince, de una manera tradicional y sencilla, aunque no solo tenía ese compromiso, también para finalizar debía acompañar a Rin en la cena de cumpleaños que le harían en la casa.

Ella estaba lista, vestía un kimono de color rosa pálido con flores de cerezo blancas, con un obi de color verde pálido haciendo juego con las hojas que decoraban el traje, llevaba un delicado peinado recogido con accesorios haciéndola lucir hermosa.

Por otro lado Sesshomaru llevaba un kimono negro, hecho a medida, mostrando a un demonio sumamente elegante y con buen gusto.

Ver a su mujer de esa manera lo hacía enloquecer, pero antes que todo quería que ella se sintiera cómoda y feliz, así que partieron al festival. La presencia de ambos no pasó desapercibida, ver a un hombre mayor con una jovencita llamaba mucho la atención de los presentes, empezando por los más conservadores al ver la manera en que Sesshomaru la tomaba de las manos hacía que las críticas no faltaran. Menos las muestras de cariño publicas del demonio perro para demostrar que le tenía sin cuidado lo que pensaran los demás.

Rin ni se percató de todo eso, ella estaba maravillada de cada detalle, los kimonos, las flores, el olor de la comida, los puestos con juegos, los niños jugando, corriendo y riendo le parecía grandioso; ella sólo quería divertirse.

Entre medio de toda esa gente, alguien más había llegado a ese templo, era nada más y nada menos que la directora que velaba por los derechos de las razas prohibidas, Akiko, quien al ver esos ojos que conocía tan bien en una humana se acercó.

-Buenas tardes, Señor Sesshomaru,-Le hizo una reverencia, la cual como era costumbre él no contestaba- que bueno verlo por acá-Nada, el demonio estaba callado, como una tumba, ella una experta demoniza fijó sus ojos en Rin- ¿Y ella es…?-Indagó.

-Rin, Takenouchi Rin-Respondió la chica, haciendo enojar al Lord.

-Vaya que sorpresa…-Estaba incrédula, era simplemente imposible, ella era humana-No sabía… ¿Usted…?

-No fui yo, así la encontraron-Respondió tajantemente.

Caminaron a un lugar menos transcurrido, donde pudieran hablar tranquilamente, pero el albino simplemente no quería hablar más.

-Se suponía que asuntos internos la tenía.

-La tenía otro demonio.

-¿Sabe quien fue?

-…-Ella miró a Rin, sabía que ella le daría la respuesta.

-¿Tú sabes algo, querida?

-No…-Dijo tristemente.

-Les ayudaré esto no se puede dejar así.

-Yo ya me estoy encargando de eso.

-Es algo que nos corresponde a nosotros, esto tiene que llegar a los oídos de los señores de la corte principal.

-Él se metió con lo que es mió, estoy en todo mi derecho de matarlo o hacer lo que se me pegue la gana-Tenía razón, la ley ampara que se mate en caso de que otro demonio hiera o mate a una demoniza marcada.

Y que Sesshomaru se dirigiera con tanto odio refiriéndose a él, le daba a entender que si sabía quien había hecho eso.

-Cuenta con todo nuestro apoyo, cualquier cosa ni dude en llamarme-Le entregó una tarjeta con números telefónicos para que la pudiera contactar.

Ella se despidió y los dejó solos, dejando a un demonio furioso.

Cuando terminó el festival se dirigieron a la casa, donde le tenían preparada una cena especial por sus quince años, estaba contenta por las atenciones de todos.

Una inesperada llamada luego de la cena hizo que pospusiera sus planes de tener un noche de pasión, por lo cual salió a toda velocidad en una de sus adorados autos, directamente donde quedó de verse con su padre.

-¿Qué ha pasado?-preguntó inalterable mientras se bajaba del auto.

-Es mejor que pases y veas el regalo que te tengo.

Era un enorme predio baldío a las afueras de la ciudad, allí tirado en el suelo, con las manos vendadas y la cabeza tapada, era Naraku, quien estaba golpeado y sangrando.

-Que sorpresa… ¿En donde encontraste a esta basura?

-En uno de sus centros nocturnos, se estaba escondiendo en la parte trasera-Luego de ver a su enemigo, el padre volvió a dirigirse al hijo- ¿Y le darás ya el toque final?

-Aún estoy pensando que es mejor, si torturarlo más luego de la paliza que le diste o darle el golpe de gracia.

-Bueno, eres tú quien debe decidir, recuerda lo que hizo, merece lo peor.

Pasaron unos momentos antes de que el hijo respondiera.

-Ya sé tengo una idea.- Sesshomaru sacó su teléfono celular y llamó a su prostíbulo "Inferno" donde se encontraba Vicky, quien saltó de la emoción al ser citado a un lugar oscuro por su patrón. Tardó veinte minutos en aparecerse, pero beneficiando así a los dos demonios albinos porque Naraku ya había despertado.

Vicky era un prostituto humano, uno de los pocos que tenían, obediente y hacía lo que Sesshomaru le pidiera, porque al verlo así de guapo no le podía negar nada, menos cuando sabía que le pagaría bien, iba vestido con una minifalda lustrosa color violeta, y una pequeña blusa del mismo color que dejaba al descubierto su ombligo y su piel clara; sus ojos negros y su cabellera rubia brillaban a la luz de la luna.

-Ya estoy aquí querido- Con su voz afeminada se dirigió al gran Sesshomaru quien como siempre lo ignoró- ¿Tres contra uno?-Sonrió-Que sexy…

-Será uno contra uno-Habló el jefe.

-Que felicidad, el amo y yo-Él no lo podía creer, su sueño se haría realidad, según su errónea suposición.

-Serás tú y este chico-Él si sintió un poco decepcionado al ver con quien le tocaría, quien iba a ser su pareja no era tan guapo como su querido demonio albino.

-Que fantasía tan rara, pero bueno todo sea por usted-Le lanzó un besó, pero Sesshomaru lo tomó del cabello.

-Obedece o te mueres.

-No sea tan brusco, vale, ya lo hago-El padre miraba atónito aquel extraño ser, que definitivamente no entendía.- ¿Tengo que hacerle de macho?-Preguntó mientras se llevaba la mano a la boca, tratando de parecerles sexy y al no recibir respuesta accedió.-Vale…

Cuando Naraku escuchó trataba de escaparse del poderoso agarre del Inu no Taisho, creía que no había sido tan malo como para merecerse que un afeminado lo violase.

-¡Malditos!-Aquel débil demonio no tenía escapatoria.

-No te resistas guapo.

Lo llenó de besos por cada parte que descubría, la cara de Naraku se mantenía aún cubierta y así permaneció en toda la larga sesión bajo la luz de la luna, Vicky fue el único que disfrutó del acto y para cerrar con broche de oro.

-Este es un regalito.-El afeminado se paró y descubrió el rostro del demonio de cabellos negros y se derramó en su cara, humillándolo más.-Fuiste un buen chico.

Se vistió y encendió un cigarro.

-Bueno nenes, me voy, jefe luego me paga, si es con cuerpo mejor.-Al mismo tiempo que terminó de decirlo se arrepintió, estaba de rodillas casi llorando por el tremendo golpe que le propinó, luego que le pasó, se puso de pie y con su mano derecha lazó su melena larga hacía atrás y se despidió.

-Vaya, quien lo diría, ahora podrás trabajar de puto y dejar de meterte con lo que es mío.-El primogénito del clan de la Luna se dirigió a Naraku en un tono calmado.

-¡Ya verán desgraciados!

-¿Qué podrías hacernos tú?-Preguntó Inu no Taisho, él no había conocido demonio más débil.

Un carro llegó hasta donde estaban ellos, al sentir una única presencia muy conocida no se preocuparon, era Akiko, quien se bajó del auto.

-Que bueno encontrarlos y agradezco que me avisara, Señor Sesshomaru-El demonio albino llamó a la directora después de llamar a Vicky.

-Creo que el peor castigo para Naraku no es la muerte.

-Deje que yo me encargue de él, por cierto les tengo una noticia, ayer me avisaron que atraparon a los responsables que vendieron a su hembra, ya se encargaron de ellos, pagaron con su muerte, por haberse metido con la familia real, pido disculpas en nombre del Consejo.

-No te preocupes, sé que mi hijo estará tranquilo si encierran a Naraku de por vida.

-Es lo menos que merece.

Luego de hacer una reverencia se despidió llevándose consigo al demonio moreno a las mazmorras.

-Bueno es mejor que nos vayamos también, sabes que le espera al llegar al calabozo.

-Si, lo sé, por cierto quiero venderte mis prostíbulos.

-Esa noticia no me la esperaba.

-No te preocupes, luego hablamos más tranquilamente cuando lo hayas pensando.

Se despidieron y cada quien se fue a casa, mientras en el consejo luego de reabrir el caso de Sesshomaru y su hembra secuestrada, anexaron el nombre los culpables y dictaron sentencia a Naraku, acusándolo de secuestro, intento de violación y uso de magia ilegal contra una demoniza de mezcla prohibida y lo sentenciaron a cadena perpetua sin derecho a fianza o libertad condicional.

Le tomaron las huellas y le dieron su nuevo uniforme a rayas, color negro y blanco y le pusieron un brazalete que impediría que usara sus poderes e intentara escapar, dándole una fuerte descarga eléctrica que mataría a un humano y que dejaría desmayado a un demonio.

Al entrar a la mazmorra y luego de que los diez custodios se marcharan, el pago de Naraku apenas empezaba, cuarenta demonios le dieron la cordial bienvenida, al estilo de Vicky y más tarde los líderes de los prisioneros le dieron una paliza que le indicaría quien mandaba en aquel oscuro lugar, los guardianes no intervinieron, ni se molestaron en atender al maltratado demonio, sabían que un par de días volvería a pasar lo mismo hasta que se aburrieran de molestarlo.

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Cuando Sesshomaru llegó a su casa se fue directamente a ducharse, luego se dirigió al cuarto de Rin, llevaba un presente entre sus manos. Ella estaba durmiendo.

-Rin…-Encendió la lámpara de la mesita de noche- Rin-Volvió a llamarla.

-Sesshomaru…-Se sentó en la cama y le entregó el obsequio, ella vio la hora, ya pasaba de la media noche.

-Ya no es mi cumpleaños.

-¿Y qué?

Ella lo abrió, era un collar, de oro blanco de nueve quilates que contenían poder mágico, que le ayudarían en caso que otro demonio la intentara tocar, como dije tenía un diamante en forma de media luna.

-No te hubieras molestado… yo…

La besó, no era un beso pequeño, ella sabía que era lo que quería y esta no vez no se iba a impedir, Sesshomaru tomó la cadena y la puso en la mesita de noche y se metió en las sábanas con su hembra, la despojó de su ropa de dormir, la siguió besando con pasión, luego pasó a su cuello, al lamer la marca provocó que ella se estremeciera al momento, haciendo que no pudiera resistirse más, pero el bajó a sus pechos y se degustó en ellos, por un momento, luego fue bajando a su vientre, luego a sus piernas y después de retroceso, disfrutando cada parte de su suave piel, empezó a gruñir deseoso, así que se despojó de su ropa ágilmente y se posicionó sobre ella y estando en la entrada húmeda de su hembra la embistió despacio, pero sólo fue por un momento, luego subió la intensidad y si transcurrió la noche, llena de amor hasta que quedaron dormidos…

Continuará…

Sora-Rin111

Disculpen la tardanza, pero estaba en otro proyecto que se llamará Mil Años, ya llevo cinco capítulos, pero no puedo publicar hasta que termine este fic y el d ya estoy trabajando en ese también, en el siguiente que publique llegará a su fin, así que espero que me regalen un review , antes de irme agradecer a las maravillosas personas que se tomaron su tiempo para darme un review y la las que los pusieron en favoritos y lo están siguiendo también, ojala y se anime a dejar un review (¿tantas veces escribí review? Jajaja parece subliminal) también no olviden firmarlos si no tienen cuenta.

Nos leemos pronto.