Y ha llegado el final de esta historia... es muy emocionante para mi decirlo, y antes de que comiencen a leer sólo quisiera decir algunas cosas:

Este capítulo contiene dos canciones: la primera se llama "All that you are" y pertenece al grupo Goo goo dolls, no sé si la conozcan, pero les pediría que la escucharan, porque es importante para la trama de esta historia, de hecho, me costó elegir la canción y me decidí por esta porque tiene relación con el título... y describe muy bien la situación, aquí les dejo el link: http: /www. youtube. com/ watch?v=Lcq61b91Iq8. La segunda se llama "Forever young", me parece que la versión original es de alphaville, pero he utilizado una versión más actual de un grupo que se llama "one direction", este es el link: http:/ .com /watch?v=0Jw_NRLorXU.

Y en segundo lugar, quiero agradecer a todos los que leyeron esta historia y no dejaron comentarios, los que la agregaron a sus favoritos, los que si comentaron y especialmente a los que me han acompañado hasta acá.

De todo corazón: ¡gracias!

Sólo espero que las disfruten, porque esta es la forma en la que imaginé desde el principio que acabaría :)

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

ღ εїз El amor halla sus caminos, aunque sea a través de senderos por donde ni los lobos se atreverían a seguir su presa εїз ღ... Lord Byron

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Habían pasado un par de días desde que Yamato se fue. Luego de que T.k. me confesara la verdad fui al aeropuerto, luché contra el tiempo, corrí con todas mis fuerzas para detenerlo, pero llegué tarde. Observé desde el ventanal, como el avión despegaba, presioné mis manos contra el vidrio, y me quedé ahí hasta que se perdió de vista, entonces supe que ya no había nada más que hacer.

"sólo el amor en su estado más puro es capaz de abrir la puerta entre dos mundos…"

¿Realmente me quería?... – fue la pregunta que rondó mi cabeza durante los días siguiente. Trataba desesperadamente de reencontrarme conmigo misma, de hallar a la Hikari que de alguna forma había perdido cuando se marchó.

Todos me apoyaban y buscaban maneras de hacerme reír, pero ya no era lo mismo que antes, y me pregunté cómo me había cambiado tanto, había sido demasiado fugaz para dejar una marca tan profunda, simplemente no podía entender. Yolei me sugirió que le escribiera, pero no tenía una dirección, y aunque la hubiera tenido no estaba segura de querer hacerlo, ¿qué le diría?

Suspiré mientras me amarraba los dos tirantes del vestido en el cuello y me volteé hacia el espejo.

- ¿Ya estás lista? – preguntó Yolei del otro lado, dando un par de golpes en la puerta.

- Ya puedes entrar…- respondí, viendo fijamente mi imagen en el reflejo.

Mi amiga había llegado temprano con una caja mediana entre las manos, hoy era el inicio de primavera y la secundaria realizaría un festival para celebrarlo. Tras insistir en que debía salir de casa y distraerme, me encerró en mi habitación con esa caja, diciendo que sólo tenía cinco minutos para cambiarme. Adentro había un vestido, el mismo que ahora traía puesto. Era de un tono rosado con un escote sencillo y una cinta que enmarcaba perfectamente mi cintura, adelante me llegaba sólo un poco por debajo de las rodillas y por detrás era más largo.

- Luces bellísima…- sonrió al entrar a la habitación.

- Es muy lindo, pero… no tengo ganas de ir, preferiría quedarme en casa…

- No es una opción, Hikari… iremos a divertirnos un rato, luego si quieres puedes venirte….

- No tengo unos zapatos que vayan con este vestido…- insistí como una medida desesperada, pero la maquiavélica sonrisa de mi amiga me hizo saber que ya tenía solución para eso.

- Lo imaginé, así que traje estas…- me dijo, ofreciéndome un par de sandalias. – estoy segura de que te quedarán perfectas…

Sonreí resignada y me las probé. Eran casi del mismo color del vestido, con una pequeño taco, lo suficientemente elegante y cómodo para la ocasión. Volví a mirarme en el espejo, realmente era un bonito vestido.

- Muy bien, ahora sólo falta el maquillaje y el peinado… eso nos dará tiempo para llegar a las cinco…

- ¿Acaso no empieza a las seis? – pregunté confundida.

- Es que a nuestro salón le correspondió ayudar con la decoración, así que tenemos que estar una hora antes…- me explicó

- Ya veo…- suspiré.

- No escuchaste a la maestra ¿verdad?

Negué con la cabeza.

- No tiene importancia… sólo siéntate frente al tocador… y permíteme arreglar un poco esas ojeras…

- Sólo es un festival…- repliqué.

- Kari…- dijo con seriedad, y se inclinó para estar a mi altura y mirarme a los ojos, pues estaba sentada en el borde de mi cama – sé que estás triste, no te pido que trates de disimular, pero… todos extrañamos a esa chica alegre y dulce que eres, no puedes seguir así… Taichi- sempai está muy preocupado, todos lo estamos…

- Lo lamento…- susurré bajando la cabeza, un par de lágrimas resbalaron por mis mejillas, algo que odiaba era que se preocuparan o sufrieran por mi culpa.

- Sólo prométeme que esta noche irás y tratarás de divertirte… sólo inténtalo… ¿de acuerdo?

- Está bien… - asentí con una pequeña sonrisa – te lo agradezco, Yolei…- la atraje hacia mí en un impulsivo abrazo.

- Vas a estar bien…- susurró en mi oído.

Pasamos dos horas arreglándonos para el gran festival, hasta que ya fue hora de marcharnos. Me despedí de mamá y de Tai y nos dispusimos a irnos.

- ¡Cuida a Kari! – gritó mi hermano justo antes de que cerráramos la puerta.

- No soy una niña… - murmuré entre enojada y resignada, bien sabía que no había forma de hacerlo entender eso.

Llegamos incluso antes de lo esperado, había pocos compañeros de mi salón, pero todos se alegraron de verme y me halagaron por mi apariencia.

- Estás realmente preciosa…- dijo Daisuke.

- Gracias, Davis…- sonreí con cordialidad.

- Yolei… no entiendo porqué debo usar este vestido… es incómodo y no puedo ayudar mucho…- me quejé sentándome en una silla del salón, en el que por cierto, estábamos solas.

- Ya me lo agradecerás luego…

- ¿Agradecerte? – pregunté confundida, sin entender a qué se refería- ¿por qué….?- pero no me permitió terminar.

- Claro… ¿acaso no has visto cómo te miró Davis cuando llegamos?

- Sabes que nunca me ha interesado…sólo somos amigos, aunque él quisiera algo más…

- Bueno, habrá más chicos que Davis hoy…

Traté de sonreír, como si aquello me hiciera ilusión, pero la verdad es que deseaba estar en cualquier lugar menos aquí. Quizás un lugar más tranquilo donde pensar.

- ¿Y esa música? – pregunté al sentir una guitarra.

- Debe ser la banda invitada…- comentó Yolei – quizás están ensayando… - añadió desinteresadamente.

Tampoco le di mucha importancia, hasta que el vocalista de dicha banda comenzó a cantar.

And I feel,
All the faint
morning light,
Filled with hope 'cause you're here in my life,
And we've gone,
From the edge of our souls,
Made it back to a place we call home.

Cuando escuché la primera frase me paralicé, luego pensé que me había confundido, pero conforme avanzaba la primera estrofa, la voz del cantante se parecía más y más a la de Matt, sin embargo, no tenía ningún sentido, él estaba al otro del mundo justo ahora.

- ¿Escuchas?... ¿no suena como…?- titubeé unos instantes, no me atrevía a preguntar por miedo a estar confundida y que esto fuera sólo obra de mi imaginación, de las ganas que tenía de verlo, salí de la sala sin terminar mi pregunta.

Me acerqué al barandal y lo vi...

You, see me through,
I was alone in the dark and the fear was my truth.

Era él, cantando en mitad del escenario.

- ¿Qué esperas para bajar? – la voz de Yolei me sorprendió a mis espaldas.

- ¡Lo sabías!... tú sabías que…- intenté regañarle, pero no hallaba las palabras para hacerlo, estaba demasiado aturdida.

- Ya habrá tiempo para reprochármelo… este concierto es para ti… sólo escucha… - sonrió.

Baje lentamente la escalera, pues las piernas me temblaban y aún seguía sin poder creerlo.

Yeah, all the things that you are,
Beautifully broken, alive in my heart,
And know that you are everything,
Let your heart sing and tonight, we light up the stars,

All that you are.

En ese momento me miró, con una mano sostenía fuertemente el micrófono, puesto en el pedestal, y en su otra mano tenía una rosa blanca.

Mi corazón empezó a latir deprisa, me detuve al centro del lugar, a unos cuantos metros del escenario, sin atreverme a acercarme más, como si sólo fuera un sueño que pudiera desvanecerse. No había nadie más, sólo él y yo.

I feel wrong,
I'm so human and flawed,
I break down even though I'm still strong,
And time, will make fools of us all,
Builds us up, and then laughs when we fall.

Me estremecí, dejando que la música me llenara por completo, cerré mis ojos perdiéndome en ella y derramé una lágrima, no entendía muy bien qué sentía en ese momento, sabía que estaba temblando por completo y mi corazón brincaba sin parar en mi pecho, pero no podía ponerlo en palabras, la emoción superaba a cualquier pensamiento racional.

You, pull me through,
When I'm alone in the dark and the fear was my truth.

Yeah, all the things that you are,
Beautifully broken, alive in my heart,
And know that you are everything,
Let your heart sing and tonight, we light up the stars,
All that you are.

Recordé todo lo que habíamos vivido en esas semanas, y seguía sin parecer real.

- ¿Por qué dejaste de tocar?

Se quedó callado, aunque su mirada permaneció inmutable.

- Eres muy curiosa Hikari- chan… te pareces a Tai…

- Lo siento, no quise preguntar algo que no debí…

Pero entonces sonrió.

- La curiosidad no es mala… pero es un tema complicado para mí, cuando me marché quería dejar todo atrás… olvidar… sólo olvidar y la música siempre trae muchos recuerdos… me prometí que no volvería a tocar...

No supe que decir, su voz no demostraba afección, estaba serio, pero pensé que remover un recuerdo que era doloroso para él no podía ser tan simple.

Había roto su promesa, eso debía significar algo. Cuando abrí mis ojos, lo vi mirándome, me producía tantas sensaciones a la vez, que no podía saber cual de ellas predominaba, me sentía como una hoja apunto de ser arrancada por el viento, indefensa frente a él.

Sacó el micrófono de su pedestal, y bajo del escenario caminando hacia mí. Me quedé quieta, observando como se acercaba, hasta que lo tuve sólo a centímetros y el extendió la rosa, ofreciéndomela.

You're the sound of redemption,
The faith that I've lost,
The answers I'm seeking no matter the cost,
You opened the window,
Now I can see,
And you taught me forgiveness by giving your love back to me.

La tome con una mano y la lleve hasta mi pecho, inclinando la cabeza para sentir su olor, aunque sólo fuera una excusa para huir de su intensa mirada, él me acarició una mejilla y la sentí arder bajo su tacto, probablemente me había sonrojado.

Las palabras iban calando muy dentro de mí, parecía la letra más hermosa que había oído en mi vida.

Yeah, all the things that you are,
Beautifully broken, alive in my heart,
And know that you are everything,
Let your heart sing and tonight, we light up the stars,
All that you are.

Puso una mano en mi cintura, mientras yo posaba la mía sobre su hombro y nos movíamos al compás de la canción, sólo nos movíamos, casi sin bailar, un paso tras de otro. Tomó mi mano y me hizo girar. Nos quedamos así…

Casi podía sentir la vibración de la música en mi cuerpo, cada nota.

Esto no es real – pensé.

Oh I feel,
All the faint morning light,
Filled with hope 'cause you're here in my life.

Life…- la última palabra resonó unos segundos en mis oídos, incluso cuando la música ya se había acabado.

Entonces hubo un estallido de aplausos y me di cuenta de que no estábamos solos, varios chicos y chicas de mi salón y de otros cursos se habían asomado a ver la escena, me sentí enrojecer y Matt no parecía más cómodo con la situación.

- Sé que debes tener algunas preguntas, pero permíteme comenzar a mí… ¿podríamos hablar en otro lugar? – susurró en mi oído.

Asentí en silencio y dejé que me guiara. Ciertamente no parecía el mejor lugar para hablar, enfrente de tantas miradas curiosas.

Así que nos perdimos en el fondo de la escuela, donde habían armado una pérgola adornada con flores.

Caminamos lentamente hasta el centro y nos detuvimos ahí. El silencio resultó ser un poco abrumante, él mantuvo sus manos en los bolsillos de su pantalón, yo apoyé mis manos en el barandal mirando al cielo, pues no sabía como actuar, estaba nerviosa y no podía evitar sentirme ilusionada, pero no quería que lo notara, no sin saber qué hacía aquí hoy.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

La observé durante varios minutos en silencio, primero su pelo tomado en un moño alto que dejaba escapar algunos mechones de cabello, recorrí los tirantes del vestido que caían delicadamente por su espalda, la cinta ajustada a su cintura, el roce de la tela contra sus piernas y sus pequeños zapatos, parecía una muñeca de porcelana.

- Estás hermosa…- susurré.

Ella se volteó hacia mí con lentitud, y me miró los ojos, mantuve su mirada intentando que supiera que decía la verdad, pues vi algo de duda en sus ojos, pero entonces sonrió.

- Gracias… todo fue idea de Yolei… así que, no entiendo muy bien todo esto… deberías estar en Estados Unidos…a millones de kilómetros de acá…

Le debía una larguísima explicación, y la verdad no sabía como comenzar, pero ella había dado el primer paso.

Sólo empieza por el principio, eso hará las cosas más fáciles.

- Para eso debería haber tomado ese avión…

- ¿Nunca… abordaste?... – sus ojos se abrieron mirándome sorprendidos.

- De hecho, si lo hice… sólo que no pude irme… cuando el avión comenzó a andar, tuve que bajarme…tenía que hablar contigo y aclarar las cosas, no podía volver a cometer el mismo error…

- ¿Y lo de la banda?... ¿planeaste todo esto?...

- Con Yolei… pensé que no querrías verme… y no sabía qué decir, así que… Sora me sugirió que te cantara…

- Pensé que no volverías a hacerlo…- musitó.

- Era la única manera de decirte todo… de alguna forma me convertí en una especie de casanova en Nueva York, era fácil acercarme a las chicas… invitarles un trago y obtener lo que quería de ellas, pero contigo es distinto…- traté de ser lo más sincero posible, y buscar las palabras precisas para que ella pudiera entenderlo.

- ¿Qué es lo que me hace diferente? – preguntó con voz baja y algo temblorosa.

La miré a los ojos, pues había estado evitándolo mientras hablaba, necesitaba que me creyera lo que iba decirle. Nunca había sido bueno confesando mis sentimientos, por eso me había refugiado en la música, con ella podía decir todo lo que no me atrevía a decir en una simple conversación, la canción que había escrito describía tan perfectamente lo que me sucedía que no creía encontrar una mejor forma de decirlo, pero al menos tenía que intentarlo.

- Me gustas, Hikari… mucho más de lo que tú crees... e incluso mucho más de lo que yo mismo creí… es algo que no puedo controlar…temía mucho hacerte daño, y aún tengo mucho miedo, por eso me alejé de ti, sin darme cuenta que las cosas habían cambiado… que el único motivo por el que no quiero dañarte, es…porque te quiero…estoy enamorado de ti… no podía irme sin que lo supieras…

Me detuve unos instantes sólo para ver su reacción, permanecía tan quieta como una estatua, sus ojos brillaban, no sabía si por emoción, miedo o lágrimas contenidas.

- No sé que decir…- murmuró tras unos segundos de abrumante silencio.

- No tienes que decir nada…escucha, no espero ser digno de tu perdón…

- ¿Entonces a qué has venido esta noche?

- A cantar… esa canción era solo para ti, quería que la escucharas… y poder decirte todo esto, te merecías saber la verdad… y creo que… eso es todo lo que tenía que decir…

Un par de lágrimas bañaron su rostro.

- No…no puedo entenderlo… no tenías que mentirme…

- Lo sé… y entiendo que no me perdones, pero era la única manera de que te alejaras de mí…

- Te perdono… - dijo de pronto – lo hice cuando supe que me habías salvado… no te creí del todo y Gatomon aclaró un poco las cosas…lo único que no lograba entender era porqué te ibas… por qué estabas huyendo…

- Sólo pensé que era lo mejor…

- Pues fue una estupidez – replicó – si me quieres, como yo te quiero a ti… sólo quédate conmigo y prométeme que no te irás… es lo único que necesito…

- ¿Tú… me quieres?

Asintió varias veces con la cabeza.

- No entiendo porqué te resulta tan difícil creerlo…

- No veo algún motivo lógico por el cual puedas quererme…

- Y no lo necesito… sólo sucedió en algún momento desde que tú me besaste hasta que decidiste terminar con lo que apenas estábamos comenzando, no sé en qué momento fue, pero no me importa… sólo se que te quiero, Yamato Ishida…

Y algo se regocijó en mi interior al oír sus últimas palabras. Me incliné y nuestras bocas se encontraron en un impulsivo beso, la besé profunda y lentamente, sin respirar y con la mente nublada, casi como si fuera ese primer beso en aquel mirador. Puse mis manos en su cintura, apenas tocándola y ella enrolló sus brazos en mi nuca atrayéndome hacia su cuerpo. La besé, y se sintió tan bien. Fue sólo como un chico besando a una chica, sin todos esos prejuicios que me impedían estar con ella.

Cuando nos apartamos, ya casi sin aire, estaba sonriendo y no pude evitar sonreír también. Puse un mechón de su cabello tras su oreja, casi ceremoniosamente y acaricié su mejilla con el dorso de mi mano.

- Estás hermosa…

- Ya lo habías dicho…-comentó divertida.

Intenté tomar una de sus manos y sentí la suavidad de un pétalo, aún sostenía la rosa que le había regalado.

- Gracias por la rosa…- dijo al darse cuenta, yo sólo asentí – me preguntaba… ¿por qué blanca?

- Es demasiado cursi para decirlo…- dije con una media sonrisa.

- Quiero saber…

- Las rojas son muy comunes, en cambio las blancas… - vi el brillo de la curiosidad en sus ojos, realmente quería saberlo – me recuerdan a ti… esta rosa tiene todo lo que me gusta de ti…

Nos quedamos mirando unos segundos y esta vez fue ella quien cortó la distancia entre los dos. Dejé que me guiara, fue un beso suave y muy lento, giró la cabeza algunas veces como buscando la mejor posición, hasta que nuestras bocas se acoplaron a la perfección, como dos piezas de un rompecabezas destinadas a encajar. Se separó demasiado pronto para mi gusto, dejándome una sensación de ardor y añoranza en los labios.

A lo lejos escuché música y me pregunté cuanto rato llevaríamos ahí.

- Parece que el festival comenzó – dijo ella, como si hubiera leído mi pensamiento.

- Debería ir a tocar…- respondí sin moverme un ápice

- Lo sé…- sonrió – para eso te contrataron…

Escuché un ruido a mis espaldas y al voltearme vi a Takeru.

- Lo lamento… no quise interrumpir…- dijo apenado y se dio la vuelta enseguida.

- No interrumpes nada, de hecho, creo que ustedes tienen algo de que hablar… y ya que debo irme, podrías hacerle compañía a Kari… - se detuvo ante mis palabras y volvió a mirarme - ¿me harías ese favor?

- Claro…- respondió algo desanimado.

Me despedí de Hikari con un fugaz beso en los labios.

- Nos veremos luego…- le aseguré y al pasar por al lado de mi hermano le di un golpe en el hombro, instándolo a acercarse.

Sabía lo doloroso que era ver a la chica que quería con alguien más, sobre todo siendo yo, pero ellos eran amigos y no era justo que perdieran su amistad por eso.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Takeru nos había visto, no habíamos hablado durante esos días, de hecho aún seguía molesta con él, pero en ese momento la vergüenza superó mi enfado. No sé porqué me sentía así, él y yo sólo éramos amigos hace bastante tiempo, no lo había engañado, sin embargo, al ver su mirada sobre nosotros me pareció distinguir decepción en sus ojos, algo que muy pocas veces antes había visto, no en vano era poseedor del emblema de la esperanza.

- Estás muy linda, Hikari…- susurró.

Lo miré a los ojos e intenté sonreír con naturalidad.

- Gracias… tú también luces bien…

- Ustedes… hacen una hermosa pareja, lo pensé desde que los vi en el digimundo… es como si llevaran mucho tiempo juntos, a pesar de que se conocen tan poco…

- No hagas esto…- pedí apenada

- ¿Hacer qué?

- Fingir que te agrada vernos juntos… no es necesario…- le aclaré.

Él sonrió irónicamente antes de hablar.

- Me sobreestimas… pensé que me conocías más que eso… no soy así, nunca digo algo por complacer a los demás… estoy diciendo la verdad…aunque…- avanzó algunos pasos hasta quedar justo frente a mí, me estremecí cuando puso una mano en mi mejilla, tuve miedo de que intentara besarme, porque tendría que rechazarlo, y no quería hacerlo, era mi mejor amigo, pero para mi tranquilidad no dio ninguna muestra de querer intentarlo, sólo se quedó observándome largamente – supongo que guarde esperanzas por demasiado tiempo, pensé que en algún momento tú y yo volveríamos… la culpa fue mía por hacerme ilusiones…

- T.k. – susurré desalentada

- No digas nada, Hikari… necesito decirte todo esto… luego me apartaré de su camino…

- No quiero que te apartes… eres…

- Tu mejor amigo… - me interrumpió con tono apagado – lo sé… y quiero seguir siéndolo, pero quizás sea mejor que nos alejemos un tiempo… permíteme olvidarme de ti…

Asentí lentamente con un movimiento de cabeza, conteniendo las lágrimas que rogaban por salir.

- Fuiste mi primer amor, y será un poco difícil de olvidar… pero a pesar de todo, tú y mi hermano son las personas que más quiero en este mundo… así que de alguna manera verlos feliz, me hace feliz a mí…

- También te quiero T.k… de una forma que quizás nunca lo quiera a él… nunca quise que esto pasara…sólo sucedió…

- Y así es el amor…- sonrió – realmente me alegra que lo hayan encontrado uno en el otro… no mentiré, jamás imaginé que pudieran surgir eso entre ustedes, son muy distintos, pero creo que eso es lo que los hace una pareja perfecta… y lo que nos faltó a nosotros… esa química, la forma en que se miran…

No pude seguir conteniendo las lágrimas, así que enterré mi cabeza en su pecho para ocultarlas y lo abracé tímidamente, temiendo que me apartara.

- No llores por favor…- me pidió poniendo sus manos en mi cintura para abrazarme – no me merezco tus lágrimas…

Me aparté suavemente y lo miré a los ojos, su mirada era tan apacible como el mar.

- Lo intentaré…

Él volvió a sonreírme, aunque las lágrimas seguían deslizándose por mis mejillas de forma inevitable. Se inclinó unos centímetros y presionó sus labios contra mi frente durante algunos segundos.

- Deberíamos disfrutar la fiesta…- susurró al apartarse, ante lo cual estuve de acuerdo, pero él se adelantó algunos pasos, sin embargo, se detuvo antes de que lo perdiera de vista y me miró por sobre el hombro.

- Y Hikari…- dijo – sólo espero que algún día puedas perdonarme por lo que hice…

Se marchó antes de que pudiera responderle, antes de que pudiera decirle que ya no había nada que perdonar, había sido egoísta al reaccionar de esa manera en el digimundo, pero a la vez sabía que no tenía otra forma de hacerlo, estaba enfadada, porque había apartado a Matt de mi lado sin pensar porqué lo hacía, al principio había creído que sólo era por él, pero aquella noche me demostró que sólo había actuado pensando que era lo mejor para mí. Al volver al patio en el que se estaba celebrando el festival, me quedé mirando a Matt como si fuera una fanática más, su voz era asombrosa y verlo en el escenario cantando animadamente me produjo un millón de sensaciones, la música simplemente corría por sus venas, disfrutaba tanto lo que hacía que de alguna forma lograba transmitirlo a cada una de las personas en ese lugar, comenzando por mí. Si yo había logrado que recuperara lo que más lo apasionaba en la vida, me sentía orgullosa de eso.

- Está guapo, ¿verdad? – dijo alguien a mi lado.

Me volteé sobresaltada para ver la amigable sonrisa de Yolei.

- Me asustaste…

- Oh, lo siento…no fue mi intención…- se disculpó

- Está bien, pero aún no sé si te perdonaré por haberme ocultado todo esto…

- Bueno…técnicamente no te mentí, porque sabía que te enterarías…eso debería contar a mi favor – sonrió ante lo cual no pude evitar sonreír con ella.

- Lo sé… es imposible enfadarme contigo – me rendí.

- Lo sabía! – replicó con gesto triunfante

- ¿Quién más lo sabía?.. Matt mencionó a Sora…

- Y tu hermano por supuesto, no pudimos ocultárselo…es igual de curioso que tú…

A pesar de que podía haberme molestado por eso, me reí ante su comparación, era verdad.

- Así que… ¿todo salió bien? – preguntó luego de unos segundos de silencio, con la música de los lobos adolescentes sonando de fondo.

- Mejor que bien…- asentí – excepto por…- no pude terminar la frase.

- No permitas que eso arruine tu noche… T.k. lo superará…sólo dale tiempo…

- Supongo que tienes razón…- dije con una tenue sonrisa.

- Bueno… creo que me iré a buscar a Ken…

- ¿Qué?... ¿ahora me dejarás sola? – me hice la enfadada.

- No exactamente…- y sonrió maliciosamente como había hecho al entregarme las sandalias, que por cierto ya estaban matándome.

Desapareció entre la gente antes de que pudiera decir algo, así que me volteé y entonces entendí a que se refería.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Cada nota me recorría el cuerpo, no recordaba haberme sentido tan emocionado en estos últimos años, excepto por Hikari. La música llenaba mi vida, siempre lo había hecho, y cuando tomé mi guitarra y comencé a cantar uno de mis primeros temas, no pude contener la felicidad al darme cuenta que era como si nunca lo hubiera dejado. A pesar de mis errores, de todos mis desaciertos, por primera vez en mi vida sentía que estaba en el lugar correcto, había dañado a muchas personas y seguía lamentándolo, pero ya no podía hacer nada por remediarlo. Cuando dejé Japón hace tres años, nunca pensé que volvería, y luego de prometerme no volver a tocar creí que no volvería a sentir ese ardor en mis dedos por tomar una guitarra y esa irrefrenable necesidad de subir a un escenario y sentir la música en mi cuerpo, pero Hikari había cambiado eso, bueno…. Ella y algunas otras circunstancias, como el haberme encontrado con un miembro de mi banda en una tienda antes de marcharme, él había insistido en que volviéramos a juntarnos, yo sólo quería irme, pero cuando me di cuenta de que no podía hacerlo y Sora sugirió que si no podía decirle lo que sentía, al menos podía intentar cantárselo, fue como si todo cuadrara, como si cada suceso en mi vida encajara en un largo rompecabezas para traerme al lugar en el que debía estar, y con la chica que jamás pensé que me volvería loco. Desde que apareció en el patio no pude dejar de mirarla, y ella se quedó en medio de toda la gente como si solo fuera una más del público.

Cuando acabamos el tema bajé del escenario para tomar mi botella de agua y beber un poco.

- Hey superestrella… quizás quieras tomar un descanso…- me susurró Bobby a mis espaldas.

- Estoy bien… solíamos tocar todas las noches, ¿recuerdas?

- Claro que sí… llegamos a ser los mejores y podemos volver a hacerlo, pero te necesito aquí en el escenario, ya sabes… en cuerpo y alma… y tu corazón está en otra parte…- me sonrió con picardía.

- ¿Acaso es tan evidente?

- Fuimos compañeros y amigos demasiado tiempo como para no notarlo… ve con ella un rato… te cubriré…

- ¿En serio?

- Ve antes de que me arrepienta… tienes veinte minutos…

- Es suficiente, gracias…- sonreí.

Así que fui en su búsqueda, ella se había quedado hablando con Yolei, pero ésta dijo alguna excusa y desapareció apenas me vio acercarme. Cuando Hikari me vio pareció entender la prisa de su amiga.

- No deberías abandonar el escenario así…- susurró divertida.

- Está bien… mi guitarrista puede sustituirme unos cuantos minutos…

- ¿Seguro?

Pero no respondí, simplemente la tomé de la cintura y presioné sus labios contra los míos en un fugaz beso.

- Bueno… seguro que puede hacerlo…- dijo ella.

- Si me prestan su atención unos minutos… quiero dedicar esta canción a nuestro vocalista y su chica… es un cover de una antigua banda… se llama forever young… espero que lo disfruten…

- ¿Bailamos? – pregunté, la música comenzaba a llenar el lugar.

- Pensé que no te gustaba…

- La verdad no, pero…puedo hacer el intento… - le aseguré, ella puso sus manos en mis hombros y yo la acerqué más a mí.

Nos movimos al ritmo de la música, casi sin bailar, sólo nos movimos uno junto al otro, en el momento que se oía la primera estrofa.

Let's start in style, let's dance for a while
heaven can wait we're only watching the skies
hoping for the best, but expecting the worst
are you gonna drop the bomb or not?

Y nos mantuvimos así hasta que la música acabó.

- Acompáñame… - pedí tomándola de la mano para sacarla de ese lugar.

- ¿Adónde vamos? – preguntó.

- Donde podamos estar más tranquilos…

- Debes regresar con tu banda…

- Lo sé, pero antes hay algo que quiero hacer…

Subimos al segundo piso, no había nadie allí, pues todo el mundo estaba disfrutando del festival y la música.

- Cierra los ojos…- le indiqué, ante lo cual titubeò unos segundos, pero terminó haciéndome caso.

Respiré profundamente antes de hablar.

- Esto es sólo el comienzo… quizás no estemos destinados a estar juntos, a pesar de que ahora parezca así, y no pueda pensar en otra cosa que no seas tú, pero… no voy a preocuparme por eso ahora… quiero que seas mi novia… y para eso, necesitaba algo significativo… sólo espero que te guste…- dije sacando una pequeña cajita de mi bolsillo para abrirla frente a ella – ya puedes mirar…

Abrió los ojos con algo de lentitud, pero cuando recuperó su visión por completo se quedó mirando el anillo sin decir nada, lo cual me inquietó un poco.

- Busqué en muchas joyerías, ninguno me convenció, creí que eran muy comunes, hasta que vi este… no es de plata como quería, pero…pensé que sería perfecto…- intenté explicar, pues el anillo tenía la forma de un pequeño gato – siempre te gustaron los gatos… ¿puedes decir algo? – insistí al ver que ella continuaba mirándolo sin decir nada.

Pero ella siguió sin hablar, sólo se abalanzó sobre mí, pillándome completamente desprevenido.

- ¿No… te gustó?

- No…- negó apartándose un poco – me encantó… es perfecto…

Suspiré aliviado, por un segundo pensé que no le había agradado.

- No puedo creer que hayas pensado en eso…

- Es que cuando eras niña tenías a Miko y luego a Gatomon… me alegra que te haya gustado…

- ¿Puedes ponermelo?

Asentí, tomándolo de la cajita para deslizarlo por su dedo anular. La mano me tembló un poco, pero ella no dijo nada mientras lo hacía.

- Gracias…- dijo besándome con suavidad – te quiero…- susurró sobre mis labios.

- Y yo a ti, Hikari – chan…

Esa noche fue la más asombrosa de mi vida.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Una semana después…

Llegué a la entrada de los Yagami y toqué el timbre, esperando que me abrieran.

- Pero que coincidencia encontrarte aquí… ¿noche de cita? – dijo alguien a mis espaldas.

- ¡Sora!... que bueno verte… exactamente...

- Parece que hemos elegido la misma noche para salir…

Justo en ese momento alguien nos abrió, era Tai.

- ¿Qué haces tú aquí? – me increpó

- Vine a buscar a Kari… iremos a ver una película

- ¿Con el permiso de quién? – dijo enarcando una ceja.

- Bueno, yo…

- ¿Cómo estás, amor? – me interrumpió Sora, besándolo sorpresivamente en los labios, ante lo cual él retrocedió, permitiéndome entrar, tendría que agradecérselo en otro momento.

- ¡Matt!... me parecía haber oído el timbre… - esa era Hikari, que en esos momentos bajaba la escalera.

Me quedé mirándola como siempre, tratando de controlar mi lado instintivo, lo cual no se me hacía fácil, pues traía puesta una minifalda, con una polera con un discreto escote que tenía estampado un gato con una rosa en el cuello.

- ¿Estás lista? – pregunté, tratándome de concentrarme en sus ojos.

- Si…

- Estás preciosa…- dije recibiéndola al pie de la escalera, ante lo cual ella se inclinó e íbamos a besarnos, pero un suave carraspeó nos distrajo.

- ¿Qué crees que haces, Yamato? – preguntó mi amigo.

- Intentaba besar a mi novia… ¿qué crees que haces tú?

- No te he dado permiso para besarla en mi presencia…

- Hermano, ¿es en serio?...no puedo creer que vayas a armar un escándalo ahora…no después de todo lo que ha pasado…

- ¡No estoy armando ningún escándalo!... pero no recuerdo que me hayas pedido permiso para salir con él…

- Ya le dije a mamá…no tengo que explicarte todo lo que hago, Taichi…- mi novia había comenzado a molestarse, así que decidí retroceder y situarme junto a Sora.

- Pero no hacía falta que te vistieras así para ir al cine…sólo lo provocas más, porque es obvio que te lleva ahí sólo para…

No podía creer que fuera a decir algo como eso, pero al final no terminó la frase.

- ¿Para qué? – preguntó Hikari con tono desafiante – sólo dilo…

Tuve que contener la risa ante la expresión que puso mi amigo, quien se había sonrojado entero ante la actitud de Kari.

- Tú sabes a lo que me refiero…

- ¿Y acaso no es para lo que llevabas a Sora al cine?

- ¡No me hablas así jovencita!... eso es distinto, ambos somos mayores de edad… ¡lo que hace Yamato es prácticamente abuso!

Y así comenzó una enrarecida discusión, ante la cual Sora y yo nos mantuvimos al margen.

Te dije que no debíamos juntarnos con los hermanos Yagami – comenté divertido, mientras observaba a mi novia discutir con su hermano. Era una situación realmente cómica, a pesar de que sabía que Tai no bromeaba cuando decía que me mataría si me aprovechaba de Kari.

- Si, bueno… supongo que es algo tarde para arrepentirse… ¿no crees? - dijo Sora a mi lado.

- En eso tienes razón… - acepté sonriendo.

- Sólo es cosa de ver como la miras… la quieres incluso más de lo que puedes darte cuenta…

- ¿Y qué tal tú?... todavía te sonrojas cuando te toca… o te mira… pareces una adolescente…

Ambos nos miramos unos segundos y comenzamos a reír.

Acabamos llamando la atención de Tai y Kari, por lo que dejaron de pelear para mirarnos.

- ¿Y a ustedes qué les pasa?... ¿de qué se ríen?... – preguntó Tai.

- No es nada…sólo… comentábamos un chiste…- respondió Sora, sacándonos del aprieto.

- ¿Ah, si? – inquirió con una mirada de desconfianza, pero Sora se acercó y lo besó, impidiendo que replicara, así que aproveché el momento y acercándome cautelosamente a Kari, aparté un mechón de su cabello y alzando su mentón encontré nuestros labios en un suave contacto, puse mis manos en su cintura y me perdí unos instantes en su aroma, olvidando por completo donde estábamos, hasta que mi celoso amigo se dio cuenta.

- ¡Hey! Apártate de ella Ishida…

- Hermano… ¿quieres dejar de molestar?... pensé que ya habías aceptado que saliéramos…

- Que lo acepte no quiere decir que esté listo para verlos juntos… necesito un tiempo para asimilarlo…

- Entonces ya nos vamos… -dijo Kari jalándome de la mano hacia la salida.

- No tan rápido jovencita…

- ¿Y ahora qué?

- Acabo de recordar algo…

- ¿Recordar algo? – pregunté algo nervioso, la verdad su tono de voz no me había sonado nada bien.

- Aquella noche que Kari se quedó en tu departamento…

En ese momento comprendí a que se refería, seguro sacaría una conclusión apresurada, aunque si antes tenía motivos, ahora tenía razones de sobra para creer que algo había pasado.

- Si te refieres a…

- Ustedes ya estaban juntos ¿verdad?... ¡me mentiste!... por eso Kari llevaba puesta tu camisa…- comenzó a enfurecerse, así que retrocedí disimuladamente.

- Bueno… te tardaste un poco en asimilar todo esto…

- ¡¿Estás diciendo que es verdad?

- ¿Qué?... ¡no!... no me refería a eso…

Hora de correr – susurró mi instinto de supervivencia.

Observé de reojo a Kari y ella asintió con un ligero movimiento de cabeza, así que ambos salimos corriendo sin mirar atrás.

Tai nos siguió gritando como loco.

- ¡No corras, cobarde!... ¡te atraparé!...

Pero afortunadamente fuimos más rápidos, o quizás Sora lo detuvo y lo hizo entrar en razón.

Lo importante es que lo perdimos de vista a un par de cuadras y nos detuvimos cansados por la carrera.

- Eso estuvo cerca…- musité – Tai es un paranoico…

- Lo sé, pero ahora será imposible quitarle esa idea de la cabeza…

- Bueno, al menos lo perdimos… y te tengo para mí toda la tarde… si tengo que aguantar todas sus locuras para estar contigo, lo haré… - dije agarrándola abruptamente del brazo para besarla, ella me correspondió, pero a los pocos segundos me apartó.

- Hay mucha gente aquí…vamos al cine…

- ¿Veremos una de terror?

- Si, pero le diremos a mi hermano que vimos algún documental o algo por el estilo ¿bien?...

- Lo que sea para seguir viviendo…- dije irónicamente y entrelacé mis dedos con los suyos para ir rumbo al cine.

FIN

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Y así es como termina... sabía desde el comienzo que tendría un final feliz, aunque luché con todas mis fuerzas contra un final cursi, y quizás no lo logré muy bien, pero me gustó como ha quedado. La última parte es una especie de epílogo, pero preferí incluirlo dentro del mismo capítulo y básicamente me sirvió para no centrarme tanto en la relación de la pareja principal (intentando no ser excesivamente cursi) y mencionar que Tai y Sora han decidido intentarlo de nuevo ^^

La verdad no pude evitar utilizar el recurso de la música... si Matt canta tan bien me pareció muy adecuado utilizarlo, aunque le hice caso a una amiga y no mucha gente lo escuchó, porque a él no le gusta demasiado llamar la atención y creo que habría sido excesivo que lo hubiera hecho al inicio del festival...

En fin, creo que eso es todo lo que quería decir... espero que lo hayan disfrutado,

gracias por leer :)