Disclaimer: One Piece no me pertenece ni tampoco "La casa de los espejos", pertenecen a Oda-sama y a Cassandra Claire-sensei :D

Advertencia: Parodia de una novela, romance, Lemmon y más cosas de mi cabeza o_o

Nami POV

.-.

Black River

.*~*.

Las dos semana de viaje por el Calm Belt fueron un suplicio, Dado que no hay mucho que hacer, me la paso leyendo los libros que encuentro sobre navegación, un tema que me encanta, pero resulta difícil porque no dejamos de cruzarnos con monstruos marinos o alguno que otro rey del mar.

Mi madre dijo que el Calm Belt sería un paraíso. Peor, claro, es la misma mujer que insistió en que ella y Dragon tenían que salir de luna de miel con nosotros. Aún no entiendo muy bien por qué decidieron que debían traernos al viaje a Luffy, el hijo de Dragon y a mí.

Me lo explicaron, alegando algo parecido a la "cercanía familiar". Pero con Dragon y su característica seriedad y Luffy sentado en el mascarón del barco, no estoy segura de que vayamos a conseguir mucha cercanía. Desde luego, dado lo que sucedió en la fiesta, la cercanía es probablemente lo último que Luffy y yo necesitemos.

La villa que alquiló mi madre es mucho más bonita de lo que parecía en las fotos. El suelo es obscuro, brillante; las paredes son azules con una ligera capa de verde y recuerdan a los colores del mar y del cielo. Un lado de la casa carece por completo de pared y da directamente a la terraza, la piscina de agua turquesa y el acantilado que desciende hasta la arena blanca y el azulado más de más allá. Acaba de comenzar la puesta del sol y el océano comienza a tomar esos tonos rojos, oro y bronce.

Mi madre, Bellemere, está de pie bajo el arco que da paso a la terraza.

-Ay, Dragon… mira!- dice ella extasiada con la vista.

Pero Dragon no mira. Está en la puerta y habla con Zoro, el botones. A lo que alcanzo a escuchar, Dragon le dice que él mismo podía haber cargado las maletas. El joven peliverde no se inmuta y se marcha con tranquilidad.

Luffy está apoyado en la pared y con la cabeza gacha, se le nota avergonzado por la actitud de su padre. Me mira y le sonrío, pero el aparta la vista con un respigo y se vuelve hacia otro lado.

Dragon vuelve sus ojos hacia mí.

-Luffy- le dice –lleva el equipaje de Nami a su habitación.

Luffy comienza a protestar pero Dragon con una sola mirada lo hizo callar y obedecer. Luffy toma mis maletas y me sigue por las escaleras hasta la habitación con el número 3. Cuando abro la puerta y enciendo la luz, puedo ver que la habitación era simplemente hermosa! Ye tenía cama con dosel! Mi acompañante deja caer las maletas que estaba cargando y se endereza mientras estira sus brazos por detrás de la cabeza.

-Gracias- le digo mirándolo. El solo se encoje de hombros.

-Shishishi de nada – responde con su característica sonrisa. Sus ojos revisan el dormitorio y me fijo en la manera en la que se da la vuelta- bonita habitación –

-Es verdad – le digo riéndome nerviosamente –la cama es enorme –. En cuanto esas palabras salieron de mi boca me quedo petrificada. No debí de haber dicho eso. No debería haber pronunciado la palabra "cama" delante de Luffy, no después de lo que sucedió en los rosales. Pensará que soy una idiota o que le estoy proponiendo…

-Oi! Chicos! Hora de cenar!- dice mi madre asomando la cabeza por el marco de la puerta. Nunca me he alegrado tanto de verla.

-bajo enseguida- digo yo –solo iré a refrescarme un poco -. Me escabullo en el cuarto de baño mientras Luffy se marcha siguiéndole los pasos a mi madre. El baño también era bonito. Abro el grifo y dejo correr el agua del lavabo mientras me refresco la cara. Cuando me miro al espejo, veo que estoy totalmente sonrojada.

-Luffy…-

.*~*.

La cena se sirve en la terraza y los cuatro nos sentamos en una mesa colocada justo en el centro. El personal de servicio nos trae varios cuencos de comida. A medida de que van pasando los recipientes, se me va haciendo más y más agua la boca, todo se ve exquisito.

-Gracias- digo a los criados, pero no obtengo respuesta.

Dragon comienza a engullir lo que se había servido en su plato y después frunció el ceño.

-Qué es?- pregunta con brusquedad, clavando el tenedor en un pedazo de carne que se lleva a la boca.

La más alta de las mujeres, una mujer de rasgos finos y cabellera negra le responde.

-Es estofado de vísceras de rey marino, señor-

Dragon escupe la carne y agarra una servilleta mientras mira a la chica pelinegra con ojos acusadores. Viseras? Él las odia! Bajo la vista hacia mi plato tratando de no soltar una carcajada, observo de reojo a Luffy y puedo ver que él hace lo mismo pero se tapa la boca con la servilleta de tela. Entonces nuestros ojos se cruzan, el baja la servilleta y me sonríe.

El resto de la cena me la pasé con la cabeza gacha tratando que mi cabello ocultara el sonrojo de mis mejillas.

.*~*.

Al siguiente día, el calor resulta aplastante. Ocupo un camastro junto a la piscina y me bajo los tirantes de mi bikini para evitar las marcas del bronceado. Dragon se sienta a la sombra, lee un libro que se titula "El imperio de aguas azules: Origen del Gobierno Mundial". Luffy está en el borde de la piscina, con los pies en el agua y la mirada en el horizonte.

Trato de captar su atención y comienzo a aplicarme el bronceador, pero él no me mira; de modo que lo dejo y devuelvo mi atención al libro de navegación que estaba leyendo. Intento leer, pero las letras bailan en la página de la misma forma que el sol baila sobre la superficie del agua. Este clima provoca que todo baile sin parar, solo falta que yo me pare y baile también!

Aparto el libro y me dirijo a la cocina en busca de algo frío que consiga refrescarme. La mujer de anoche, la pelinegra, se encuentra de pie junto al fregadero lavando los platos del desayuno. Se gira al verme.

-Puedo ayudarla, señorita?- me pregunta amablemente.

-Sólo quiero algo refrescante, una bebida o algo así- De momento tengo la sensación de que no debería estar ahí, de que la cocina solo es accesible para el personal de servicio. Ella me sonríe y comienza a sacar diferentes cosas de las alacenas, toma un vaso y me prepara ella misma una bebida.

-Gracias –digo yo tomando el vaso que me ofrece y dándole un sorbo a la pajilla –está deliciosa!-exclamo yo y bebo de nuevo –cuál es tu nombre?-

-Mi nombre?- pregunta extrañada. –Me llamo Robin –. Entonces ella dirige los ojos a la ventana y arruga la frente. –Su hermano se ha ido a la playa. Debería decirle que no se acerque a las casas que hay junto a la carretera. Muchas son propiedad privada y en algunas se corre peligro –

-"peligro?- pienso yo. –Están vigiladas por perros agresivos o guardias de la marine? –le pregunto, pero el inexpresivo rostro de Robin no deja nada al descubierto. Coloco el vaso vacío en el aparador.

-Luffy es mi hermanastro –le aclaro, como si para mi fuera muy importante dejarlo en claro –No somos hermanos – Ella permanece en silencio, por lo que agrego –Iré a decirle que tenga cuidado –

.*~*.

El sendero que conduce a la playa es arenoso y está repleto de rocas y matorrales de hierba. La playa forma un arco en dirección al sur y esta bordeada de pequeñas casas de colores tropicales. La nuestra es la última vivienda, construida sobre un acantilado de piedra salpicado de obscuros agujeros, los cuales parecen ser cuevas.

Luffy no está en la playa. De hecho la playa está desierta. Me sorprendo de no ver a nadie tomando el sol, pero a medida que sigo la curva de arena junto a la orilla del agua donde el mar juguetea entre mis piernas, caigo en cuenta de que la mayoría de las viviendas están cerradas a cal y a canto. Las casas se notan polvorientas y abandonadas. La única con la impresión de estar habitada es la color fucsia, una de las más cercanas a nuestra villa. El amplio jardín se extiende hasta la arena y está rodeada por una tapia con dibujos de serpientes en ella, en la parte superior se le pueden apreciar pedazos de vidrio. No de formas irregulares para evitar a los intrusos, sino a piezas cuadradas y rectangulares que como espejos, reflejan el cielo y el mar.

Miro a través de la verja y veo un colorido jardín, pero la puerta de la entrada está cerrada y las cortinas corridas. Por algún motivo me intriga aquella casa. Hay huellas de pisadas sobre la arena, de modo que alguien ha tenido que pasar por aquí, me resulta alarmante que siendo verano, una playa tan hermosa esté desierta.

Llego al final de la playa y regreso al punto de partida. Siento el sol en el cuello y la brisa marina alborotarme el cabello. A medida que me voy acercando al sendero que lleva a la villa, una figura emerge de una de las cuevas del acantilado.

Es Luffy. No lleva camisa, solo su traje de baño y chanclas. Sus músculos parecen más marcados bajo la luz del sol y su característica cicatriz adorna su mejilla. Parece sorprendido de verme.

-Shishishi Hola –

-Hola- le respondo, sintiéndome como una idiota al encontrarme a su lado, como me viene ocurriendo desde la boda. –Robin me dijo que te advirtiera de la existencia de peligros aquí abajo –

Me mira sin comprender.

-Robin?-

-Es la cocinera-

-Ah, ya – pasea la vista por la playa. –a mi me parece un lugar seguro. Quizá se refiera a que el mar es peligroso por las olas o algo parecido -. Me encojo de hombros.

-Puede ser-. No me refería a eso, pero no quería discutirle, Luffy era un cabeza dura además de ser algo idiota.

-Ven conmigo- me dice tomándome de la mano –quiero enseñarte algo –

Agachando la cabeza, ingresamos a la obscura abertura en la roca, lo sigo aguantándome la claustrofobia. Me veo obligada a soltarle la mano para poder pasar por un estrecho pasadizo y luego desembocamos a un espacio más amplio. Tenues rayos de luz se filtran por las hendiduras de las piedras, pero no es lo único que ilumina el recinto. Las paredes de la cueva están salpicadas de brillantes manchas que emiten un resplandor; además, son de distintos colores: azul, verde y rosa.

-Es musgo fosforescente –me explica Luffy. Pasa una mano por la pared y cuando me muestra la palma veo que reluce –Ves?- Sus ojos también parecen relucir en la oscuridad. Me sonrojo.

Flashback

Aún recuerdo la primera vez que lo vi, atravesando a zancadas el patio de la escuela con su mochila colgada al hombro y su característico cabello desordenado. Avanzaba con determinación, como si existiese un camino que solo él podía ver y lo estuviese siguiendo, sabiendo perfectamente a donde iba. Así era Monkey D Luffy.

Más tarde me enteré que era nuevo, pues se había mudado a la cuidad con su padre desde el Grand Line, y no se parecía a ningún chico que me hubiera gustado antes.

A mí me iban los tipos con dinero, que me regalaran joyas, obsequios, que me pasearan en sus lujosos automóviles y que cenáramos en los restaurantes más caros de la cuidad. Luffy era escandaloso, sociable, idiota, un vago y nunca tenía dinero, pero él me sonrió con esa sonrisa propia de él y a partir de ese momento lo deseé como nunca he deseado a nadie.

Fin Flashback

Me acerco a él y coloco mis dedos sobre los suyos, estos comienzan a brillar como si me hubiera transferido luz. Cuando nos rozamos se pone tenso y luego me envuelve la mano con la suya. Los dedos de los pies se me hunden en la arena cuando me pongo de puntas, colocándome a su altura, y entonces me besa.

Nos besamos lenta y suavemente. Yo disfruto del beso y me dejo llevar por él, así que este se torna cada vez más apasionado. El recorre con sus manos mi cuerpo dejando un rastro brillante por donde me acaricia. Yo me abrazo a su cuello y comienzo a jugar con su cabello. Él me toma por las caderas y me presiona contra su cuerpo. Juro que puedo sentir cada uno de sus músculos, suelto un gemido y eso solo causa que él enloquezca. Deja mi boca y comienza a besar mi cuello, lame mi oreja y me susurra al oído palabras que no comprendo. Yo recorro su espalda hasta llegar allí donde esta cambia de nombre, dirijo mis manos hacia el frente y acaricio su bien formado abdomen hasta su pecho, luego emprendo el camino de regreso y llego al límite de su traje. El suelta un gruñido mientras él trata de desabrocharme la parte alta del bikini. Cuando lo logra, me despoja de este y comienza a acariciar mis pechos. Con suavidad y al mismo tiempo con firmeza. Comienza a besar mi clavícula para después ir bajando lentamente. Mi cuerpo da un respingo y luego mis manos comienzan a desabrochar su traje de baño, para después bajarlo y dejarlo caer en la húmeda arena de la cueva. Él deja mis pechos mientras se relame los labios y baja mi última prenda, dejándonos ahora a ambos desnudos. Nos miramos rápidamente y volvemos a besarnos, con desesperación, con lujuria, con pasión, con amor…

Me recarga contra la pared de la cueva y yo cruzo mis piernas en su espalda, acercándolo más a mí y sintiendo como nos rozamos íntimamente. Suelto un gemido. Con una de sus manos se acomoda en mi entrada y con un solo movimiento me llena por completo. Nos besamos para no gritar. Me aferré a su cuello mientras lo besaba mientras que él me tenía firmemente agarrada por las caderas y comenzaba a moverse lentamente.

Yo estaba en el paraíso, no podía siquiera pensar y cuando quise hacerlo, comenzó a penetrarme con movimientos más rápidos haciéndome perder la noción de todo.

Entre jadeos, caricias, besos húmedos y gemidos ahogados, continuábamos esta erótica danza, hasta que me sentí venir y bastó solo una mirada al rostro de Luffy para darme cuenta de que a él le pasaba lo mismo. El ritmo aumentó y hundí mi cara en su cuello mientras apretaba firmemente los labios para no gemir. Entonces lo sentí, una descarga eléctrica recorrió mi espalda e hizo que la cabeza me diera vueltas dándome la sensación de que por un momento, estaba flotando. Luffy se seguía moviendo, alargando esta sensación en mí. Entonces rápidamente se salió de mí y ahogó un gemido en mi boca mientras me besaba. Bajé lentamente las piernas, mientras nos seguíamos besando, pero ahora lentamente y con alguna suave caricia de por medio. Sentía como él sonreía entre besos y me acariciaba el cabello. Nos separamos un poco y nos miramos. Ambos sonreíamos como idiotas y estábamos sonrojados. Aún no podía creer que volviera a suceder lo ocurrido en los rosales, más aún después de 2 semanas de estarnos evitando. Luffy me dio un último beso y se separó de mí, se agachó a recoger nuestra ropa y me tendió mi bikini. Nuestros trajes de baño estaban llenos de arena, por lo que le sugerí bañarnos rápidamente en el mar para limpiarlos. El accedió y salimos de la cueva.

No nos tomamos las manos, pero si corrimos juntos hacia el mar, empujándonos y riendo. Cuando llegamos a la orilla lo mojé haciendo que soltara un respingo, luego él hizo lo mismo conmigo. Cuando le comencé a lanzar arena mojada, el me tomó en brazos y me arrojó al mar, para después alcanzarme. Nadamos por varios minutos, pero después nos salimos rápidamente, dado que ese día el más estaba embravecido y Luffy no sabía nadar muy bien.

Decidimos regresar a la villa cuando vimos salir a una mujer de la casa fucsia. Abrió la verja de hierro de un empujón y camina hasta la arena. Se mueve como una ola, balancea las caderas y su cabello, largo y negro se agita como la espuma de mar. Viste un pareo estampado abierto por uno de los lados y al andar se le ve una pierna con una blancura impecable, nada propia de una mujer que vive en el mar. Lleva también la parte de arriba de un bikini rojo y la manera en que lo rellena me hace envidiarla. Se sube los lentos oscuros a lo alto de la cabeza mientras se acerca a nosotros y puedo observar que su rostro es igual de hermoso que el resto de ella. También puedo ver que lleva dos grandes pendientes en forma de serpiente. Ella es preciosa y Luffy no le quita los ojos de encima.

-Ustedes son los chicos de la villa, verdad?- nos pregunta con su voz suave y sensual

-Sí, somos nosotros shishishi- responde Luffy. La miro atentamente, algo en ella me resulta sospechoso, demasiado.

-Les ha de parecer aburrido estar aquí aunque sea temporada alta-comenta –No hay nadie. Excepto yo. Yo paso aquí todo el tiempo- emboza una sonrisa –Soy la señora Boa, Boa Hancock-

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Como les pareció? Es mi primer Lemmon! Dedicado a las Luffy Lovers, NaMii HeartPhilia y BlundererS! :D

Modifiqué un poco la historia para que se adapte más a lo que yo quiero, pero me gustó el resultado… qué misterios entrañará Boa Hancock?

No se lo pierdan en el próximo capítulo de… "la casa de los espejos"

Quejas, sugerencias, felicitaciones? Dejen Reviews!