Declaración:Pot no me pertenece, pero esta historia sí =)

La primera noche nada más

Ryoma suspiró con frustración, no sabía cómo se había dejado arrastrar por el profesor suplente para ayudarle en la guardia del campamento en el que estaban y ahora, pasadas las tres de la mañana, se lo devoraba el sueño.

Sus pasos lentos y sigilosos lo condujeron a la única habitación que los cursos A y B compartían, quiso ir directo al futón que se le había designado, pero se detuvo de presto cuando vio a una chica rubia dormida en él.

Él sólo rodó los ojos con aburrimiento lo más probable era que nadie hubiese respetado los lugares y estuviesen todos en futones diferentes.

Si hubiera tenido energía lo más probable es que se hubiese molestado, pero tenía demasiado sueño como para hacerlo.

Casi sin ganas se propuso buscar algún lugar donde dormir y la solución llegó sola.

En un futón apartado divisó una reluciente cabellera castaña rojiza que sobresalía de las demás.

Ryuzaki.

Caminó esquivando a sus compañeros, pero no pudo evitar pasar a llevar a unos cuantos los cuales gruñeron, pero siguieron durmiendo si inmutarse mayormente y cuando tuvo a sus pies el futón de la chica se arrodilló junto a él.

La contempló en silencio, no pudo ver mucho dado de que se encontraba tapada y cubría su cabeza casi completamente.

Con pereza la destapó, la joven gruñó y abrió uno de sus bellos ojos carmín, se espantó, intuyó Ryoma, dado que abrió el otro rápidamente y habló.

-¿qué estás…?-

-shh- la silenció Ryoma y Sakuno cayó en cuenta que todos los demás dormían. –No hables, sólo hazte a un lado- indicó susurrante con los ojitos adormilados.

-pe-pero yo…- él le envió una significativa mirada y ella le dejó espacio para que se recostara, así lo hizo, al segundo estaban en el mismo futón.

Ryoma sonrió levemente con placer por encontrar tan cómodo el lugar y a una temperatura excelente.

Sakuno temblaba extasiada, su príncipe y ella tan cerca le provocaba un revoltijo de emociones, además el futón era muy pequeño, incluso ambos estaban de lado, cualquier movimiento que hiciera uno lo sentiría el otro inevitablemente.

El ojidorado se disponía a dormir, pero su idea se vio interrumpida cuando notó como ella empuñaba la mano sobre su pecho en señal de incomodidad.

-duérmete- le ordenó suavemente. –No vas a quedarte despierta toda la noche ¿o sí?- la ojirubí no respondió y él bufó porque vio la duda en sus pupilas. –acostúmbrate, no será la última noche que dormiremos juntos- la chica se sorprendió con tal declaración, tan libre y despreocupada. –no puedes pasar todas las noches de lo que te resta de vida sin dormir sólo porque yo esté contigo-

Al final del parlamento del tenista, Sakuno estaba sorprendida y extrañamente acalorada, pero su sorpresa se borró totalmente cuando Ryoma pasó un brazo por su cintura y apoyó el mentón en su cabeza.

Un abrazo.

Extraño, perturbador y revelador abrazo.

Le respiración tranquila del joven era relajante y lejos la mejor manera de dormir…

Sakuno pensó que sí podía dormir todos los días de su vida así y no se sentiría incomoda. Con eso en su mente se abandonó al sueño.

Fin

Hola

Una tarde de ocio da como resultado esto.

Humildemente, espero que les gustase.

Un besito y no se olviden de comentar si gustan. Me haría muy feliz.

Saludos.