NADA DE ESTO ME PERTENECE, LOS PERSONAJES SON DE RUMIKO TAKAHASHI, SOLO ME DVIERTO ESCRIBIENDO HISTORIAS.

Uf, me tardé en subir el capítulo más de lo esperado. No es demasiado largo y vuelve a enfocarse en Akane. Ojalá les guste.

Revisión de Comentarios.

S-ReikiSaotome-T: No importa cuánto de tardes, solo que dejes comentarios xD Gracias de verdad por seguir mis alocados proyectos.

Akai27: Gracias de nuevo por tomarte el tiempo de leer y además comentar. Como siempre, tus críticas me ayudan bastante y animan más.

amoranma: la intención del fic es que una declaración se asome pero hasta el final. Como sea, la historia no tendrá más de diez capítulos y se me hacen muchos.

yurika12again: perdóname por mi ignorancia... ¿qué significa chevere? O.O

akya09: muchísimas gracias por tus halagos, creo que es de lo mejor recibirlos en reviews ^^

Belli: ¡Uff! habrá más líos, después de todo son Ranma y Akane ¿no? jaja.


Carácter Controlado.

Akane estaba sentada en su tocador y veía su reflejo en el espejo. "Pero ¿Qué le pasa a Ranma?" miró detenidamente sus facciones. En el fondo Akane sabía que era bonita ¿de dónde entonces le saldrían tantos admiradores? Pero Ranma tenía razón en que, algunas ocasiones, era un poquitito marimacho….

"¡Vale, vale!" se dijo a sí misma "Sí, puedo llegar muy marimacho" Abrió la lista de propósitos y vio el que le seguía. Suspiró pesadamente. "Este es más fácil, pero… ¡Me da tanta pena! ¿Cómo le hacen Kasumi y Nabiki?"

Guardó la lista en el cajón y marcó otra fecha en el calendario. Abrió también su agenda y apuntó algunas notas en todos los días de las próximas dos semanas ¡Nadie le negaría cumplir su meta! ¡Para nada!

Tuvo que recostarse nuevamente en la cama por un rato más hasta que se termino de mentalizarse. En el fondo sabía que exageraba, no era para tanto, sin embargo, considerando que ese propósito conllevaría cambiar casi totalmente su manera de actuar cotidianamente podría ser un esfuerzo difícil los primeros días. Un hábito duro de desarrollar.

"Sólo que Ranma de verdad se lo ha ganado, últimamente me ha tratado mejor y todos los días me dice cosas lindas" se paró con determinación y agarró el maletín de la escuela, lista para irse a las clases "¡Ya está! Lo haré por él"

Miró su agenda y el pequeño apunte correspondiente a ese día:

Lunes: Despertarlo con suavidad.

¿Sería muy tarde para retractarse? ¡No! Akane Tendo terminaba lo que empezaba. Salió de su cuarto para ir al de su prometido, que dormía como si nada le importara. Tuvo que respirar pausadamente para calmar los latidos de su corazón y se inclinó al lado de Ranma. Miró el reloj: sí, ya era algo tarde, pero no demasiado.

Con una mano encima de su hombro, comenzó a menear el cuerpo de Ranma para tratar de despertarlo.

-Ranma.—decía ella con voz alta, pero sin gritar—Ranma ya levántate.

Pasó así algún tiempo sin que él hiciera caso alguno. Las ganas de tirarle encima un río para despabilarlo eran intensas, pero se reprimió el enfado haciendo con esfuerzo una sonrisa algo forzada y siguió moviéndolo, hablándole cada vez más recio sin llegar a gritar y acelerando sus movimientos sin que fueran demasiado bruscos. Todo un reto, debía mantener su enfado a raya y controlar su fuerza.

Pero la paciencia nunca ha sido su virtud.

-¡Despierta!—Gritó, no demasiado fuerte, pero gritó.

Se llevó las manos sobre la boca ¡Maldición! Había caído en la tentación de gritarle… vale, menor, pero lo hizo y su intención era no hacer NADA de eso.

No obstante, cuando lo vio abrir los ojos y parpadear con incredulidad, suspiró aliviada. No le estaba reclamando por haberle despertado ni enfadado por su "tierna" manera de levantarlo. La miraba como si fuera… ¿Algo anormal?

-Anda Ranma, levántate.—dijo, parándose con una sonrisa y olvidando el enfado anterior.

-¿Es hora de ir a la escuela?—preguntó él. "¡Qué pregunta tan más tonta!" Quiso decirle baka o tonto… pero dijo:

-Sí, y llegaremos tarde si no te apuras.

-¿De verdad estoy despierto?

-¡Que sí!

"¡Ay que testarudo!" Salió de su alcoba y se fue hacia la planta baja esperando que Ranma no demorara demasiado en cambiarse la ropa.

El chico no salía de su asombro, pero decidió que lo mejor era simplemente dejar de pensar demasiado y bajó al cabo de diez minutos. Era algo tarde para desayunar tranquilamente y por eso Kasumi les dio doble ración en su almuerzo para que ya se fueran a la escuela.

Ranma miraba de reojo a su prometida, impresionado mientras caminaba encima de la barda. Nunca admitiría que le gustaba caminar por ahí porque así podía ver mejor a Akane sin que ella se percatase del todo. ¡Ah! Ahora que lo recordaba, todavía no le daba el cumplido de ese día. Podría ser un buen momento para eso…

-Oe, Akane—le habló. Ella volteó para verlo

-¿Si Ranma?

-Eh… Gracias por…

Se escuchó el sonido de una bicicleta, un golpe, y después un ruido sordo.

-¡Ni hao Airén!

Tenía que ser…

-¡E, Shampoo! Quítate de encima tengo que ir a la escuela—la desesperación de Ranma era evidente.

Molesta, Akane los ignoró y siguió caminando como si no existieran rumbo a Furinkan. Ranma la miró alejarse y eso le molestó bastante.

-¡Akane, espérame!—gritó.

"¡Qué te voy a esperar!" pensó ella. Pero, en una lucha interna contra sí misma, se detuvo y sin siquiera voltear, permaneció ahí de pie.

-Shampoo, me gustaría platicar contigo pero debo ir a la escuela—dijo Ranma.

-¡Ranma deber pasar más tiempo con Shampoo!—pidió la amazona—Poder tener cita romántica y pasear un rato.

-Debo ir a la escuela ¿Me soltarías, por favor?

-¡A ya sé! ¡Llevar almuerzo para Ranma más tarde!

-Espera ¡Yo ya llevo…!

-¡Si, Airén Shampoo venir más tarde!

La chica saltó y se fue corriendo en dirección al restaurante de su abuela. Ranma le gritó que no era necesario lo del almuerzo, pero la amazona o no lo escuchó o fingió no prestarle atención.

Ranma no pudo ocultar del todo su sorpresa al ver a Akane esperándolo de pie.

-Akane, tu…

-¡Vámonos que ya es muy tarde!—gritó la peli-azul mientras corría rumbo a la escuela, con Ranma siguiéndola muy de cerca.

o-o

o-o

Martes: Imita a Kasumi.

Akane estaba sentada en su pupitre con el libro de matemáticas abierto y tratando de resolver un difícil problema de álgebra. Pero por más que revisaba sus apuntes no podía encontrar el resultado de la ecuación.

"2x (5y) + 78m = 12x-67m +2y…. veamos, despejamos primero y, pasamos al otro lado en forma de resta para poder resolver la operación entonces tengo 3y en éste lado que multiplican a 2x, pero como pasé el 12x ahora tengo 14x que al multiplicarse dan… dan… ¡Ah, maldición!"

Estuvo a punto de golpearse pero decidió mejor cerrar el libro y no ver nada de matemáticas en algunos días… después de todo, la tarea era para el próximo lunes y ya había terminado los ejercicios que le encargaron.

Pero el mal humor seguía ahí.

-¡Akane!—la llamó Ranma, mientras guardaba sus libros—Oye ¿No podrías ayudarme con mi tarea de matemáticas?

Respiró hondo ¡Lo que le faltaba! Si ella apenas había conseguido resolver los suyos dudaba mucho ser capaz de ayudarle a Ranma. Se sentía cansada, la cabeza le dolía de tantos ejercicios de álgebra realizados en el día y tenía ganas de tumbarse en la cama sin ver un solo número en dos días enteros. O más de ser posible.

-¿Qué, no puedes resolverlos tú?—fue su primera respuesta. Entonces, recordó si bendito propósito y la nota escrita en su agenda.

Ranma se molestó por su comentario.

-¡Sólo pedía algo de ayuda!—contestó.

Y Akane le puso una sonrisa.

-Discúlpame, fui grosera. Claro que te ayudaré pero más tarde, ahorita ando cansada.

Los ojos de Ranma se abrieron como platos ante esas palabras pronunciadas con dulzura. Conocía a su prometida ¡Ella no era así! La había visto molesta y peleándose con su libro de matemáticas, incluso le había contestado mal al principio ¿Ahora lo trataba bien? ¿Pero qué rayos le pasaba?

Colocó una de sus manos sobre la frente de Akane, quien se notó muy molesta por eso.

-¿Y esto?—demandó saber.

-¿No estarás enferma?

Tuvo que cerrar su mano en un puño para no estampar la mano sobre su mejilla en una sonora cachetada que se merecía. En vez de eso, respiró pausadamente hasta recuperar el control y respondió con voz contenida.

-No, no lo estoy grosero.—agregó con voz más sosegada—Si quieres, te ayudo esta tarde en la casa.

-Bien, si estás segura…

-¡Claro que sí!

-Bueno, de acuerdo.

Ranma se dio la vuelta para irse cuando recordó algo que se le olvidaba.

-Gracias, eres la mejor—Listo, su cumplido del día.

Akane se sonrojo. De un tiempo para acá llevaban siendo más de un cumplido, Ranma comenzaba a sentirse feliz consigo mismo cuando veía la sonrisa en el rostro de Akane cada vez que le decía esas palabras, lo hacía sentir casi como un súper hombre y de vez en cuando le daba hasta tres cumplidos en el día. Discretos, no exagerados, pero los dos chicos comprendían muy bien sus indirectas.

Esa tarde ayudando a Ranma para que resolviera ecuaciones de primer nivel fue la más tormentosa en todas los días y noches que Akane ayudó a Ranma con otras materias. Y es que, a la hora de la batalla, Ranma podía ser un genio, pero para resolver un problema de álgebra claramente no servía.

-Mira, x+2x=15, lo que debes hacer es despejar.

-¿Y cómo hago eso?

-Ya te dije, imagina que es una balanza y la mitad que sostiene las dos charolas es el signo de igual—Akane hizo el dibujo en la libreta.

-¿Y qué sostienen las charolas?

-Los números.

Akane puso la ecuación igual a una balanza y trató con toda su paciencia y dolor de cabeza enseñarle dulcemente a Ranma, todo un reto ese día, que apenas y podía contenerse. Ya se había tomado las Aspirinas pero la cabeza seguía doliéndole con unas punzadas tan espantosas que le costaba incluso ver bien bajo la luz de la lámpara en el escritorio.

Ranma notaba muy bien los cambios en la voz y las muecas de dolor que Akane trataba de reprimir. Que se llevara la mano a la cabeza de vez en vez solo le confirmó sus sospechas. Tras resolver la décima ecuación, cerró el libro de golpe y se paró del escritorio.

-Pero ¿Qué haces?—dijo Akane, parándose también para quedar con su mirada enfrente de él—Aún nos faltan varias hojas por contestar.

-Lo sé. Hoy no.

-¿Y por qué no?

-Akane, no soy tonto ¿Crees que no me he dado cuenta que te duele la cabeza?

Ella lo miró sorprendida de que su prometido se percatara de esas cosas, nadie en la casa salvo Kasumi la había notado y de hecho, ella le dio los medicamentos.

-Y…—Ranma no la dejó hablar.

-Esta tarea es para dentro de una semana, tenemos ese tiempo para contestarlo ¿No?

-¿Y si quiero hacerlo ahorita?—listo, su paciencia se había esfumado. El dolor la iba a matar y la actitud de Ranma de verdad la enojó.

-¡Claro que no! ¿Has tomado medicamento?

-¿Y a ti que te importa?

-¡Me importas, Akane!

"¿De verdad lo dijo?" Akane estaba que no cabía de asombro ante las palabras de su prometido. Ranma pensó en retractarse, pero viendo la esperanzada y brillante mirada en la chica Tendo, decidió contener su boca como llevaba tratando de hacer varias semanas.

-Y quiero que duermas el resto de la tarde para que reposes. Otro día me enseñaras.

-Ranma…

¿Desde cuándo ese chico insensible era tan considerado?

Pero él no le hizo caso alguno. Simplemente la cargó al estilo nupcial y la dejó encima de su cama, guardó en el primer cajón todos los libros y útiles encima del escritorio y apagó la linterna. Estaba anocheciendo, así que la escasa luz colándose por la ventana se esfumó rápido cuando cubrió el cristal con la cortina. Después de eso, se dirigió a la puerta. Akane se había quedado quieta, presenciando todo sin hacer o decir nada.

-Descansa—dijo Saotome con una sonrisa y cerrando la puerta. Akane, aún recostada, se sentó en la cama y repasó todo el día. Bueno, quizá el ser amable sí valió la pena…

En eso la puerta se abrió repentinamente y se tumbó sobre el colchón, Ranma fue quien entró y la encontró con los ojos cerrados, fingiendo estar dormida. El chico se inclinó y besó su frente.

-Gracias por ayudarme.

Y salió de la habitación.

Akane tuvo ganas de seguirlo o decir algo en ese momento, simplemente no lo hizo porque la impresión paralizó su cuerpo entero. Mirando el oscuro techo, sentía aún los labios de Ranma tiernamente posados sobre su frente.

Corrección, controlar todo su genio y soportar el dolor de cabeza en el día, había valido mucho, pero mucho la pena.

Con una sonrisa en su rostro y el dolor ya casi extinto, durmió plácidamente toda la noche.

o-o

o-o

-¿Y Akane?—preguntó Kasumi, cuando ya era la hora de cenar.

-Está dormida, le dolía la cabeza—respondió Ranma—Mejor déjala descansar.

-Tienes razón, además le di medicina, de seguro eso la dejo adormilada.

-Puede ser.

-Bueno.

Ranma pensaba en todo el esfuerzo de Akane por contener su mal genio (que se había percatado de eso) y en lo muchísimo que le debió costar con la cabeza doliéndole.

"Maldición, esta marimacho sí que esta mejorando en mucho sus aspectos" si las cosas seguían así, en un descuido Akane podría superarlo "¡Eso no! Debo encontrar un modo de alcanzarla" como siempre Ranma era muy competitivo.

No admitiría nunca que la verdadera razón por la que quería compensar a Akane era por el afecto que le tenía y lo mucho que apreciaba sus esfuerzos en mejorar. Era preferible dejarlo a la competitividad y al orgullo como responsables en esos cambios de actitud.

"Ahora ¿Qué más puedo hacer por Akane?" no se le ocurrían muchas ideas. Mentira, muchas le venían a la mente. Pero siendo francos, casi todas sobrepasaban los límites del intento de amistad que los dos llevaban. Y lo que menos quería era dar falsas esperanzas tanto a Akane para no lastimarla, como hacer que los "otros" mal entendieran el asunto.

Y con los "otros" se refería tanto a sus prometidas como a los pretendientes de Akane. El grupo en general podía ser demasiado latoso y estaba considerando seriamente irse lejos por un tiempo llevándose a Akane consigo… ¡Eh! ¡No! "¿Pero qué cosas pienso? ¡Dios, también me debe estar doliendo la cabeza! ¿Secuestrar a Akane? ¡Ni loco!"

-Aunque… pensándolo bien… ¡No, no, no!—se golpeó la cabeza—Deja esos pensamientos morbosos.

"Aunque hay una cosa…." Si, una que podría hacer y, con cuidado, de no demostrar demasiadas cosas extrañas. "Espera a mañana Akane, espera a mañana" pensaba, mientras se recostaba en su alcoba.


Este propósito me pareció muy curioso y a la vez probable. Después de todo, una de las cosas por las que más se queja Ranma es el carácter de ella; la intención de Akane es tratar de ser más paciente, de ahí que tomara el modelo de Kasumi, templo de tolerancia en la casa Tendo. Como se habrán dado cuenta, Ranma se percata ahora más fácilmente de los cambios en su prometida y esto le impulsará a él mismo someterse a un autoanálisis lo suficientemente fuerte como para modificar ciertos aspectos suyos...

Lamento decirles que el siguiente capitulo estoy teniendo algunos problemitas para escribirlo y de seguro tardaré más en subirlo. Opiniones, sugerencias, críticas y demás se aceptan por comentarios =)

Y sin nada más importante que decir, me despido esperando que de verdad les agradara.

chao!