Niñas hermosas… Lean! ^^… Y la nota al final también XD

Capitulo 17: Por favor no me dejes

BPOV

2 Semanas. 2 malditas semanas donde todo ha cambiado nuevamente, quedan exactamente 2 semanas para el baile de graduación, así que todos andan preparándose con eso, ya los afiches llenan las paredes del Instituto, las entradas ya están en venta y los chicos y chicas andan pensando a quien invitar, pero mi cabeza no tiene cabida para eso, mi vida no es la misma desde que ocurrió el episodio de Alex, quien por cierto no se fue de Forks, dijo que se quedaría para terminar el año, pero no hablábamos, ni siquiera nos topábamos, seguíamos compartiendo algunas clases, pero no nos sentábamos juntos ni nada, era como si no nos conociéramos, lo cual por mi estaba excelente, insistió en hablar conmigo en dos ocasiones, la ultima vez accedí y simplemente le dije que si realmente había sentido algo por mi, me dejara en paz, no quería más embrollos en mi cabeza, Edward… él era un caso totalmente distinto, él estaba distinto, después de esa noche en la que estuvo en mi cuarto diciendo que tenía que hablar conmigo y aclararme cosas, le solté todo, mi gran secreto y mis penas pasadas, se me salió el tema del hospital, no quería que nadie supiera lo mal que estuve, pero en su afán por seguirme mintiendo, me vi en la obligación de contarle todo para que me dejara en paz de una vez por todas, y él lo hizo al pie de la letra, seguía con su perra novia, pero no me miraba, nunca, cambió de casillero al otro lado del pasillo con Erick Yorkie para no tener que verme, al principio levantaba el mentón en señal de orgullo cuando lo veía, esperando porque él me suplicara, me dijera algo, sin embargo nada pasó, ahora era yo la que lo buscaba con la mirada, la que trataba de cruzarme en su camino, en una ocasión hasta me hice chocar con él para que algo me dijera, sin embargo, chocamos y él ni siquiera se disculpó, simplemente suspiró y pasó por mi lado, no tengo la más puta idea de porqué mierda me dolía tanto su rechazo, a fin de cuentas yo fui la que se lo pidió, él simplemente estaba haciendo lo que yo le dije que hiciera, pero ya no me parecía buena idea… para nada

- Tengo un puto examen de cálculo, ¿Cómo van tus exámenes enana?- dijo mi hermano sacándome de mis pensamientos, respiré aún mirando por la ventana y giré la cabeza para enfocar su mirada con la mía, me encogí de hombros- Tú andas demasiado rara estos días, ¿Qué te pasa?- dijo con el ceño fruncido mientras miraba al frente, suspiré y volví a mirar por la ventana

- Me siento estresada, eso es todo- no le diría ni por asomo que estaba preocupada por mi situación con Edward y eso, llegamos al Instituto, me puse mi capucha, para variar llovía débilmente sobre el pueblo, bajamos y llegamos junto a los demás, Alice estaba hablando con Jasper silenciosamente, Rosalie estaba con un cuaderno sobre su regazo mientras movía una pierna insistentemente y movía los labios con los ojos cerrados, sí, era período de exámenes, estábamos todos en lo mismo, mi hermano llegó junto a su novia y le plantó un beso en la mejilla haciendo que ella se sobresaltara, saludé a los chicos y me senté junto a Alice que tomó mi mano

- Alice, ¿Qué pasa?- dije al ver como ella se limpiaba una lagrima de su mejilla, Jasper le tendió un pañuelo y besó mi mano antes de ponerse de pie y alejarse con los demás, pasé mi mano por el cabello de mi amiga

- No sé Bells, me siento tan confundida, herida, tengo tantos sentimientos dentro de mi corazón, perdí a mi hermano, lo perdí y quiero recuperarlo- dijo mirándome con sus ojos brillantes, tragué el nudo que se había formado en mi garganta y tomé aire mirando hacia el frente, justo en el momento en que un Volvo plateado se estacionaba un poco más allá, lejos de nuestros autos, alejado totalmente de nosotros, Edward bajó y Paulina bajó del otro lado, se tomaron de las manos, ella con una sonrisa, y él con el rostro cabizbajo, miró hacia el frente y nuestras miradas se toparon, el verde de su mirada, antes brillante, ahora era opaca, como si tuviera una capa negra puesta encima, no había vida en su mirada, menos en su rostro, estaba serio y tenía una barba de 2 días, quise sonreír, sin embargo antes de poder siquiera intentarlo, él desvió su mirada y caminó con los hombros hundidos hasta el interior del Instituto, seguí con mi mirada su camino, Pau se giró y me sonrió mientras me guiñaba un ojo, esa maldita puta de mierda me las pagaría

- ¿Por qué… Por qué no vamos a clases? , tenemos examen- dije poniéndome de pie, Alice sacudió su cabeza y con un suspiro se puso de pie, Jasper me hizo una seña con el rostro, asentí con el ceño fruncido, le dijo algo al oído a la duende y ella asintió, comenzaron a caminar, siempre en silencio, Emm y Rose iban metidos en su mundo, yo caminaba al lado de Jasper, dejamos a Alice en su salón, mi hermano y mi amiga también entraron a su salón, seguimos caminando con Jazz, me tomó del brazo con suavidad

- Yo sé que algo pasó Bells- lo miré confundida- Tú sabes a que me refiero, ¿Qué pasó entre tú y Edward?- suspiré y pasé una mano por mi cabello

- No pasó nada, simplemente fue a mi casa y… estuvimos conversando, en realidad trató de decirme que nada es lo que parece y esas cosas, ya sabes, volvió con Paulina y se sintió culpable porque me había mentido y demaces, la misma cantaleta de siempre- dije rodando los ojos, Jasper me miró con los ojos entrecerrados

- ¿Qué fue exactamente lo que dijo?- suspiré mirando mis manos

- Mira, tengo clases ahora, y tú también, ¿Podemos dejarlo para más tarde?- dije desesperada por escapar de ahí, no me gustaba cuando Jazz se ponía en plan de indagador, sobre todo porque siempre que investigaba algo, terminaba descubriendo algo más, yo ya lo había dicho todo, ya había sacado al chico Cullen de mi miserable vida, no quería arrepentimientos ni nada, por lo que entre menos supiera, mejor para mi, mi amigo asintió de mala gana y caminamos hasta mi salón, la suerte no estaba de mi lado hoy, mi primera clase era Biología, Jasper me dejó en el salón y dejó un beso en mi frente, entré e inmediatamente sentí una mirada en mi, pero tan rápido como la sentí, se desvaneció, caminé hasta mi pupitre, justo a su lado, me senté y dejé mi mochila en el suelo, saqué mis apuntes y comencé a estudiar un poco más, de pronto subí mi mirada y miré a Edward, él miraba fijamente su libro sin leer en realidad, se veía ojeroso, un chico totalmente distinto al que fue mi novio y mi perseguidor por estos 6 meses y más, aclaré mi garganta, sus ojos se movieron hacia mi un segundo antes de seguir en lo suyo

- Creo… creo que la prueba estará un poco complicada- dije tratando de hacer conversación con él, sin embargo todo lo que conseguí fue que apretara su mandíbula- ¿Tú… estudiaste lo suficiente?- dije mirando mi cuaderno de nuevo

- .Hables.- dijo entre dientes dándome una mirada que me dejó congelada, el odio brillaba en su mirada, aguanté la respiración y él desvió su mirada y siguió leyendo sus apuntes, tragué pesado el nudo de mi garganta y centré toda mi atención al libro que tenía frente a mi, el profesor llegó y pidió que guardáramos nuestros apuntes, nos dio la prueba y el tiempo comenzó a correr, despejé mi mente y comencé a responder mi examen.

Una hora y 30 preguntas después el timbre sonó indicando el final del período del examen, el profesor comenzó a recoger las pruebas desde el otro lado de la sala, miré mi prueba, me faltaba solo una pregunta por responder, me sentía bloqueada, sabía la respuesta, la había estudiado y sin embargo no podía recordarla

- ¡Mierda!- maldije por lo bajo, esto no podía estarme pasando, no ahora, miré desesperadamente el salón, el profesor avanzaba retirando los exámenes por los pupitres continuos al nuestro, de pronto me arrebataron la hoja, me sobresalté y giré mi cabeza, Edward miraba con el ceño fruncido mi examen, rodó los ojos y un asomo de sonrisa se dibujó en sus labios, escribió rápidamente algo en mi hoja con lápiz grafito y me la devolvió, miré lo que había escrito, la respuesta estaba pulcramente detallada con su letra de dios, memoricé por líneas y comencé a pasarla con mi lapicera de color negra, él se puso de pie, tomó su mochila y caminó hasta el profesor, le entregó su examen y caminó fuera del salón, terminé de responder el examen y se lo entregué al profesor, tomé mi mochila y corrí para alcanzarlo- ¡Hey!- dije corriendo detrás de él, pero no se detuvo, corrí más rápido y tomé su brazo haciéndolo parar, se detuvo pero no me miró- Oye, ¿Por qué hiciste eso?- dije con la respiración agitada, sus ojos bajaron en mi dirección luego miró mi mano, solté su brazo al instante, volvió a mirarme y se encogió de hombros- ¿No piensas hablarme ni nada?- dije una octava más alta de mi tono normal, soltó un bufido

- No tenemos nada de que hablar, ni siquiera sé porque me diriges la palabra, dijiste que éramos desconocidos, y eso es lo que hago, adiós- siguió caminando, pero me puse a su lado de nuevo

- ¿Por qué me ayudaste?- me miró con una ceja enarcada

- Digamos que es mi buena obra del día, ahora no me molestes más, ya salvé tu culo, déjame tranquilo, esta conversación nunca existió Isabella- escupió mi nombre y se alejó por el pasillo, los demás estudiantes pasaban por mi lado, pero no veía a nadie que no fuera él, esto era lo que querías, no tienes que ponerte mal, él simplemente está haciendo caso de tus peticiones, apreté los dientes mientras trataba de no oír a mi conciencia, esto era sumamente ridículo, era cierto, le había pedido que se alejara de mi, pero no pensé que lo cumpliría al pie de la letra, negué con la cabeza mientras caminaba hasta mi casillero, guardé mis cosas y saqué los libros correspondientes a mi siguiente clase, caminé por el pasillo, al dar la vuelta en la esquina me quedé petrificada, Alex estaba con una muy caliente Tanya, dándose un apasionado beso, él con las manos en la cintura de ella, mientras ella se frotaba contra él descaradamente, rodé los ojos y pasé por su lado, llegué a mi siguiente clase, me senté y miré el reloj de la pared, esperando que el día escolar terminara de una vez por todas.

El timbre sonó indicando el período del almuerzo, tomé mi mochila suspirando y caminé fuera de mi salón, me junté con los chicos en el comedor del Instituto, estaba rebosado de personas, mientras hacía la fila para comprar mi almuerzo fijé mis ojos en la mesa donde estaba sentado Edward, a su lado Paulina se pintaba las pestañas mientras le decía algo, él negaba con la cabeza de manera mortificada, ella dejó de maquillarse y lo miró con una ceja enarcada, con el ruido que había no podía escuchar lo que se decían, intenté mirar de reojo hacia ellos, no quería que me cacharan mirando, de pronto Edward dio un golpe a la mesa mientras se ponía de pie, apuntó a Paulina con su dedo índice, ella se encogió de hombros y siguió en lo suyo, él dijo algo más, tomó su mochila y salió mirando al suelo del comedor, miré a mis amigos mientras me mordía el labio con fuerza, ¿Qué habría pasado?, ellos siguieron a Edward hasta que este atravesó la puerta del comedor, Jasper fijó su mirada en mi mientras los demás no se percataban de nada, con un movimiento de cabeza me indicó que fuera con Edward, asentí y caminé distraídamente fuera del comedor, una vez las puertas se cerraron, corrí con todas mis fuerzas mientras miraba a todos lados tratando de encontrar a Edward, caminé y caminé sin éxito, llegué al patio trasero del Instituto, el lugar donde conversábamos con los chicos cuando queríamos saltarnos clases o algo así, me senté en la banca de siempre y de pronto escuché un gruñido, fruncí el ceño mientras seguía escuchando, un golpe y una maldición, me puse de pie y comencé a caminar con cuidado hasta el lugar de donde provenía la voz, llegué al borde del Instituto, ahí donde se funde con el bosque, seguí caminando mientras seguía escuchando golpes ahuecados, pasé sobre unas ramas y levanté la cabeza, Edward le daba con todas sus fuerzas a un árbol con el puño mientras tenía la cabeza apoyada en el tronco, lo vi mover los labios, no sé si estaba diciendo algo para sí mismo o simplemente decía incoherencias, dejé mi mochila en el suelo y me acerqué a él

- Edward- dije en el tono justo para que me oyera, sus golpes se detuvieron y sus ojos se encontraron con los míos, miré su mano ensangrentada, ahogué un grito y caminé hasta llegar a su lado, iba a tomar su mano, pero él se alejó

- ¿Qué haces aquí?, ándate- dijo dando media vuelta y pasando una mano por su cabello, me quedé estática en mi lugar un minuto y luego sacudí la cabeza, no tenía caso, esto era más fuerte que yo

- Te vi salir del comedor, ¿Te puedo ayudar en algo?- dije mirándolo angustiada, él soltó un bufido y una risa seca, se dio la vuelta mirándome y enarcó una ceja

- ¿Qué mierda pasa contigo?, te pedí que me oyeras hace 2 semanas Bella, me mandaste a la mierda y me dijiste que te ignorara, no querías saber más de mi, y ahora vienes aquí y me dices… ¿Qué estás preocupada?, realmente eres bipolar- su mano sangraba, tragué pesado, era cierto y yo lo sabía, pero también era cierto que lo amaba, siempre lo había amado, y siempre lo haría

- Simplemente quería saber si estabas bien- dije en un susurro, él levantó sus manos hacia los lados

- Mirame, estoy putamente solo, me cagué la vida por caliente, tengo una chica que es más molestosa que una espinilla en el culo por novia, mi familia cree que soy un puto mentiroso, la chica a la que amaba me mandó a la mierda luego de confesarme que pasó un mes en el hospital por mi maldita culpa, mi hermana sufre por mi culpa, ¡Estoy excelente!- dijo sonriendo, suspiró y me miró de nuevo- Bella, simplemente… ándate, tú no necesitas mi lastima más de lo que yo necesito la tuya, déjame solo y vete, haz tu vida y sé feliz, simplemente eso- tomó su mochila y comenzó a alejarse, apreté los dientes, imité su gesto y caminé detrás de él

- ¡Hey!- él se detuvo y levantó su cabeza hacia el cielo, no se giró a mirarme- Sé lo que dije, y no ha cambiado nada, pero… tú me ayudaste en el examen hoy, no me diste ninguna explicación de porque lo hiciste- me acerqué a él hasta rodearlo y quedé frente a él, lo apunté con mi mano- Mírate, estás hecho un desastre, ¿Qué pasó contigo?, tú no eres así- dije dejando caer mis manos a mis costados, él cerró los ojos y vi como su mandíbula tembló

- Estoy harto, aburrido de mi vida, no quiero luchar más, sé que cometí errores, los pagué, ¡Dios!, yo ya pagué- dijo tirando su mochila al suelo, su mano aún sangraba- ¡Me cansé de luchar!, no quiero demostrar nada más, estoy cansado de todo, de todos, mi vida es una auténtica mierda, estoy metido hasta el fondo en un agujero sin salida, estoy solo, y… y ya no puedo más- dijo con tono cansado mientras las lagrimas caían de sus ojos, bajó la cabeza y apretó los puños- Ahora que ya sabes, por favor, ándate, no es sano que estés aquí- sin embargo me acerqué a él, pero él retrocedió poniendo sus manos en alto- No me toques, por favor, aunque sea por lástima por como me veo, no hagas que me odie más- se abrazó a si mismo y se agachó, lo vi temblar y eso bastó para que me agachara a su altura, tomé sus muñecas con cuidado e hice que se soltara, él lo hizo y me miró, sus ojos verdes, eran rojos, tenía ojeras bajo ellos y estaba segura que estaba más delgado, ¿Qué mierda pasaba acá?- Perdí a mis padres, a mi hermana, a mis amigos, mi popularidad, perdí el norte, te perdí a ti, no tengo nada, absolutamente nada- dijo conteniendo un sollozo, se dejó caer en la hierba, en medio de la nada, me arrodillé y lo tomé de los hombros acercándolo a mi pecho, sentí como se sacudió cuando se aferró a mi blusa

- Shh, ya tranquilo, saca todo Edward, llora que te hará bien- se aferró a mí como si la vida se le fuera en ello y ahogó sus gritos contra mi pecho

- Duele Bella, ahora veo y entiendo cuanto duele- decía entre sollozos, no sé en que momento pasó, pero él estaba casi sentado en mi regazo, yo apoyada con la espalda contra un árbol, con su cabeza en mi pecho, sus manos en mi blusa apretándola de una manera que creí la podría romper en cualquier momento, mis piernas alrededor de él, con él llorando fuertemente, y yo acariciando su cabello mientras lloraba por mi cuenta- Tarde comprendí el sentido de tus palabras, ¿Lo recuerdas?, cuando me dijiste que nadie me querría como tú, ahora es que lo entiendo completamente- dijo mientras seguía llorando, simplemente froté su espalda para tratar de tranquilizarlo

- No vale la pena hablar de eso, tú tienes a tu chica y deberías estar contento por eso, sabíamos que sería difícil- él negaba con la cabeza

- Dime que hago… que hago con esto que me está quemando, con el dolor que siento, con el amor contenido- me miró mientras su rostro estaba mojado- Bella, dime qué tengo que hacer para volver todo donde estaba hace unos meses, cuando solo éramos nosotros, cuando nada más importaba que tenernos el uno al otro, ¡como mierda te recupero por dios!- dijo en un susurro bajo y entre dientes mientras bajaba su mirada, cerré los ojos, prometí que esto no volvería a pasar, pero simplemente me superó

- Yo… yo dije muchas cosas, pero debes entender que estoy herida por dentro también, no hago esto para que te sientas peor, te lo juro que no, pero… nada volverá a ser lo de antes, he tratado de alejarme de ti, tú no me haces bien y lo sabes, rompiste mi corazón y no creo en nadie desde que terminamos, te lo he dicho tantas veces, no sé como no lo entiendes aún, te trate de ayudar con Paulina, me has tratado de lo peor y aquí estoy, como una tonta enamorada y preocupada por ti, tampoco sé si esto es bueno o no, pero… simplemente el conocerte de siempre hace que me interese por ti como si fueras parte de mi- él me miró y tomó mi rostro entre sus manos sin acercarse

- No soy una buena persona, soy un asco, Alice tenía razón, soy una absoluta vergüenza, me faltan los huevos necesarios para enfrentar la mierda en la que estoy metido- lo miré y las palabras salieron de mi boca antes de que fuera consciente de lo que decía realmente

- Lucha… intenta luchar, no te des por vencido, si lo que quieres vale la pena, lucha- sus ojos se encontraron con los míos y me miró de tal manera que juré podía ver mi alma, hizo que mi corazón latiera como hace meses no lo hacía

- No me dejes… Quédate conmigo, ayúdame a luchar, dame razones para salir adelante por favor- decía mientras las lagrimas caían aún de sus ojos, saqué sus manos de mis mejillas y las tomé entre las mias, lo miré y tomé aire, esto me dolería como la mierda

- Tus problemas con ella se solucionaran, estarán juntos y serán felices, es razón suficiente para luchar, ¿No crees?, y si sientes que te faltan fuerzas para luchar por su amor, estaré siempre para ti y lo sabes, independiente de lo que diga o cuantas estupideces cometamos, siempre me tendrás, no me iré- dije dándole mi mejor sonrisa, sus ojos se entrecerraron y se puso de pie rápidamente

- ¿Ves?, ahí está el problema, no lo entiendes, ¡No lo entiendes, Maldición!- dijo apuntándome con su índice, caminaba como un león enjaulado de un lado a otro mientras se ponía las manos en la nuca, miraba al cielo y repetía, no lo entiende, no lo entiende, me puse de pie y me puse delante de él

- No tengo idea de que mierda estás hablando, te estoy diciendo que estaré ahí para ti, ¡Seré más que una desconocida para ti!, ¡¿Es qué no te basta?- dije dando un grito, esto me estaba sacando de mis casillas, él se acercó rápidamente a mi

- No la quiero a ella, ¿Por qué mierda es tan difícil de entender?- dijo con los dientes apretados, rodé los ojos

- Ya, haré de cuenta que te creo, y si no la quieres a ella, ¿Entonces por qué estás a su lado?, ¡Ilumíname!, porque sinceramente no entiendo nada- él tomó aire y me miró fijamente

- Me tiene amenazado- dijo simplemente, abrí los ojos y no pude evitar soltar una carcajada, esto sin duda era algo insólito

- Ok… ¿Te tiene amenazado?, ¡Por Dios Edward!, no puedes creer que sea tan estúpida para tragarme algo así, ¿Verdad?- sus ojos me miraban entrecerrados- ¿Y qué sigue?, ¿Te apuntó con una pistola y te dijo algo como Vuelve conmigo o te mato o algo así?- dije haciendo una pobre imitación de su voz, él apretó sus puños haciendo una mueca de dolor

- Amenazó con matarte a ti- me puse a reír nuevamente, enarqué una ceja y lo miré

- ¿Me matará?, ¿A mi?- dije apuntándome, él asintió lentamente, apreté mis dientes y caminé hasta donde estaba mi mochila, la tomé y lo miré, él seguía en su sitio- Mira Edward, te creí muchas cosas, pero lo que me estás diciendo es totalmente ilógico, ella te tiene, con eso me mató hace mucho tiempo, si la quieres está bien, no tienes porque mentirme de ese modo, simplemente quería estar cerca de ti, nada más, adiós y piensa en lo que te dije- caminé lo más rápido que pude y salí nuevamente a la parte trasera del Instituto mientras las lagrimas caían de mis ojos, me las sequé rápidamente, estúpida y mil veces estúpida, él seguía envolviéndome en sus palabras y yo caía, definitivamente no aprendería nunca, llegué justo cuando el timbre volvió a sonar para marcar mi ultima clase, caminé por el pasillo y Paulina salió de la nada, simplemente la miré y ella me sonrió, me sopló un beso con la mano y se fue, entrecerré los ojos y seguí caminando hasta mi clase, entre a Historia y me senté junto a Jasper, él me miró y enarcó una ceja

- Bella…

- No quiero hablar de nada Jazz, por favor- dije sacando mis libros, él jugó un momento con su lapicera y volvió a mirarme

- ¿Te dijo por lo menos qué le pasa?, Alice está preocupada, más que nosotros, tírame un salvavidas Bells, a lo mejor puedo ayudar- rodé los ojos y suspiré, cruce mis manos sobre la mesa y lo miré

- Bien… umm, me dijo que estaba cansado de luchar, que tenía un problema gigante, está metido en algo, no sé que es, y lloró, nada más- dije encogiéndome de hombros mientras contenía las lagrimas, la imagen de Edward llorando entre mis brazos sería algo que no olvidaría nunca- ¡Oh!, y después me salió con la tontera más grande del mundo- bufé mientras sacudía la cabeza, mi amigo me miraba con una ceja enarcada- Dijo que Paulina lo tenía amenazado con matarme a mi si no volvía con ella, ¿Lo puedes creer?, es sin duda la estupidez más grande que jamás escuché- Jasper abrió sus ojos y me tomó de los hombros

- ¿Él te dijo eso?- Asentí con convicción- ¿Qué más te dijo?- fruncí el ceño

- Nada más, ¿Por qué?- él me miró como si estuviera loca- No pretenderás que me crea eso ¿Verdad?- él siguió sin moverse- Jasper, es una mentira, ¿Tú crees que él sería capaz de sacrificarse así por mi?- él suspiró

- ¿Tú que crees Bella?- dijo mirándome con una ceja enarcada, negué con la cabeza mientras sacaba sus manos de mis hombros

- Mira, me da lo mismo lo que creas, simplemente creo que lo dijo porque se sentía agobiado, Edward sabe cuanto me dañó, se siente putamente arrepentido y solo eso, no hay más que decir- dije justo en el momento en que el profesor entró, dejamos el tema hasta ahí y lo agradecí de sobremanera, no valía la pena seguir hablando de lo mismo, si ambos sabíamos que nada cambiaría las cosas.-

Salimos del Instituto y llegamos a casa, Demetri estaba cocinando una lasaña cuando entramos, sonreí al verlo con el delantal de mamá, le quedaba solo una semana aquí, y aunque las investigaciones sobre Jane avanzaban, no sabíamos su paradero concreto aún, papá estaba poniendo su máximo de empeño en lograrlo, lo bueno de todo es que Dem no perdía la esperanza de encontrarla antes de irse

- Chicos, que bueno que llegaron, la mesa está servida, así que lávense las manitos y siéntense- dijo terminando de poner los platos y los cubiertos en los respectivos puestos, asentimos e hicimos lo que nos indicó, subimos a lavarnos las manos, y bajamos con una sonrisa y el estómago sonándonos ruidosamente, nos sentamos y Demetri puso la fuente con comida, se veía exquisita, me tendió la espátula

- Yo cociné y demaces, espero les guste, pero Bellita, tu pulso es mejor que el mío, así que corta los trozos y comamos, porque en serio tengo hambre- sonreí y me puse a trozar la comida, el teléfono sonó y Emmett se levantó rápidamente mientras el aparato no paraba de sonar

- ¡Ya voy por Dios!- dijo mientras llegaba a la sala, solté una risita

- Hablé con mi abuelo hoy, te mandó muchísimos saludos- dijo mi amigo, lo miré mientras dejaba una porción de lasaña en el plato de mi hermano

- ¿De veras?, muchas gracias, y ¿Cómo está?, ¿Cómo andan las cosas por tu casa?- Dem suspiró y sonrió

- Bien, quería saber cuando vuelvo, dijo que bastante me había aprovechado de la buena hospitalidad de Los Swan- rodó los ojos y miró sus manos- Mi abuela ha estado un poco delicada de salud, ya sabes, problemas y dolencias de viejos- sonrió, pero la sonrisa no subió hasta sus ojos, tomé su mano

- Realmente los extrañas ¿verdad?- él asintió con una mueca, me acerqué a él- ¿No crees… Qué sería mejor que vuelvas a casa?- me miró con la boca abierta- No, no me mires así, no nos molesta para nada tu presencia y lo sabes, Renne te ama como un hijo más y papá está haciendo de todo para evitar adoptarte- reí- Pero… no lo sé, deberías estar con tus abuelos, eres lo único que tienen, tu abuela quizá sufre por lo mismo, si supiéramos algo sobre el paradero de Jane, te avisaríamos inmediatamente, tú puedes viajar aquí y resolver tu asunto pendiente con ella- dije encogiéndome de hombros, él miró su plato un momento y luego asintió

- Tienes razón, esperaré hasta mañana, si no se sabe nada de ella, entonces volveré a Phoenix y esperaré a que ella aparezca, lo siento aquí, yo sé que ella está cerca- iba a agregar algo más, cuando mi hermano entró saltando como si tuviera fuego bajo los pies y agitaba las manos arriba y abajo

- ¡Rápido, pronto!- dijo a gritos mientras seguía saltando

- ¿Dónde está el fuego Emm?- dije con una sonrisa, él apuntó el teléfono y siguió saltando

- Papá… Debemos irnos, no, tú debes ir- dijo apuntando a Demetri, fruncí el ceño y nos miramos uno al otro, me giré de nuevo hacia mi hermano

- ¿Quién estaba al teléfono Emm?, ¡Y deja de saltar, me tienes mareada!- él dejó de saltar y se puso una mano en el corazón mientras trataba de recuperar el aire- Muy bien, ahora respira y cuéntanos que te tiene así- él asintió y se sentó a la mesa

- Papá llamó… y dijo que… ¡oh!, esto se ve delicioso- dijo metiéndose un trozo de lasaña en la boca, rodé los ojos

- ¡Emmett!- dije, él me miró y masticó rápidamente

- Si, papá llamó y dijo que encontró la dirección de donde está Jane- miré a Demetri quien se atoró con su lasaña y comenzó a toser, mi hermano le dio unos golpes en la espalda hasta que se calmó

- ¿Dónde está?- dijo con la voz rasposa mientras tomaba agua

- Dejé la dirección anotada encima de la mesita del teléfono, debes ir, pero ya- dijo mientras lo empujaba fuera de la mesa y de la cocina, mi amigo me miró

- ¿Puedes venir conmigo Bella?- dijo en voz baja, asentí y me puse de pie, miré a mi hermano

- ¿Vamos?- él negó mientras comía

- No puedo, realmente me encantaría, ya sabes que amo eso de los reencuentros y demaces, pero tengo una cita con Rose, pero vayan y cuéntenme todo con lujo de detalles ¿si?- asentí y subí a mi habitación, lavé mis dientes y me puse un jeans negro desgastado junto con mis converse, bajé y llamé un taxi a domicilio mientras Demetri estaba listo, cuando bajó esperamos a que el auto llegara, la bocina sonó y nos despedimos de Emmett, subimos al auto y le indiqué la dirección al chofer, teníamos un buen rato de viaje, la dirección que papá dejó estaba en Port Ángeles, mi amigo miraba por la ventana mientras hacíamos el viaje

- Relájate, todo saldrá bien- dije guiñándole un ojo, él asintió

- ¿Qué le diré?, ¿Me reconocerá?- asentí entusiasta

- Si, por supuesto que lo hará, y le dirás lo que salga de tu corazón en cuanto la veas, confía en mi- él me sonrió y asintió volviendo a mirar por la ventana, simplemente esperaba que todo saliera bien, sabía cuanto sufría él por no poder encontrarla, y sabía también la emoción que debía sentir ahora, no parábamos de conversar sobre cuanto la amaba aún, nunca más hubo otra chica en su vida, y prometió que así seguiría hasta encontrarla, pasara lo que pasara, él siempre la amaría, apoyé la frente en el cristal sabiendo lo que se sentía tomar una decisión así.-

Llegamos a la dirección que se nos indicó en el papel, le pagué al taxista y miré a Demetri

- ¿Listo?- dije mirándolo con una sonrisa, él cerró los ojos, tomó una respiración profunda y asintió, bajamos del auto y miramos la casa frente a nosotros, de 2 pisos, era muy hermosa, me acerqué a la puerta y toqué el timbre, Dem se quedó a mi lado, un señor de unos 40 años salió y me miró seriamente

- ¿Diga?- dijo desde la puerta aún, le sonreí

- Buenas tardes señor, ando buscando a Jane, éramos amigas en Phoenix y ahora que me mudé a Forks, supe que ella también estaba aquí, ¿Se encuentra ella?- él me miró y sonrió con confianza, asintió

- Si querida, espera un momento- volvió a entrar en la casa, a los minutos salió la chica de la foto, era hermosa, tenía el cabello del color del oro, liso y hasta la cintura, sus ojos eran de un verde precioso, frunció el ceño cuando se acercó a mi

- Mi papá dijo que éramos amigas, disculpa pero… No te recuerdo de ningún lado- yo sonreí y negué con la cabeza, estiré mi mano

- Hola Jane, mi nombre es Isabella Swan, y si, tienes razón en no recordarme, porque no nos conocemos, sin embargo, creo que debes conocer a mi amigo- me giré hasta donde estaba Dem- ¡Hey!, ven acá- él se puso de pie y caminó hasta donde estábamos, levantó la mirada y la fijó en la de ella, por el rostro de Jane pasaron distintas emociones, confusión, sorpresa, reconocimiento, entendimiento, amor, alegría y un sinfín de emociones más, sin embargo de los ojos de ella cayeron lagrimas mientras miraba a Demetri con una sonrisa

- ¿Demetri?, ¿Realmente eres tú?- dijo con una sonrisa pintada en los labios, él asintió

- Si cabellos de sol, soy yo- ella se tiró a sus brazos y lo abrazó con todas sus fuerzas mientras lloraba, desvié la mirada para no hacerlos sentir incómodos- Estoy aquí pequeña, ya estoy aquí- decía mi amigo mientras besaba su cabello

- Te e extrañado tanto, sabía que tarde o temprano vendrías, siempre lo supe, no sabes la falta que me has hecho- ella lo miró besó sus mejillas y sus manos, él hizo lo mismo, luego se quedaron mirando fijamente, aclaré mi garganta haciendo que ambos me miraran

- Bien yo… este, iré a dar una vuelta, tengo unas cosas que comprar, llámame cuando estés listo para volver- miré a Jane- un gusto conocerte Jane, nos vemos- dije alejándome de ellos y caminando mientras ponía las manos en mis bolsillos, aprovecharía de pasar a la librería, tenía cosas que comprar, mi biblioteca personal estaba pobre, iba caminando, a punto de llegar al lugar sagrado de los libros cuando vi a un chico acercarse a mi

- Hola, disculpa, ¿Me puedes decir la hora?- era rubio y llevaba el cabello atado en una cola a la altura de la nuca, vestía una chaqueta de cuero negra y unos jeans azules, olía un poco raro, como a alcohol y algo más, asentí y miré mi reloj

- Claro, son las 16:45- dije sonriéndole, él me devolvió la sonrisa

- ¿Eres de por aquí?, lo que pasa es que necesito encontrar una calle, soy nuevo en la ciudad y aún no me ubico- dijo mientras sacaba un papel doblado desgastado, me lo tendió

- Si, esta calle está como a 2 cuadras de aquí, caminas derecho por este mismo lado de la calzada, y encontraras la numeración que buscas- dije devolviéndole el papel, él asintió y lo guardó en su bolsillo

- Muchas gracias…- dijo con una ceja enarcada

- Isabella, Bella Swan- dije tomando la mano que me tendía

- Muchas gracias Bella, yo soy James y tú me acompañaras- dijo mientras sacaba una pistola desde su espalda, abrí los ojos como platos- No hagas ni el intento de gritar, una sola palabra y te vuelo los sesos aquí mismo, ¿Serás una chica buena?- dijo pasando una mano por mis hombros mientras la pistola me picaba la costilla, asentí- Muy bien, ahora camina, nos vamos de aquí- lo miré a la cara mientras las lagrimas caían de mis ojos, ¿Por qué mierda justo ahora no pasaba nadie?

- Por favor, por favor no me haga daño- él sonrió mirándome

- No te haré daño si te callas, ahora camina- me arrastró hasta un auto negro que tenía vidrios polarizados, me hizo subir y cerró la puerta, traté de abrirla pero no pude, él subió por el lado del conductor y metió la llave en el contacto antes de darme una mirada cómica- Te dije que te callaras y no hiciste caso, ahora dale la bienvenida al país de los sueños- me puso un paño con un liquido en la nariz, presionándolo contra mi cara con fuerza, patalee tratando de zafarme, pero fui perdiendo fuerzas, hasta que no supe más de mi y todo se oscureció.

APOV

Pasé por el pasillo para ir a cenar, me detuve en la puerta del cuarto de mi hermano, jugué con mis manos mientras pensaba si tocar o no, este ultimo tiempo nuestra relación cambió radicalmente, ya no hablábamos y mucho menos compartíamos nada, nos sentábamos juntos a desayunar y cenar, el resto del tiempo al principio era yo quien se iba del living si él llegaba a sentarse, no podía soportar el dolor de la traición y la estupidez de Edward, me pasé noches enteras pensando en algún motivo coherente por el cual él estuviera de nuevo con esa zorra de Paulina, y la única conclusión a la que llegué es que en el corazón no se manda, quizá ella cometió muchos errores, pero lo conversaron y se arreglaron, quería pensar y convencerme de que lo que ellos tenían realmente era amor del bueno, que esa chica cambiaría y que haría feliz a mi hermano, con esa conclusión intenté acercarme a él, pero ahora era él el que se alejaba de mi, cada vez que trataba de hacerle conversación, se iba o simplemente me ignoraba, contestándome con monosílabos y dejándome sola, eso me dolía el doble, la puerta se abrió haciéndome sobresaltar, Edward se sorprendió de verme ahí, pero luego su actual rostro, demacrado como el de un indigente, me miró como lo hacía siempre

- ¿Qué se supone qué esperas?- dijo con una ceja enarcada, ¿Así de miserable se ve alguien enamorado?, ¿No se supone que cuando estás enamorado te ves radiante?- Alice, te estoy hablando- dijo mi hermano sacándome de mis pensamientos, sacudí mi cabeza

- Yo… la cena está lista, venía a avisarte- dije lo primero que se me ocurrió, él asintió

- Gracias, iba para allá, permiso- dijo pasando por mi lado y caminando sin voltear por el pasillo, lo seguí cabizbaja, quería en serio recuperar a mi hermano, pero no sabía como, bajé las escaleras y me senté a la mesa, mamá y papá nos miraban alternadamente, sabían que las cosas estaban delicadas, y aunque en un primer momento estaban igual de confundidos que yo, ahora también estaban preocupados, con Edward siempre hemos sido unidos, preocupados el uno por el otro, sin embargo ahora las cosas ya no eran así, yo me preocupaba por él, pero él… él simplemente andaba en otro mundo, uno donde ninguno de nosotros estaba incluido, comimos en silencio, como era la costumbre habitual en el ultimo tiempo, mi celular comenzó a sonar, lo miré con el ceño fruncido antes de mirar a mis padres

- Es Emmett- dije con tono preocupado, generalmente el oso me llamaba solo cuando era necesario, así que o estaba en problemas, o algo lo preocupaba realmente

- Contesta, puede ser importante- dijo mamá, asentí mientras sentía las miradas de todos en mi

- Emmy, ¿Qué pasa?- dije alegremente

-Alice, estoy preocupado, ¿Bella está ahí?- entrecerré los ojos

- No, no ha venido por acá, ¿La llamaste a su celular?- mis padres y Edward seguían comiendo, pero sabía que estaban prestando atención de lo que estaba hablando

- Si, pero suena apagado, pasa que Demetri encontró a su chica, ¿Si te acuerdas de Jane?- miré la mesa fijamente, recordaba algo de esa chica, no mucho, pero Demetri me caía realmente bien y algo me acordaba de su historia y del porque estaba acá

- Continua- dije mirando mis uñas y suspirando

- Bueno, el caso es que él la encontró y Bella lo acompañó, la chica se encontraba en Port Ángeles, Demetri llegó recién y preguntó por la enana, pero yo salí con Rose, así que le dije que no sabía, la llamamos al celular pero nos tira a buzón de voz, ella antes de dejar al rubio con su novia o lo que sea, le dijo que iba a comprar a la librería, pero… aún no vuelve y en serio, mira la hora que es, mis papás están a punto de llegar y no sé que les diré- mordí mi labio y tomé aire, había que conservar la calma

- Umm, ok, ¿Llamaste a Rose?, quizá ella o Jasper sepan donde está- sentí su suspiro y una risa nerviosa de parte del grandote

- No, no se me ocurrió, pero tienes razón, ¿Podrías llamar a tu novio y avisarme?- asentí aún sabiendo que no podía verme

- Si, si claro, lo hago de inmediato y te llamo ¿si?- esperé- Ok, besos, bye- colgué y me puse a discar el número de mi novio con el ceño fruncido

- ¿Hija está todo bien?- miré a mi papá y suspiré

- No papi, Bells… no ha llegado aún a su casa, se supone que acompañó a Demetri a Port Ángeles, lo dejó en un lugar y le dijo que iría a la librería, sin embargo no volvió y Emmett está preocupado- Esme puso ambas manos sobre su boca

- ¡Dios Mío!, que no le haya pasado nada a mi niña- miré a Edward, había soltado sus cubiertos y miraba la mesa con una cara de terror única, tenía los puños apretados sobre la mesa, me fijé que tenía una mano herida, sus nudillos estaban rojos y un rastro de sangre seca se colaba por ellos

- Hola precioso, ¿Cómo estás?- dije al oír la voz de mi novio por la línea

- Bien mi amor, ¿Qué sucede?- mi novio podía ser demasiado perceptivo algunas veces

- Bella… ¿Has hablado con ella?, ¿Sabes donde puede estar?- esperé pacientemente su respuesta, pero el silencio me estaba asustando- ¿Jazz?- dije con el ceño fruncido

- No Alice, no he hablado con ella y no sé donde puede estar… ¿Desde que horas no está?-dijo con tono preocupado

- No lo sé, Emmett me llamó recién, creo que acompañó a Demetri a Port Ángeles, apareció la chica a la que él andaba buscando, Bella dijo que iría a la librería, Dem llegó a casa de Los Swan preguntando por Bells, pero Emm no sabía nada porque andaba con tu hermana, la llamarón al celular, pero los tira a buzón de voz, y desde las 4 de la tarde que no saben nada- conté toda la historia tratando de no olvidar ningún detalle

- Alice, escúchame atentamente, respóndeme si o no, ¿Edward está ahí?- fruncí el ceño mirando de reojo a mi hermano, él parecía una estatua

- Sí- dije simplemente

- ¿O sea que está escuchando todo esto que pasa?- asentí nuevamente

- Dime qué emociones pasan por su rostro- me encogí de hombros

- Miedo, preocupación, rabia… umm, ¿Por qué me preguntas todo esto? dije un poco enfadada

- Voy para allá- dijo y simplemente me colgó, me quedé mirando el teléfono una eternidad, antes de que otro celular sonara en la sala, mi hermano salió de su letargo y sacó su teléfono del bolsillo, era un mensaje de texto, lo leyó y juro que quedó más pálido que un vampiro, los colores huyeron de su rostro, miró todos nuestros rostros deteniéndose en el mío más tiempo del normal, lo miré y vi el terror reflejado en su mirada justo antes de que se pusiera de pie

- Permiso, se me quitó el apetito, me voy a mi cuarto, buenas noches- dijo abandonando la sala, mamá y papá estaban completamente convencidos de que el terror que sentía mi hermano era simplemente porque aún estaba enamorado de Bella, pero yo sabía la historia completa, por lo que sabía, estaba absolutamente segura de que algo más había.-

JPOV

- Tiene que ser un error, debe ser un error- decía mientras iba conduciendo a casa de Los Cullen

- ¿Y si está con Alex?- dijo mi hermana mostrándome su celular, asentí, ella lo llevó a su oído- ¿Alex?, si, soy Rosalie, mira no tengo tiempo para saludos de cortesía ni mucho menos, ¿Bella está contigo?, no, nada, simplemente era curiosidad, ok que estés bien, bye- suspiró mientras cerraba su teléfono, yo ya sabía la respuesta- No está con él, ¿Dónde diablos puede haberse metido?- yo sabía la respuesta, por supuesto que sabía, por lo mismo textee a Edward, él sabía de que iba todo esto y yo no me quedaría atrás, llegamos a casa de mi novia y bajamos rápidamente, el jeep y el carro de Charlie ya se encontraban ahí, le había dicho a Emmett que los llevara a todos hasta acá, era lo mejor ahora, que estuviéramos todos juntos, mi novia abrió la puerta y me abrazó fuertemente, entramos y saludamos a todos, Renne estaba hecha un mar de lagrimas mientras Esme trataba de consolarla, nuestros padres andaban de viaje, fue por eso que no pudieron venir, pero estaban igual de preocupados que todos, miré a Alice

- ¿Dónde está Edward?- dije mientras tomaba sus manos

- En su habitación, no se ha movido de ahí, estoy tan asustada Jazzy- dijo abrazándome, la abracé y besé el tope de su cabeza

- Debo ir a hablar con él, mantente aquí y avísame si saben cualquier cosa ¿si?- ella asintió, la besé y subí las escaleras, llegué a la puerta de Edward y golpee suavemente- Edward, soy yo, ábreme la puerta- esperé un par de minutos y la puerta se abrió, mi amigo me miró y me dejó entrar, cerré la puerta tras de mi y me senté en su cama

- ¿Por qué me mandaste ese mensaje?- dijo simplemente mirándome

- Sé que Paulina tiene algo que ver en todo esto, pero quiero que me lo cuentes tú, ¿Es verdad que te tiene amenazado?- él abrió los ojos con sorpresa- No me culpes, Bella pensaba que era una soberana estupidez lo que le dijiste y me lo comentó, eso es todo, pero tengo mis sospechas desde antes- él pasó las manos por su cabello y comenzó a llorar, ¡Mierda!, esto era realmente grave

- Ella vino a mi casa y me dijo que si no volvía con ella, Bella pagaría las consecuencias, ¡me apuntó con una pistola!, esa chica está loca, yo no sé que voy a hacer de mi vida Jasper, si a Bella le llega a pasar algo, me muero- dijo mirándome mientras las lagrimas caían por sus mejillas, Edward nunca fue un hombre de llantos, siempre fue de sentimientos duros, eso hasta que comenzó su relación con Bella, ahí aprendió un poco más, aunque no lo suficiente, todos nos dábamos cuenta de lo frio y poco detallista que era con ella, pero Bella con tal de tenerlo con ella y de saber que la amaba, nunca le pidió nada más, pero desde que terminó su relación, creo que lo he visto llorar más que en toda su vida, y eso me partía el corazón, digo, somos machos y demaces, pero… tenemos sentimientos al igual que todos, a mi siempre me tratan de ser super sensible y lo demás, pero… ¡Dios!, por lo menos nunca escondí mis sentimientos, me puse de pie y caminé hasta donde estaba él

- Edward, necesito que llames a Paulina, algo tuvo que haber pasado para que ella hiciera esto- él negó con la cabeza

- Ya lo hice, pero no contesta, necesito recuperar a Bella, no me importa el precio, simplemente quiero que esté a salvo- asentí en comprensión, era lo que todos queríamos

- Bien, entonces lo que haremos será bajar, ir a hablar con Charlie y los demás, ya no tiene caso que lo sigamos ocultando, a demás yo te debo una disculpa, sabía que algo raro había en todo esto y sin embargo me callé y no te hablé, me alejé y te dejé solo, y eso no estuvo bien, eres mi hermano, quizá no de sangre, pero te quiero como tal, puedo ser bastante emo a veces, pero no me importa, y por ese cariño que te tengo a ti y a ella, ayudaré lo que más pueda en todo esto- él bajó su mirada, tomé su rostro entre mis manos- Mirame Edward, encontraremos a Bella, la traeremos a salvo y te ayudaré a recuperarla, volverán a estar juntos porque ese es su destino, nacieron para estar juntos, y si sus sentimientos, el de ambos, no ha muerto a pesar de todas las cosas que han pasado, es por algo, así que mueve tu culo y arreglemos toda esta mierda- él me abrazó agradeciéndome, limpié las lagrimas que caían de mis ojos y le di un golpe en el hombro, salimos de ahí para poder solucionar todo este maldito lio.-

BPOV

Oscuridad. Aunque pestañee repetidas veces no podía ver nada, me costaba un poco respirar, no podía abrir mi boca, algo la cubría, de pronto recordé unas imágenes, un chico preguntándome la hora, una dirección y una pistola, el mismo chico rubio subiéndome a un auto y poniendo algo en mi nariz que me hizo quedar inconsciente, moví mis muñecas pero estaban atadas a una silla por mi espalda, lo mismo con mis tobillos, comencé a sacudirme y a gritar como podía, necesitaba en ultimo que me quitaran la venda de los ojos, de pronto sentí pasos acercarse y me detuve, la persona se acercó a mi y quitó la venda de mis ojos, cerré los ojos por la luz que me golpeó y pestañee repetidas veces con el ceño fruncido, algunos mechones de mi cabello caían en mi rostro

- ¡Despertaste Bella Durmiente!- reconocí la voz del chico que me había traído hasta aquí, al contrario de lo que siempre vi en películas, donde a la chica la mantienen en un taller o un galpón o algo así, ahora no, estaba simplemente en una habitación, era pequeña, quizá 5 personas caerían con suerte aquí dentro, había una cama, simplemente eso y yo, que estaba en una silla, el chico, James, se comenzó a pasear de un lado a otro, yo simplemente lo miraba siguiendo sus movimientos, quería pedirle, rogarle que no me hiciera daño, me sentía confundida, no entendía porque me tenían aquí, él se acercó a mi quitando el cabello de mi rostro- Me alegra que despertaras, esto ya se estaba volviendo aburrido contigo durmiendo- dijo sonriendo- Sé de alguien que quiere saludarte- me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación dejándome sola, sentí las lagrimas bajar por mi rostro, traté de soltar mis manos, pero solo me quemaba con las cuerdas, dejé de moverme cuando sentí voces cerca, James entró y miró sobre su hombro, mis ojos se abrieron de sorpresa cuando otro par de personas hizo acto de presencia en la habitación

- Vaya, vaya, ¿Pero si no es la mosca muerta Swan?- dijo Paulina con una sonrisa en su cara, pero mi mirada estaba clavada en Alex- ¿Qué?, Ah, no esperabas ver a tu noviecito ¿verdad?- dijo la muy perra acercándose a mi- Oh, esto es aburrido sin tu hermosa voz de por medio- dijo justo antes de quitarme la cinta de la boca de un solo tirón, cerré los ojos y gemí por el dolor que me causó

- ¡¿Qué mierda crees que haces puta loca?- grite tratando de zafarme inútilmente de mi prisión, ella miró a James

- Sal de aquí, vigila la entrada, sé que en cualquier momento vendrán por ella- dijo con veneno en la voz, el chico asintió y la besó en los labios antes de salir, ¡Claro!, el novio que tenía ella se llamaba James, con razón su nombre me sonaba de algún lado, espero que el chico saliera, yo seguía mirando a Alex quien tenía un sentimiento extraño en su mirada, era ¿Culpa?, no, no lo creo

- Paulina, estás loca, déjame salir de aquí- dije nuevamente, ella negó con la cabeza

- Se lo advertí Bella, le dije a Edward que si te decía solo una palabra de nuestro trato, la pagarías caro, pero para ser tan hermoso, es tan imbécil a veces, no me creyó, simplemente hizo lo que le dio la gana, y ahora tú mosquita muerta, pagaras las consecuencias de su estupidez- se me atoró el aire en la garganta, ¿Era cierto?, todo lo que me había dicho Edward era verdad y no le creí, ¡Maldición!, no le creí nada

- ¿Por qué hiciste algo así?, ¡Dime que mierda ganas con todo esto!- grité con lagrimas bajando por mis mejillas, era una estúpida, ella se acercó a mi

- Porque lo amo, lo quiero solo para mi, y tú estas estorbando, ¡Siempre en medio de todo!, ¿Sabes?, cuando me mudé a Forks, no tenía nada, mis padres habían hecho un mal negocio y quedaron en la quiebra, llegué al Instituto de Forks y a penas vi a Edward, tan hermoso y único, me gustó, pero claro, él no estaba solo, tenía una novia que era una simplona, la chica más popular y querida de todo Forks, la que tenía al chico deseado por todos, los mejores amigos del mundo, ¡Los más ricos!, todos forrados en dinero, ¿Por qué?, ¡Por qué mierda tenías esa suerte!, entonces decidí que tú no eras para él, Edward merecía alguien que supiera sacarle dinero y satisfacerlo como se debe, me costó, juro que me costó una mierda, pero lo logré, los hombres son una basura, se dejan engatusar tan fácilmente, cuando vi como terminaba contigo, te veías tan rota, tan dolida, sonreí por mi triunfo interno, debería ganarme un Oscar por ser tan buena actriz, me gané el cariño de todos, la aceptación de Los Cullen y logré mandarte lejos, dolida y derrotada, así era como siempre quise verte, ¡Porque eres una maldita perra!- dijo al momento en que sentí el ardor en mi mejilla producto de la bofetada que me dio, agarró mi cabello obligándome a mirarla- Tú tenías todo lo que yo siempre quise, y no lo merecías, claro que no, yo también era una buena chica, una excelente estudiante, era inocente en todo el sentido de la palabra, ¿Por qué el destino no te dañó a ti?, ¿Por qué a mi?, ¡dímelo!- dijo mientras tiraba de mi cabello con fuerza

- No lo sé, no es mi culpa- dije simplemente, esto era demasiada información para mi- Estás loca, déjame ir, yo no diré nada y mucho menos volveré con Edward, para mí es asunto terminado lo nuestro, él te ama, yo lo sé- ella negó con la cabeza

- No, no lo hace, si lo hiciera no te hubiera nombrado inconscientemente cada vez que acariciaba su cabello, cada vez que se le escapaba un suspiro, tenía tu nombre, siempre te comparaba y se acordaba de todo lo que habían vivido, logré separarlos, pero no pude hacer que te olvidara, hice de todo, ¿Ves a Alex?- dijo apuntándolo, lo miré con el ruego imprimado en mi mirada, pero él simplemente desvió su mirada- Este chico es amigo de mi novio, él me dijo que había conocido a una chica muy linda en Phoenix, cuando me mostró tu foto, le dije que necesitaba que te enamorara, pero el muy imbécil se terminó enamorando de ti, al igual que Jacob, al igual que Edward, ¡Al igual que todo el mundo!, tú no mereces existir, estorbas mi vida- dijo mientras lagrimas de rabia brotaban de sus ojos, apreté mis dientes

- ¡No es mi culpa que me tengas envidia!- dije con todo el veneno que pude

- ¡CALLATÉ!- dijo antes de darme un golpe con el dorso de su mano en mi rostro, sentí el sabor de la sangre brotar desde mi boca

- Tú puedes ser una mejor persona Paulina, no hagas esto, no te lo hagas a ti misma, si Edward no es para ti, no importa, habrá alguien más que lo sea, yo te puedo ayudar con tu problema- ella soltó una risa amarga

- ¿Mi problema?, ¿Ahora crees que estoy malditamente enferma?, tú no me conoces, no sabes nada de mi- pasó una mano por su cabello- ¿Sabes que es lo peor de todo?, Edward ya sabe que te tengo, y él vendrá, no le importará que sea, lo hará, pero vendrá por ti, no por mi, y eso es algo que no permitiré, si no es mío, tampoco será tuyo- me apuntó con su arma, lloré mientras pensaba en sus palabras, tanto daño para nada, él nunca la quiso realmente, ella forzó todo este tiempo su relación, simplemente me quedaba suplicar

- Por favor, por favor no me hagas nada- ella sonrió

- No te mataré Bellita, aún no, primero me divertiré un poco contigo- miró a Alex- ¡Quita esa cara de muerto!, ahí tienes a tu chica, lista para que hagas con ella aquello que no pudiste, tienes tu venganza en las manos, puedes amordazarla, nadie lo notará, ¡vamos!- Alex la miró y luego me miró a mi, al ver que él no se movía, se puso de nuevo frente a mi- Creo que no le gusta tu aspecto, pero yo le ayudaré- caminó detrás de mi y agarró mi cabello- Quizá si te hacemos un cambio de look, le gustes más- dijo a mi oído

- No por favor, no lo hagas- ella solo rió y yo lloré mientras sentía como cortaba mi cabello, dejaba caer los mechones frente a mi rostro, estos aterrizaban en mis piernas, en el piso, en todos lados, seguí llorando, esto no podía estar pasando, Alex miraba atentamente la escena, cuando Paulina terminó se puso delante de mi de nuevo, tiró mi cabello hasta adelante

- Ahora te ves más hermosa de lo que eres- dijo dejando un mechón tras mi oreja que me rozó la barbilla, no era vanidosa para nada, pero mi cabello lo cuidaba siempre porque era lo que Edward más amaba de mi, tomó mi blusa y con la tijera comenzó a hacer cortes desiguales, dejándome casi en ropa interior solamente

- Para, por favor Paulina- dije entre sollozos, ella siguió con su tarea y me rasgó toda la ropa, incluidos mis jeans, se volteó hacia Alex

- Ahora si se ve hermosa, pues yo iré a ver a James, los dejo a solas para que…bueno, ya saben- dijo saliendo, miré a Alex

- Alex, ayúdame por favor, tú no quieres hacer esto- dije suplicándole, él sin embargo me sonrió y se acercó a mi dejando un beso en mi mejilla

- Te equivocas, es lo que he estado buscando desde un principio, y ahora lo tendré- dijo besándome a la fuerza, su lengua me invadió sin permiso y sentí el estómago revuelto, sabía a alcohol, mucho alcohol, le mordí la lengua haciendo que soltara un grito- ¡Estúpida!- dijo dándome un golpe en el rostro a la altura del ojo, pero no dolió como los anteriores, ya tenía el rostro adormecido, rasgó mi blusa completamente- Ahora será a mi modo zorrita- pero ya no pelee, no discutí ni dije nada, Alex comenzó a besar mi cuello y yo lo único que pude hacer, fue cerrar los ojos rogando que esta pesadilla terminara pronto.

EPOV

A pesar de todo lo que le dije a Jasper en mi habitación, no había dicho nada a nadie, miré fijamente la ventana del living de mi casa, ya estaba amaneciendo, giré mi cabeza hacia el lado, Renee dormía sobre el hombro de mi mamá mientras ella acariciaba su cabello, aún su rostro estaba brillante producto de las lagrimas que derramó toda la noche, mi papá estaba pendiente del teléfono, dentro de poco se debía ir a su turno, Jasper me miraba fijamente mientras mantenía a una dormida Alice en su regazo y Rose le traía un café a Emmett sentándose a su lado en el sofá, suspiré mirando como un nuevo amanecer comenzaba, toda la noche me mantuve en silencio pensando donde podría estar Bella, donde mierda podría tenerla Paulina, me puse de pie y caminé fuera de mi casa, Charlie estaba apoyado en la barandilla con un cigarro entre sus manos, llegué a su lado

- ¿Tiene uno para mi?- dije apuntando su cigarrillo, él se sobresaltó y me miró asintiendo, sacó una cajetilla y me dio uno, no estaba muy acostumbrado a fumar, pero ahora lo necesitaría, lo prendí y aunque me dio asco, cerré los ojos y dejé que el humo me calentara la garganta

- Si mi princesa no aparece, me muero Edward, ella es todo por lo que lucho día a día, Emmett también es mi hijo y lo amo, pero cuando tienes una niña, se convierte en la luz de tu vida, la razón para sonreír y hacerla feliz sin importar lo que cueste- me miró- Tú la amas, yo lo sé, así como sé que ella nunca te ha podido sacar de su corazón, soy hombre, sé reconocer a una chica enamorada y aun hombre arrepentido, y tú lo estás- seguí mirando al frente mientras le daba otra calada a mi cigarro, soplé botando el humo y cerré los ojos tomando aire

- No sé donde estará jefe, pero… Sé quien la tiene, y usted tiene que ayudarme, porque aunque he pensado toda la maldita noche donde puede tenerla, ya no se me ocurre ningún lugar- lo miré disculpándome

- ¿Tú sabes quien la tiene y no me dijiste nada?- pasé una mano por mi cabello en desesperación

- Mire Charlie, no le dije nada porque pensé que podría solucionar esto por mi mismo, pero necesito de su ayuda para encontrar a su hija, tiene razón, la amo, y no estoy dispuesto a perderla, por favor dígame que puedo hacer para que me la regresen con vida- él me miró con el ceño fruncido

- Comienza a hablar- le conté todo, absolutamente todo, él me miraba atentamente y escuchaba todo lo que le decía

- Y supongo que eso es lo que la hizo actuar así, no veo otra razón, Bella simplemente trataba de ayudarme- él asintió y sacó su celular

- Buenos días, soy el oficial Charlie Swan del estado de Forks, si, necesito que me envíen refuerzos lo más rápido posible, la vida de mi hija está en juego, si, gracias- entró y lo seguí, mi celular sonó justo en ese momento, miré el visor, era Paulina

- Dime que quieres para devolverme a Bella- dije con los dientes apretados

- ¡Hey! que formas son esas de saludar a tu novia mi amor- dijo con inocente voz

- Mira Paulina, no estoy para bromas ni juegos, déjala tranquila y no le hagas daño, por favor, dime donde está y que quieres a cambio, ¿Dinero?, tengo muchísimo, te daré lo que sea, pero… por favor, solo, devuélvemela ¿Si?- ella suspiró

- Piensa Edward, ¿Por qué debería devolverla, si ella tiene lo que yo no?- fruncí el ceño, Emmett me hizo una seña de que continuara hablando, ¿En que momento estaban todos junto a mi?

- No sé que puedes querer tú que ella tenga, pero sea lo que sea te lo daré, simplemente regrésala, no cometas más estupideces ¡Por dios!- dije pasando una mano por mi cabello

- Simplemente no puedes dármelo, teníamos un trato y tú lo rompiste, ahora ella está pagando por todo- dijo con veneno en la voz

- No te entiendo, dime que diablos quieres- dije paseándome bajo la atenta mirada de todos

- Eso da lo mismo, solo te llamaba para que no te preocupes, estoy tratando muy bien a mi invitada, un poco sensible me salió la chica, pero no te preocupes, tengo mis modos para tranquilizarla- dijo con una sonrisa nuevamente- Te amo bebé, nos vemos pronto, bye- la comunicación se cortó antes de que pudiera decir algo más

- Seattle, al final de la calle Kinston, debe ser una cabaña o algo así- dijo Emmett mirando su celular, todos lo quedamos mirando fijamente, él nos miró- ¡Ahí tienen a Bella!

- ¿Cómo mierda sabes eso?- dijo Jasper quitándole el teléfono de las manos

- Fácil, 2 cosas, la primera, con Bella compramos un chip para localizar nuestros teléfonos, siempre pierdo el mío y lo segundo, es que cuando se nos dio lo de los espías, instalé un localizador de dirección en mi celular, así cada vez que quiero saber donde está la persona con la que alguien de nosotros está hablando, simplemente aprieto un botón y el localizador comienza a funcionar- dijo rascándose la nuca mientras todos lo mirábamos con la boca abierta- No se me ocurrió antes, pero como Edward dijo que era Paulina, y le habló mal y eso, entonces lo activé y listo- nos miró con disculpas encogiéndose de hombros

- ¡Pues que esperamos, vamos!- dijo Carlisle, Charlie comenzó a hablar por radio con alguien mientras todo era un absoluto caos, me acerqué a Emmett

- Si tu bendito localizador funciona, juro que te hago un monumento Oso, te lo juro- él me tendió la mano

- Edward, sé que amas a mi hermana, tráemela sana y salva y juro que nunca más volveré a juzgarte sin averiguar- asentí mientras tomaba su mano y la estrechaba

- Te juro que la traeré, lo que sea necesario voy a arriesgar por tenerla de nuevo con nosotros- dije antes de que Charlie nos hablara

- Bien, los refuerzos llegaran en unos minutos, esto es muy importante- me miró- Necesito que vengas conmigo chico, esa muchacha está loca, y solo querrá verte a ti ahí, ¿Crees que puedas acompañarme?- asentí inmediatamente

- Por supuesto Charlie, de ella me encargo yo, Bella está ahí por mi culpa y seré yo quien la saque, vamos- dije saliendo por la puerta con Charlie, no me importaría arriesgar mi vida, simplemente quería ver a Bella una vez más y decirle cuanto la amaba.-

Mis niñas preciosas

Primero que todo, Feliz Navidad para todas y cada una de ustedes, espero que el viejito panzón se portara bien, pero sobre todo les haya traído mucha paz y salud a sus hogares

Bien, aquí está el nuevo capi, no me maten por donde lo terminé, pero el final que le tenía antes era para que me dejaran sin Navidad, el otro está listo, falta solo editarlo y eso, pero está escrito, por lo que demorará menos que este en salir.

Agradezco su apoyo, comprensión y sus comentarios en Facebook, realmente me sacan sonrisas al saber que esto les gusta muchísimo

Para dejarles adelantito, les digo desde ya, que el próximo capitulo será mas EPOV que nada, porque se viene más o menos tristón… No se asusten, o bueno, quizá asústense un poco XD

Ok, eso es todo, ya saben cuanto las quiero, publicaré pasadito el nuevo año, asi que digamos que nos vemos el próximo año, millones de besos y no olviden dejarme sus comentarios, las adoro con todo mi corazón.-

**/Xapyta Cullen- Masen/**