Aclaratoria: Digimon no me pertenece qué más quisiera yo, si así fuera esto terminaría Mimato, Taiora y Takari, solo lo uso para fines no lucrativos.

Summary:

Mimi es una joven entusiasta que todo lo ve positivamente, su único defecto es que no cree en que el amor sea algo real, que solo es un sentimiento absurdo de las personas ¿qué habra ocasionado esto?. Yamato es un chico algo solitario e introvertido que sufre en silencio por su pasado, algo que no lo deja vivir, perseguido por sus culpas comete el error de mezclarse con gente peligrosa arriesgando su vida y la de quien lo rodea.

Por azares del destino esos dos jóvenes se encuentran, entrelazando así sus vidas sin saber que de una u otra manera deberán estar juntos y luchar por su amor.

Holis a todos ya me había presentado con mi historia Almas Gemelas que es esta pero ya reescrita, lamento tanto haber tardado siglos en actualizar, les juro que esta vez seré más responsable y no tardare 3 0 4 meses en subir cada capítulo.

La única diferencia de esta y la otra es el título y que no estará escrita en primera persona sino en tercera y para los que leyeron el primero y segundo capítulo eso también cambiara mucho al principio, pero la finalidad es la misma.

Espero que pasen a leer el primer capítulo que más bien parece un one-shot por lo largo pero bueno ustedes juzgaran si quieren leer las 15 páginas o se salen a la primera (espero que se queden ^^. Que disfruten la lectura y si desean dejarme un comentario me harán muy, muy, feliz.


EL UNO PARA EL OTRO.

Capitulo 1: Un chico misterioso

Todos bostezaban realmente aburridos, ya era terrible que ese día les hayan tocado dos horas de la materia más aburrida del mundo pero ¡Ciencias Sociales a la primera hora! ¿Qué pretendían? ¿Qué se quedaran dormidos? Pues misión cumplida.

Volvió el rostro, definitivamente si ese era su objetivo lo logro sin ningún problema, hasta Ken, su mejor amigo y más inteligente de todos estaba cabeceando a punto de quedarse dormido, Koushiro ni hablar, el muy astuto simplemente colocó un libro para que le tapara la cara, Miyako escuchaba discretamente música sin que nadie lo notara y Taichi el más descarado de los 4 simplemente usó sus brazos como almohada sin preocuparse por ser discreto, suspiró, quien fuera ellos que no se tenían que preocupar por pasar esa estúpida materia.

-Profesor ¿puedo ir al baño?- preguntó levantando la mano y reprimiendo un bostezo-

-es la primera hora señorita Tachikawa, pero está bien vaya y lávese la cara para que no termine como su compañero de banco-

Pidió mientras le lanzaba el borrador haciendo que se levantara de golpe gritando "yo no fui" y por último se sentara avergonzado.

Salió lentamente del salón lanzando por fin el bostezo, los baños eran los últimos del corredor a la izquierda cerca de la dirección y si sus cálculos eran correctos por lo menos perdería 7 minutos de esa clase en ir y venir.

-mínimo me servirá para perder tiempo y no oír más sobre La guerra del Congo, y todo eso-

Por el camino de regreso sin querer observó a la directora conversando con unos alumnos que jamás había visto, él era rubio, alto, de ojos azules y fuerte, el chico perfecto para cualquiera que tuviera un buen gusto como ella, la chica no era nada extraordinario, pelirroja, de ojos chocolate, pelo corto, cuerpo escultural.

-muy bien Joven Ishida, señorita Takenouchi, todo está listo para su transferencia- le decía con su chillona y molesta voz la directora- pueden empezar cuando quieran, es un gusto que hayan elegido…-

-nuestra prestigiosa institución, pronto se dará cuenta que es la mejor de todas y no pudo haber escogido una mejor- imitó Mimi detrás de unas plantas.

Siempre daba el mismo discurso a todo alumno que eligiera "la mejor escuela del país", sin querer tropezó con la planta cayendo ambas de forma ruidosa. La pelirroja le miró molesta.

-¡Señorita Tachikawa! –Exclamó la directora- ¿Qué hace detrás de esa maseta y espiando?, es imperdonable esa conducta.

-no fue mi intención, yo… yo venía del baño y sin querer los vi nunca quise espiar lo juro-

-siempre tiene que ser usted la que ocasione disturbios en los corredores- seguía quejándose aun después de 3 años de conocerla- váyase de mi vista antes que la castigue.-

-si,si,si- respondió aliviada- discúlpenme-

Entró deprisa a su salón, la primera hora y ya tuvo su primer altercado con la persona que mas asusta en todo el colegio, imaginarse a la regordeta directora, de cabellos negros hasta las mejillas y sus lentes casi en la punta de la nariz dictando su sentencia como le gusta llamarlo le ponía la piel de gallina.

-¿Qué tienes parece que viste a un fantasma?- preguntó Taichi divertido,

-creo que un fantasma me hubiera gustado más- murmuro la castaña aun espantada- vi a la directora y ya sabes que me odia desde que entre-

-¡uy no eso si es como para que te de un infarto!- exclamo, todos le temían- seguramente si hubiera sido yo ya tendría castigo para toda la semana-

-por poco y me los gano yo solo por pasar cerca de la dirección y sin querer oír la conversación que tenía con unos alumnos, nuevos por cierto-

-ey Pss, pss- Koushiro bajó el libro y se recargo más hacia los castaños- ¿de qué hablan? No los oigo, suban el volumen-

-eres un metiche de primera- se quejó Mimi- le estoy contando de unos alumnos nuevos que entraran a..-

-nuestra prestigiosa institución- hablaron los tres al unisonó sin poder evitar unas risas-

-¿Qué es tan gracioso señorita Tachikawa, joven Yagami e Izumi?- inquirió el profesor parándose entre ambas bancas-

Los tres voltearon con expresión aterrada, lo único que faltaba era que la sacaran a la primera hora, ese profesor era muy poco flexible, pero que esperaba de un hombre de traje gris, pelo casi blanco y una regla en la mano aun y cuando no era clase de matemáticas.

-na-na-nada- Taichi tuvo que darle un golpe en la cabeza a Koushiro para que dejara de tartamudear provocando la risa de Mimi-

-¿se creen muy gracioso?- inquirió con molestia,

Tener a los dos más desordenados de la escuela en un solo salón era mucho, pero que estuvieran en la misma banca, era como darle a un psicópata una pistola. Les miró indignado.

-estoy harto de ustedes jóvenes, Sr. Yagami quiero que se siente en aquella banca ¡SOLO!- le gritó- los quiero separados a los dos y usted Izumi, si le dirige aunque sea una palabra a la señorita Tachikawa se ira del salón con reporte- el pelirrojo asintió asustado y cubriéndose nuevamente con el libro- ¡pero muévase Yagami!

Casi salió volando de la banca ante el tono acido del profesor, ¿Por qué será que ninguno los soporta a los dos juntos?, en todas las clases lo mas que duran juntos son 15 minutos. Volvió el rostro rodando los ojos, ¿y luego por que se quejan de que se quedan dormidos?, Taichi es el único que la mantiene despierta.

-Profesor Heriberto-

Cerró los ojos asustada, no era posible, ¿si ella dijo que no le castigaría?, su castaño amigo le apunto con el dedo en son de burla, "estoy salada ¿o qué?", pensó.

-¡Tachikawa! La clase está enfrente y póngase de pie-

Giró el rostro con los ojos cerrados y lista para recibir su reprimenda aunque esa vez no hubiera hecho nada más que oír un poco de esa tonta conversación, ¿Qué culpa tenía de que los baños estuvieran cerca de la dirección?, en todo caso era culpa de ellos.

-abra los ojos que no la van a castigar, por ahora- aclaro exasperado- todos pónganse de pie.-Suspiró aliviada, como odiaba ese "por ahora"- quiero que le den la bienvenida a sus nuevos compañeros, el joven Yamato Ishida y la señorita Sora Takenouchi.

Levantó la mirada, eran los mismos chicos del corredor, por los que casi la castigan. Unos silbidos de la parte trasera provocaron una pequeña risa por parte de todos pero como es costumbre solo a dos personas castigaron.

-¡Tachikawa, Yagami!- esa vez fue la temible voz de su directora- pónganse de pie y vengan conmigo-

-¡yo que hice!- preguntaron al mismo tiempo-

-¡vengan!-

Ambos caminaron juntos empujándose para dejar a uno primero, Taichi tenía una cara de muerte y claro que Mimi no paraba de reírse de él. Aun ni salían del salón y ya estaban temblando.

-es tu culpa torpe- regañó la castaña dándole un manotazo- si no fueras tan payaso no nos hubieran castigado-

-oye nadie te obligo a reírte o ¿sí?- se defendió pasándole el brazo por los hombros- y de que te quejas si de una u otra manera nos iban a castigar-

-ya que- encogiéndose de hombros,

Los dos nuevos no dejaban de ver a tan peculiar pareja, Yamato observaba a la castaña con curiosidad, los castigan y aun así no paraban de reír molestando más a la directora, ¿Qué no le preocupaba eso?. Antes de que cerraran la puerta la miró nuevamente, sacando su lengua y manoteando como niña pequeña.

-Señor Ishida- clamó la atención del rubio el profesor- haga el favor de sentarse en el lugar que ocupaba la Srta. Tachikawa- apuntando al frente- y usted Srta. Takenouchi al fondo-

Ambos se miraron con resignación, lo peor de tener que ir a esa estúpida escuela era que los separaran y los pusieran con los dos payasos del colegio. Todo lo que tenía que hacer para que esos tipos le dijeran donde estaba… ¿por qué se lo llevaron?.

-¿se siente bien Sr. Ishida?- se preocupó el entrometido del profesor de etimología, seguramente su cara reflejaba dolor pero ¿Cuándo cambiaron de clase?-

-no es nada, acabo de recordar que deje mi cuaderno en la dirección, ¿podría ir por él?- inquirió

A penas hubo pronunciado la primera palabra se escuchó a todas las chicas suspirando, su voz tenía un toque misterioso pero a la vez seductor ¿Quién no se moriría al oírlo?.

-te acompaño Yamato- La fina voz de Sora resonó desde el fondo-

-lo siento señorita las reglas son que solo una persona sale- se disculpó

-yo voy- el rubio miró significativamente a la pelirroja que inmediatamente tomó asiento-

Caminaba lentamente sin ganas de avanzar realmente, solo deseaba caer en un sueño profundo para no despertar nunca, odiaba su vida, ya no podía ver nada más que un túnel oscuro, frío, sin final y...

-¡Taichi Yagami!- una dulce voz intentaba sonar chillona pero sin lograrlo- es el peor ejemplo que puede haber para esta institución, debería comportarse a la altura de "la mejor institución del país"-

Se trata de los chicos que sacó hace… ¿Cuánto tiempo ha pasado?, se paró detrás de la maseta para verlos mejor, realmente eran dos niños, nunca paraban de reír ni se tomaban las cosas en serio.

-Srta. Tachikawa es una pena que usted, siendo hija de los prestigiosos Tachikawa se comporte de manera tan rebelde, ¡ciérrese ese chaleco y fájese!- imitó el castaño-

Era cierto ¿ella era la hija de los Tachikawa? Dueños de la mitad de la ciudad y sabrá dios cuantas empresas. Sin querer pateó la planta descubriéndose solo. El moreno se acercó de forma amenazadora.

-¿Quién demonios eres y porque nos espías?- preguntó a la defensiva, si la bruja se entera es el fin de ambos-

-me llamo Yamato-

El joven rubio se dejó ver, no le intimidaba el chico, si ha querido lo deja tirado en menos de los que se diera cuenta, pero no era bueno mostrarse tan antisocial. La joven le tocó el hombro a su impulsivo amigo para que se tranquilizara.

-¿eres el chico nuevo no?- preguntó como si fuera algo obvio- Soy Mimi y el es Taichi, un poco impulsivo como te diste cuenta-

-mucho gusto- haciendo una pequeña reverencia-

-¡vaya! Lo siento pensé que era ese niño que la directora siempre envía para espiarnos-se disculpó el aludido- pero ¿el primer día y ya te mandaron por castigo?, eres de los nuestros ¡dame cinco!-

Taichi elevó la mano entusiasmado pero no le respondió, simplemente le miró despectivamente, era obvio que no estaba acostumbrado a ser tan… expresivo como ellos.

Ella lo miró cruzada de brazos, estaba bien que en ocasiones su amigo no era el más agradable pero tampoco era como para dejarlo con la mano colgada y expresión de "¿Qué le hice?".

-no soy como ustedes, solo vine por un cuaderno y me voy- respondió ácidamente entrando a la dirección.

-déjalo no vale la pena- consoló su amiga- mejor ya vámonos o nos regañaran, a demás suficiente fue perdernos la mañana de clases-


Caminaba rápidamente por el campus, lo que más odiaba a demás de perder una clase era perderla porque se quedó dormida. Maldijo por lo bajo. Como extrañaba a su hermano, sin él ya no tenía que preocuparse de levantarse 10 minutos antes para que el niño se metiera a bañar, torció los ojos, ella que tanto se quejaba de que era un desobligado y al final termino siendo como él.

-¡ey Hikari- una chica intentaba darle alcance- ¿te quedaste dormida otra vez?

-no te ofendas Catherine pero creo que eso es obvio- respondió sin aire-

-si bueno, no te entretengo más y apúrate que hoy es el examen de Química-

-¿¡Qué!- gritó aterrada, no, si perdía ese examen significaba que tendría que recursar la materia- Gracias,

Respiró profundamente y concentro toda su atención en correr, después de eso bien podría meterse a atletismo. Se rió pareciendo loca ante los demás, si su hermano la viera no diría que es un fracaso para los deportes.

Llevaba un pequeño celular, acababa de tener una conversación con la única familia que le quedaba, ¿Por qué a sus abuelos se les ocurrió mandarlo de regreso a Japón?, ahí no tenía a nadie y en cambio en Francia estaba su abuela y él. Quedo unos instantes parado en medio del camino pensando.

-¡cuidado, tú muévete!-

Enarcó una ceja al oír esa voz, ¿Por qué tanta prisa?, a penas se dio vuelta termino en el suelo con una chica sobre su pecho. Se sobó la cabeza. ¿Qué fue eso una joven o una gacela?

-lo lamento tanto, discúlpame- pidió apenada- es que tengo prisa. Lo siento-

-no te preocupes pero deberían multarte por ir a exceso de velocidad, ¿estás en atletismo?- inquirió curioso

-no, es que mi clase comenzó hace 5 minutos y yo no estoy ahí, tengo mi examen de química y ¡no estoy ahí!- casi le deja sordo.

Hikari se puso de pie inmediatamente ayudando al chico que atropelló accidentalmente y quedo con la boca abierta, era como ver a un ángel en carne y hueso, rubio, de ojos azules como el mar, una cabeza más alto que ella, con una sonrisa que dejaría sin aliento hasta a una niña de 4 años y si a eso se le agrega la camisa blanca que marcaba muy bien su musculoso cuerpo se podría decir que era perfecto.

-tranquilízate- pidió tomando sus hombros- inhala, exhala, inhala, exhala-

Le pareció adorable la chica que tenía enfrente, tan menuda como una pequeña muñeca de porcelana, de cabellos castaños hasta los hombros, unos grandes ojos del mismo color llenos de luz y alegría, una pequeña nariz respingada y sonrisa Colgate. Por fin dejó de hiperventilar para respirar normalmente.

-yo te llevo, ven- La condujo del brazo hasta una motoneta azul. Hikari dio gracias al cielo- ¿Dónde está tu salón?

-del otro lado del campus- se apenó un poco

-¡y llevas corriendo la mitad!- sus ojos se abrieron desmesuradamente, bonita y atlética- bueno sube y ponte esto-

Le sonrió como agradecimiento, definitivamente era un ángel, amable y responsable. Le abrazó por la cintura ocultando su rostro del aire. Dos minutos después se detuvo.

-llegamos, y ahora solo tienes 7 u 8 minutos de retraso- anunció el rubio aliviado.- suerte y que te vaya bien en tu examen-

-muchas gracias eres como mi héroe- respondió con sinceridad dándole un pequeño beso en la mejilla- si no fuera por ti aun seguirá corriendo.-

El rubio quedo perplejo, con una mano en la mejilla, también había que agregarle efusiva a las demás descripciones. Sonrió ampliamente, a todo esto nunca supo cómo se llamaba pero era obvio que jamás olvidara ese rostro.

Dentro el salón el profesor seguía regañándola por su falta de compromiso aún después de media hora, ya casi todos habían terminado el examen y a ella todavía le faltaba mucho, pero como concentrarse si en su mente solo tenía gravado la sonrisa y ojos de su salvador. Sonrió inconscientemente.

-Srta. Yagami ¿Qué es tan divertido?, el saber que llego 8 minutos tarde a mi clase o que no ha terminado el examen siendo solo usted y Daisuke Motomiya los que me detienen aquí-

No respondió y se concentró en el examen, odiaba a ese profesor ¿no tenía nada mejor que molestarla en pleno examen?, como si quisiera seguir viéndolo.

-Ya termine profesor- Daisuke habló secándose algo de sudor de la frente, se ve que no fue nada fácil para él-

-hasta el joven Motomiya termino y usted todavía sigue..-

-¡ya acabe!- le semigritó estresada, y a punto de darle un golpe- vámonos Daisuke-

Ambos salieron del aula quejándose del examen y profesor, era la mejor alumna en todas las materias, desde historia hasta matemáticas y ese hombre no podía perdonar que la química no se le diera.

-estoy tan estresada que solo quiero ir a dormir un poco- se quejó la pequeña-

-te la pasas dormida, creo que el 50% del día estás como en invernasión- respondió su amigo, si no se la pasaba estudiando, estaba dormida.

-eso es mentira, no bueno es cierto, pero ¿Qué puedo hacer?, conoces a Taichi y sabes que se duerme hasta en clases. Es algo así como de familia-

Se sentaron un momento en el pasto, ya llevaba seis meses lejos, sin saber nada de él, Mimi, Koushiro, Miyako y Ken, extrañaba mucho a esas dos, sus mejores amigas desde la infancia.

-¿en qué piensas Hikari?- preguntó el castaño ante su mirada perdida

-en mi hermano, y sus amigos, mis amigos- murmuro- los extraño mucho-

-pronto nos darán vacaciones y podremos ir a visitarlos- intentó levantarle el animó- no te pongas triste-

-Tienes razón- coincidió sonriendo nuevamente- eres un gran amigo, el mejor-

Con eso ultimo las esperanzas del chico se vinieron al suelo, siempre sería eso para ella su mejor amigo, el que siempre la acompaña y escucha. La castaña se dio un golpe en la frente.

-que tonta soy, tan preocupada estaba por llegar a tiempo que no le pregunte su nombre- seguía dándose pequeños golpecitos en la frente-

-¿a quién qué?- inquirió intentando disimular sus celos-

-al chico que me trajo, si no fuera por el quizá no hubiera llegado a tiempo, ¡ay Daisuke! Era tan guapo, como un ángel, amable y lindo-

No podía evitar suspirar con admiración, en su vida había conocido un chico tan lindo y eso que estaba rodeada de ellos, ya sea por Taichi o por sus amigas. El castaño se puso de pie sin molestarse en ocultar su enfado y se marchó dejándola confundida.

-¡Daisuke! ¿A dónde vas?- preguntó la chica sorprendida

-tengo cosas que hacer nos vemos luego- fue su única y fría respuesta

De todas las personas en el mundo solo ella se negaba a creer que su amigo la quisiera de otra forma, aun y cuando todos se lo decían. Suspiró, ya no podía seguir negando que Daisuke le quería como algo más.


Gracias a su castigo perdieron las tres primeras horas de clases por lo que ambos estaban felices, evitaron las materias más aburrida y salieron directo al receso, eso sí era vida para ellos.

-muy felices jajaja, jijiji- reprochaba Miyako con su peculiar tono - y nosotros bien gracias, verdad.-

-no fue mi culpa que el joven Yagami- imitando nuevamente a la directora- se le ocurriera silbar al ver a la pelirroja y como siempre solo a nosotros nos castigan-

-¡oye!, no le silbe a ella, fue al rubio grr…- Taichi cambió el tono algo afeminado y todos se rieron- siendo sinceros está muy MUY bien la pelirroja-

-sí que lo está- coincidió Koushiro con cara de pervertido- o ¿no? Ken-

El aludido volteo algo sonrojado, siempre le hacían lo mismo cuando de chicas se trataba, sabiendo que a él solo le gustaba una y no se atrevía a decirlo. Tantas chicas lo codiciaban y el no podía tener a la que quería.

.-bueno, no está mal- tragó saliva

Miyako entrecerró los ojos, tenía dos opciones matar a Koushiro o a Ken, optó por el primero ya que el peliazul jamás les seguía la corriente y no era un pervertido.

-¡acuh! Me dolió- se quejó Koushiro sobándose la cabeza- eres una agresiva-

-y si sigues con tus perversidades no llegaras vivo a la ultima hora- amenazó

Justo en ese momento las personas de las que hablaban pasaron frente a ellos, se veían serios, ninguno hablaba y se limitaban a comer en silencio. Para ser amigos o novios no se veían muy felices juntos.

-¿y si los invitamos a pasar el receso con nosotros?- preguntó sin dejar de verlos- digo son nuevos y hay que ser amables-

-sí, Mimi tiene razón- coincidió la pelimorada aun y en contra de sus deseos- debemos ser corteses o tengan por seguro que tendremos un castigo para todo lo que resta del año escolar-

-pues vamos- animó Taichi poniéndose de pie-

Los dos que estaban sentados en una mesa alejada de todos los observaban más discretamente, no era precisamente el grupo más normal del colegio, tenían de todo, la diva y popular, la ruda y ruidosa, el deportista y payaso, el inteligente y debilucho, el serio y reservado. Un grupo muy peculiar.

Avanzaron en dirección de ellos, ni sus personalidades ni rasgos físicos encajaban, solamente los dos castaños eran los más parecidos. Se plantaron en frente reclamando su atención.

-Hola- saludo Mimi, al parecer la líder del grupito- estábamos haya platicando y quisimos saber si ¿querían comer con nosotros?- inquirió con su dulce y tierna voz.-

Ambos se miraron dudosos, su misión en ese colegio no era entablar amistad con los alumnos y si acaso llegaran a hacerlo no querían ni imaginarse lo que les harían a los pobres.

-Acaso no ven que ya estamos comiendo- respondió Sora evitando ver al castaño que no la dejaba de ver-

-bueno si pero podrían irse con nosotros o ¿interrumpimos algo?-

-eso no es de tú incumbencia y creo que ya respondí a tu pregunta, preferimos estar solos-

-¡ay pero que chica tan más altanera, todavía que nos dignos a invitarlos con nosotros y…-

Ken le tapó la boca a su enérgica y poco discreta amiga, Miyako siempre ha sido como una dinamita caminando y el primero que la haga enojar no vivía psicológicamente para contarlo.

-nunca pedimos que nos hablaran- defendió el rubio a su compañera- ustedes son los que nos hablan ¿no?- nadie respondió- más bien somos nosotros los que no nos dignamos a dirigirles la palabra. Vamos Sora-

Se pusieron de pie dejando a los 5 de pie indignados, intentar hablarles no fue una buena idea, entre todos tuvieron que sujetar a la pelimorada para que no saliera corriendo tras ellos.

-¡ba! No importa estamos mejor solos que mal acompañados- insistía Miyako aun después de que el receso haya terminado.

Los cinco estaban al frente del salon, las chicas sentadas sobre la mesa y los chicos frente a ellas, la costumbre de su grupo. No podían creer que siguiera con esa tonta platica, ni que fueran los primeros o últimos en decirles que no.

-ya basta Miyako Inoue, no es para tanto- reclamó la castaña, siempre se tomaba todo muy a pecho- olvídalo así como nosotros ¿o no chicos?-

-¿olvidar que?- pregunto Taichi fingiendo amnesia-

-por eso te adoro-

-¿¡jovencitas querrían bajarse de mi escritorio!- la irritante voz de su profesor de Ciencias Sociales resonó en toda el aula- ¿o quiere un castigo doble Srta. Tachikawa?-

-ya voy, ya voy- rezongó como niña pequeña-

Había olvidado que los separaron y ahora tenía que sentarse junto al rubio que no deseaba su amistad. Sonrió burlona hacía el castaño que probablemente estuviera pensando en lo mismo.

-siéntense jovencitos y los estoy observando- amenazó al par de castaños-

-¡si no estamos haciendo nada!- gritaron al unisonó

- a veces pienso que no necesitan palabras para entenderse solos-

-se está poniendo paranoico profesor- respondió Taichi divertido, no andaba tan mal-

-Taichi, castigado mañana limpiara toda la escuela a la salida- ordenó

-es injusto que lo castigue si no hizo nada- defendió su amiga- solo dijo la verdad-

-Tachikawa también se queda mañana-

-Pero…- ambos comenzaban a quejarse-

-¿quieren que sea triple?- inquirió rojo de la furia-

-no sabe que olvídelo, Paz- el castaño intentaba calmarlo pero solo logró enfurecerlo más- ya, ya, ya perdón, ya me callo-

Tomaron asiento, lo peor de tener dos veces la misma materia en el día era que el profesor te odiara tanto como tú a la materia. Yamato no dejaba de ver la escena entre divertido y molesto, esos dos no hacían nada más que ser felices y los castigaban por ello, ¿a caso ser feliz está prohibido?, desvió la mirada, para él sí.

-abran el libro en la pagina 89 a la 92 jóvenes y hagan un resumen del texto- ordenó

-rayos- la voz de la castaña era de estrés total- no lo traje, ahora si ya valí- murmuró viendo avanzar al profesor checando que lo trajeran.

-¿Qué tienes Mimi?- preguntó Koushiro detrás de ella-

-olvide mi libro, y ya sabes las reglas, préstame el tuyo- pidió desesperada

-lo siento tiene nombre y siendo tu checara hoja por hoja para asegurarse de que es tuyo- argumento el pelirrojo.-

El hombre por fin llego a la primera mesa osea la de ellos y le miró de forma que hasta un niño de dos años entendería, estaba perdida, sin libro no hay trabajo, sin trabajo directo a dirección.

- su libro señorita Tachikawa- ordeno con tono triunfante, otra clase más sin ella-

-yo… ¿mi libro?- la miró impaciente- ¡a ya! Ese libro, bueno pues vera…- no tenía ni idea de lo que diría-

La veía mover los dedos nerviosa, ¿Qué acaso ese profesor se la tenía sentenciada o algo así?, cualquier error que comete es como querer llevarla a los leones. Suspiró, no iba a dejar que la castigaran de nuevo.

-aquí está profesor- intervino Yamato - no traje el mío y ella se ofreció a compartirlo conmigo-

-bien, te salvaste Tachikawa-

Dejó ir la cabeza hacía a tras, por más que fuera un grosero y antisocial debía admitir que no era malo, si lo fuera bien pudo haber dejado que la castigaran nuevamente. Le sonrió ampliamente como muestra de agradecimiento.

-pensé que eras malo, pero ya me di cuenta que no es así, Gracias-

-solo lo hice porque tres castigos en un día es demasiado aun y para ti- se defendió a la defensiva.

Bajó la mirada, el no era bueno, siempre dañaba a todo ser que le rodea, aun en contra de su voluntad siempre terminaba lastimando a todo el que quería. Se entristeció un poco, que envidia poder sonreír de ese modo, sin preocupaciones.

-¿estás bien?- preguntó preocupada su compañera de banco- ¿te duele algo?

-solamente el alma- respondió automáticamente arrepintiéndose de inmediato- olvídalo hay que comenzar la actividad-

Mimi lo miró sorprendida "solamente el alma" ¿Qué quería decir con eso?, no era posible que a alguien le doliera el alma, eso es algo imaginario, el alma es simplemente como un espíritu. Movió la cabeza, esos dos eran muy raros definitivamente.

El tiempo pasó en silencio, solo se podía oír el aire, las hojas, el lápiz contra el papel, ni un ruido y de pronto el sonar de un celular. Yamato sujetó discretamente el bolsillo para callarlo.

-¿de dónde viene ese sonido?- preguntó irritado el maestro- bien saben que están prohibidos los celulares-

Todos lo ignoraron, ¿Qué creía que se lo iban a entregar?, se ve que no los conocía para nada.

-Más vale que me lo den ahora o confiscare todos- amenazó con la regla golpeando su escritorio.-

El rubio volvió el rostro discretamente hacia su amiga, era claro que el celular que sonó fue de él y le preocupaba que el profesor viera lo que le enviaron. Sora comenzó a sudar frío, de una u otra manera se darían cuenta que fue el teléfono de Yamato y eso los ponía en aprieto.

Taichi la observo extrañado, estaba seguro de que no fue el celular de ella porque sonó lejos, entonces, ¿Qué era lo que le preocupaba tanto como para empezar a temblar?

-oye estas temblando- no fue una pregunta si no una afirmación-

-no, no, estoy bien- aseguró intentando controlarse-

Tenía la mirada clavada en el rubio, y de una manera este también le miraba. Si su poco desarrollado sexto sentido no le fallaba estaba seguro de que era el rubio el del teléfono y algo se traían entre manos como para estar tan asustados.

-es de tu amigo el teléfono que sonó ¿cierto?- simplemente asintió- no se preocupen siempre se los devuelven a la ultima hora y ya solo faltan dos-

-no es eso, no me entenderías aunque pudiera hacerlo- argumentó con un toque de melancolía- no se lo pueden quitar-

Suspiró rodando los ojos, después de que ella no fue cortes con sus amigos ahí iba el buen samaritano de Taichi para ayudarla. Sacó su teléfono de la mochila y escribió un rápido texto a la castaña de la primera fila.

El celular vibro haciéndola moverse de forma rara, pero gracias al cielo lo traía en vibrador, solo dos líneas "sígueme la corriente y borra este mensaje". Miró hacia su amigo confundida y dispuesta a seguirle la corriente.

Quitó el silenciador y activó el primer tono que encontró. Con solo un guiño de ojo el moreno capto y escribió nuevamente. Por suerte era la misma melodía que la anterior.

-¡bien denme TODOS sus celulares!- exigió arto, estar perdiendo clase por esa tontería- ¡ahora!

Yamato se quedo rígido en su lugar, eso no era nada bueno, si entregaba esa cosa estarían en serios problemas, más que cualquier chico que le mandaran un texto con las respuestas del examen o una broma hacia el profesor. La castaña se puso de pie.

-no profesor, lo siento es el mío- habló Mimi para la sorpresa de los dos nuevos- me llegó un texto y olvide ponerlo en silencio. Lo siento-

-siempre usted, ¿no se cansa de darnos problemas?- inquirió exasperado- en todos mis años de vida jamás conocí a jovencita tan problemática.-

-si ya me lo ha dicho cuarenta mil veces- se quejó, suficiente tenía con sacrificar su celular como para que le regalara el mismo discurso- y me lo dará en la salida ¿verdad?-

-esas son las reglas, pero si por mi fuera no se lo daría hasta fin de año-

-benditas sean las reglas de nuestra prestigiosa institución- alabó solo para molestarlo-

-¡Tachikawa cast..!-el timbre interrumpió su última frase-

- y bendito sea el timbre, que tenga un buen día profesor-

Dicho esto dio media vuelta y se encamino así su amigo con una mirada que él conocía a la perfección, de esa no se escapaba.

-bien Yagami, quiero explicaciones y las quiero ahora, no sacrifique mi celular por nada-

-lo siento Mimi, pero mmm…- haciendo memoria del nombre de la pelirroja

-Sora- intervino la aludida- lo siento fue por mi culpa, aunque yo no sabía nada quiero darles las gracias-

-¿y que era tan importante como para no entregar el celular de tu amigo?- inquirió como quien no quiere la cosa-

-Sora-

Mimi dio un pequeño brinco asustada, que silencioso era, como un fantasma o algo así. Les miro entrecerrando los ojos, nunca le agradó que preguntaran sobre su "trabajo".

-Sora, tengo que hablar contigo- mostrando el teléfono- gracias por su ayuda.

-sí- la chica se puso de pie

-¡wow, wow, wow!- los detuvo la castaña ofendida-¿les ayudamos y ni una explicación nos dan? No me parece justo-

-no te debemos nada, yo te ayude con lo del libro ¿no?, estamos a mano, olvidalo y váyanse con su grupito que tenemos cosas más importantes que hacer-

Yamato la tomó del brazo para darle la vuelta y alejarla, no se sentía bien tratando a las personas así pero era necesario, suficiente tuvo con meter a Sora en ese problema.

-no me toques- ordeno la chica cerrando los puños- ¡no me vuelvas a tocar! Y quédense con su estúpido secreto que no nos importa-

-tranquila, ey Mimi- el tono del moreno cambio casi al punto de parecer una canción de cuna- estas bien, respira. Ven vámonos-

Ella se sujetó a la cintura del chico y la encamino con Miyako que ya la esperaba con los brazos abiertos. De un momento a otro su rostro se transformo de dulce, tierno y feliz a asustado y con miedo, como si él quisiera dañarla ¿Qué fue eso?, ¿una manía o fobia de la diva?. Si ella pensaba que Sora y él eran misteriosos ya estaban a mano porque ella también era una caja de misterios.


Comentarios de la autora:

Holis Bueno Quise reescribir el fic porque sentí que le había cortado la mitad de la historia en esos dos capítulos y que se me agotaban las ideas. Además que omití demasiados personajes como Hikari, Takeru, Miyako, Koushiro, casi todos.

Y como ya lo habrán notado las únicas diferencias de esta y la otra historia (en cuanto a personajes) es que Taichi no es novio de Mimi y que Daisuke no es malo, por lo demás siguen siendo los mismos (si Jou seguirá siendo malvado).

Espero que no se les haya hecho aburrido y que hayan terminado de leerlo, les agradecería que me dijeran si les gusto o no, que le falta, que le quito, si lo dejo y continúo como estaba el otro, o este ya se queda así. Porque es seguro que borre uno de los dos.

Gracias a mimatoxlove y Mimichibi-Diethel por sus RR, espero que este les agrade, que comprendan porque la he reescrito y que les guste, créanme no cambiara demasiado esos dos capítulos, en algo me servirán para esta historia pero más adelante :D

Para terminar aunque sea una palabra que diga bien, con eso me harían feliz y continuaría más pronto este proyecto, si recibo muchos RR les juro que intentare subir en unas semanas o no pasa de un mes. Juramente de Digifanatica (inquebrantable)

Pdt: sorry por errores ortográficos no pude esperar a revisarlo, ya quería subirlo :D

By:Gabiiylovee'16