Capítulo 49: Primer capítulo.

—Ahora… ahora ya saben todo —dijo Sakura caminando de un lado a otro.

—¿Y de culpa de quién crees que sea? —masculló Konan mirando la noche asentarse por la ventana.

Los tres: Sakura, Konan y Sasori estaban en una habitación en la cima del hotel. Los tres muy inquietos porque todo lo que hicieron fue descubierto, y para rematar se les fue el control; Sakura en un ataque de "sinceridad" le dijo a Sasuke que su bebé era de Rock Lee, que la idea de decir que era de Sasuke fue de su hermana, y aparte de eso ésta mató al doctor Shikamaru para que nadie se enterara.

Mientras tanto, Sasori dejó ir a Deidara, y ahora que el rubio sabía que se unió a esas hienas: nunca, pero nunca lo perdonaría. Sin embargo Konan no iba a aceptar que perdió, o sea, en su vida nunca había perdido nada. Aunque nunca amó a Itachi, y solo se casó con él para que sus familias fueran poderosas; no iba a dejar a Itachi en manos de Deidara.

—Si es necesario voy a matar a todos, todos, todos… —dijo la peliazul entre dientes.

—Creo que deberíamos dejarlo… —dijo Sakura preocupada como su hermana se giró hacia ellos con una sonrisa retorcida en su bella cara.

—Perdón —dijo Rock Lee apareciendo en la sala.

Los tres lo miraron en espera de que dijera para qué vino al lugar. El guardaespaldas no parecía muy seguro, sus labios temblaban, vaciló por un momento, pero al final habló:

—Me han informado que… él… esta aquí… —dijo el pelinegro nervioso como bajaba el cabeza, avergonzado de sí mismo.

—Por fin —dijo Konan ensanchando su sonrisa, fue a tomar la misma pistola que usó para matar a Shikamaru.

—¿Quién está aquí? —preguntó la pelo rosa confundida.

—El desgraciado que te robó el novio, el desgraciado que se metió en mi camino… —gritó Konan apretando fuertemente el arma como fue a la salida —. Le dije al idiota que te embarazó —se refirió a Rock Lee —. Que cuando apareciera Naruto me lo dijera para matarlo con mis propias manos. Ja, ja, ya sabía yo que el muy bobo iba a venir al hotel, después de todo su querido Sasuke esta aquí. Después de matarlo: mataré a Sasuke, después a Deidara, después a Itachi…

—Espera —exclamó Sasori en shock, o sea, le daba lo mismo que la psicópata matara a Naruto, Sasuke, Itachi, pero Deidara,… no dejaría que nadie hiriera a su amor.

Sakura no sabía qué hacer, siempre escuchaba a su hermana, pero ahora Konan era una completa loca. No importaba si la peliazul mataba o no ya que Akatsuki podía comprar medio policía de Japón, el problema era que los Uchiha no se quedarían tan tranquilos, y comenzaría una guerra. Con el simple pensamiento, la menor sintió un dolor horrible en su estomago.

—¿Dónde está? —preguntó Konan mirando a Rock Lee.

—Está en… Mis hombres lo están siguiendo… Va por el quinto piso…

La mujer entró al ascensor y buscó por el botón cinco, dejó a los otros llenos de incertidumbre. Sin embargo Sasori muy pronto se recuperó del shock, se levantó de su asiento y se fue corriendo por las escaleras. Sakura tampoco podía quedarse quieta, así que se fue también, y Rock Lee, claro, también se fue.

Naruto se había escapado de sus padres, no iba a dejar que lo separaran de Sasuke, o sea, después de tantos embrollos, iba a quedarse con el Uchiha sí o sí. Los hombres en la entrada le dijeron que Sasuke estaba en su habitación, y el rubio pensaba ir por él a pesar de que podía encontrarse con Sakura.

Mientras tanto, los hermanos Uchiha y Deidara iban por las escaleras hacia los pisos de arriba apara enfrentar a los Akatsuki. Entonces el ruido del ascensor al detenerse, se escuchó un ruido seco, las puertas se abrieron mostrando a Konan con la pistola en mano.

Aquello era de película, Naruto iba por el pasillo y Sasuke, Itachi y Deidara iban justo subiendo por las escaleras. Todos los "interesados" estaban reunidos, y se miraron aturdidos.

—¡Sasuke! —gritó Naruto emocionado al verlo.

—¡Naruto! —dijo Sasuke con la misma emoción.

Itachi miró a su esposa y se sobresaltó al ver que traía en mano.

—Esta armada —dijo el mayor nervioso.

Konan miró a Itachi, enojada, después miró a su amante. Los dos iban juntos y eso la volvía más loca. Entre tanta confusión, ninguna sabía qué hacer, la peliazul fue la primera en salirse de su estupor, apuntó la pistola hacia Naruto y disparó sin chistar.

—¡No! Naru —gritó Sasuke corriendo hacia el chico que amaba y se abalanzó sobre él lo cubrió con sus brazos, protegiéndolo.

—Sasu… —Naruto estaba tan asustado que se congeló, pero al sentir los brazos de Sasuke rodeándolo lo hizo entrar en razón, lo abrazó fuertemente.

Los dos cayeron al piso y rodaron contra la pared, se detuvieron al golpearse contra ella.

—No tienes ninguna enfermedad en la cabeza, solo quisiste retenerme —dijo Itachi yendo hacia su esposa para quitarle la pistola —. Aunque creo que sí tienes algo, maldita loca… —la agarró de las manos, los dos forcejearon por el mando de la pistola.

—Ita… —Deidara estaba asustado, así que trató de ayudar al pelinegro, pero los esposo forcejeaban tan salvajemente que no veía la pistola.

—Aún estas a tiempo de arrepentirte. Le diré a mis padres que no tomen represalias contra ti, ni tu familia.

—¡¿Qué?! ¿Bromeas? Los Uchiha ya no son nada. los Akatsuki son mejores —dijo ella con una mirada rabiosa —. Todo era tan perfecto… íbamos a construir un imperio juntos. Los yakuzas más poderosos de todo el país, continente… Pero… —dejó de hablar y dirigió su mirada queda hacia Deidara que estaba detrás de Itachi.

Agarró el arma con todas sus fuerzas, empujando a Itachi a un lado, entonces disparó al maldito que le robó a su marido. Itachi entró en shock, sus pupilas se contrajeron, la bala iba tan rápida que no alcanzaba proteger al rubio. Konan apretó los dientes, por fin «uno menos», pensó emocionada.

Tenía a Deidara frente a frente, la iba hacia él. Konan iba a tener el placer de verlo morir a cámara lenta, y lo mejor de todo era que Itachi no podía hacer nada excepto mirar. Entonces de la nada, apareció una mata de pelo rojizo oscuro, Konan se congeló al ver un cuerpo echarse sobre Deidara, y de un momento a otro era ese mismo cuerpo el que recibía el balazo, y un chorro de sangre se fue sobre ella.

—¡Sasori! —gritó Deidara rompiéndose en llanto al ver al hombre sobre él.

Todos trataban de asimilar lo que pasó, yacía Deidara y Sasori en el piso, el primero sostenía al pelirroja en sus brazos mientras éste desangraba por el pecho. El disparo de Konan había sido fatal y había atravesado cerca de su corazón.

—No me odies… —pidió Sasori tratando de tomar la mano de Deidara, pero la vista de fallaba y no veía bien, solo manchas rojas, su propia sangre que rebotó contra él.

—Hermana, ¿qué hiciste? —exclamó Sakura llegando al corredor.

—No… —Konan se aturdió más al ver sangre, así que se fue corriendo lejos.

—No va a escapar —dijo Sasuke enojado corriendo detrás.

—Claro que no —dijo Itachi siguiéndolo.

—¡Aaaaaah! Duele —lloró Sakura sosteniendo su barriga.

—Creo que… hay que llamar a una ambulancia —dijo Rock Lee.

—Dos, dos —dijo Deidara abrazando a Sasori.

—No vamos a alcanzar —dijo Naruto —. Abajo están mis amigos… Sai y Gaara, ellos tienen un camión, creo…

Rock lee no perdió tiempo y cargó a Sakura mientras que Naruto ayudó a Deidara a llevar a Sasori. Fueron hacia las calles frías fuera del hotel donde estaban Sai y Gaara, que al ver las personas que se acercaban se quedaron atónitos.

—¿Qué demonios pasó? —replicó el pelirrojo.

—Toda la diversión estaba adentro —dijo Sai recibiendo miradas asesinas.

Subieron a Sakura y Sasori a la parte trasera, y todos fueron para el hospital.

Mientras tanto Konan había regresado a la cima del hotel, había disparado todo el camino, hasta quedarse sin balas. Itachi y Sasuke la alcanzaron sin problemas.

—Es mejor que te rindas —dijo Itachi.

—No, no, no… Soy una Akatsuki… No nos rendimos ante malditas cucarachas…

—No voy a perdonar lo que has hecho —dijo Sasuke —. Por tu culpa… Arruinaste el día más feliz… de Naruto y mío… Nuestra boda. Maldita perra…

Itachi detuvo a Sasuke que iba a echarse sobre la peliazul.

—¿Crees que tu familia te va a perdonar por los líos que has creado? —dijo Itachi —. Te castigarán. Por favor, entrégate antes de que las cosas empeoren.

Konan se asustó al pensar en su familia, no la perdonarían por amenazar a los Uchiha, tampoco por haber matado a Shikamaru a lo loco, y por haber planeado el embarazo de Sakura con un sirviente. De seguro la iban a desheredar, sería una paria, pensó asustada. Por inercia retrocedía, retrocedía sin mirar atrás, apretó la pistola, no había balas, así que arrojó el arma contra ellos.

Los hermanos lo esquivaron sin problemas. Entonces la peliazul se detuvo abruptamente al sentir su espalda golpearse contra la baranda, sin darse cuenta había terminado en el balcón, se giró, con solo ver el precipicio sintió vértigo. Y antes de que reaccionara, todo su peso la llevó hacia atrás, cayó sin poder sostenerse por la baranda.

—¡No! —gritó Itachi corriendo hacia ella, trató de tomar su mano.

El edificio era tan alto, que no vio cómo caía, sin embargo escuchó un duro golpe contra el cemento, y muchas personas se reunían para ver.

—Itachi —dijo Sasuke preocupado.

El mayor se fue sin decir nada, y él se limitó a seguirlo. Fueron hacia abajo, Itachi abrió paso entre la multitud, se arrodilló junto a Konan, y cubrió sus ojos abiertos.

—¿Porqué? —inquirió con lágrimas en los ojos.

No la amaba, pero tampoco la odiaba, cuando se casó con ella, había aceptado ese destino, y esperó encontrar una amiga en ella. y los primeros años fueron así, Konan era una buena amiga, sin embargo cuando se enteró lo de Deidara en vez de apoyarlo, se enloqueció, y arrastró a todo y todos hacia el caos.

De repente sonaron unas patrullas, los padres de Naruto iban al frente, se apresuraron a bajar.

—¿Dónde está Naruto? —gritó Kushina cogiendo a Sasuke desprevenido que observaba la escena.

—En el hospital.

—¡¿Qué?! —gritó la mujer asustada.

Minato cogió a Sasuke por el otro extremo y los tres fueron hacia la patrulla. Dejaron el cadáver de Konan a los otros policías, ellos estaban más preocupados por su hijo.

—¿Creíste que ibas a salir con al tuya? —dijo Kushina desde el copiloto mientras su marido manejaba.

Sasuke iba atrás, con una reja de por medio, como un delincuente.

—Sabemos que ustedes son unos mafiosos, y la familia de la esposa de tu hermano. Ustedes son peligrosos —decía Kushina.

—Yo amo a Naruto —atinó a decir Sasuke.

Llegaron al hospital, Naruto estaba en el lobby y se alivio al ver a Sasuke, sin embargo venía con sus padres, aquello no iba a ser bueno.

—Uzumaki Naruto —dijo Minato enojado.

Kushina corrió hacia su hijo, lo abrazó con cariño al ver que estaba bien.

—Sasori acaba de salir de la operación —dijo Naruto —. Pero… aún está en cuidados intensivos… Esta grave.

—Aunque sea cómplice de esas locas —dijo Sasuke —. Es mi primo…

—Y Sakura está bien —dijo Naruto con una sonrisa.

—¿De qué te ríes? Por su me metí a un matrimonio falso, con un hijo falso… y por poco y te pierdo —dijo Sasuke tomándolo de la barbilla.

—Pero no le deseo mal —dijo Naruto —. Parecía arrepentida…

—Tenemos que hablar —dijeron los Uzumaki interrumpiéndolos.

Rock Lee estaba con Sakura en su cuarto, al ver que despertaba se fue a su lado, la tomó de la mano con timidez.

—Por favor, escapémonos —dijo el pelinegro exaltándola.

—¿De qué hablas?

—Nuestro hijo está bien, fue un susto, pero…

—No podemos.

—Ya sé que estas acostumbrada a muchos lujos. He ahorrado toda la vida.

—No podemos —dijo ella llorando —. Si nos encuentran te matarán, y yo… —antes de terminar su frase hundió su rostro en su pecho.

—No me importa. Vale lo que sea estar con nuestro hijo, contigo…

La pelirosa lo miró asombrada, después de todo lo que hizo, el guardaespaldas aún sentía algo por ella. No sabía si merecía a alguien como él, pensó con media sonrisa.

No pasó mucho para que llegara Itachi en la ambulancia con Konan, claro que ella ya muerta, iba directo a la morgue. Se tropezó con su hermano y los Uzumaki en la cafetería.

—En realidad, estamos detrás de los Akatsuki y de tus padres —dijo Minato serio a Sasuke que escuchaba atento.

—No tenemos nada en contra de tu hermano o de ti… —dijo Kushina.

—Bueno, son cosas de padres, ustedes hagan lo que quieran —dijo Minato con una sonrisa.

—Mmm… Así es —dijo Kushina —. Puedes casarte con Sasuke. No podemos impedirlo —se encogió de hombros —. Solo que perseguiremos a tus suegros para meterlos a la cárcel.

Sasuke y Naruto se miraron. Ellos se amaban, y no iban a dejar que sus padres se entrometieran. Al terminar de hablar, se fueron cada uno a lo suyo, los novios dejaron la cafetería y encontraron a Itachi en el umbral.

—Oh, hermano, el primo esta en cuidados intensivos.

Itachi fue hacia ahí, y al entrar encontró a Sasori entubado y a Deidara sentado a su lado.

—Deberías descansar…

—¿Qué pasó? —dijo Deidara con los ojos rojos.

El mayor negó con la cabeza.

—Siento que es mi culpa… —dijo el rubio.

—Todos hemos tenido culpa… —dijo Itachi.

Deidara se fue como el pelinegro le pidió. Entonces Sasori quedó solo con su primo.

—¿Viniste a terminar el trabajo de tu mujercita? —masculló Sasori entrecortadamente.

—Ya quisiera, pero no soy como tú. Deidara merece a alguien mejor.

—Lo sé, pero te escogió a ti. Me iré cuando pueda moverme. Tú cuidado. Si me entero que lo haces sufrir, te lo arrebataré por siempre.

Itachi se limitó a sonreír.

—Ahora todo se ha resuelto —dijo Naruto colgándose del cuello de Sasuke.

—No puedo creer que todo esto haya pasado.

—Yo tampoco… Sigo sin creer que de una mentira a otra, terminamos juntos… Digo… Sasuke-no-gay…

—Es que supiste cómo convencerme de que eres la mejor opción —dijo él con morbo a su oído.

Con los problemas lejos, Naruto podía permitirse sucumbirse a sus más perversos deseos. No pasó mucho que había hecho el amor con Sasuke, pero lo necesitaba ya, pensó mordiéndose el labio, suplicante. Aquello calentó más al ojinegro y los dos buscaron con miradas traviesas algún cuarto deshabitado. No había ninguno, así que se encerraron en el baño de hombres, había una fila de lavabos con espejos gigantes.

—Te voy a follar tanto que no notarás que nos hemos separado ni un segundo —dijo Sasuke sentándolo entre unos lavabos.

—Uhhh, ya te quiero adentro —dijo Naruto provocativamente, aceptando con mirada lujuriosa la amenaza de Sasuke.

El rubio no aguantaba más, así que se quitó la molesta camiseta, dejando su pecho y vientre desnudo, Sasuke se agachó a la altura de su entrepierna y se relamió al ver el bulto creciente, lo apretó con fuerza haciendo que el ojiazul gritara, era tan fuerte que su miembro iba a estallar, necesitaba liberarse, sentir la mano caliente de Sasuke contra la tersa piel de su miembro. Y como leyendo su mente, Sasuke le bajó los pantalones e interiores, cogió el miembro ya descubierto y subió y bajó con rudeza sacándole un gemido lleno de ardor. El miembro de Naruto estaba tan duro y caliente, que parecía tener vida propia contra su palma, enrolló sus dedos alrededor y empezó a bombardearlo con firmeza.

Ante el placer que le daba su novio, Naruto abrió más sus piernas por inercia, su entrada ya estaba dilatada y esperaba ansioso que Sasuke se lo clavara. Invadido por la calentura empezó a pasar sus manos por su cuerpo, estimulando más a Sasuke.

El rubio masajeaba sus propios pezones, los tiraba con fuerza como el pelinegro metía su miembro a la boca. La cálida cavidad del mayor envolvió su miembro haciéndolo sobresaltarse, pronto la lengua de Sasuke paseaba por la punta y succionaba ruidosamente con sonidos sexuales la longitud de su pene, hacía ruidos que aumentaban el morbo, Naruto sentía que iba a correrse cuando Sasuke se detuvo, le dio un mordisco a la superficie dura cubierta de venas palpitantes.

—No juegues… —dijo Naruto con un morito como Sasuke le sonrió con malicia.

El mayor se tocaba la entrepierna, su bulto crecía en sus manos, se bajó los pantalones y lo sacó mostrándolo al rubio.

—Uy… —replicó Naruto fingiendo miedo, en el fondo anhelaba más que nada ese pedazo de carne romperle todo.

No perdió tiempo, sacó la mano y tocó con el dedo la punta del miembro de Sasuke. Estaba pegajoso, con líquido preseminal resbalando. Naruto deseaba que su leche lo llenara de una vez por todas, así que haló a Sasuke por el miembro para atraerlo hacia él. sus bocas encajaron en un beso apasionado mientras que Naruto abría sus piernas y ponía el miembro de éste contra su entrada. Sasuke se estremeció ante el roce, y de golpe entró en él.

—Estas tan rico como siempre… —masculló Sasuke mordiéndole el lóbulo de la oreja tan fuerte que lo puso rojo.

Aunque no tanto como las mejillas sonrojadas de Naruto, se tuvo que agarrar fuerte del borde para no caer, Sasuke lo apretó por la cintura y empezó a penetrarlo lento y fuerte, salía para entrar con más potencia, quería que cada estocada le dijera lo mucho que lo amaba, lo deseaba, lo necesitaba por el resto de su vida.

Naruto se reflejaba en todos los espejos, con la cabeza erguida hacia atrás, aferrándose con fuerza para no perder el equilibrio con las embestidas de Sasuke, gemía desconsoladamente asaltado de placer.

—Dime que me amas —dijo Sasuke cogiéndolo del cuello para atraerlo hacia él —. Aaaa…

—Uuuh,,,, mm… Te amo —replicó Naruto chupando los dedos de Sasuke que se encaramaban dentro de su boca, lamía cada dedo con hambre, como sus ojos azules se nublaban de excitación.

Su miembro dolía y crecía contra el vientre del pelinegro, éste sin dejar de penetrarlo, buscó con una de sus manos por su miembro, y lo masajeó de una forma deliciosa.

—Métamelo más…

—Pero…

—Sasuke… Vamos… aaa —pidió Naruto rasguñando sus hombros como una fiera en celo.

Obediente, Sasuke lo cogió de los brazos alzándolos por encima de su cabeza, chupó sus labios antes de besarlo apasionadamente, un beso francés, con lengua peleando sensualmente entre ellas, entonces giró a Naruto sin dejar de penetrarlo. El rubio quedó de espaldas a él, Sasuke podía ver cómo se movía el bello cuerpo del rubio bajo el suyo, apretó sus glúteos dejándoles marcas rojas, los abrió para ver cómo su miembro irrumpía en su interior, y Naruto gruñía con más ganas, el miembro del mayor se metía tanto que alcanzaba su próstata.

Ahora se aferraba al espejo, miró a su reflejo abochornado y caliente, le gustaba lo que veía, sus cabellos dorados desordenados, los dedos de Sasuke pasaban por su cabeza y lo cogía con rudeza. Sus orbes azules llenos de lágrimas, de dolor y placer con ese miembro clavándose hasta el fondo de sus entrañas; sus labios estaban rojos de tanto besarse, sus mejillas rojas de tanta excitación. Apartó la mirada al sentir la mano de Sasuke masturbarlo, después recorría por su vientre, subía por su pecho y pellizcaba sus pezones hinchándolos más, tan duros como su miembro, Sasuke volvía a cogerlo, lo masturbaba en busca de exprimir hasta la última gota, Naruto no aguantó más y contrajo los músculos. Sasuke lanzó un quejido al sentir cómo oprimía su miembro.

Naruto iba a correrse, y él también, lo envolvió con su brazo y presionó su miembro en su interior, entonces sintió a Naruto moverse inquieto ya que dejaba salir su esencia, un cálido y pegajoso líquido cubría la mano de Sasuke. Entonces Naruto hizo un último movimiento de cadera, inesperado por Sasuke, aquello hizo que su miembro dentro de Naruto recibiera un corte circuito que fue por todo su cuerpo, enviando placenteros latigazos por cada rincón, y sin soportar más, expulsó su esencia, llenó trasero como había querido desde el principio.

Naruto ahogó un gemido, y contrajo sus músculos como sentía la esencia de Sasuke colmarlo. De repente sintió la boca que tan bien conocía del Uchiha, éste lo tomaba por la cintura para girarlo, y así mirarlo a los ojos.

No se dijeron nada, Naruto rodeó su cintura con sus piernas, Sasuke lo cargó y se besaron profundamente, presionando sus cuerpos uno contra el otro, sus miembros aún semi-erectos rozándose, sus manos recorriéndose mutuamente. Aquello apenas era el comienzo…

también pueden leerlo en amor yaoi bajo el nick d yume, y la nota de autor esta ahí :)

gracias por leer hasta akí