South Park pertenece a Matt Stone y Trey Parker

Se acabó.

No más súper mejores amigos. No más peleas infantiles, no más viajes a otras partes del mundo, no más aventuras.

De todo lo que implicaría cumplir diez años, jamás hubiera sospechado esto.

Tras ver todo como una mierda, me comporté como un imbécil con Kyle. Había perdido su amistad.

—"Tío has cambiado…".

—"Yo no he cambiado. El mundo sí. ¿No lo ves?".

—"No, y no quiero... mira Stan quizá deberíamos..."

No podía ser peor, o eso quería creer.

Papá esa noche fue conmigo: me hizo sentarme en mi cama, junto con él. Lucía nervioso, pero advertí sus esfuerzos sobrehumanos para mirarme a los ojos. Me tomó fuertemente por los hombros y me dijo:

—"Tu madre y yo nos vamos a separar, Stanley".

Traté de mantenerme inmutable¸ puse la mejor cara que pude al mismo tiempo que luchaba contra las lágrimas que se acumularon en mis ojos.

Me habló del divorcio, me dijo que no me culpara a mí mismo por ello. Pero eso era pedir demasiado. También me contó que mamá y él se sentían sumamente infelices, pero que era lo suficientemente maduro como para comprender que era la mejor decisión y que a pesar de todo los dos me amaban.

—"Yo también te amo, papá"

Esa noche lloré. Lloré hasta realmente empapar mi almohada.

Kyle cuanta falta me hacía... me hacían falta sus bracitos confortadores, o sus palabras de consuelo.

Pero no lo volví a ver.

Mamá se quedó con mi custodia, al igual que con la de Shelley. Los fines de semana vería a mi papá.

Inmediatamente mi mamá tomó la decisión de que nos mudáramos a un pequeño departamento en Denver.

Me sentía solo y triste.

Veía mi reflejo en los espejos y no me veía a mí. Observaba mi mandíbula tensada, y mis ojos opacados.

También tuve que lidiar con mi mamá llorando por las noches. Oía sus sollozos, pero no me atrevía a entrar a consolarla. Me limitaba a quedarme sentado a un lado de la puerta de su habitación con impotencia mientras abrazaba mis propias piernas y me soltaba a llorar.

Superaríamos esto. Mamá era fuerte, ella lo haría. Pero yo no. Apretaba mis puños y deseaba no haber nacido.

Yo tenía la culpa a fin de cuentas.

Por mi culpa todo había acabado. Había separado a mis padres, había destrozado la vida de mi madre y jodido mi amistad con Kyle.

Mierda.

Ahora sí, todo era una verdadera mierda.

Duele, por supuesto que duele. Sentía que me habían arrancado una parte de mi corazón, de aquel corazón que luchaba contra el dolor para continuar latiendo.

Kyle, Kyle. Como te extraño.

Súper mejores amigos… pensé con ironía. Desde que lo conocí creí que eso sería por siempre… pero me equivoqué. Como siempre.

Sólo me quedaba cruzar los dedos y rezar por volverlo a ver.

N/A: Si el fanfic está muy simple, quería que se viera como medio-relatado por un niño de 10 años.

Supongo que hablo por muchas cuando digo que este capítulo me hizo llorar. Creo que es demasiado tener que esperar hasta el 5 de octubre. Ojala se arregle todo entre ellos dos:( quiero creer que todo volverá a ser como antes, pero la neta SP está tomando mucha trama y ya no sé qué creer :S.