Que pena ; n ; el final llego!

Capitulo n°4.- la verdad.


después de pedir una que otra explicación, Tachimukai solo del dolor había caído rendido a un desmayo, Tsunami con toda la rapidez armo el liquido que era la cura de los muñecos, y con mucho cuidado fue vertiendo con una pañuelo cada rasguño y herida que podía tener, sanándolo por completo.

Al día siguiente y con el dolor de su alma mando a Tachimukai de nuevo donde Touko, se sentía la bestia mas cruel de todas, y lo era precisamente, pero es que… era un chico maldición, no existían dos soles y dos lunas, definitivamente dos hombres no podían amarse… ¡no! no era posible! Por algo dios en la creación de la costilla del hombre saco a la mujer! …

pero esas estúpidas palabras de Tsurumasa-kun se le venían a la mente.

" esto en realidad me recuerda a una mitología griega"

"a..ah… esto… si no mal me equivoco, en la antigüedad existió un escultor llamado Pygmalion. Él creó una escultura tan hermosa y sublime que Eros y Aphrodita en un acto de bondad, ya que el había suplicado y llorado a los dioses le dieron vida a su creación y él fue el hombre más feliz con ella."

"bu..ueno… que si lo que Kaiji-kun dice es cierto, a Tsunami-sama le ocurrió inconscientemente lo mismo que a Pygmalion… el creo a su complemento perfecto sin darse cuenta y le dio vida"

¡POR LA MIERDA TENIA QUE TRABAJAR Y NO ERA CAPAS DE SACARSE A TACHIMUKAI DE LA CABEZA!

respiro un poco, antes de seguir mesclando asidos, el era un alquimista mas practico, no se dedicaba a formar piedras filosofales ni nada de eso, tenía claro que todos los que buscaban la piedrecita roja terminaban locos.

Entonces se sintió intrigado, miro para todas partes intentando cersoriarse de que realmente no había nadie más que el dentro del laboratorio… -le dio un pequeño escalofrió- camino hasta la puerta para ver si había alguien observándolo desde ahí, camino lento y sigiloso para darle un susto al que lo estuviera husmeando pero cuando intento empujar la puerta, esta se quedo trancada, con algo mas de fuerza la empujo y sintió un golpe en seco desde el piso, miro y…

-¡TACHIMUKAI! ¡¿P…PERO QUE TE HICIERON AHORA POR EL AMOR DE DIOS? –de sus ojos empezaron a brotar lagrimas desesperadas. Era un hombre fuerte, pero cualquiera en su lugar estaría asi.

En el suelo, el pobre muñeco casi por acto de magia estaba ahí, si uno miraba un poco más allá todo su camino estaba trazado en sangre, el mismo se estaba desangrando afuera de la puerta de Tsunami, si antes su cuerpo estaba lleno de latigazos, hematomas y alguna herida leve, Touko ya había pasado el limite… el pobre Tachimukai se había arrastrado sin la mitad de una pierna, se desangro la playa entera hasta llegar a los aposentos de su amado.

-Tachimukai por el amor de dios… ¿respóndeme estas bien? –se agacho y estrecho entre sus fuertes brazos la endeble figura maltratada, el pequeño en un intento de hablar solo pudo soltar un poco mas de sangre contenida en la boca.

-usted me dijo… Tsunami-san que hiciera feliz a la princesa Touko… di todo lo que pude por hacer a su princesa feliz…

¿Cómo era posible que pudiese seguir sonriendo?

-Tsunami-san… respóndame algo –el mayor lo miro con los ojos envueltos en lagrimas- ¿va a poder repararme?

-puedo… ¿pero por qué preguntas eso?

- no importa si muero Tsunami-san… ya no puedo mas pero si será usted feliz, todo vale la pena.

-¿no digas mas quieres? Desde ahora no iras mas a ese castillo –apoyo al menor en una silla y saco por completo la manga de su camisa para tapar la hemorragia de la pierna amputada- ¡OTOMURA! –el muñeco peli celeste en segundos se encontró hay- por favor anda al pueblo a comprar algunos kilos de cera del color de Tachimukai… -el muñeco se fue a hacer el pedido-

Los días pasaban tranquilos, el mismo día que Tachimukai llego mal herido recupero su pierna, al fin y al cabo seguía siendo un muñeco. Todos estaban bien en el palacio, ni siquiera Tachimukai andaba vestido como un bufón –aunque Rika seguía poniéndole unos conjuntos que lo hacían resaltar todos sus encantos-.

Se encontraba nuevamente trabajando en ese acido tan peligroso, cuando se apareció Touko en el portal de su laboratorio. En cuanto la vio dejo nuevamente el acido sobre la repisa.

-¿No piensas saludarme Tsunami?

-después de cómo dejaste a Tachimukai, princesa Touko no quiero volver a verla, es repugnante.

-¡oh! perfecto porque tampoco tengo ganas de verte la cara, solo vine por MI Tachimukai, ¿donde esta?

-No se lo diré, por favor retírese.

-no me iré sin Yuuki-kun…

Lamentablemente, casi como maldad del destino. Tachi tenía la mala costumbre de aparecer en cuanto lo nombraban, llego corriendo con un ramo de flores que el mismo había cortado, para su amado Tsunami-san, ni siquiera se dio cuenta de Touko.

-Tsunami-san Tsunami-san! Mire del jardín traje estas flores para ti –se las extendió. Pero la mirada de susto y/o espanto de tsunami lo hicieron mirar para atrás donde estaba Touko de brazos cruzados mirándolo-

-asi que a él le das flores y a mí no?

-Ohime-sama…

-nos vamos a casa Yuuki-kun! Tenemos que terminar nuestro juego recuerdas? –lo agarro del cuello y luego del cabello, arrastrándolo- esta vez sí que te corto la cabeza.

Tsunami no sabía qué hacer realmente, ella era la princesa, no podía darle un golpe como realmente quería hacer, no era posible, lo mataba el rey Zaizen antes! Hubiera seguido pensando hasta que algo lo hizo salir de su laguna mental.

-¡AYUDEME TSUNAMI-SAN!... NO… NO QUIERO MORIR! –lloraba desesperado el de ojos azules, sin pensarlo dos veces le quito de los brazos el chico a Touko-

-¿qué haces Tsunami? Es mío.

-puedo hacerte otros… pero él es distinto por favor deja conservarlo.

-te falta un tornillo Tsunami? Tachimukai llora, grita, sufre! –rio felizmente- es perfecto! Déjame degollarlo! ¡Es mío! – forcejeo con el moreno -

-no te lo lleves por favor! –seguía apretando al menor entre sus brazos.

Entonces, es ahora cuando realmente el dicho "dios castiga pero no a palos" a cualquiera se le hubiera venido en mente, todo ocurrió casi en cámara lenta ante los ojos de Tsunami.

Ambos tironeaban a Tachimukai, la seda del traje monocromático del castaño cedió, Touko con sus manos llenas de seda por impulso se fue hacia atrás.

Se pego contra el estante… la botella con el acido empezó a tambalear hasta caer encima de la princesa.

¡!

El grito de dolor quizás lo escuchaban los dragones que aguardaban en debajo del horizonte eh inmenso mar. Tachimukai y Tsunami miraban horrorizados como a la piel de la chica se quemaba rápidamente, olía a muerto y podían ver la carne viva latir. La chica salió corriendo del lugar.

Tsunami miro a Tachimukai, este le miraba preocupado, pero en cuanto sintió los brazos de Tsunami atraparlo nuevamente.

-Perdóname pequeño… fui tonto.

-a que se refiere Tsunami-san? Usted es el mejor de todos –admitió sonrojadisimo-

-no lo creo, si lo fuera… me hubiera dado cuenta antes de que te amo a ti… no hubieras sufrido tanto –acaricio la mejilla que ya se hallaban de un nuevo tono de rojo-

-Ts..u.. tsu… T-SU… -el pequeño no era capaz de decir palabra alguna… no se esperaba aquello su corazón estaba latiendo a 10.000 por segundo y si es que eso era posible.

Tsunami se agacho un poco, quedando frente a él y haciendo lo que debió hace mucho. Unir sus labios con los de Tachimukai… si, lo estaba besando.

Tsurumasa-kun tenía razón… no pasaba ni medio minuto desde que se había dado cuenta de la verdad y ya era el hombre más feliz del mundo.

La princesa desalmada ya no era bella, ya nadie la quería y parecía no importarle, ya que! Su exterior ahora era consecuente con su interior, era abominable.

El rey Zaizen ya sabía de eso, vio el estado de Tachimukai el día que se fue, asi que no hizo nada después del accidente que lo dejo sin herencia y sin su hermosa hija, ella merecía ese cruel castigo por sus malos actos.

El alquimista Jousuke Tsunami se fue del reino Zaizen, prefirió una vida tranquila con su amado Tachimukai Yuuki en el campo, no vivían mal, el era un alquimista con onda al fin y al cabo.

El bufón de por si era angelical y servicial, aunque generalmente se sentía inútil por tener a todos los sirvientes a su disposición, frente a los demás él era un sirviente mas, pero todos sabían que Tachimukai Yuuki era el hombre del amo.

Realmente… él fue el hombre más feliz de todos con Tachimukai a su lado… como dirían los cuentos de hadas… Felices por siempre.

FIN.

Es primera vez que termino algo x'D creo que mi final fue precario! Pero bueno uwwuUUU
este fic lo empee a escribir hace mucho, lo deje tirado y sdfnsodn por fin lo termine ; ww ; le tengo amor…
la ultima pregunta que les are es, que historia las gustaría leer ahora?

Eternal Beauty o A Wish full fulling cat? *-* ambas tienen el capitulo 1 terminado.

Con amor, MidorikawaxRyuuji