¡No! Por favor, no me peguéis! Sé que algunos me querrán matar por haber borrado Magic Life, pero si queréis matar a alguien id a por Noe-chan, Ana-chan y Yeni-senpai, mis tres mejores amigas fueron las que me recomendaron borrarlo para ayudarme a actualizarlo, porque se les habían ocurrido unas ideas y me convencieron para publicar este fic que antes no me tenía muy convencida... en fin... no sé como lo hacen, pero siempre me convencen en todo XD.

He utilizado algunas palabras en japonés y les he puesto un número al lado... al acabar el capi he puesto un pequeño traductor para que entendáis las palabras, aunque la mayoría de ellas ya las conocéis XD.

Disclaimer: Inazuma Eleven y sus personajes no me pertenecen, el día en que me toque la lotería y llame a todas las fans del yaoi para modificar el anime y el manga es cuando me pertenecerá, mientras tanto, es de Level-5.


1. La primera impresión es siempre importante

La lluvia caía torrencialmente sobre Inazuma Town. Endo Mamoru corría con rapidez mientras sostenía sobre su cabeza la cartera de la escuela para no mojarse demasiado… pero no daba muy buen resultado por la intensidad de la lluvia.

Sabía que no tenía que haberme quedado a entrenar hasta tarde… —pensó el chico a la vez que abría la puerta de la casa—. ¡Tadaima! (1)

—¡Mamoru! —gritó su madre mirándolo con regaño—. ¿Dónde estabas? ¿Sabes la hora que es?

—Gomen (2), me quedé entrenando hasta tarde —se disculpó el castaño mientras ponía una sonrisa nerviosa—. Me tomaré un baño para que no me pille un resfriado.

—Te lo prepararé ahora mismo —informó la mujer mientras se dirigía al baño. Endo suspiró con pesadez y después se dirigió hacia el piso de arriba hacia su cuarto, esperaría allí hasta que su madre acabara de prepararle la bañera.

Estuvo en su cuarto esperando, hasta que su madre llamó a la puerta:

—Mamoru, ya puedes ir a bañarte.

—Ya voy.

—¡Ah sí! Recuerda que tu padre y yo nos vamos mañana… no te olvides —dijo su madre. Mamoru sonrió y respondió:

—No te preocupes, no lo olvidé.

Cuando su madre iba a salir, esta dio un respingo como si acabara de acordarse de algo y dijo:

—Es verdad Mamoru, antes de que me olvide… mañana el hijo de nuestros amigos va a quedarse a vivir aquí por una temporada.

—¿Eh? —preguntó el castaño parpadeando un par de veces—. Ah, vaya… entonces vendrá mañana ¿no?

—Sí —la mujer asintió—, mañana vendrá hacia aquí, ya he hablado con sus padres.

—Bien —sonrió Mamoru con entusiasmo— seguro que nos hacemos amigos.

La señora Endo sonrió falsamente tras eso, no es que quisiera generarle falsas esperanzas a su hijo, pero si quería ser amigo de ese chico iba a tenerlo muy difícil.

La última vez que había ido de visita con su marido le había conocido, se fijó en lo frío y reservado que era ese chico, incluso se podía decir que era un poco arisco.

—¿Os vais? —preguntó un chico de cabello azulado amarrado a una coleta alta y de ojos de color rojizo oscuro.

—Sí, mañana a primera hora —dijo fríamente un hombre de cabello castaño y ojos rojizos, iguales a los del chico que tenía enfrente. Una mujer de cabello azul y de ojos grises lo miró de la misma forma que el hombre y dijo:

—Te vamos a mandar a casa de unos amigos nuestros, Kazemaru.

El chico levantó la vista mientras abría los ojos impresionado y preguntó:

—¿Eh? ¡Un momento! ¡Eso no es necesario que lo hagáis!

—Ya lo hemos decidido —informó el hombre—. Si no te gusta, te aguantas.

Tanto el hombre como la mujer se retiraron del lugar, dejando a Kazemaru allí solo. Frunció el ceño y gruñó un par de maldiciones, no tenía ganas de ir a vivir con nadie.

Se dirigió hacia su habitación y se acostó en su cama, dejándose caer sobre ella. Sus padres siempre decidían por él, nunca le dejaban elección de elegir, es como si ellos le hicieran infeliz a propósito… no se extrañaría si llegara a ser verdad.

No quiero ir junto a nadie… ¿es que no puedo estar solo por unos meses si ya tengo 16 años? ¡Maldita sea! —pensó mientras se quedaba dormido en la cómoda cama sobre la que estaba acostado, cerrando los ojos, abandonándose en los brazos de Morfeo.

Por la mañana…

Kazemaru se despertó por el sonido del despertador que tenía programado de la noche anterior. Abrió los ojos con pereza y se dio cuenta de que se había quedado dormido con la ropa que tenía puesta ayer, además de que le dolía a horrores la espalda por una mala postura que había puesto.

Creo que hoy no va a ser mi día —se dijo mentalmente mientras miraba la hora del despertador, al ver que tenía tiempo, se dirigió hacia el cuarto de baño para darse una ducha matutina… necesitaba despejarse.

Estoy cansado de todo, ya sé que para mis padres solo soy un estorbo… eso es, un simple estorbo...

Kazemaru apretó los puños en cuanto salió de la ducha tras pensar eso, sintió como sus ojos empezaban a aguarse algo y se sorprendió por eso. Rápidamente se lavó la cara para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos, había prometido no llorar por eso, no quería llorar… se sentiría estúpido.

Bajó hacia abajo cuando se visitó con el uniforme del instituto y se paró enfrente de la mesa de la cocina, que tenía una nota.

Kazemaru, te dejamos la dirección de la casa a la que tienes que ir, ve allí después de clase.

El chico de ojos rojizos dobló la nota y la metió en el bolsillo de su pantalón, después se dio la vuelta y, sin desayunar ni nada, salió por la puerta en dirección a su nuevo instituto, el instituto Raimon.

En el salón 2-A…

—¡Ohayou! (3)—saludó Endo mientras entraba en su salón mientras ahogaba un bostezo con la mano. Kido sonrió y devolvió su saludo:

—Ohayou Endo, ¿acaso te acabas de levantar?

—¿Eh? ¿Por qué lo dices? —preguntó dubitativo el castaño. El muchacho de rastas lo miró y respondió:

—Bueno… es que tienes cara de no haber dormido bien.

Endo ahogó otro bostezo antes de sentarse al lado de Kido y susurró:

—Pues no… no he dormido anda bien.

—Seguro que te has acostado a la hora que te ha dado la gana, seguro —informó Kido mirándolo con una sonrisa divertida. Endo suspiró y después le sonrió a su amigo, rápidamente se acordó de algo importante.

—Eh, Kido… —llamó por lo bajo el castaño, haciendo que el de rastas le mirara con atención—. ¿Sabes qué pasó con Shirou y Goenji?

El chico de ojos rojos suspiró con pesadez y susurró:

—Ni idea, solo sé que el sábado tuvieron una discusión bastante fuerte y ayer, el domingo, no se hablaban para nada… pero no tengo ni idea del motivo de su pelea.

Mamoru puso una cara de preocupación y dirigió su vista hacia Goenji, quien estaba sentado unos asientos atrás.

—Kido, si siguen enfadados van a tener un problema… ¿no se sientan uno al lado del otro? Si de verdad discutieron muy fuerte puede que no soporten estar sentados al lado —dijo Endo, Kido asintió ante lo que dijo.

De repente, ingresó en clase un chico de cabello plateado y de ojos grises, con una expresión seria no muy típica en él… Fubuki Shirou. Goenji levantó la mirada en ese momento y Fubuki lo miró también, Kido y Endo empezaron a sentir el ambiente muy cargado en cuanto veían como se miraban ambos… era como si el hielo y el fuego estuvieran en un combate indeciso.

—Kido… siento como si una tormenta helada estuviera invadiendo la clase —musitó Endo con un tic en el ojo. Kido sonrió de manera nerviosa y susurró:

—No Endo, esto es más que una tormenta helada… es polvo de diamante.

Shirou se acercó a ellos y dijo:

—Kido, ¿dejarías que me siente con Endo? No te importa… ¿verdad?

Yuuto tragó duro al ver la mirada tan fría del defensa, así que se levantó de golpe y dijo:

—¿Cómo me va importar? ¡Para nada! Siéntate con Endo, yo iré junto a Goenji.

—Bien, de acuerdo —respondió Shirou mientras se sentaba al lado del capitán del equipo de fútbol. Mamoru se puso algo nervioso al estar justamente al lado de ese chico que estaba enfadado, pero no pudo más que aguantarse, total… ¿qué más daba? Mientras no le matara a él todo estaría bien.

El castaño se levantó para ir al baño, necesitaría despejarse un poco, quizás si se lavaba la cara se aclararía un poco, además… no soportaba estar en esa clase con el ambiente tan tenso.

—Muy bien, ¿y ahora cuál se supone que es mi clase? —se preguntó Kazemaru caminado por los pasillos del instituto mientras miraba hacia los lados—. Supongo que debería ir a dirección y preguntar, ¿pero dónde está dirección?

Kazemaru resopló molesto y frunció el ceño con fastidio… estaba claro que hoy no era su día, además de que ese día era el primero en su nuevo instituto.

Se puso a caminar dispuesto a encontrar dirección por si solo cuando chocó contra alguien. Antes de que cayera al suelo por la fuerza del choque, el otro le agarró el brazo para que se mantuviera en pie.

—Perdona —susurró la persona con la que había chocado—, no me fijé por donde iba.

Kazemaru se fijó que era un chico un poco más alto que él, tenía el cabello castaño y los ojos del mismo color, además de una curiosa banda alrededor de su frente.

—Da igual, no ha pasado nada —respondió impasible el peli azul a la disculpa del castaño. Endo se sonrojó levemente al verle, era un chico con una apariencia muy delicada con unas facciones muy finas, tanto como una chica… era un muchacho bastante atractivo.

—Etto (4)…

—¿Podrías devolverme mi brazo? —preguntó Kazemaru directamente sin cambiar su expresión seria. Endo se sorprendió ante eso y miró hacia su mano, que tenía agarrado el brazo del peli azul.

—¡Ah, claro! Gomen, no me di cuenta.

—Sí, como sea —susurró el chico de ojos rojizos—. ¿Podrías decirme donde se encuentra dirección? Es que soy nuevo y no sé qué clase me toca.

Endo entendió al instante. Nunca le había visto por el instituto y tenía intención de preguntarle en que clase estaba, pero ahora comprendía el porqué no le había visto… era nuevo.

—Claro —respondió el castaño con una sonrisa—, ¿quieres que te acompañe?

—No, quiero que me digas donde está… sé ir a un sitio si me lo indican —respondió fríamente el peli azul. Mamoru miró impresionado esa reacción y dijo:

—Ah, gomen… siento si te has sentido incómodo o algo, no era mi intención…

—Nandemonai (5), ¿podrías decirme donde está dirección? Faltan cinco minutos para que suene el timbre.

—Hai (6) —respondió Mamoru—, está en el piso de arriba. Cuando subas las escaleras vas hacia la derecha y es la primera puerta, ese lugar es dirección.

—Arigato (7).

El peli azul se fue directamente hacia dirección y Mamoru se disponía a volver a su clase, ya había ido al baño y al parecer el encuentro con ese chico lo había despejado algo pero…

Qué chico tan frío, no puedo decir que sea un maleducado pero… me pareció muy arisco —pensó el castaño mientras se ponía sus manos detrás de la nuca y caminaba hacia su clase lentamente, no tenía intención de volver rápido, estaba al lado de un Fubuki Shirou cabreado… eso solo podía significar que estaba en peligro.

En el salón 2-C…

Sakuma se hundió en el asiento mientras bostezaba con pereza, odiaba los lunes más que nada. Afuro se rió y dijo:

—No seas vago y siéntate bien.

—Hai, oka-san (8) —sonrió con burla el peli plata mientras se ponía bien. Terumi lo miró con el ceño fruncido y dijo dándole un codazo:

—Baka (9).

Sakuma sonrió de lado y se acercó a Terumi hasta estar su cara muy junta con la de él, inmediatamente el rubio se ruborizó levemente.

—No te enfades Teru-chan, ¿vale? —susurró el peli plata mientras le daba un pequeño beso en los labios.

Sakuma y Aphrodi ya llevaban un tiempo saliendo, aunque no mucho… además, había muy pocas personas que lo sabían, principalmente 6: Fubuki Shirou, Fubuki Atsuya, Midorikawa Ryuuji, Kido Yuuto, Fudou Akio y Genda Koijiro.

—Ohayou… —susurró Midorikawa con cara de sueño mientras se sentaba con unas ojeras terribles bajo sus ojos y con cara de cansancio. Ambos se sorprendieron al ver el estado de su amigo y Sakuma preguntó:

—¿Cómo…? ¿Qué te ha pasado Midorikawa?

—¿Conocéis la palabra silencio? Yo creo que he olvidado lo que significa… —dijo el peli verde mientras le daban ganas de llorar—. Y no soy el único, Nagumo, Suzuno, Hiroto y Osamu están igual que yo…

Un chico de cabello blanco y uno pelirrojo entraron en el aula con la misma cara que el peli verde: Suzuno Fuusuke y Nagumo Haruya. Terumi los miró mientras una sonrisa algo divertida aparecía en sus labios, sin duda alguna también habían pasado sueño.

—Sigo sin entender que ha pasado —dijo Aphrodi—. Ohayou Suzu-chan, Nagu-chan.

—Explícame que tienen de buenos —gruñó el pelirrojo mientras se dejaba caer en la mesa de su pupitre. Suzuno se sentó al lado del chico de ojos dorados, después puso una mano sobre su boca para ahogar un bostezo y frotó su ojo derecho con su mano.

Aphrodi se sonrojó levemente y después susurró maravillado:

—Kawaii… (10)

Nagumo lo miró mal y después abrazó al peliblanco mientras gruñía:

—Este es mío, tú búscate a otro.

—No soy un peluche, baka… —refunfuñó Suzuno mientras se dejaba abrazar por su novio. Afuro sonrió con diversión y dijo:

—Es que Suzu-chan es muy tierno, y eso que no se lo propone…

Nagumo entrecerró los ojos y miró a su amigo con desconfianza, seguidamente abrazó más posesivamente a Suzuno dándole a entender al otro que el albino era solo suyo.

Kazemaru se dirigió a la salida de clase hacia la casa del hijo de los amigos de sus padres, en realidad no tenía ganas de ir, pero tenía que hacerlo.

Al final le había tocado en el salón 2-B, sentado al lado de un chico pelirrojo y de ojos verdes que según le habían dicho se llamaba Hiroto Kiyama.

Suspiró mientras sacaba la nota del bolsillo, donde estaba apuntada la dirección, pero después se dio cuenta de un detalle muy importante… él no conocía para nada Inazuma Town, Kazemaru y sus padres se habían mudado hace apenas una semana.

Shimatta… (11) solo me pasa esto a mí, ¿ahora por dónde se supone que voy? —pensó el peli azul mientras daba un suspiro pesado.

Endo caminaba hacia la salida del instituto con un chichón en la cabeza, uno bastante grande… eso le pasaba por preguntarle a Goenji que había pasado entre él y Shirou. Suspiró con cansancio y miró hacia otro lado algo molesto, ¿por qué sus amigos se habían peleado de esa manera y él, por preocuparse, se ganaba un chichón bastante doloroso, por cierto?

—Ah, vaya día… ¿eh? —Mamoru se detuvo justo frente de la puerta al ver el mismo peli azul arisco y frío de esa mañana, el que buscaba dirección. Miró un poco dubitativo hacia él, pero finalmente decidió acercarse a él para ayudarle si lo necesitaba.

¿Por dónde será? —se seguía preguntando el peli azul mentalmente, como si alguien le fuera a responder.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Endo situándose detrás de él, dedicándole la mejor de sus sonrisas. Kazemaru dio un respingo y miró rápidamente hacia atrás, encontrándose al chico de esa mañana.

—Pues sí —respondió el chico de ojos rojizos cambiando su expresión de sorpresa a una seria de nuevo—, ¿podrías ayudarme a encontrar esta dirección? —preguntó mientras le mostraba el papel.

El castaño lo cogió y miró la dirección, después abrió los ojos impresionado y susurró:

—Esta es mi casa… la dirección de mi casa…

—¿Endo? ¿Te apellidas Endo? Si es así, soy el chico que va a vivir contigo durante los próximos días —explicó el muchacho—. Yo soy Kazemaru Ichirouta.

No, el nombre no le sonaba de nada aunque… ahora que lo pensaba, su madre no le había dicho el nombre del chico que iba a ir vivir con ellos.

—Sí que me apellido Endo… mi nombre es Endo Mamoru —respondió con una sonrisa nerviosa.

Estaba claro que la primera impresión que había tenido el uno del otro no había sido precisamente la mejor. Kazemaru pensaba que Endo era un chico algo graciosillo con un carácter demasiado alegre, en su opinión, era un tipo de persona bastante pesada; y Endo pensaba que Kazemaru era un chico frío y tosco, que apenas podía sentir emociones.

Con semejantes impresiones, ¿cómo podrían convivir a gusto?

Continuará…


¿Os gustó? Espero que sí, me esforcé mucho para modificar el capi, ya que el argumento de este fic iba a ser totalmente distinto... me encantó poner a Kaze-chan frío y serio, en cierto modo se ve más sexy XD. Una pregunta importante, queréis que salga mi personaje del fic de Cambio rotundo, Hikaru Hotaru? Es importante que respondáis a la pregunta, ya que si queréis que salga lo pondré en el próximo capi!

Ah, sobre los padres de Kaze-chan... bueno, serán como los malos del fic, ya veréis el porqué. Aquí va un pequeño traductor:

(1) Tadaima= Ya he llegado, estoy en casa

(2) Gomen= Lo siento, perdona

(3) Ohayou= Buenos días

(4) Etto= Interjección de duda, puede leerse como: esto…, bueno… normalmente se utiliza cuando no se sabe que decir

(5) Nandemonai= No es nada, no tiene importancia

(6) Hai= Sí

(7) Arigato= Gracias

(8) Oka-san= Mamá, dicho de manera formal

(9) Baka= Idiota, tonto

(10) Kawaii= Lindo, bonito

(11) Shimatta= Maldita sea

Sayo, ya nos veremos y recordad... no me matéis a mí por lo de Magic Life, fue la influencia de otras personas las que me empujaron, quiero aclarar que ese fic no se iré, cuando lo modifique lo volveré a subir!

Cuidaos mucho, que la fortuno siempre os acompañe!

P.D: Unos reviews no estarían mal, ahora sí... Sayo!