Hola a toda la gente que este por leer este Fic, soy nueva en los fanfic de Bleach y se lo dedico a la pareja de Ulquiorra y Orihime… y como dicen todos, estos personajes del Anime-Manga de Bleach pertenecen al Tite Kubo el cual nunca contesta los twitters jajaja… en fin…

Prometo continuar con mis otras historias (por aquellas que se den cuenta que estoy publicando nuevo fic sin terminar los que tengo pendientes de Inuyasha… rogando que no me quemen en Leña Verde jajaja), con mucho cariño dedico este fic a todas las enamoradas del Espada, ojala les guste y me dejen sus comentarios n_n


Cap.1 Un accidentado comienzo

Ciudad Karakura de xx

Resulta increíble como un sentimiento se desata de la noche a la mañana; pueden ser tan extremos, el amor y el odio, el agrado y la repugnancia. Por un momento me tomó por sorpresa, ya que si en algún momento critiqué lo negativo que puede ser el ser humano, no me pasó por la cabeza que lo llegaría a vivir.

Todos esos bellos recuerdos de mis días alegres, jugando con mis amigos de la niñez a la adolescencia, llenos de barro, raspones, maldiciones, pasteles y dulces. Apenas bastaría un día para resumir esos momentos inolvidables. Es probable que, dentro de toda esa felicidad, no me percatara del paso del tiempo, y a su vez, entender el hecho de que mis queridos amigos un día crecerían, y que esos bellos momentos ya vividos pasarían a ser parte de una historia de vida.

Quién creería de mí, tan soñadora, despistada, alegre y un tanto llorona, que bajo esa imagen, nació una chica egoísta; pues, no alcanzo a definirme de otra manera, y estoy molesta de ver como se alejan de mi las personas que más quiero. Y por si fuera poco, un gran descubrimiento ilumino mi cerebro y corazón, no podía fallar la cereza del pastel, me enamoré y perdidamente .

Te sonrío como idiota, intento aparentar que todo es normal aunque con algún mal intento de coqueteo que muere cuando la ves a ella, la que tiene ya tu corazón y amarga la miel de tu mirada. Y aún así, ella no tiene la culpa; pero la detesto hasta sentir como el odio arde dentro de mí ser, aunque siempre le sonría e intente ser atenta.

No dejo de calificarme como una gran hipócrita a la que le repugna verles juntos a pesar de que solo llevan una amistad. Se nota a leguas lo que sienten el uno por el otro, solo es cuestión de tiempo, mientras yo apenas sobrevivo con las migajas de los momentos que logro robarle a mí amado príncipe.

Hace apenas dos meses, compré este bonito cuaderno en el cual me resistí a empezar a escribir durante ese tiempo. No tengo confianza para contarle a nadie mis pensamientos y sentimientos, y no deseo que se mal interpreten o hieran a alguien, ya es suficiente conmigo. Mi pobre y estrujado corazón se regocija al escribir estas líneas, con algo de alivio, al menos, bajo el consuelo de que alguien más lo sabe "tal vez no otra persona, pero tú sí mí querido diario" por lo que, en adelante, intentaré sacar esto que no va conmigo.

Terminé de escribir esas líneas mientras mordí mi pan con mermelada. Estaba cerca de terminar el descanso y escuchaba, a lo lejos, la voz de una amiga repitiendo mi nombre. Este día no quise estar con nadie más para poder escribir.

- Orihime, ¿dónde estás?- gritaba desesperada una chica de cabello corto. Se veía molesta, y al pasar por unos matorrales alcanzó al fin a ver a su amiga, quien estaba plenamente distraída y despreocupada. Esto la llenó de enojo, y ella no perdió tiempo en externarlo con una voz más parecida a un gruñido.

- Donde diablos estabas, Orihime Inuoe!

- ¡Tatsuki!, no te enojes por favor, tenía que hacer algunas cosas por mi cuenta - dijo exaltada la chica al creerse sorprendida, comprobando que había guardado a tiempo la libreta y rápidamente cambiando su estado de ánimo al de una niña mimosa, pues sabía que eso le salvaría de un interrogatorio - En verdad no fue mi intención molestarte, te compensaré y invitaré un postre al terminar las clases.

- Lo dejaré pasar, aunque lo que me tiene enojada, es que no me explicaras nada y que prácticamente desapareciste del salón al iniciar el descanso.

- Lo siento, en serio - En ese momento solo el timbre que indicaba el fin del descanso y con ello la campana de salvación de Inuoe - Vaya que pasó rápido el tiempo, es mejor que nos marchemos - Dicho esto miró a su amiga juguetonamente para luego reír y comenzar a correr sin prisa para provocar que Tatsuki la alcanzara.

Al girarse esperando ver a su amiga, descuidó su atención y como consecuencia casi se vio tirada en el suelo, de no ser por aquel con quien tropezara, que pudo tomarle del brazo impidiendo la caída. Ella sintió vergüenza por su descuido y al querer disculparse, se llevó la sorpresa de su vida, quien la sostenía era un chico recién transferido, siempre serio con una mirada vacía e inexpresivo rostro. Muchas chicas lo habían acosado, más desistieron al encontrarse con un muro de hielo. Ella no había tenido intención de acercarse, puesto que solo le consideraba un compañero de escuela ya que su mirada era para su amado amigo.

- No deberías correr sin fijarte, mujer - se le escuchó decir con fastidio al chico.

- Sí, tienes razón, perdona, - apenas y curvó en un intento de sonrisa mientras bajaba la mirada que se dejó ver llena de pesadez, cosa que le sorprendió, al muchacho al no ser acosado por ella - y gracias por sostenerme, con permiso. - acto seguido, siguió su caminó sin más, esto sí le llamo la atención a este chico.

- Inuoe - se escuchó el grito a su espalda - ahhh - lo miró y se sonrojó, -este, este, espero que mi amiga no te haya causado problemas - era curioso que siendo Tatsuki, también le llamara la atención.

Este no se molestó en mirarla siquiera, se incomodó mucho por su presencia, pero si algo le debió agradecer, era conocer el nombre de la misteriosa chica; le dio la espalda, comenzó a caminar sintiendo una mirada sobre él.

- Parece triste, deberías alcanzarla y cuidar que no tropiece, - apenas hablo en un tono audible para susurrar con ironía - dudo estar allí si sucede de nuevo. - continuo su caminar dejando desconcertada a la muchacha.

Reaccionando al recordar a su amiga, pegó la carrera al salón donde seguramente ya se encontraría y en efecto, al llegar la miró contemplando su libro, el profesor aún no se encontraba, al acercarse, se extrañó que no estuviera platicando con Ichigo y Rukia. Se veían realmente animados mientras su amiga, tal vez sus ojos la engañaban, pero parecía apretar el libro con fuerza.

- Inuoe, ¿no te lastimaste? - al decir este comentario sus compañeros dejaron de charlar para desviar su atención en Tatsuki.

- ¿Acaso le sucedió algo malo? - preguntó preocupada Rukia.

Inmediatamente Orihime reaccionó y sintió la mirada de sus tres amigos, sobre todo una bastante inquieta, la de Kurosaki.

- ¡NO!, no ha sido nada, solo un tropiezo. - intentó restarle atención al asunto para evitar que aquella pareja estuviera en contacto con ella más tiempo del que pudiera aguantar.

- Siempre intentando tranquilizar a los demás Orihime, igual nos preocupamos por ti. - comentó Ichigo tratando de sonar relajado pero interesado en su seguridad.

- Afortunadamente Cifer alcanzo a tomarle del brazo, - comentó con una sonrisa pícara Arisawa, eso simplemente desconcertó a Ichigo y Rukia, la chica cambio su expresión a una sería para completar - aunque me preocupa que te lastimara al agarrarte.

- La verdad - comenzó a decir apenada, más por la situación que por quién la rescató - fue curioso cómo me sostuvo, apenas jaló y no noté en qué momento, él - ella lanzo un suspiro al tiempo de sonrojarse al recordar el momento - sentí su mano en mi cintura y cuando reaccioné, me sostenía con la otra de mi codo, realmente me apené.

- Suena tan romántico - comentó sorprendida Rukia mostrando un rostro iluminado - un momento, ¿no es el chico insufrible que rompió el corazón de la mayoría de las chicas?

- Exactamente ese, y al parecer le sorprendió que Inuoe no se desmayara en sus brazos. - comenzó a burlarse a todo pulmón Tatsuki.

- Lo que es realmente sorprendente es que tú estés hablando de esa manera, pensé que te fastidiaban los hombres - dijo Kuchiki abriendo los ojos demasiado sorprendida.

- Es inevitable cuando se acepta que hay alguien distinto, - se sonrió la chica - si el hombre se hubiese dado sus aires de galán y acaparara la atención de todas a propósito, seguramente lo consideraría una basura, pero el chico no aparenta ser presumido, se nota que le interesan más los estudios y el deporte, lo respeto por eso y no niego que ese aire de misterio también es un factor que lo hace interesante.

Ichigo nunca se había interesado en escuchar a las chicas hablar así de un hombre, pero en esta ocasión, el que dos personas importantes para él, tuvieran la atención de otro chico, le causó un dolor estomacal. Otra que de pronto dejó la plática para centrarse en mirar a Kurosaki, era Orihime, noto su incomodidad, sabía que era por el interés de Rukia y solo bajo la mirada.

Alguien miraba interesado desde fuera del salón, había cambiado de opinión respecto al "dudo estar allí", luego de escuchar la apresurada carrera de aquella chica, a grandes pasos la siguió, no la alcanzó pero llego a verla desde afuera al no encontrarse un muro, subir por los escalones del segundo piso del edificio, de allí hasta escuchar cierto escándalo de unas chicas, solo dio un vistazo y las vio.

Notó primero el interés que tenían la chica que siguió, una compañera y un chico en la muchacha que atrapo en sus brazos. Esta se veía incomoda ante lo que parecía un interrogatorio, alcanzó a escuchar que lo nombraban por su apellido, cosa que hizo sentir curiosidad al ver que la interrogada no parecía afectarle en lo absoluto el nombrarle, por el contrario a las otras dos, parecía restarle total importancia al tiempo de darle una mirada suplicante al muchacho allí presente, cosa que ni notó por lo que ella desvió su mirada, aparentemente dolida.

Primero se burló para sus adentros, pensando en lo simple que son las mujeres, aunque si algo debía de aceptar, no todas las chicas por más enamoradas que se dijesen de un chico, despreciaban echarle una mirada a otro muchacho que tuviese algún otro atractivo, esta chica simplemente se tenía y le tenía respeto al chico que se encontraba con ellas, seguramente su amor platónico.

Resultó después de todo, bastante interesante ver a una persona que le recordara tanto a él, claro que eso era algo que nadie sabía ni se enterarían, aunque consideró que después de todo podría hacerse de una amiga que no buscara alguna hacerse la simpática y estuviera revoloteando a su alrededor hasta hartarlo, claro que solo lo consideraba, no era que fuera a dirigirse a ella y pedirle que comenzaran una amistad, si se presentaba la ocasión, aceptaría platicar con ella.

Al terminar las clases Ichigo, Rukia y Sado habían quedado de ir a ver una película de acción, la invitaron y se negó excusándose que acompañaría a Tatsuki a sus prácticas, ellos se despidieron anticipándole que en una siguiente oportunidad no le aceptarían una negativa. Una vez que los chicos se fuerón, acompañó a su amiga por un rato, esta notó que su amiga parecía incómoda por lo que le pidió que saliera un rato pues la distraía, pensando que probablemente el aire la despejaría, por lo que prometió encontrársela después en la cancha exterior.

Orihime no perdió la oportunidad, si hubiese podido, habría salido corriendo, más eso podría tomarse como una majadería por lo que a paso lento salió del lugar. Caminaba con su mirada perdida en el cielo, ni atención prestó a los chicos que practicaban soft ball quienes intentaron hacerse notar, caminaba sintiéndose sola, notoriamente melancólica, esperaba encontrar un lugar tranquilo para desahogar sus penas escribiendo.

Llegó a un árbol frondoso que estaba alejado, salía del camino que separaba la pista de carreras y el club de tenis, se sintió aliviada al no notar actividad cerca, eso tal vez le permitiría descansar de todo ruido e intentar encontrar algo de paz. Se sentó en el pasto y dio un suspiro mientras estiraba sus brazos, por ultimo aspirando el olor del pasto fresco, dejó su mochila a un lado para luego sacar su libreta y empezar a hacer algunas anotaciones.

Cerrando los ojos y sin saber por qué susurró "soy muy egoísta" y luego se sobresalto al escuchar una risa, rápidamente miro a los lados sin encontrar al dueño de aquella risa, de repente escuchó que alguien se levantaba, eso le recordó que no miró si alguien se encontraba detrás del árbol y ya era muy tarde para salir corriendo. Alguien se acerco por un costado, mientras ella cerraba de forma apresurada su libreta, dando a ver que era algo muy íntimo lo que allí se encontraba escrito.

- Vaya rareza, no esperaba volverme a topar contigo - parecía molesta la voz, una voz que le sonó conocida a la chica.

Continuara…


Perdón que deje así la historia, hay que darse un poco a desear o no, en su caso, para leer y según vea los comentarios de que tanto les gusto, será como publique jejeje… Un gran beso y abrazo a todos… ahhhhhhhhhh y espero también opinen sobre el dibujo que hice para este fic de UlquiHime n_n

P.D. Para quienes me quieran contactar, mi usuario por twitter es Megami_Mars y por facebook es megami .mars (allí alojare la imagen de "Chocolate y Limón", solo junten la dirección: http: / /on. fb . me / mQcZ55 )