-¿Iván?

-Hola Feliks- respondió este con su infantil sonrisa

-¡Tu qué haces aquí!- exclamo Gilbert con rabia en sus ojos

Iván volteo a verlo sin cambiar su expresión. Recorrió con su mirada a cada persona que se encontraba en la mesa y al final su vista se poso en Feliks el cual tenía cara de confusión absoluta.

-Feliks es hora de irnos – dijo al final tomándolo por la muñeca

-Pero…

-¡Déjalo ruso de mierda!- dijo enojado Gilbert colocándose en medio de ellos dos rompiendo el agarre de Iván- ¡Con que derecho te lo llevas!

Iván comenzó a hartarse de la actitud de Gilbert, pero no se lo demostraría. Relajo su expresión y volvió a colocar esa sonrisa que tanto lo caracterizaba, solo que esta vez la sonrisa reflejaba un aire de cinismo y desagrado.

-Con todo el derecho del mundo, estúpido alemán de mierda- contesto

Ahora si Gilbert estaba que echaba fuego por los ojos. Tomo a Iván por el cuello de su camisa y sus amigos se levantaron de sus asientos ante la acción del alemán.

-Ahora si te metiste en grandes problemas- dijo Gilbert

-¡Espera Gilbert!- Feliks empujo a Gilbert lo más lejos que pudo de Iván-¿O sea, qué diablos te pasa?

-¿Por qué le defiendes?- pregunto Antonio que ahora se encontraba a un lado de un sorprendido Gilbert

-Porque soy su primo- respondió Iván a la pregunta

Todos los presentes miraron sorprendidos aquella confesión. Se les hacía difícil de creer aquello, los dos eran completamente diferentes, tanto física y psicológicamente. El albino reacciono de su momentáneo shock que le había provocado la acción de polaco y frunció el seño, se veía realmente enojado.

-¿Sucede algo?

Oyeron desde lejos y voltearon a ver hacia donde provenía la voz y vieron a un chico rubio de ojos azules acompañado con otro muchacho de cejas muy notables que se acercaban tranquilamente

-Alfred- dijo Ludwig al verlo ya cerca

- Ludwig- contesto este- ¿Hay algún problema, chicos?, les veo muy enojados

-No, ninguno Alfred, da~

-¿Seguro Iván?, a mi me parece todo lo contrario- dijo con una sonrisa- no debemos buscarnos problemas, hahaha

-Ya déjate de estupideces Alfred- dijo el chico de cejas pobladas

-Tranquilo Arthy ~- ronroneo el americano

-Si hay un problema- dijo arto Ludwig- Iván ha venido a nuestro lugar a quererse llevar al chico

-¿Al chico?- Alfred miro con curiosidad a Iván y luego al rubio con cara de confusión de su lado

-Mi primo, Feliks – dijo a la vez que jalaba al polaco del brazo pegándolo un poco a el

Feliks no entendía que diablos estaba pasando en ese lugar. No soportaba la tención y ahora aquel extraño lo estaba estudiando con la mirada, estaba que se moría de nervios en ese instante está bien que haya superado su timidez pero aun no superada el horror que le daba que lo mirasen con aquel detenimiento

-¿Tu primo?, hehehehehe- rio el americano- no se parecen en nada, hahahaha

-No seas idiota, no hay necesidad de que se parezcan – le reprocho Arthur

-Tranquilo Iggy

-¡Deja de decirme esos apodos estúpidos!

Ludwig arto de esa plática sin sentido carraspeo la garganta para llamar la atención de aquellos dos chicos que voltearon un instante apara ver al alemán y dejar su pelea para mas al rato

-¿Entonces?- pregunto

-Entonces Feliks se viene con nosotros- dijo Alfred con seriedad

-Estás loco maldito americano si piensas que…-dijo Gilbert mirando a Alfred con enojo

Gilbert estaba enojado, realmente enojado. Primero por la presencia del ruso y sus amigos y segundo pero no menos importante por el hecho de que querían llevarse a Feliks. Aun no sabía el porqué se sintió de esa manera al ver a Feliks, el por qué se enojaba porque se lo querían llevar. Simplemente no lo sabía. Los miro con más enojo aun por la confusión, era claro lo que se aproximaba.

-Gilbert- interrumpió Feliks viendo que si no lo hacía podría venir una gran tormenta y eso era como que "nada genial"- yo mejor me voy con Iván… ¿Si?, o sea como que fue muy divertido estar con ustedes…nos vemos

-Entonces vamos, da~- dijo tomando del brazo a Feliks

Alfred y Arthur se dieron la vuelta para salir de la cafetería con Iván tras de ellos arrastrando prácticamente a Feliks mientras este miraba con preocupación a los jóvenes que dejaban tras ellos. No entendía muy bien que era lo que pasaba ahí, tampoco el comportamiento que tenían, cuando no estaba Iván se comportaron muy amables con él, parecían buenas personas, pero al momento que llego su primo cambiaron muy radicalmente…antes sus sentimientos eran de alegría ahora eran algo parecido al odio.

Al salir de la cafetería Alfred miro a Iván con desaprobación

-¿Qué diablos estabas pensando?

-Solo quería ir tranquilamente por Feliks, da~

-Si claro –dijo Arthur- sabemos de sobra el cómo deseas sacarle los ojos a Gilbert

-Esto… o sea, tipos, no sé de qué diablos hablan ni que paso ahí- los interrumpió Feliks

-No hay nada que necesites saber Feliks, da~

-Pero…

-Ya oíste a tu primito, hahahaha

-Alfred

-¿Si Iván?

-Cállate, da~-sentencio mirándolo con frialdad pero con una sonrisa "amable"

-Como sea- dijo Arthur- tranquilo Feliks no es nada de lo que te tengas que preocupar

-Arthi tiene mucha razón- apoyo el americano al ingles

-O sea como que son raritos

-¿Dónde está mi hermano?- pregunto impaciente Natasha

-No debe tardar- respondió sonriente el chico que se encontraba sentado a su lado en esos momentos.

-No hablaba contigo idiota- respondió esta con suma indiferencia sin ni siquiera voltearle a ver

-Pero…

-Calma Toris, sabes que Natasha es así- dijo un chico rubio con lentes que despego la mirada de su laptop para ver al mencionado Toris

-"Lo sé pero un así no debería ser tan mala"- pensó desanimado el castaño

- Iván fue por su primo… ¿no?

-Sí, pero dijo que no tardaría Ravis- respondió Toris al chico que parecía ser el menor de los cuatro que se encontraban en el gimnasio.

Toris se encontraba pensando en como seria el primo de Iván. Tomando en cuenta como era él y su hermana menor sus expectativas no eran muy buenas. Se imaginaba a un chico más o menos del tamaño de Iván, algo corpulento y con un carácter de los mil demonios o algo así.

Suspiro frustrado, sea como sea, Iván le había dicho que cuidase de aquel chico, bajo amenaza de que si le sucedía algo sacaría su tubería. No era nada linda la idea de encontrarse a un Iván enojado con su tubería del mal en la mano. Ahora tenía a dos personas bajo su cargo a Natasha y ahora al famoso primo. Si mínimo le hubieran dicho el nombre de aquel chico.

-Ahí vienen- dijo Ravis sacando de sus pensamientos a Toris que rápido dirigió la mirada a la entrada del gimnasio

El primero en ingresar fue Alfred seguido de Arthur y al final Iván quien arrastraba tras de sí a un chico muchísimo más bajo que él y de cabellos rubios. Toris no pudo ver bien su cara por la lejanía de estos pero conforme se acercaban pudo verlo mejor, ojos verdes y grandes, tez blanca, nariz fina, cuerpo delgado y delicado…

-Hola chicos – dijo el americano estando ya parados al frente de ellos

-Buenos días Alfred – contesto Edward

-¡Hermano! – exclamo Natasha al ver a su amado hermano

Iván puso cara de espanto total al sentir a Natasha aferrarse de su brazo de una manera muy… de esa manera muy…muy Natasha.

Alfred se rio al ver la cara de sufrimiento de su amigo-enemigo.

Feliks seguía encimado en sus pensamientos, cosa realmente muy extraña en el ya que no solía callarse en ningún momento. Toris le miraba asombrado, sin duda alguna le conocía, trataba de recordarlo pero nada venia a su mente, pero fue cuando oyó aquel nombre de boca de Iván…

-Feliks, el es Toris tu nuevo amigo, da~

Feliks alzo la mirada y sus ojos verdes chocaron con los azules de Toris, en ellos pudo ver la imagen de un pequeño niño, la imagen de su mejor amigo de la infancia. Ambos se perdieron en los ojos del otro, las memorias regresaban. Se veían como niños, Toris lograba ver a su mejor amigo, el cual se había ido lejos de su lado, al cual le había prometido volverlo a encontrar, al cual le había dado aquel peluche para cerrar su promesa.

-Chicos, chicos! -Alfred movía su mano de arriba abajo repetidamente para llamar la atención de los dos idos

-Déjalos Alfred- lo reprimió Arthur aun con el seño fruncido

Ambos salieron de su trance gracias a la voz de Alfred y Arthur, Feliks giro hacia otro lado avergonzado al igual que Toris.

-Feliks, Toris se encargara de estar contigo para que no te matas en problemas, cualquier cosa puedes preguntarle, ¿entendido? da~

-Ss-ssii claro…- contesto tartamudeando sin querer mirar a la persona que tenia frente de el

-Te ayudare en todo lo que pueda- agrego Toris mirando de reojo a Feliks, incapaz de verlo fijamente.

-Buennooo- interrumpió Alfred al ver la escena incomoda entre Feliks y Toris- ¿Dónde están los demás?

-¿Cómo quién Alfred?- inquirió Edward sin despegar la vista de su ordenador

-Francis, Yao, Teresa, ya sabes los demás, pensé que hoy habíamos quedado en el gimnasio para habl- no pudo continuar por un codazo cedido por el ingles

-Toris puedes enseñarle la escuela a Feliks- dijo Arthur mirando amenazadoramente al americano que se recuperaba del golpe

-Cc-laro – tartamudeo un poco al contestar- sígueme

Ambos salieron del gimnasio a los jardines del instituto, pero debido a que nevaba todo estaba cubierto por una gran capa de nieve, ambos chicos salieron con sus chamarras. Toris llevaba consigo también una bufanda azul y Feliks además de su chamarra llevaba unos guantes rosados para mantener sus manos calientes.

-Entonces tu nombre es Feliks

Dijo de repente Toris para cortar con el espantoso silencio que los acompañaba desde su salida del gimnasio. Feliks que había permanecido con la mirada gacha levanto la vista para ver la espalda de Toris ya que este iba unos cuantos pasos delante de él. Toris paro su caminar al sentir la mirada del rubio sobre él y giro para verlo a la cara por primera vez después de ese choque de miradas.

-Si- contesto a secas aun nervioso

-Es todo un placer Feliks, pero perdón si me llego a equivocar pero tu…- dudo un segundo en continuar lo que estaba a punto de decir. Tenía miedo de equivocarse, pero estaba tan seguro sobre que era él. Tenían el mismo nombre, el mismo color brillante del cabello y esos grandes y hermosos ojos.

Feliks espero nervioso a que Toris continuara. Estaba seguro que la persona que tenia al frente era su amigo de la infancia, pero no se atrevía a decir nada, tenía un gran terror de que él no lo reconociera, eso lo mataría sin lugar a dudas.

-¿Si?-trato de alentarlo el polaco

-…nada- giro su mirada hacia el frente dándole así la espalda-continuemos- un leve sonrojo adornaba lacara del lituano, Feliks no pudo notarlo ya que solo podía ver su espalda.

Ambos siguieron su caminar hasta ingresar a las instalaciones del colegio.

Asta aquí lo dejo ~

Perdón por el retraso es que he estado ocupada :D

Acepto todo tipo de comentarios o sugerencias y muchísimas gracias a todos los que dejan sus reviews

matta nee~