Declaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen.

Advertencia: AU. Contiene lenguaje obsceno y lemon.

Resumen: – Te presento a Sasuke Uchiha. – Sakura lo observó. Sip, estaba despierta. No estaba soñando. De verdad el tipo con el que tuvo sexo ardiente, la noche anterior, iba a ser su maldito y sexy guardaespaldas.


Mi Guardaespaldas

1. No te volveré a ver


No hagas preguntas. Cállate. ¡Maldita sea, obedéceme!

Te besaré hasta que te calles, porque no quiero oír preguntas, sólo quiero oírte gemir,

gemir mi nombre hasta que no sepas quién eres.


Aburrido.

Estaba sumamente aburrido.

Sentado en la barra del maldito local, aspirando ese aire intoxicado, cargado de alcohol, tabaco, sudor y sexo. Oh, sí, sexo. Porque no era estúpido, esos rincones oscuros sumidos en sombras, y donde, extrañamente, no llegaba nunca un foco multicolor, no se utilizaban, precisamente, para jugar al escondite. Nop. Allí, ocultos como ladrones y desenfrenados por el deseo, muchos follaban sin reparo alguno. Incluso, algunos menos desvergonzados, se atrevían a tocarse muy íntimamente en medio de la pista de baile. Y no podía acusarlos, se dijo en un encogimiento de hombros, sería hipócrita de su parte hacerlo.

Sasuke se llevó el vaso de whisky a los labios, dándole un trago, sintiendo como el líquido ambarino bajaba por su garganta, quemando su esófago. Bufó por enésima vez en la noche al percatarse de la mirada provocativa y coqueta, y para nada disimulada, de una de las muchas mujeres que allí estaban. Joder. Y luego los hombres eran los pervertidos. Sin embargo, se atrevió a mirarla por el rabillo del ojo. Rubia, alta, noventa-sesenta-noventa. La barbie. Lo típico, y a él no le interesaba lo típico.

–Hola, guapo. –le dijo con voz seductora.

A él no le hizo ningún efecto su intento. Es más, ni le contestó. Se apoyó casualmente en la barra, con el vaso aún en su mano y distraídamente dejó que sus ojos ónix vagaran por la pista de baile.

– ¿Estás solo?

Y la vio.

Apenas escuchó lo que la rubia le dijo, estaba concentrado únicamente en observar a aquella mujer. Delineó su cuerpo con deleite. Piernas torneadas, visibles ante esa sugestiva falda negra. Caderas anchas, pero no en exceso, cintura estrecha y busto redondeado, ni muy grande ni muy pequeño. Un rostro angelical de ojos verdes y cabello largo rosa, sip rosa, aunque parezca extraño. Exótica, se dijo.

–Estoy con ella. –hizo un ademán con la cabeza, indicándole quién era su acompañante.

La fémina siguió su mirada encontrándose con la joven e hizo un gesto de decepción y molestia. Sasuke la ignoró por completo, una vez más. Se tomó el resto de su whisky de un solo trago, dejando el vaso en la barra y ajustándose la chaqueta de cuero negro, se acercó a la chica.

Sip, bien, no era su pareja, aún.

No la conocía, nunca la había visto, es más, llevaba un rato en ese jodido local y no se había percatado de su presencia, pero, tenía claro una cosa: ella sería suya esa noche.

Las caderas femeninas se movieron de un lado a otro en un eterno y seductor vaivén embelesante y atrayente, y él las siguió con la mirada como un completo y reverendo idiota. La gente a su alrededor, al verlo, casi se alejaba de él, para que pasara, dándose cuenta del fuego de sus ojos, la decisión en su expresión y esa terrible aura oscura y poderosa que decía o-te-quitas-o-te-rompo-el-culo.

Entonces, ella sintiéndose observada y notando el cambio en el ambiente, se dio la vuelta, y dios, casi murió. Un hombre se acercaba a ella, pero no cualquier hombre. Un hombre sexy. Podía percibir como él destilaba peligro por todos los poros de su cuerpo. Aterrador. Joder, si hasta iba vestido de cuero, como uno de esos tipos de las películas. Y se acercaba a ella. A ella. Sus orbes tan negros como el carbón se encontraban fijos en su persona, recorriéndola, desnudándola.

Aprovechando el momento de aturdimiento de la mujer, Sasuke llegó hasta ella y la tomó por su cintura, apegándola hacía su cuerpo. Calor. El calor se apoderó de ellos. Sakura, despertando de su estado, sonrió, una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios sonrosados al comprender. ¿Él quería jugar? Bien, pues jugarían. Oh, sí.

Sus manos recorrieron sus antebrazos y subieron hasta colocarse en su cuello, rozando su nuca con la yema de sus dedos. Comenzó a mover las caderas de manera lenta, marcando el ritmo, uno que no tenía nada que ver con el de la música del local, y le daba exactamente lo mismo. ¿A quién le importaba?

Una fina ceja se alzó. Cada vez esto era más sugestivo. Ella le siguió el juego sin problemas. Interesante. Y notó su insinuación. Notó como esa mierda de baile se estaba convirtiendo, poco a poco, en un baile de seducción jodidamente erótico y él se estaba perdiendo.

Ella se movía.

Él sentía. La sentía.

Sakura se dio la vuelta, entrelazando sus dedos con los de él, aferrándolo a su cintura, mientras se apegaba más a él, rozando de forma excitante su trasero contra su entrepierna. Y…mierda. Ella conseguía frotarse contra él sin llegar a parecer una puta en celo. Nop. Al contrario, ella era sensual con sus movimientos provocadores. Y le encantaba. Una de las rudas manos masculinas comenzó a bajar por su costado, acariciando su muslo, tocando el borde de la cortísima falda, tentándola. Instintivamente, la espalda de la pelirrosa se tensó, por un instante, para luego relajarse contra su torso.

Sasuke sonrió complacido, aunque eso, no era suficiente. Agachó la cabeza, llegando hasta su cuello y soltó su cálido aliento allí. Luego, su lengua recorrió la pálida piel expuesta de la chica, erizando los vellos de su nuca. Sakura se mordió el labio inferior, conteniendo un gemido. Joder, el tipo era ardiente. Muy ardiente. Y ella ardía por él.

–Te deseo. –susurró él en su oído.

Sin percatarse de lo que hacía, ella movió sus caderas, logrando, otra vez, un nuevo roce entre su polla y su trasero. El gruñó en respuesta y su agarre se hizo más férreo, le dio la vuelta con habilidad y la encaró. Sakura se sintió abrumada al encontrarse con esa mirada ónix cargada de puro y duro deseo. Por ella. Una promesa firmada del placer que pensaba darle, una amenaza de lo que pasaría esa noche.

–Quiero follarte, ahora.

Y eso fue una orden.

Si no hubiese estado tan excitada se hubiera acordado de fruncir el ceño y replicarle de alguna manera, sin embargo, lo estaba. Joder. Sentía que pronto su cuerpo estallaría en mil pedazos, como un volcán en erupción, sobrecalentada por la bullente lava que recorría sus venas en busca de la salida más próxima. ¡Maldita sea! Se mordió el labio inferior, no era como si no supiera que eso llegaría a pasar, pero no esperaba que él fuera tan…directo. ¿Y acaso que esperaba?

Demonios, tenía a todo un espécimen delante de ella, interesado en ella y, lo más importante, que quería tener sexo con ella. Podría haber elegido a cualquier otra estúpida, y del todo el local, ella fue su presa. Porque sí, él era un cazador. Quizás este era el momento de dejar de ser una mojigata, quizás este era, el momento, su momento.

Sasuke la observó durante sus tres segundos de mutismo, viendo su expresión consternada. Y, de todas maneras, sus jades nunca reflejaron duda, por eso siguió allí, por eso no se fue. Porque ella quería. Quería hacerlo con él. Una sonrisa socarrona se dibujó en sus labios, cuando, por fin, los orbes le devolvieron la mirada con seguridad y cierta coquetería.

Sakura fue guiada por la pista de baile, tomada, con cierto deje posesivo, por la cintura. Disfrutó al contemplar las caras de pura envidia de algunas mujeres, y por qué no, de algunos hombres. No supo exactamente hasta donde la llevaba hasta que tuvo delante de sí, la puerta del baño de hombres. Él podría habérsela follado en uno de esos rincones oscuros del local, pero prefería tener un poco más de intimidad, y el baño de mujeres era mucho más transitado.

La empujó para que entrara dentro del reducido cubículo y cerró la puerta con la cerradura, dándose la vuelta lentamente, quedándose por un instante, mirándola a la luz del fluorescente. Ella seguía mordiéndose el labio inferior, dándole un aspecto inocente y que calentó, aún más, su cuerpo en llamas.

Y se lanzó a por ella.

Se apoderó de sus labios, sustituyendo sus dientes por los suyos. Ella no supo reaccionar de inmediato, sus actos fueros involuntarios y suspiró, abriendo ligeramente su boca, dejando que su lengua entrara en su cavidad. La saboreó, dándose cuenta del dulzón sabor de ella. Fresas.

Caminó hacia delante, arrastrándola, tomando entre sus manos su trasero y levantándola del suelo, aunque Sakura ya estaba volando. La sentó sobre el inodoro, colocándola a una altura considerada como buena, sus piernas se enrollaron alrededor de su cintura y gruñó al percibir el roce casual de su centro con su polla. Jo-der.

Las manos femeninas se trabaron en su nuca, acercándolo más a ella de forma traviesa, bajaron por sus hombros y sintió la estúpida necesidad de quitarle esa chaqueta. ¡Demonios! Estaba en los baños de un local, dentro de un reducido cubículo con un tío al que no conocía de nada, ni siquiera sabía su puto nombre, y ella deseaba desnudarlo lentamente.

Sasuke pronto dejó su boca y bajó por su barbilla hasta su cuello, estremeciéndola a su paso. La urgencia que lo dominaba no era suficiente para que terminara con todo. Nop, tenía otros planes. Como torturarlo, por ejemplo. Porque él quería ya penetrarla y embestirla y alcanzar el puto orgasmo, y sin embargo, no le había quitado ni las bragas. Irónico.

– ¿Cómo te llamas? –se descubrió preguntando, Sasuke, con voz ronca.

–Sakura–contestó, jadeante.

Le costaba respirar, él le robaba el aire.

Sakura. Qué adecuado, combinaba con ella, se dijo.

–Sasuke–se presentó él, antes de que ella logrará preguntárselo.

Como un demonio, él quería oírla gemir su nombre.

En un impulso desenfrenado, salido de ninguna parte, mordió su cuello, justo donde el pulso latía frenético. Y no fue suave, no podía serlo. Ella lanzó un pequeño quejido excitado al aire. Mierda, le gustaba así. Brusco, fuerte, apasionado. Maldita sea. Sus manos se hicieron dos puños, aferrando la jodida chaqueta condenada, consiguiendo que, Sasuke, no se pudiera mover con total libertad. Gruñó en respuesta.

No le hacía ninguna gracia, pero a quién diablos le importaba ahora, se quitó, en un movimiento fluido, la prenda. Ésta cayó con un ruido sordo al suelo. A Sakura le dieron ganas de gritar emocionada, al verlo con la camisa negra pegada a cada músculo, como una segunda piel. Aunque, tampoco tuvo mucho tiempo para pensar nada más, él no la dejó.

Volvió a tomar sus labios, posesivamente, y esta vez, ella si supo responder. Oh, sí. Giró su cabeza, dándole más accesibilidad a su boca, y entreabrió los labios sonrosados e hinchados. Su lengua disfrutó del agradable contacto con sus dientes, para entrelazar ambas en un baile de seducción y dominación por el otro.

Las inquietantes manos femeninas recorrieron su ancha espalda, en caricias sugerentes, bajando por sus hombros y rodeando su tórax, haciéndole cosquillas en el estómago. Joder, tenía calor, mucho calor. Sakura seguía tentándolo, rozando con la yema de sus dedos la cinturilla del pantalón, jugueteando con la bragueta sin llegar a bajarla. Maldita mujer provocadora. Hasta que, introdujo su mano y tocó su polla. Arriba y abajo.

Sasuke siseó ante su contacto, fastidiado por su juego torturador. Lo estaba masturbando muy lentamente, demasiado. La pelirrosa soltó una risilla infantil, ahogada contra el hueco de su cuello. Le gustaba oírlo gruñir. Salvaje. Él le subió la camiseta y, como queriendo castigarla por su osadía, apretó sus pechos por encima del sujetador negro.

Sakura gimió en su oído y movió su mano.

Sasuke llegó a su estúpido límite humano. Su erección dolía como la mierda y dijo hasta aquí hemos llegado.

Con la mandíbula apretada, agarró la muñeca femenina y la sacó de entre sus pantalones. Los ónixs se habían oscurecido, aún más, por el deseo contenido, y la miraban con intensidad, atravesándola. No había necesidad de palabras, con esa simple mirada lo había dicho todo. Se acabó el juego, llegó el momento de la acción.

Sakura lo observó con atención, quizás demasiada, y tragó saliva, sintiendo la garganta seca, al ver su erección liberada. La tenía grande, el bastardo. Una sonrisa arrogante y cínica se dibujó en los labios de Sasuke, al comprobar la trayectoria de sus ojos. Al comprobar su mueca, ella bufó, hinchando los mofletes. Hombres, qué más se podía esperar. Nada. Él estuvo a punto de reír, y lo hubiera hecho de no ser por su pequeño problemita. Su polla palpitó expectante y ya no pudo ignorarla más. La necesitaba ahora, en ese jodido instante.

Sin esperar mucho más, sacó un preservativo y se lo colocó. Sip, él creía en el pótelo, póselo. No quería ni mocosos ni enfermedades. Gracias. Se acercó más a Sakura, tomándola por la cintura con una mano. La otra, subió la endemoniada falda hasta la cintura, para luego bajar hasta su sexo y ser él, esta vez, el que introducía un dedo por dentro de su ropa interior. Húmeda. Estaba mojada y preparada para él. Para él.

Las bragas cayeron al suelo por cortesía de Sakura. Su miembro rozó sugerentemente su entrada y ella enredó las piernas alrededor de su cintura, atrayéndolo más hacía sí, deseando su contacto. Ambos sexos hicieron fricción y juntos jadearon. Joder, quería tenerlo dentro de ella. Ya. Y no tardó mucho más, no podía tampoco. Con una fuerte embestida, Sasuke la penetró.

Ella gimió, demasiado alto. Él gruñó, retumbando en su garganta.

Por un instante, que pareció interminable, no se movió, permaneció totalmente estático, volviendo loca a la pelirrosa, y de paso, a él. Ella lo desafió, él se lo devolvió. Jade contra negro. Negro contra jade. Sakura movió sus caderas, sin apartar la mirada de la de él. Al juego de uno, pueden jugar dos. Oh, sí.

Al final, Sasuke cedió, no por ella. Sino por él. Orgulloso. Santa mierda, iba a perder la cordura, pero comenzó a embestirla de manera desenfrenada, haciendo cada estocada más profunda que la anterior, queriendo sentirla totalmente. Joder. Sakura se aferró a sus hombros, clavándole las uñas en el proceso, y maldita sea, pero le gustaba. Le gustaba sentir sus uñas en su carne.

En el baño sólo se escuchaba el sonido que hacían sus sexos al chocar entre sí, ruidos sordos amortiguados. Gemidos reprimidos, a duras penas, contra el cuello del otro. Y gruñidos guturales, nacidos desde el fondo de su ser.

Sakura se sentía en el puto infierno. Sasuke era el diablo y las llamas el estúpido cubículo de espacio ridículamente reducido. Su cuerpo transpiraba, las gotas de sudor se resbalaban por todo su cuerpo, incendiado en flamas cadentes. Flamas que sólo él podía apagar. Y joder…qué bien se sentía.

Las paredes femeninas estrecharon su miembro, gentilmente, y entonces, sí creyó rozar la locura, porque ambos estaban al límite, a punto de alcanzar el jodido orgasmo, juntos. Sakura tembló, los espasmos la recorrieron por completo y arqueó su espalda, instintivamente, contra Sasuke.

–Sasuke –gimió en su oído, alcanzando el clímax.

Y lo condenó, llevándoselo con ella.

Escucharla fue la gota que colmó el vaso. Pero… ¡Demonios! Nunca antes había oído su nombre, de esa forma tan jodidamente erótica, pronunciado por los labios de una mujer.

Sakura se desplomó contra su hombro, respirando entrecortadamente contra su cuello, embriagándose por el aroma del ambiente. Sándalo, madera y sexo. Ella y él. Sasuke, permaneció unos minutos más dentro de ella, concentrándose en tan solo expirar y exhalar, mientras, una sonrisa socarrona se dibujaba en su rostro y su pecho se inflaba por su ego recién engordado.

Sip, al final, cumplió su propósito: la había hecho suya esa noche.

Y, sobre todo, hizo que Sakura gimiera su nombre.

Las preguntas triviales, como si la volvería a ver, las tenía ya resueltas. Nop. Sakura era un polvo de una noche. No volverían a encontrarse.

¿O sí?


Hola, personas lindas *.* He vuelto (nunca me he ido, en realidad xD)

Lo sé, mis títulos son horribles, pero no se me ocurrió otro más original xD, además, este fic es un capricho mio, lo tenía en mente hace mucho tiempo, y lo tenía empezado, pero no le logré dar forma hasta hace pocos días atrás, y me he resistido en subirlo, hasta hoy xD. Y lo sé, tengo la estúpida manía de empezar mis historias con lemon (todas no, pero en esta era necesario empezar así xD) Trataré de actualizar, pero no prometo nada, mi inspiración manda no yo (para mi desgracia) y dentro de nada tendré exámenes, así que...peor todavía xD

¿Algo más que añadir? Nop, creo xD

Nos leemos! ^^