Sin hacerla más de emoción aquí les dejo el final de la historia Un jefe muy especial, hasta la próxima.

Epílogo

Darien saltó al escuchar el grito agudo que provenía del cuarto contiguo. Dejó el bolígrafo sobre el contrato que había estado estudiando y se apresuró a entrar en el dormitorio en el momento en que un bebé lanzaba el primer llanto de protesta.

—Oye, Rini —dijo Darien tomando en brazos a su hija—. No te enfades. Si estoy aquí.

La bebé interrumpió su pena al instante y miró con seriedad a Darien, como evaluando sus palabras. Pero debió decidir que no se fiaba y comenzó a protestar de nuevo.

—Sshh —susurró Darien acunándola—... Mamá está con un cliente y no debemos molestarla. Es capaz de pensar que no sabemos comportarnos sin ella.

Rini gritó más fuerte y Darien hizo una mueca.

—Y a lo mejor tiene razón. ¿Qué te parece un pañal limpio? —Darien llevó a la bebé hasta la mesa para cambiarla y comenzó la operación. El pediatra decía que su hija tenía un peso estupendo para tener seis semanas, pero a él siempre le parecía de una fragilidad aterradora.

Con cierta torpeza, le quitó un pañal y acababa de ponerle otro, cuando lo mojó de nuevo.

Darien miró a su hija con una sonrisa paciente.

—Oye, guapa, eso no se hace —esta vez logró colocarle otro pañal limpio y cerrarlo antes de que ocurriera nada más.

Rini se sintió mejor y se limitó a gorjear y exigir con gestos algo que Darien no podía darle.

—¿Qué pasa? —dijo éste mientras la abrazaba—. No deberías tener hambre todavía.

Rin se quejó ante el comentario.

—Tienes razón, pequeña. Nunca me ha gustado que otra persona me diga qué debo sentir. ¿Qué te parece si te paseo un poco mientras mamá termina?

Rini adelantó el labio inferior, a punto de llorar de nuevo. Darien besó la cabeza de su hija.

—Perdona, cielo, pero ni con toda la voluntad del mundo puedo darte de comer. Me falta el equipamiento básico.

Se sentó en la mecedora y con el periódico en la mano comenzó a leer el editorial en voz alta.

Rin babeó el hombro de Darien, empapando su camisa blanca. Darien no se dio cuenta. Estaba muy ocupado disfrutando del calor del cuerpecito contra el suyo.

—¿Qué le estás leyendo? —dijo Serena entrando y riendo al verlos.

Darien la miró y su amor se intensificó al ver el adorable rostro de su mujer.

—El periódico. Es muy importante leer a los niños —dijo con seriedad.

—Pero no es un niño, Darien. Es sólo una bebé.

—Una bebé muy inteligente —repuso el padre—. Estoy seguro de que entiende la mayor parte.

Serena miró los ojos serios de Darien y se mordió el labio para no reírse. Era tan tierno y estaba tan enamorado de Rini. Todo lo que la bebé hacia era para Darien un milagro creado expresamente para su disfrute. Se había tomado la paternidad con un entusiasmo que le llegaba al alma. Del mismo modo que el matrimonio.

Mirando el cuarto infantil que separaba sus despachos, Serena suspiró con alegría. Darien no había supuesto ni por un momento que ella debía quedarse en casa con la niña. Por el contrario, había alquilado una nueva agencia, dejando sitio para el bebé y había contratado a otro empleado para tener más tiempo que dedicarle. A veces, Serena se preguntaba qué había hecho para merecer un marido tan fantástico.

—¿Te he dicho últimamente cuánto te quiero? —dijo Serena con dulzura.

—Hace una hora que no me lo dices —Darien se sobresaltó ante un grito del bebé—. Creo que tiene hambre.

Serena sonrió, tomó a la niña y se sentó en la mecedora que Darien le cedió.

—Está malcriada por su padre.

Y no es el único malcriado, pensó Darien mientras observaba a Rini llenar su estómago. No podía creerse que había pasado nueve meses aterrado por la idea de ser responsable de un hijo.

Tanta angustia para nada. Rini era perfecta, una réplica de su madre. El amor de su vida.

Darien alargó la mano y acarició la mejilla de Serena.

Ella alzó los ojos y le sonrió, y Darien pensó que no era posible ser más feliz.

FIN

Pues ahora si chicas este es el final de la historia , espero les haya gustado tanto como a mi, muchas gracias a todas aquellas personas que le dedicaban un tiempecito a leerla, y en especial a todas aquellas que capitulo a capitulo dejaban sus comentarios nos vemos pronto en otra historia.