No poseo los personajes de Axis Powers: Hetalia, esos son propiedad de Hidekaz Himaruya, pero la historia del fic si es mia. :X
Lovino amaba el aroma de Antonio.
El mayor de los italianos no podía explicar el por que, o al menos describir el aroma, solo sabia que el amaba ese olor y siempre trataba de obtenerlo como le fuese posible.
Todo comenzaba en las mañanas, cada vez que pasaba la noche con Antonio, el español siempre tenia que irse a primera hora a una nueva embarcación hacia sus colonias en América, se despertaba, tomaba una ducha para despertarse por las mañanas y luego se vestía, tan rápido como se le fuera posible para no despertar al menor.
Encontrando la mayor parte del tiempo a Lovino despierto, con los ojos aun cansado, le dedicaba un beso en los labios y una ultima sonrisa antes de irse por… Semanas.
El italiano luego de un perezoso bostezo, rápidamente cambiaba su lugar de la cama y se rodaba sobre si mismo hacia el lado de Antonio, hundiendo su cara en la almohada e inhalando su dulce aroma hasta que se le llenase los pulmones.
Lo siguiente, como no tenia ninguna prisa en las mañanas, se dirigía rápidamente al baño a tomar una ducha, por que si tenía suerte, el aroma de Antonio pudiese aun seguir impregnada en el jabón, aunque eso era lo que le importaba al italiano.
Estar semanas sin su amado, lo único que pudiese hacer era encontrar algo que lo recordase, para creer que el ojiverde aun seguía con el, odiaba admitirlo pero no le gustaba estar solo por tanto tiempo, le hacia sentir tan indefenso y vulnerable.
Si aun había tiempo, después de ponerse su ropa y comer la paella o pasta que el español le preparaba un día antes de irse, el menor volvía a la cama de el y Antonio a retomar una siesta, en el lado de la cama de Antonio, inhalando un poco la almohada y rogando a que en su ropa se le quedara el aroma hasta quedarse dormido.
Pero eso era solo la rutina de la mañana.
Durante el día, era lógico que el mayor no estuviera en casa, para mantener su mente ocupada, se distraía en el huerto de tomates, mirando la televisión o visitando a su hermano menor, aunque siempre trataba de evitar lo ultimo pues no quería encontrarse al macho patatas con el.
Pero había días en los que el aroma de su amado desaparecía casi por completo, casi.
Lovino se dirigía hacia el armario que compartía con Antonio y tomaba una prenda del ojiverde, sus favoritas eran las que fueran lo suficientemente grandes como para hacerlo sentir un niño pequeño de nuevo.
Cierto día, el italiano se quedo dormido en el sillón de la sala, vistiendo una de las camisas favoritas de Antonio, mientras el ojiverde estaba en sus colonia, o eso pensaba el menor, pues el español llego una semana antes, encontrando a Lovino dormido en el sillón usando su ropa.
Sin importarle realmente el hecho, Antonio pensó que era una de las cosas mas adorables que ha visto, y procedió a gentilmente cargar a Lovino sobre sus brazos y llevarlo a su habitación, ponerle su ropa para dormir y abrazarlo para dormir junto a el.
Desde ese momento, Antonio solo disfrutaba cuando su ropa se perdía y regresaba con el aroma de su amado.
*Demaciado fluff* x_x
Que les parecio? :B
Me pregunto a que olera Antonio. :B
Reviews?
Leeran mis demas fics? :T
Fusosososo~!