Abril: Parece que los problemas simplemente no paran de llegar.

Todo era tan bello, los árboles se balanceaban suavemente a la caricia del viento, algunas hojas se desprendían de ellos y lentamente caían al suelo. El riachuelo que pasaba por lo largo del parque de caminar estaba tranquilo y en esas pequeñas cascaditas se hoya el susurro del agua que era cristalina, azul hielo, tenia pequeñas plantas en su interior, el sol resplandecía en lo alto del cieno y bañaba el lugar con sombras y luces. Hoy no había nadie en parque, todo era tan pacifico, el lugar era perfecto.

Bueno en este momento no soy la persona indicada para andar admirando las maravillas de la madre naturaleza.

Verán, esto es lo que sucede, bueno resulta que tengo unos cuantos problemitas con unos chicos mayores que yo, para ser exactos 5. El caso es que cada ves que me ven me molestan debido a que la primera vez que me vieron creyeron que era una "Linda chica" y ahora me dicen, "Oye nenita", "Chicos hay va el gey", bueno creo que me reservo lo demás. En fin me han llegado a empujar quitarme las cosas, etcétera, etcétera,… pero creo que hoy exageraron… eh bueno… bastante diría yo.

Verán en estos momentos digamos que me encuentro colgado de un árbol, así esta la cosa, amararon una cuerda a mi camiseta, pasaron la soga por el cuello y hasta el otro extremo y le hicieron un nudo. Mi camiseta se me seta resbalando yo diría que se me ve todo el estomago, solo me quedan las mangas, no es que me moleste solo que, sinceramente no me gustarla caer desde una altura como esta. Aff… estoy tan cansado, en realidad me duele mucho colgar de aquí, y no soporto la presión que hay contra mi cuerpo, el cuello de la camiseta me asfixia, me esta costando mantenerme aquí, creo, creo que tengo sueño… demonios.

-¡¿Kazemaru?- Escuche que alguien exclamaba mi nombre. Gire la cabeza un poco para ver quien había llamado mi nombre. Era Goenji, mi amigo del equipo de soccer, corría en mi dirección, tenia esa cara suya de enojo pero estaba mezclada con algo de preocupación. Se paro justo debajo de mi, se ve algo pequeño en realidad, gracias al cielo que no tengo vértigo a las alturas. Me miraba sorprendido, se notaba que no tenia ni idea de cómo reaccionar. –Kazemaru- Llamo de nuevo - ¿Qué haces hay? – pregunto.

-Bueno… - Comencé dudoso, Tuve un pequeño problema- Le respondí, estoy tan cansado de colgar aquí arriba. Si cuelgo mas de 5 minutos juro que me duermo.

-¿Nenecitas una mano?- Me pregunto.

-Me vendría de maravilla- Le respondí con sinceridad.

Así que trepo por unas escaleritas que ya había en el árbol y subió hasta la rama donde yo estaba colgado. Lente y ágilmente camino hacia donde se ataba la soga se inclino con cuidado y se sentó.

-Haber- dijo meditando la situación –trata de tomar mi mano- la cual extendió al momento. Hazle mi brazo un poco pero en ese momento comencé a resbalar de mi camiseta, me detuve. Me afeare fuertemente con la mano libre y levante un poco más la otra y… perfecto, logre tomar la de Goenji. Con mucho esfuerzo el comenzó a subirme lentamente, yo trataba de impulsarme con los pies, tomo el cinturón de mi pantalón para poder traerme más arriba y con un ultimo estirón logro subirme.

Los dos respirábamos difícilmente, me acosté en el tronco devastado de cansancio, por que, a decir verdad, estar colgado cerca de dos oras sin caerse no era nada fácil.

-G gracias Goenji- Dije con aire pesado –te debo una.

-Ni lo menciones- Me sonrió cansado.

Después de unos momentos mi amigo me ayudo a quitarme la soja y bajamos de aquel árbol. Al llegar al suelo me sentí mareado y me tambalee un poco.

-Wow cuidado- Dijo poniendo mi brazo en su hombro.

-Gracias- Le dije amablemente aunque todo se veía borroso, quiero vomitar.

Caminamos lentamente a mi casa, le conté lo de los chicos mayores mientras que de vez en cuando comentaba algo sobre lo que yo decía.

-¿Pero, como fue que te colgaron aya arriba?- Pregunto.

-Prefiero no hablar de eso- Le dije incomodo –Sinceramente no quiero recordarlo- Me miro perplejo con sus ojos bien abiertos.

Cruzamos unas cuantas calles todo estaba oscuro, solo los postes de luz iluminaban la silenciosa ciudad de Inazuma. Caminamos por esa cuadra por aquella, giramos un par de veces aquí y aya, finalmente llegamos a mi casa.

-Hogar- Me suspire a mi mismo pensando en lo bien que se sentía estar cerca de el, solo contemplarlo y pensar. Olvide por completo que Goenji estaba junto a mí, lo mire rápidamente para ver su reacción, pero al escuchar lo que dije el solo había sonreído.

Le sonreí devuelta.

-Bueno creo que ya me tengo que ir- Dijo retirando mi brazo de su hombro.

-Enserió te agradezco la ayuda.

-De nada- Me dijo –Adiós- Se despidió de mí y comenzó a caminar de regreso por la oscura calle. Me quede afuera hasta que lentamente vi como caminaba lentamente, su figura se convirtió en una silueta y su silueta en una sombra que desaparecía paso a paso en la noche.

-Hogar- Me repetí y aun con doler en el pecho entre a mi casa.

Abril: Me siento mal por su situación y para los que son malpensados nada en el fic tiene doble sentido.