¿Continuación? ¡¿Es esto una continuación?!

SÍ, LO ES. Este es uno de los fics que más he tardado en actualizar, ¿no? Me preguntó si alguien aun lo sigue, como sea, prometí que lo terminaría algún día y que no lo abandonaría, así que, ¡he aquí el capítulo 10!

¡A leer! (Los personajes de APH no me pertenecen. Sólo la trama de la historia y la isla salieron de mi imaginación)


-¡Sorpresa!-gritaron todos a coro, haciendo estallar confeti y sacando fotografías.- ¡Feliz babyshower!

-¿Cuándo hicieron todo esto? ¡Eli tú lo sabías!-preguntó Arthur asombrado mientras evitaba que Alfred saltara sobre los pastelillos que había sobre la mesa.

-Pues claro que sí, yo organicé todo esto, el plan era distraerlos un poco, pero no pensé que Alfred se escapará dejándote sin posibilidades de seguirlo.-rio la castaña, Arthur tuvo que hacer como si no se molestara, puesto que eso ya sería una anécdota de la cual sus hermanos se burlarían hasta más no poder, soltó al americano y se acercaron a los demás agradeciendo la pequeña fiesta.

Así fue como comenzaron los juegos, si bien, era común, no dejaba de ser algo sucio, los países se pusieron en parejas y con un yogurt en manos y los ojos vendados tuvieron que dar de comer a quien tenían en frente, ¿por qué era sucio? Muy simple, no siempre acertaban a la boca de su pareja, sino que le daban en cualquier parte menos esa, el yogurt se desparramaba manchando todo, más, no les importo, excepto a Arthur que interiormente sufría por el piso de madera, ya que Sesel, precavida como sólo ella podía ser con su amado vestido, hizo a todos colocarse baberos, para así hacerlo más gracioso, mientras que Elizabeta y Kiku graban sin perder ningún detalle.

Continuaron con juegos similares, incluso jugaron a ponerle la cola al burro, la cual termino con un pinchazo en el trasero de cierto Escoses protagonizado por Sealand.

Poco después los juegos fueron aumentando en intensidad, por lo que decidieron excluir a Peter del siguiente.

Muy bien, el siguiente juego consiste en declarase a la persona que tengan al lado lo más serios posibles, pero no pueden reírse y deben rechazar la oferta, el que ríe, pierde y al centro, si sólo te rechazan te quedas en el círculo, queda claro.-explicaba la húngara.

-Yo no jugaré.-dijo Arthur.

-Ay, no seas un viejo aburrido, Iggy.-dijo USA.-Será divertido.

-No lo haré, y tú tampoco, te pondrás celoso apenas alguien que no seas tú se me declaré o me tenga que declarar, además de que perderías inmediatamente.-respondió arqueando una ceja con lo último.-los presentes rieron por lo bajo.

-Eso no es verdad, te apuesto a que ganaré.

-¿Qué apuestas?-quiso saber el aludido.

-Si yo gano me dejaras hacer todo lo que quiera y dejaras de insistir en hacerlo tú hasta que te quiten ese yeso.

-Entonces si yo gano obedecerás todo lo que te diga.-respondió el inglés. Se dieron un apretón de manos y comenzó el juego.

-Tengo un mal presentimiento.-murmuró Irlanda haciendo que las dos personas a su lado sintieran un escalofrió.

-El primero en comenzar…-dijo Elizabeta mirando un reloj en la pares, haría que todo fuera de acuerdo a ese objeto, así que la persona que quedaba a las doce de aquel reloj fue…-Japón, declararte a la persona a tu izquierda.-estaba frente a ellas, así que debía ser a la izquierda del japonés para que se moviera de acuerdo al reloj, el asiático sentía como su sangre bullía, seguramente se desmayaría antes de poder declararse, miro a su derecha, Sesel, esperaba algo sonrojada, así que se aclaró la garganta he hizo algo que jamás hubiera hecho en su vida.

Sostuvo las manos de la joven africana y la miró a los ojos con cara de "soy un idol, así que ámame", y dijo dulcemente, que lo mataran por favor…-Señorita Sesel, desde que la conocí he pensado que es la persona más bella que pueda existir, con el paso del tiempo descubrí que no sólo era su belleza externa lo que me atraía, sino que además era su belleza interior, es usted sin duda una persona a la que me atrevería a confiar mi corazón, así que por favor, sal conmigo preciosa.-sin duda funcionaría, ellos estaban acostumbrados a la seriedad que emanaba, y sólo de vez en cuando su personalidad de fanboy explosivo. Así que sólo tuvo que esperar un par de segundos para que la morena estallara de risa y tuviera que limpiar las lágrimas acumuladas por el dolor de no poder respirar.

-Gane.-pensó alegremente pero mostrando su típica seriedad.

-Bien, Sesel, al centro.-dijo Elizabeta alcanzándole un poco de bebida para que se tranquilizara y relajara un poco la garganta.-Continuemos.

Los siguientes eran Scott y Dylan. Escocia se maldijo internamente, cuando Irlanda se proponía algo, lo lograba. Así que el mayor sacó un cigarrillo de chocolate, para que dejaran de joderlo, que fumaria de todos modos, y puso todo su saxo beat en su postura y voz.

-Dylan, tiempo sin verte, el tipo con el que andabas el otro día, como se llamaba, a no importa, sólo te diré que le pateare el trasero si se te vuelve a acercar, porque simple, sólo yo puedo tenerte, te amo.-sosteniendo la barbilla de su hermano.

-No gracias, lo prefiero a él antes que a ti.-apartando la mano de un manotón al mayor.

-Esa si es una perdida aplastante.-pensaron todos, más rieron al acabar el turno de los presentes.

-Bien… los siguientes…-Eli vio quien continuaba, Oz y Arthur, Alfred quedaba al frente de esos dos, seguramente sería un resultado obvio, Oz era incapaz de no reír, ni cuando casaba cocodrilos paraba de hacerlo.-Oz, adelante.

El del parche se volteó para quedar frente al rubio más bajo, tenia que hacerlo reír, a ese hombre, trato de recordar si alguna vez los había visto reír, no, nada, suspiró, sólo tendría que declararse y asumir que perdería. Un segundo, Eli dijo que debía declararse seriamente, pero si se lo tomaba en serio, Arthur era su padrastro, por ende, tenia que apelar a…

-Arthur, sé que eres mi tutor y todo eso, pero no puedo evitar sentir cosas cuando te veo, no lo sé, es extraño, sé que no debería pero las mariposas en mi estomago hacen que no pueda soportarlo, por favor, Arthur, acepta mi amor.-eso ultimo lo dijo abrazando a su koala con cara seria, si, Oz serio.

Se notaba a leguas que Arthur quería reírse por lo ultimo dicho con el koala abrazado como si una niña tuviera en frente con cara de macho, pero no podía, si se reía perdería la apuesta con Alfred, el cual, por cierto, se repetía que no debía sentirse celoso por un maldito juego, era un juego, sólo un maldito juego en el Arthur aun no rechazaba a ese australiano de…. Las naciones junto al estadounidense se alejaron de él sintiendo el enojo emanar de su piel.

-Lo siento Oz, amo a otro.-dijo Inglaterra una vez que logró controlarse para no reír. Ya tenía un punto a favor, pronto sería el turno de América.

Siguieron Canadá y Gales, eso era algo extraño, nadie podía asegurar que alguno de los dos se reiría… o que Gales notará que era Mathew quien estaba frente a él. En todo caso el menor comenzó con su declaración, para sorpresa de todos no era tan invisible al realizarla, es más, juraban que podían ver a un francés hablando inglés y parecía atractivo, demasiado atractivo como para reírse, pero Thomas debía rechazarlo si quería ganar, aunque parte de su mente hubiera volado a maricones campos de flores y corazones voladores… ¡No! Esas cosas no podían ocurrirle a Gales, tomó todo su autocontrol, gracias al cual ni se inmuto exteriormente y dio el rechazo, más nadie esperó que fuera tan cruel.

-Perdón… ¿decías algo?-eso era cruel hasta para un juego, pero cambió al agregar lo último.-Lo siento, fue una broma de mal gusto, pero hay alguien más.

Sealand no entendía porque no lo dejaban jugar eso, él podía y sería mejor que cualquiera, los adultos continuaron con el juego hasta que dieron la vuelta a la ronda, luego de eso volvieron a sentarse en los sillones para disfrutar de más dulces y bebidas. Lo ignoraban desde ese juego y uno de sus hermanos estaba como en las nubes.

-Sea-kun.-le llamó Sesel repentinamente, finalmente lo volvían a tomar en cuenta.-Ayúdanos con los regalos, van a abrirlos y luego nos iremos.

-Claro que ayudaré.-quizás después de eso lo empezaran a considerar una nación. Ayudo a trasladar los regalos hasta la mesa del salón principal y luego le dieron la cámara para que tomara las fotos correspondientes.

Era el gran acontecimiento de la noche, y como era de esperarse, lo más preciado por todo padre fue regalado por montones, P-A-Ñ-A-L-E-S, sí, los invaluables y siempre escasos en casa. También venía una que otra cosa extra, como un biberón de vidrio, Dios sabe de dónde lo sacaron, pero valla que sorpresa encontrarse frente a uno de esos. Luego un pilucho con temática de pato, realmente, era un traje de pato convertido en pilucho, había que admitir que era adorable. Un par de paños húmedos y una tina para bebes.

La fiesta terminó poco después, dejando a la pareja tranquila, y sorprendentemente dejaron el lugar limpio, gracias obsesión de Kiku, gracias. Sólo les quedó ir a dormir y pasar otra semana como lo habían hecho hasta ahora. Discutiendo por quien saca la basura.


¿Merece Reviews a estas alturas? ¿Tomates?

Gracias por leer, ¡nos leemos!