¡Hola gente! Aquí estoy yo, Sandra Hatake reportándome con este capítulo final de El lamento del mar, espero no decepcionar a nadie con este desenlace y ya, sin echar mucho rollo por que se que aburre XD, los dejo con el final…

El día en que todo termino…

Naru se aferro aun más al cuerpo de Mai negándose a aceptar la realidad, no se molesto en ocultar su dolor y dejo que las lagrimas corrieran libremente por sus mejillas mientras enterraba el rostro de la castaña en su pecho, el mismo que ahora dolía, dolía demasiado pues aunque su cerebro quisiera negarlo, su corazón sabia la verdad, Mai no estaba con él, lo había dejado partiendo a un lugar al que no podría seguirla, ella… ella había muerto…

Bou-san y el resto del equipo de SPR vieron como los espíritus con los que peleaban exclamaron un quejido de dolor y pena, todos mirando hacia donde se supone Naru estaría peleando con Akuma, poco después aquellos entes esclavizados ahora para la eternidad los atacaron nuevamente, sin embargo, a los pocos minutos pudieron sentir una extraña presión en el aire, la misma que sintieron una vez cuando Naru libero su poder concluyendo que eso estaba sucediendo nuevamente, el grupo entero se preocupo al sentir como Akuma liberaba una cantidad de poder que excedía la de Naru pero confiaron en la victoria de su jefe por lo que habían seguido luchando ignorando el sacrificio que se haría para alcanzar la victoria. Unos minutos después aquella presión en el aire se detuvo, el mar se calmo y la niebla se disipó por completo mientras los espíritus esclavizados por Akuma durante cien años asedian al cielo en un maravilloso espectáculo de luces, todos respiraron tranquilos y bou-san se dejo caer exhausto sobre el suelo, después de todo Naru no los había defraudado y había vencido… en ese momento una duda asalto su mente y al parecer todos pensaron lo mismo, Akuma había liberado una gran cantidad de poder y se suponía que ese estaba sellado en la katana, "sacrificio voluntario" fue la frase que resonó en la mente de todos y sin esperar más corrieron hacia donde deberían estar Naru y Mai encontrándose en el camino a Kumo que, a pesar de estar herido aun estaba con vida y ya sin el espíritu de Akuma en su interior, siguieron su camino y vieron un enorme charco de sangre en el suelo y unos pasos más halla a un Naru de rodillas en el piso abrazando el cuerpo de la castaña, Bou-san se acerco temeroso hacia el lugar, no podía ser cierto, seguramente Mai solo estaba inconsciente, si debía ser eso… Mai… la pequeña Mai no podía estar…

-Naru… chan…-susurro el monje posando una de sus manos sobre el hombre del pelinegro- ¿Cómo está Mai?

-Esta… -susurro mientras apretaba con fuerza el cuerpo de la castaña centre sus brazos- esta… muerta…

-Qu-que estas… no es cierto… -replico Bou-san negándose a creerlo al igual que los demás- ¡No digas estupideces! –Exclamo parándose frente al pelinegro mientras lo tomaba del cuello de la camisa- ¡Mai no puede estar…!

Y después de ver el rostro de Naru se detuvo, aquel terco y egocéntrico muchacho no mentía, sus ojos… sus ojos no mostraban aquella confianza de siempre, sus mejillas estaban manchadas con la sangre de Mai mezclada con sus lágrimas, aquella mirada de superioridad ahora se mostraba vacía, no quedaba nada, su cuerpo estaba presente pero su corazón… ese había muerto junto a Mai… Soltó al pelinegro sin poder reprimir una lagrima que escapaba de sus ojos al pensar en Mai, Masako había comenzado a llorar siendo abrazada por Ayako quien tampoco pudo reprimir una lagrima, Lin oculto la mirada tras el flequillo de su cabello, John tampoco pudo ocultar su tristeza y Naru… él solo se puso de pie aun con Mai en brazos y comenzó a caminar hacia donde debería estar la lancha que los trajo, sin embargo, después de dar unos cuantos pasos todo a su alrededor se oscureció, sus piernas fallaron y lo último que pudo oír fue a Lin llamándolo para después caer pesadamente al suelo sin soltar en ningún momento a Mai, había exigido demasiado a su cuerpo en esa pelea y lo más probable sería muriera, si, tal vez eso sería lo mejor pues solo así podría verla de nuevo…

Todos corrieron hacia el pelinegro al ver como se desplomaba en el suelo, ya habían perdido a Mai y no querían perder a su narcisista y explotador jefe, Lin subió el cuerpo inconsciente de Naru a la lancha y Bou-san llevo el de Mai, siendo John quien ayudase a Kumo a subir a la misma, poco después partieron en dirección al hotel donde los esperaba Yasuhara, quien no pudo evitar derramar una lagrima al enterarse del deceso de Mai.

Pronto tres días pasaron y Naru permanecía inconsciente, vivo pero sin ganas de estarlo según los propios médicos que Kumo había mandado a traer, su cuerpo estaba lastimado pero sobreviviría aunque sus compañeros sabían que lo más probable era que él no querría hacerlo, al menos no ahora que Mai no estaría más a su lado…

Naru se veía en medio del risco en el que Hoshi solía aparecer, podía ver el islote ya sin esa espesa niebla rodeándolo, recordándole una vez más el precio que tuvo que pagara para salir victorioso… se quedo de pie con las manos en los bolsillos mientras en su mente se repetían una y otra vez las escenas antes y después de la muerte de Mai culpándose a sí mismo por no haber podido protegerla, por dejarla morir… cerro los puños con fuerza antes este recuerdo, sin embargo sintió una mano posarse sobre su hombro, giro al instante a ver quién era encontrándose con una mujer, era ella, Mai estaba frente a él…

-Mai… -susurro y sin quererlo una lágrima se deslizo por su mejilla- estas…

-Estoy muerta Naru… -contesto con una triste sonrisa en el rostro al verlo en ese estado- solo vine a despedirme…

-No te vayas –Pidió mientras la abrazaba sorpresivamente sin querer dejarla ir- quédate un poco mas… por favor…

-Sabes bien que no puedo hacerlo… -susurro Mai correspondiendo al abrazo de Naru- se que duele Naru, pero las cosas debían de ser así…

-No quiero perderte… -replico aferrándose al cuerpo de la castaña- sin ti esto ya no tiene sentido Mai, no hay razón para que este corazón sigua latiendo…

-Debes seguir Naru… -Pidió la castaña mientras se separaba de el esbozando una ligera sonrisa para luego acariciar sus mejillas- no puedes rendirte ahora, aun te queda mucho por vivir…

-No si no estás a mi lado… -susurró cogiendo una de las manos de Mai evitando que abandone su mejilla- ya no tengo motivos para continuar…

-Siempre hay una razón para continuar…-contradijo la castaña dedicándole una última sonrisa- hay mucha gente que espera tu despertar… -agrego mientras se alejaba de Naru- así que… vive Naru… vive por los dos…

-Mai… -llamo al ver como se alejaba de él- ¡Mai! Regresa…

Naru oculto la mirada tras el flequillo de su cabello una vez estuvo solo, Mai había venido solo a decirle adiós, todo había terminado…

Despertó en medio de una de las habitaciones del hotel alertando a Lin que de inmediato se puso de pie al notar que estaba consciente, recorrió con la mirada el lugar, no había duda, estaba en Okinawa y todo aquello era real, la había perdido…

-llamaré a un medico –dijo Lin dirigiéndose a la puerta, deteniéndose al oír la voz de Naru-

-Esto… esto no es una pesadilla ¿Verdad? –Cuestiono ocultando su rostro tras su antebrazo- ella esta…

-Su cuerpo será trasladado a la ciudad hoy –contesto Lin con pesar al notar el estado vulnerable de Naru- Iré por el doctor… -informo para luego cerrar la puerta tras el-

-No estaba dispuesto a pagar este precio… -susurro Naru recordando el rostro sonriente de Mai- no quería perderte…

La habitación permaneció en silencio hasta que una curiosa melodía invadió el lugar, Naru pudo deducir que la melodía venia desde fuera y sin saber exactamente por qué salió de la habitación por una de las ventanas aprovechando que estaban en el primer piso, se dirigió luego hacia el risco donde Hoshi aparecía con frecuencia y sentándose en el borde del mismo se limito a escuchar la triste melodía, tal vez fu por oírla varias veces durante el caso pero estaba casi seguro que era idéntica a la que tocaba Katzuki, podría ser verdad o no, eso ya no le importaba y nada de lo que vendría después tampoco…

-¿Sabes Mai?... –Pregunto en un susurro al viento como si ella estuviera presente mientras sostenía unos anillos entre sus manos- estos anillos son los que viste en la tienda de la anciana… –agrego recordando que en una de sus visitas al pueblo ella había quedado encantada con unos aros matrimoniales- aquella vez los compre y pensaba dártelos cuando este caso terminara…

-Iba pedirte que te casaras conmigo Mai… -susurro apretando con fuerza los anillos entre sus manos- ¿comprendes eso? Iba a pedirte matrimonio pero tú… ¿Por qué siempre tienes que arruinarlo todo? –Cuestiono con fingida molestia mientras una lágrima se deslizaba por su rostro- ¿Ahora qué hare con estos anillos? -Pregunto al viento mientras los observaba con tristeza- estos son solo tuyos Mai… no podría dárselos a nadie más…

Naru no pudo evitar que sus lágrimas fluyeran libremente, dolía y dolía mucho el pensar que no volvería a ver a Mai, no observaría nuevamente sus sonrisa, no podría escuchar su voz, no podría sentir su calor… ahora solo podría vivir con su recuerdo, aferrándose a ella y a las memorias que crearon juntos… debería continuar con su vida tal y como ella había dicho, aunque por dentro quisiera morir debía seguir avanzando, por ella, por los dos…

-Mis sentimientos por ti no cambiaran Mai… -susurró el pelinegro- se que volveremos a encontrarnos algún día, en otra vida tal vez no lo sé, pero hasta entonces estos anillos estarán conmigo, esperando por ti…

-Ahora puedo entender… -dijo una voz detrás de Naru alertándolo al instante quedando de espaldas al mar- Por qué venciste a Akuma, tus sentimientos por ella son más fuertes de lo que creí…

-Katzuki… -susurró el pelinegro al verlo frente a él junto a Hoshi y todas las personas del pueblo- ustedes…

-Venimos a darte las gracias –Respondió Hoshi dedicándole una sonrisa a Naru- ahora somos libres…

-Me alegro por ustedes –Respondió Naru esbozando una ligera sonrisa-

-La amaste mucho ¿Verdad? –cuestiono Katzuki al pelinegro-

-Más que a mi vida… -Respondió el aludido con la vista clavada en los anillos-

-Entonces ve con ella… -susurro Katzuki para luego empujar a Naru haciendo que este cayera- ve y se feliz…

Naru pudo ver como aquellos espíritus sonreían mientras lo veían caer ¿Esa era su forma de decir gracias? ¿Matándolo?, bueno, daba igual, después de todo ahora no había mucha diferencia para él entre estar vivo o muerto, al contrario, la muerte era una buena recompensa, tal vez en el otro mundo podría ver a Mai o tal vez reencarnarían en alguna otra época juntos ¿Quién sabe? Lo último que pudo escuchar fue la voz de Lin gritando desde el borde del risco, lo estaba llamando, tendiéndole la mano pero él no la tomo, era mejor así, un buen final para todos, si… era lo mejor…

-¡Naru! –exclamo Lin seguido del sonido de… ¿Una puerta?- Llegaras tarde a la oficina

-¿Lin? –cuestiono confundió el pelinegro ¡un momento! ¿Había dicho oficina?-

Se froto los ojos para espabilarse tratando de entender lo que sucedía, recorrió el lugar con la mirada y se vio en… ¿su habitación? ¡Qué rayos sucedía! Se levanto de la cama y reviso la fecha, marcaba el mismo día en que Kumo había llegado a la oficina, definitivamente no entendía nada… escuchó nuevamente la voz de Lin del otro lado de la puerta diciéndole que llegaría tarde, por lo que, aun aturdido se dirigió al cuarto de baño, dejo que el agua fría terminara de despertarlo mientras recuerdos venían su mente, eran demasiado reales para creer que eran parte de un sueño, pero la fecha, Mai… ¡Mai! Ella estaba muerta o tal vez… salió casi corriendo de la ducha tropezando con un objeto en el suelo cosa que causo la risa disimulada de Lin…

-¿Aun así dices que Taniyama-san es torpe? –Cuestiono divertido pero solo una palabra resonó en la mente del pelinegro, había dicho "Es", no "era"-

-¿Dónde está Mai? –Pregunto confundido-

-¿A esta hora? –Respondió el aludido con otra pregunta- en la escuela supongo…

Naru entro a su habitación para cambiarse haciendo caso omiso a los comentarios de Lin, ¿Qué significaba todo eso? Mai estaba con vida, el estaba vivo, y los días no habían pasado, un sueño… esa era la única explicación lógica que podría darle a aquella situación, por lo que, convencido de su teoría tomo su reloj de la mesita de noche dispuesto a irse, sin embargo una pequeña caja que no recordaba tener llamo su atención, la abrí y en su interior encontró algo que lo dejo confundido nuevamente, esos eran… anillos…

Decidió ir a la oficina lo más pronto posible, todo era demasiado extraño, aquellas emociones que había vivido, los recuerdos con Mai, todo era demasiado real como para considerarlo un sueño y más aun, había un prueba física de ello, esos anillos no eran una ilusión, eran reales, muy reales… aquel día estuvo pendiente de la hora y especialmente de la puerta, si todo ocurría como en ese "sueño", en tres minutos entraría por esa puerta Hara Masako acompañada de Kumo solicitando su ayuda en el caso de un hotel en Okinawa, movía con impaciencia la cajita de anillos entre sus manos esperando que todo fuera un simple sueño, cuando los tres minutos pasaron y nadie llego respiro tranquilo, sin embargo su tranquilidad se fue por donde vino pues solo unos segundos después, ambos entraron por esa puerta…

Kumo entró a las oficinas de SPR sentándose justo frente a Naru tal y como en el "sueño" le conto su problema igual a como el CEO de SPR recordaba, ¡Demonios! Todo se repetía… apretó con fuerza la pequeña caja entre sus manos inconscientemente mientras miraba reiteradamente el reloj, Tal y como temía, Kumo relató todo exactamente como recordaba, la melodía, las mujeres desparecidas, todo… para cuando termino de hablara, vio nuevamente el reloj y supo que Mai estaría por llegar, apretó nuevamente la caja entre sus manos al recordar como ella moría entre sus brazos y el simplemente podía ver como ella moría, no… el no quería eso, el necesitaba a Mai, él la amaba…

-Entonces díselo –Resonó una voz en su cabeza reconociéndola al instante- no cometas los mismos errores…

-Katzuki -Susurro el pelinegro y entonces el tiempo en la habitación se detuvo y el aludido se materializo frente a él- ¿Qué significa todo esto?

-Los de arriba te dieron una oportunidad –contesto con una sonrisa mientras lo sujetaba de los hombros- es la forma de Izanagi de decir "gracias", salvaste al mundo que él ha estado cuidando todo este tiempo –agrego mientras soltaba al aturdido pelinegro- El peso de muchas vidas fue puesto sobre tus hombros, personas que ni siquiera conocías y aun así las salvaste, a cambio el te devuelve la única vida que necesitas, aquella por la que luchaste tanto…

-Pero… si regresamos en el tiempo tendremos que pelear de nuevo –refuto Naru tratando de procesar toda la información- Mai morirá otra vez…

-Eso no pasara –Contesto Katzuki- en este mundo Akuma ya no está presente, acabaste con él en tu tiempo e Izanagi te está devolviendo a un mundo en paz, sin Akuma pues el esta sellado…

-Es imposible –Replico Naru incrédulo- Eso desafía las leyes de la física y…

-No hay imposibles para un dios… -Dijo Katzuki esbozando una última sonrisa antes de desparecer por un camino de luz- aprovecha esta oportunidad niño… y se feliz…

Naru vi como Katzuki desparecía y todo el movimiento en la habitación regreso, Masako y Kumo lo veían con extrañeza pues su rostro mostraba aun incredulidad, la médium trato de acercarse a él, sin embrago Naru se dirigió a la puerta, la misma que segundos después se abrió dando pase a Mai que sorprendida se ver a su jefe frente a ella retrocedió enredándose con su piernas, espero recibir el golpe pero este nunca llego, dirigió la mirada al frente y se encontró con el rostro de Naru muy cerca al suyo mientras la sostenía de la cintura evitando su caída, no pudo evitar sonrojarse y casi como si quemara, se alejo de Naru, noto que Masako y un cliente estaban dentro por lo que con la excusa de preparar te paso casi corriendo a la cocina, siendo detenida a medio camino por Naru quien la tomo del brazo evitando su "escape" atrayéndola luego hacia el ante la sorpresa de los presentes, especialmente de la médium.

-N-Naru… -susurro la castaña con un furioso rubor en las mejillas y extremadamente nerviosa- Qu-que…. Que tienes…

-Estas a salvo… -susurro abrazándola con fuerza recordando cómo se sintió al memento de perderla-

-O-oye Naru… -llamo inútilmente la castaña- ¿qu-que sucede? Pasa algo mal…

Y no pudo decir más pues para impresión de Kumo, enfado de Masako y sorpresa de su parte, Naru la estaba besando, seguramente tanta presión por los exámenes estaba afectándole el cerebro, si, seguro estaba volviéndose loca pues solo así podría explicar la alucinación que estaba teniendo… sintió como Naru exploraba cada rincón de su boca y por alguna razón esa sensación se le hizo familiar, poco después lo sintió separarse de ella para luego volver a abrazarla, si estaba soñando, mejor que nadie la despertara…

-N-Naru… -llamo la castaña al sentir como Naru ejercía presión en su cuerpo, como si tuviese miedo de perderla con solo soltarla- q-que…

-Cásate conmigo… -pidió sorpresivamente y todo ruido en la sala cesó-

-¡H-he! –exclamo Mai definitivamente su jefe se había vuelto loco- si esto es una broma Naru yo…

-Es enserio… –Replico el aludido mientras sacaba los anillos de la caja que llevaba en el bolsillo- te estoy pidiendo matrimonio Taniyama Mai…

-¿Seguro que no estás enfermo? –Cuestiono la castaña tocando la frente de su jefe- Creo que tienen fiebre…

-¡Solo di que si! –exclamo Naru sorprendiendo a Mai, mas aun al verlo sonreír para ella- por favor Mai… no quiero cometer los mismo errores…

-¿Errores? –Cuestiono confundida la castaña- de que hab….

-Solo acepta –Replico Naru para luego volver a besarla hasta dejarla sin aire en los pulmones- ¿Y Bien? ¿Aceptas?

-Si…. –Susurro Mai con una sonrisa mientras lo abrazaba como si la vida se le fuera en ello para que luego Naru le colocara su anillo- después de todo cumpliste tu promesa…

-¿Promesa? –Cuestiono Naru ligeramente confundido- De que…

-Al final este anillo llegó a mí… -agrego dedicándole una sonrisa al pelinegro que la veía sorprendido-

-Tu… ¿Lo recuerdas?... –Cuestiono mientras los presentes, incluido Lin veían confundidos la escena-

-También tenían una recompensa para mí –contesto con una sonrisa-

Naru no pudo evitar sonreír mientras todos los veían como si fuesen algún animal extinto, ninguno entendía y era mejor así, después de todo nadie cerería un cuento tan disparatado como el que ellos vivieron, se acerco a su fututa esposa y después de envolverla en un posesivo abrazo la beso, la beso como si fuera la última vez que lo hiciese, ahora todo estaba bien, ella estaba con vida y lo mejor es que estaba a su lado y esta vez no dejaría que nadie la apartara de su lado así tuviera que pelear contra dios mismo, después de todo ya había vencido a uno anteriormente así que no habría problema, estarían juntos, crearían nuevas memorias juntos… si… siempre juntos, como desde un principio debió ser…

Fin

Notas de la autora

Pues así llegamos al final de esta historia… espero haya sido de su agrado y que nadie terminara decepcionado con este final XD, agradezco a todos aquellos que siguieron esta historia de principio a fin, en verdad muchas gracias (Hace una reverencia) por aguantarme durante estos meses *0*, de todo corazón espero que hayan disfrutado este pequeño relato que cree con el fin de transportarlos por un breve momento a este mágico mundo nacido de mi trastornado cerebro XD, cumpliendo con ustedes público lector puedo al fin decir "tarea cumplida"

¡Gracias por el apoyo brindado!