Me tardé, porque la página no estaba dejando actualizar e.é
Cuando escribí este capítulo estaba escuchando una canción tan súper gay xDD asi que cualquier cosa, culpen a Mika (?) perdonen el retraso, pero es que la inspiración se me fue de vacas por unos días u.ú no pude hacer nada al respecto, pero ya el ultimo cap x3 hay un intento de lime, digo intento porque nada que ver :C bueno puedo decir que hice un esfuerzo u.úU algún día hare un lemon decente *-* pero no veo ese día cercano x'D en fin, gracias por los comentarios n.n y pues escribiré mas de este par, son amor x3
Capítulo 4: Día tres – Sin presión todo vendrá natural
Esta vez fue el otro rubio quien no pudo dormir, rodó en su cama hasta el cansancio, pero sus ojos se negaban a cerrarse ¡lo único que quería era invadir la habitación del menor y saltarle encima preguntando que había decidido! Pero no, no podía hacer aquello, primero porque lo golpearía de una forma que dolería por días, y segundo porque luego no querría hablarle y eso sería mil veces peor, asi que decidió que lo más sano sería esperar, armarse de la paciencia que no poseía y aguantarse hasta, al menos, la mañana.
Pero él si no tuvo suerte y ni siquiera el cansancio lo durmió, toda la noche miró a un punto fijo en el techo, miraba sin observar realmente nada, sólo lo hacía por inercia… imaginándose cosas que aun no pasaba pero que deseaba que pasaran:
"Yo… también te quiero Den"
"¿EN SERIO NORU? ¡ME HACES TAN FELIZ!
"Cállate… me da vergüenza, eres un escandaloso"
"¡No puedo callarme! ¡En serio me haces feliz! ¡Te amo mucho Noru!
"No lo digas tan fuerte…"
"¡TE AMO!"
Y después de aquello… venían escenas con clasificación avanzada, que lo hacían sonrojarse como un estúpido mientras se las imaginaba, pero no se acordaba cuando había sido la primera vez que había pensado en cómo sería la suave y fría piel del noruego contra la suya, él sabor de aquellos labios de comentarios voraces, el sonido que haría cuando… se sacudió la cabeza ¡se sentía tan pervertido en esos momentos! Pero no podía hacer nada para evitarlo… nada salvo ir al baño, lavarse la cara e intentar dormir de nuevo.
Sin dormir ni por un minuto se levantó de su cama a las 10 a.m y bajo por su desayuno, el menor ya estaba allí, también su hermanito, ambos comían en la mesa sin hablar, pero que relación, no necesitaban palabras para comunicarse, era un par muy extraño.
- ¡Buenos días a ambos! –el más pequeño respondió al saludo, el otro se limito a asentir con la misma expresión en su rostro que siempre, pero era obvio que en su mirada había algo diferente, eso le hizo sentir esperanza
- … Yo tengo que irme ya, hay una reunión con lo de la actividad pesquera y se supone que debería irme ya –le menor hizo una retirada tan oportuna que Noruega pensaba que se había puesto de acuerdo con el danés, asi que simplemente alzó una ceja, sin decir nada -… vuelvo a la cena
- ¡Que te vaya bien Isu! –el albino se despidió con una mano y desalojo la vivienda y quedaron ambos rubios… en un silencio sepulcral
Era la primera vez que el mayor se sentía intimidado de esa forma, no quería decir nada ¿Qué se podía decir en un momento asi? Pues él no lo sabía, y parecía que el noruego tampoco tenía muchas ganas de decir nada, en particular ningún día era muy comunicativo, pero en ese momento especialmente estaba empezando a exasperarlo ¿Qué podía hacer para que de una vez lo dijera? ¿Le preguntaba? No… luego le diría que era un molesto y se alejaría… aquellas cosas eran complicadas.
Pero decidió ser valiente, él era el Rey del norte de Europa, si no era valiente ¿Quién lo seria?
- ¿Y bien? –preguntó escuchando como su voz estaba un poco aguda, pero hizo ademán de toser y volvió a preguntar -¿Lo has pensado Noruega?
- ¿Qué si los he pensado preguntas? Vaya… pues sí que lo he pensado
- ¿A si? ¿entonces tienes una respuesta? –dijo con brillo en sus ojos con su ánimo habitual, él otro alzó una ceja con una mueca de auto suficiencia
- ¿No me dijiste tú que esperarías mil años si era necesario?
- Pero me acabas de decir que lo pensaste Noru…
- Te dije que lo pensé, no que sé que responderte sabes –él mayor suspiró con resignación, odiaba esos juegos psicológicos, lo hacían terminar con dolor de cabeza
- Eres cruel… pero está bien, si quieres que lo espere lo esperare, total mil años son los nuevos cien
- ¿En serio esperarías eso idiota? –aquella pregunta lo tomo por sorpresa ¿era acaso una prueba?
- Te dije que lo haría, asi que si, aunque cada día sería peor que otro… pero si lo haría, por ti lo que sea –en las mejillas del noruego se apareció un rojo que jamás había llegado a esa intensidad, el otro lo miro sin entender muy bien lo que pasaba… sólo pensaba que ese color le sentaba muy bien
- Bueno… no te haré esperar tanto, de hecho si tengo que responderte –eso hizo que el mayor abriera los ojos emocionado, pero también con algo de temor si la respuesta era negativa
- ¿En serio? ¿Qué es?
- … Yo no soy bueno con las palabras Den –se levantó de la silla y se acercó al mayor aun sin quitarse ese rojo de las mejillas –preferiría mostrártelo, aunque sé que me odiare después por esto
- ¿Demostrármelo? –como era natural, el danés no entendía, asi que el menor suspiro dándose una palmada en la cara
- Dios… me pregunto en qué momento fue que te hiciste tan tonto, a veces me culpo, tal vez te golpeé muy fuerte con mi hacha de pequeños
- Ja ja ja no digas tonterías Noru, sólo explícame lo que quieres decir
- Ya te dije que no puedo decírtelo, asi que ahora cállate y cierra los ojos –el mayor obedeció con una sonrisa en los labios mientras su acompañante se ponía a su altura en el sillón
Por unos segundos lo dudo, se imaginó a si mismo corriendo lejos del lugar y volvería en una semana, podría quedarse en casa de Finlandia, y tal vez el tonto estaría tan acomplejado que jamás sacaría el tema de nuevo, pero luego volvió a pensarlo… le había dicho que estaba dispuesto a esperar mil años ¡con lo impaciente que es! Sabía que esa obvia mentira, pero con el simple hecho de pensar así sabía que era sus sentimientos eran sinceros… y si no quería mentirse a sí mismo, también se sentía asi, no supo en qué momento del camino le llego a gustar el tarado, pero son cosas que pasan sin notarlo, tal vez fuesen las diferencias de personalidades, su vida sería muy aburrida si no tuviese a nadie del cual quejarse, o al cual golpear, o quien lo acompañara con su calidez cuando estaba triste… si, ese era el idiota de Dinamarca.
Asi que por fin dejo de dudarlos y dejar que su cuerpo lo guiara, se inclinó sabiendo cual era su objetivo, también cerró los ojos acercando sus labios a los del danés… hasta que por fin los unió en un pequeño beso. El mayor estaba tan sorprendido que por inercia abrió los ojos ¡no podía creerlo! ¿Eso era un si no es cierto? Quería brincar, quería gritarle al mundo lo mucho que amaba a ese amargado pero lindo chico… pero tenía otros planes primero.
Correspondió al beso abrazándolo como siempre lo hacía, pero esta vez más fuerte de lo normal, si es que eso era posible, y de un momento a otro, cuando ya habían llevado varios minutos así, minutos que sabían a gloria para ambos… el mayor los hizo dar la vuelta dejando al noruego bajo él en el sillón
- O-Oye ¿Qué se supone que haces?
- Noru ¿me dejarías quererte aquí y ahora?
- ¿Quererme? –oh… aquello había sonado más sugerente de lo que quería pensar que era, el mayor sólo sonrió de lado
- Si, quererte y mostrarte como te amo mi amor ¿me dejarías?
- … Haz lo que quieras –eso lo tomo como un si ¿no iba a ser una negación cierto? Simplemente le beso hasta el alma en ese momento, y otras partes también, mientras le mostraba como era que él lo quería, a base de caricias, abrazos y también un vaivén bastante agitado que esperaba repetir con bastante más frecuencia
Y allí se jacto de que sus planes siempre eran perfectos, nunca tenían fallas, inclusive si se los aplicaba a su amado mejor amigo.
Les dejo el resto a su imaginación, que se que hará maravillas (asi es la mía x'D puedo imaginarlo pero no escribirlo, perdónenme TTwTT) ¡gracias por leer!