SIETE

Conjunto de viñetas

By: Lavi*


Naas~

Y estamos con la última!

Un pequeño detallito que puede les interese en los comentarios finales.

Shiki es propiedad de Fuyumi Ono y Fujisaki Ryuu.

Disculpas por cualquier posible error.


Serie Siete Pecados.

Soberbia

.

Podía observarlos una y otra vez sin cansarse. Cuando joven, nunca se interesó en nada o nadie a su alrededor. Como sucede casi siempre, su inmadura mentalidad le guiaba a preocuparse sólo por él mismo. Después de su primera muerte, cuando el mundo dejó de tener sentido para él, cuando sus sueños e ideales se esfumaron dejando un hueco incapaz de ser llenado y comenzó a replantearse el por qué de su existencia, no pudo evitar tomarles atención.

Primero porque les tenía envidia. Mucha. No podía dejar de anhelar sus tibios cuerpos, la sangre caliente corriendo por sus venas, las pausadas respiraciones. No podía dejar de añorar con mucho dolor y desespero la aburrida rutina y las metas superficiales que guiaban los pasos humanos cada día.

Se dio cuenta lo importante que era todo aquello para él justo cuando dejaba de tener sentido. Y sin embargo, ahora podía mirarlos por horas. Ir y venir, caminar de un lado para otro, realizar todas aquellas actividades que dan sentido a la vida. A la vida que él había perdido.

Y la envidia se había convertido en una vaga nostalgia salpicada de regocijo.

Por eso salía cada vez que podía hacerlo. Y se sentaba en aquel banquillo del parque cerca de su colonia. Miraba pasar a las personas hasta que llegaba la hora de volver con su amante y alimentarse.

—¿Son maravillosos no?

Brincó de la banca y se puso en guardia mientras se alejaba un paso. Detrás de la misma se hallaba aquella persona a la cual se le asignara el cargo de monje de Sotoba, en el pasado.

—Tu.

—Muroi Seishin, es mi nombre—. Ignorando la defensiva reacción, rodeó el banquillo y tomó asiento.

—Un hombre lobo.

—Somos los únicos que podemos exponernos al sol, después de todo.

No parecía tener intención de atacar, menos con toda la gente allí y en pleno medio día. Así que para ya no atraer más las miradas sobre ellos, se dejó caer al lado del hombre.

—Así que fuiste tu el que la ayudó a escapar.

—No podía dejarla morir.

—Es precisamente ella quien no debería seguir viviendo.

—No podemos juzgar a las personas por sus acciones—. Natsuno le miró incrédulo. —Ella hizo lo que pudo para sobrevivir, igual que nosotros.

Hubo un minuto de silencio entre ambos.

—No la dejaremos rondando por allí si es que desea seguir con sus planes.

—No lo hará, te lo aseguro.

Natsuno observó al hombre junto a él. Tenía la mirada fija en el horizonte, pero el de cabellos índigo sabía que en realidad miraba más allá. No sabía si podía confiar o no en él, pero ante la curiosa circunstancia escogió darle un voto de confianza. Las horas avanzaron como si fuesen minutos para esos dos inmortales compartiendo un atardecer en la desvalida banca de aquel parque.

—Como humanos, siempre estamos tentados a pecar—. Seishin extendió la mano, como buscando atrapar una invisible burbuja —Creí que la inmortalidad nos libraba de toda atadura divina, de todo condicionamiento, pero resulta ahora que en lugar de ello, estamos más sometidos aún.

—Por que ya no podemos aspirar al perdón.

—Más que eso, por que lo único que nos juzga ahora, sin descanso, es nuestra conciencia—. Natsuno le observó en silencio, sopesando tal revelación —Sunako escogió librarse de toda su humanidad, de todo aquello que pudiera arruinar la existencia que, aunque triste, había escogido vivir.

—Tenía miedo a morir—. Concluyó el joven hombre lobo —Por eso se aferró a un inútil ideal. Por ello se dejo llevar por la oscuridad hasta ser un monstruo sin escrúpulos.

—Es, sin embargo, la soberbia su mayor pecado—. Concedió Muroi —Ahora cree que no existe ser más grande que ella. Considera a todos los seres humanos como meras herramientas desechables. Considera a todo lo demás como algo inferior.

—¿Y piensas justificarla de esa manera?

—Es sólo un mecanismo de autodefensa—. Concluyó sin responder, empero, enfrentó la mirada índigo y con una media sonrisa hizo un ademán para señalar a las personas que caminaban a su alrededor —¿Y acaso, dime, no los observabas sintiendo la misma sensación de superioridad?, ¿no vienes aquí, cada tarde, para satisfacer ese deseo de demostrar que el tiempo, que para ellos es tan valioso, para ti no es más que una circunstancia banal?, ¿que las preocupaciones que agobian sus corazones no son más que burdas tonterías?

—No es así.

—No es añoranza lo que te ata a ellos, Natsuno-kun. Cada uno de nosotros, inmortal o no, es soberbio, es envidioso, es traidor, es –en resumen- no más que un pecador. No juzgues antes de mirar tu reflejo, antes de intentar comprender—. Seishin se puso de pie y se despidió con una leve inclinación de cabeza —Piénsalo.

Y Natsuno pensó en ello. Observó curioso la tarde caer y se levantó desganado para volver a casa.

Tohru le abordó ansioso en cuanto atravesó el umbral. Le miró por varios segundos hasta que el castaño escogió dejarlo divagar y volver a sus videojuegos. Y allí, observando a su eterno compañero simplemente vivir, Natsuno llegó a una conclusión.

Ellos podían ser monstruos, podían ser pecadores, estar condenados. Podían ser odiados y apartados por el resto del mundo, pero jamás llegarían a ser como Sunako. Porque antes que pensar en si mismo, para Natsuno estaba Tohru. Porque por encima de todo estaba Tohru. Porque para Natsuno no había nada más imperfecto, pero maravilloso, que Tohru.

Y cuando éste volteó a mirarle y le regaló una sonrisa –como aquella que le diera una tarde de lunes en su primer encuentro-, Natsuno supo que Tohru pensaba igual.

Estaban conscientes de su imperfección, de su inferioridad, de sus estigmas y de sus pecados. Pues era justamente eso, lo que más amaban el uno del otro.


Fin.


Y pues, con esto concluimos las tres series. De todo corazón, muchas gracias.

Hay tres viñetas extras, que van un tanto acopladas a estas tres series. Las colgare como si se tratara de un nuevo fic, osea aparte. Si gustan leerlas, adelante. Sino, pues muchas gracias por haber llegado hasta aquí.

Respondiendo a los comentarios:

Ame winner: Que alegria que te haya gustado. Has leido hasta el final y comentado, de verdad muchas gracias. Fue debido a tus constructivas criticas que esto crecio un poco, gracias. A mi tambien me pone tristona terminar un proyecto, pero al mismo tiempo me siento satisfecha. Espero no te haya decepcionado mucho y que te lleves una buena impresión de mis trabajos. Te invito a leer las tres viñetas bonus y ojala nos topemos en proyectos a futuro. Gracias por haber seguido esto al completo.

Tambien agardezco de todo corazón a xilema95, por haberse leido y comentado casi todos los capitulos, desde el primero. Espero nos topemos en otros proyectos y te hayas llevado una buenasensación al leer esto, Gracias.

Por supuesto, también un besote y muchas gracias a diiana, serranita, xxNaruNya-8059X3 y a natalia clow por haberse tomado el tiempo de leer y comentar. Y a todos los que me agregaron a favoritos y alertas!

Nos estamos leyendo! Sayo~