UNA NOCHE DIFERENTE…

Nota aclaratoria: Los personajes de Sailor Moon no me pertenecen son de Naoko Takeuchi

CAPITULO 1

El, es un famoso empresario multimillonario rodeado de lujos en su mansión
que posee en los alrededores de la cuidad.
Ahi se encontraba el, en la absoluta oscuridad bebiendo solo. Solo porque hace
unos meses la mujer a la que amo y la que le pidió matrimonio lo engaño con
el que se decía su mejor amigo. Esto lo destrozo y mas se le partió el
corazón cuando Esmeralda le dijo que no se arrepentía de acostarse con
Yaten.
Ni siquiera se dio cuenta en que momento ella tomo todas sus cosas y se fue de
su lado. Solo recuerda la cantidad de botellas que lo rodean desde ese
momento.
Lagrimas, lagrimas de dolor y amargura recorren su ahora demacrada cara.
Era una noche muy fría, Darien era su nombre, no soportaba estar mas en
soledad, como pudo se levanto de su sillón y se dirigió al baño. Al entrar
se dispuso a tomar una ducha para después vestirse y arreglarse. Darien
poseía unos cabellos color negro noche y unos preciosos ojos azul oscuro, su
piel era blanca un rostro de ensueño, la perfección hecha hombre. Solo unas
ojeras arruinaban ese rostro perfecto, ojeras que demostraban el estado
deplorable en el que se encontraba.
Se miro por ultima vez en el espejo y tomo su campera para luego dirigirse
hacia la puerta de salida.
Recorrió muchas calles de la cuidad de Tokio hasta que estaciono su auto BMW
color rojo fuego frente a un pequeño bar.
En ese bar trabajan algunas chicas, entre ellas se encontraba Serena, una
joven de largos cabellos rubios, piel blanca como la leche y unos hermosos
ojos celeste. Serena a pesar de su corta edad de 18 años, ella tuvo que dejar
sus estudios y comenzar a trabajar para poder ayudar a su madre y hermano
después de la repentina muerte de su padre. Aunque su madre le insistía que
no tomara ese empleo ella le dijo que era una buena paga y que lo necesitaban.
A la chica no le gustaba ver a su pobre madre haciendo trabajos de lavado y
planchado de ropa para personas de alta sociedad. O a su hermano limpiando
patios a su edad de 12 años.
Serena hacia siempre todo lo posible por ellos, su familia.
Ese día no fue el mejor de todos ya que al levantarse a la hora que
acostumbraba , dado que su trabajo como mesera en el bar terminaba a las 5 de
la madrugada, la pobre chica cuando llegaba a su casa pasaba casi todo el día
durmiendo, se encontró a su madre sentada junto a la mesa con una cara de
mucha preocupación.
-Buenos días mama…. Que sucede? - pregunto intrigada
-Hola serena hija, como amaneciste? - le saludo y pregunto a su vez,
distrayendo su atencion de los papeles que leia
Serena se sentó al lado de su madre y vio los papeles que ella tenia no eran
mas que facturas de cuentas atrasadas en su pago.
-Mama , no te preocupes por esto - dijo tomando las facturas - yo haré lo
posible para reunir el dinero ya veras.
-Hija no quiero que te sigas sacrificando por nosotros,- le dijo recupernado
las facturas de manos de su hija-, tu deberías estudiar y conseguir un novio,
hacer la vida de una chica normal. No trabajar para mantenernos!,- concluyo
descorazonada
-Mamita ya lo habíamos hablado a esto, en un tiempo cuando nuestra situación
se acomode te prometo que voy a retomar mis estudios.
Así las dos mujeres se abrazaron para borrar algunas penas de la amarga
situación.
Mas tarde serena se fue a tomar una ducha, algo le decía que hoy iba a ser
una buena noche. Cuando termino su baño se fue a vestir, se puso una pollera
mini tableada color roja y la remera del bar que era color blanca con letras
rojas y muchos brillitos.
Así partió ella hacia su trabajo, entraba siempre a las once de la noche
pero siempre iba un rato antes para ayudar a su amiga mina, una chica muy
parecida a ella pero de muy diferente carácter. Mientras que serena era un
poco seria y reservada mina era todo lo contrario una chica alegre y
divertida.
Horas mas tarde el bar comenzó a llenarse y serena estaba feliz, gracias a
sus clientes ellas tenia una buena propina, aunque sabia que no era mucho, la
noche apenas empezaba y ella sabia que si seguía así esa propina junto a su
paga serian suficientes para pagar las deudas que agobiaban a su madre.
Eran las tres de la mañana y el bar estaba en su mejor momento y todo era
gracias al dueño que tuvo la brillante idea de llevar a una banda local.
Mientras Serena seguía atendiendo las mesas en el local entra un joven un
poco misterioso vestido muy elegante nada formal pero elegante, este se
dirigió a una mesa un poco alejada y solitaria.
Mina le hizo señas a serena del hombre que se encontraba en aquella mesa
porque estaba segura que su amiga no lo había notado. Serena cuando dejo las
bebidas en la mesa correspondiente y se dirigió a la mesa del hombre
solitario.
-Hola muy buenas noches - saludo como acostumbraba en tanto colocaba los
reposavasos sobre la mesa-, que se le ofrece?
-Tráeme un whisky por favor - le dijo a la chica sin siquiera mirarla.
La rubia fue a la barra para que le sirvan el pedido del joven, siendo atacada
por las típicas preguntas de su amiga.