El reloj marcaba las ocho de la mañana y todos los negocios abrían sus puertas para recibir a los clientes. Con el paso de los años el Callejón Diagon era muy famoso en el mundo del comercio mágico. En la primera parte se encontraban los negocios exclusivos, las mejores marcas y los establecimientos más grandes y elegantes. Comúnmente era donde la clase alta y turistas hacían sus compras. Terminando de recorrer esta área empezaba la segunda parte en donde los establecimientos eran grandes pero no tan llamativos. Antes del primero de septiembre era cuando mas gente compraba en esta área, había ofertas de todo tipo para el inicio de cursos en Hogwarts. Y la tercera parte era ya para terminar el famoso callejón, en donde se encontraban los negocios de segunda mano.

Un joven alto y flaco con aspecto tímido corría hacia su trabajo que se encontraba en la segunda área. Ya eran las ocho con diez minutos y era la segunda vez en un mes que llegaba tarde y eso no le gustaba.

- Perdón Harry, perdón.

- Respira Neville.

- Es que…el autobús noctámbulo se detuvo de pronto y…me golpeé la cabeza… quede inconsciente un momento – decía tratando de regular su respiración.

- ¿Pero estas bien?

- Si.

- Bueno eso es lo importante, por favor prende el anuncio de afuera.

- Si Harry.

Neville obedeció a su jefe y amigo de la escuela prendiendo el anuncio "Artículos de Quidditch Los Merodeadores".

El negocio había sido el sueño del padre de Harry Potter y de su padrino Sirius Black que junto con su mejor amigo Remus Lupin trabajaron arduamente para llegar a construir lo que ahora tenían.

Harry había crecido con sus padres de manera modesta, sin lujos pero también sin necesidades. Termino su educación en Hogwarts teniendo planes de ingresar a la academia de aurores para llegar a ser todo un auror como sus padres y sus tíos, como les llamaba él a Sirius y a Remus. Pero sus sueños se vinieron abajo cuando justo días después de su graduación en Hogwarts sus padres y sus tíos murieron en una misión en el continente americano. Harry tuvo que madurar en una semana lo que tendría que haberlo hecho en años. Dejo de ser un joven de 17 años a quienes les gustan las fiestas y las chicas para convertirse en dueño de un negocio y padre de un niño de 4 años. Teddy era hijo de Remus y Nymphadora Tonks y ambos se encontraban en esa misión. Ahora Harry tenía que trabajar no nada mas para él sino para mantener al pequeño que también había quedado huérfano de la noche a la mañana.

- Buenos días ¿Por qué tardaron tanto en prender el anuncio?

- Hola Hermione es que llegue tarde – dijo Neville apenado.

- ¿No me digas que otra vez te mordió el perro de tu vecina?

- No ahora me voy por otro lado.

- ¿Cómo sigues de esa herida?

- Ya mejor – le mostró su pierna en donde tenia una marca de mordida de perro.

- ¿Dónde esta el amor de mi vida? – decía Hermione fingiendo enojo.

- Enseguida lo traigo es que lo lleve atrás porque se rompió un poco.

- Neville sabes que él es mi sol de cada mañana, mi oxigeno para respirar, mi alimento para…

- Hola Hermione.

- Hola Harry aquí les traigo el café bien calientito ¿Y Luna?

- No ha llegado.

- Y luego se queja que su café esta frío debido a los nargles que andan en el viento.

- Hola tía Hermione – llego Teddy.

- Hola precioso ven a darme un beso.

- Aquí esta Hermione – dijo Neville cargando una foto de tamaño natural de un jugador de Quidditch.

- Amor mío ya te extrañaba ¿Cómo amaneciste? – Hermione le daba un beso a la foto - ¿me extrañaste?

- Hermione es una foto – le decía Luna desde la entrada de la tienda – las fotos no hablan, eres muy rara.

- Nosotros nos hablamos con el corazón ¿verdad amor? – le decía a la foto de un joven pelirrojo dándole un beso en la boca.

- Hermione lo acabo de limpiar y ya lo estas babeando de nuevo.

- Nadie entiende nuestro amor.

- Neville llego mercancía nueva anoche por favor ve por ella esta arriba en mi casa.

Los negocios de la segunda y tercera área tenían un departamento arriba de cada local. Harry tuvo que mudarse ahí ya que no podía pagar la casa en donde vivía con sus padres, y más porque tenía que mantener a un niño nada más con las ganancias del negocio. Teddy nunca le falto nada, Harry procuraba darle todo lo que quería pero con moderación y ahora, después de 4 años, Teddy le decía a Harry "papá" de cariño.

Luna y Hermione estaban en la misma situación, vivían arriba de su negocio. Luna tenia una tienda de ropa, le gustaba mucho la costura y le iba bien con la gente de clase económica media. Hermione tenía una tienda de libros con un área para leer y tomar café. Por las tardes les leía cuentos a los niños y a veces les hacia espectáculos con marionetas.

- Llegaron las fotos de Ginny y Ron Weasley – decía Neville sacando la mercancía de una caja.

- ¡Ron Weasley! – grito Hermione – déjame verlas Neville.

- ¿No te conformas con besuquear esa foto todas las mañanas?

- Dame esas fotos o quieres que te mande un hechizo – lo amenazo con la varita.

- Aquí están.

- Amor mío sales guapísimo pero ya lo sabes ¿verdad?

- Hermione ya te dije que las fotos no hablan, eres muy rara – le decía Luna pero Hermione la ignoraba.

- ¿Tía desde cuando estas enamorada de Ron Weasley?

- Toda mi vida.

- Desde que estaba en la juvenil de Quidditch ¿no Hermione? – le pregunto Harry ayudando a Neville a sacar la mercancía.

- Estábamos en tercer curso creo, Harry me presto una revista de Quidditch y ahí lo vi, fue amor a primera vista – Teddy se reía de las caras que hacia Hermione al ver cualquier foto de Ron Weasley, famoso jugador de Quidditch.

- Llegaron muchas cosas de Ginny y Ron Weasley.

- Si pedí de más – dijo Harry – se terminan rapidísimo, es lo que mas se vende.

- Ginny Weasley es muy bonita – decía Teddy viendo una foto de ella - ¿papá a ti te gusta?

- Tendría que ser ciego para que no me gustara.

- Creo que no hay hombre en este mundo que no haya tenido una fantasía con Ginny Weasley – decía Hermione.

- ¿Qué es fantasía?

- Después te explico Teddy – le dijo Harry fulminando con la mirada a su mejor amiga quien solo bajo la mirada apenada.

- Miren esta foto – les dijo Neville.

- Me encanta su cabello.

- Tiene pequitas en la nariz.

- Que hermosa – decía Harry viendo la foto.

- Si tanto te gusta deberías conquistarla papá, Ginny Weasley me gusta para que sea mi mamá – Harry le sonrió y le revolvió el cabello a su "hijo".

- Es una Weasley por lo tanto un imposible – decía Hermione viendo la foto de Ron - ¿verdad amor mío? – Luna rodó los ojos – que tú nunca serás para mí, solo en mis sueños.

- ¿Por qué no?

- Teddy es un Weasley ¿sabes lo que eso significa? – el niño negó con su cabeza – significa que es un ser incansable. Los Weasley es la familia más famosa en el mundo mágico no nada más en Inglaterra en cualquier país.

- ¿En serio? ¿Entonces si mi papá se casa con Ginny Weasley voy a viajar mucho?

- Teddy no creo que algún día llegue a casarme con ella, es mas no creo que algún día la conozca.

- Pero yo quiero que ella sea mi mamá.

- Teddy ya te dije que los Weasley son personas muy famosas que nunca andarían por aquí en el Callejón Diagon.

- Pero aquí es donde todos los magos y las brujas vienen de compras.

- Mira para que me entiendas. Bill Weasley es el mayor de todos los hermanos, trabaja en el banco de Gringotts en Francia y es el primer mago en la historia que lo nombran gerente general. Nadie había logrado que un duende permitiera que un mago tuviera a su mando ese puesto y Bill Weasley lo logro.

- Además de eso se caso con una veela – dijo Neville - ¿algo más?

- De ahí sigue Charlie Weasley si sabes quien es él ¿verdad?

- Claro aquí esta la snitch de mi tío James firmada por Charlie Weasley – decía Teddy señalando una snitch guardada en una caja de cristal y servia de adorno en la tienda.

- Exactamente. Charlie Weasley fue un famoso jugador de Quiddicth hace años. Logro que Inglaterra fuera campeón mundial dos veces consecutivas. Ahora creo que se dedica a la crianza de dragones en Rumania.

- Recuerdo como papá cuidaba esa snitch, decía que pocos habían logrado tener un autógrafo de él. Según que no le gustaba que ningún fans se le acercara, pero entre mi padre y Sirius lograron burlar la seguridad del estadio y pudieron llegar a él. Me dijo que era muy amable y que en ningún momento se porto molesto con ellos – les contó Harry acomodando la mercancía recién llegada.

- ¿Entonces mi mamá tiene mas hermanos? – pregunto Teddy mientras que Harry rodó los ojos negando con la cabeza.

- Si tiene más. Después de Charlie sigue…

- Percy – le dijo Neville.

- Cierto Percy Weasley. Futuro ministro de magia sin duda. Ahora es el representante del mundo mágico internacional. Se codea con los ministros de todos los países del mundo tanto mágico como muggle. Haciendo así que los Weasley sean más conocidos entre los ministerios, es decir gente aburrida.

- Todo lo contrario a los gemelos.

- Fred y George Weasley dueños de todos los establecimientos de Sortilegios Weasley del mundo. No creo que haya un niño en el mundo mágico que no conozca esa tienda.

- Es la mas grande en el callejón Diagon, a mi me encanta es mi favorita.

- ¿Y sabias Teddy que fue la primera tienda que abrieron?

- ¿En serio?

- Si ellos empezaron con su negocio aquí, en esa tienda que tanto te gusta estuvieron hace varios años los gemelos Weasley.

- Ya ni se han de asomar por aquí, han de estar en una mansión disfrutando de la vida.

- Después de ellos nació el ser mas divino, guapo, encantador, seductor, irresistible…

- Ron Weasley – dijeron todos haciendo muecas.

- Es que ¿acaso no es un amor? – les mostraba una foto.

- Ron es famoso por jugar Quiddicth y por ser un mujeriego de primera – se burlo Neville.

- Cállate él solo piensa en mi.

- Ron lleva toda su vida jugando Quidditch, llevo a la victoria a su equipo los Chudley Cannons y en este año será guardián de la selección de Inglaterra – les contó Harry.

- Y además es el jugador mejor pagado y con más contratos de publicidad. Es la imagen de marcas de varios artículos de prestigio como lociones, calzado deportivo, ropa. Te amo – Hermione le hablaba a la foto.

- ¿Quién sigue?

- Tu mamá.

- ¿También ustedes?

- Ella empezó a jugar Quidditch casi al mismo tiempo que Ron.

- No un poco después – dijo Harry – pero inmediatamente fue contratada por las Arpías de Holyhead como cazadora y al igual que Ron es una de las jugadoras mejor pagadas, además del Quidditch también es modelo.

- Eso no lo sabia – dijo Hermione.

- Si modela solo en pasarelas de diseñadores de renombre. Creo que la buscan mucho porque cuando ella esta presente en sus eventos tienen a toda la prensa a sus pies.

- Como ves Teddy los Weasley son muy famosos.

- ¿Y sus papas? ¿Tampoco tienen como mi papá y yo?

- Nunca hablan de sus padres, de hecho hay muchos rumores que entre ellos no se llevan bien empezando con Ron y Ginny que juegan en equipos rivales y que pelean entre ellos para ver quien es más famoso y quien tiene más contratos de publicidad. Bill viviendo en Francia, Charlie en Rumania, Percy viajando y trabajando y los gemelos divirtiéndose. Al parecer es una familia muy desunida que tal vez si tengan a sus padres pero nunca los toman en cuenta porque nada más piensan en ellos mismos y en su fama.

Ginny Weasley se encontraba en la suite presidencial del mejor hotel de Perú. Se había levantado temprano para tener tiempo suficiente de preparar su maleta. Estaba deseosa de poder llegar a Inglaterra lo más pronto posible.

- ¿Qué haces? – le pregunto su novio quien apenas se estaba despertando.

- Mis maletas, ya me voy a Inglaterra.

- Pero ¿Por qué?

- Cormac te lo dije desde la semana pasada. Terminando el torneo me voy a Inglaterra a pasar mis vacaciones con mis padres.

- Pero hay que festejar que ganamos, Ginny vienen muchas fiestas.

- Que no me importan – decía arreglando su ropa en su maleta.

- Pero a mi si.

- Pues ve tú.

- Quiero que me vean contigo. Ginny mi carrera de modelo esta en la cima.

- Felicidades.

- Ginny esto es serio, si todos saben que tú eres mi novia tendré más contratos.

- Valórate un poquito.

- Lo hice durante muchos años y de nada me sirvió, en este medio hay que tener palancas para ascender.

- ¡Ah! ¿Entonces yo soy tu palanca?

- Vamos Ginny seamos sinceros, si una mosca esta a un lado de ti se subastaría en millones.

- No seas exagerado.

- Quédate por favor.

- No puedo, mis hermanos y yo llevamos mucho tiempo planeando estas vacaciones. Festejamos las bodas de oro de mis padres y ellos nos pidieron de regalo estar en su casa como cuando éramos niños.

- Que ternura – dijo sarcásticamente Cormac – pero será mejor que les digas que llegaras unos días después.

- Claro que no, me muero por estar de nuevo en mi casa, en mi cuarto, dormir en mi cama. No tienes una idea de cuanto extraño eso. Termine – dijo cerrando la maleta.

- Si sales por esa puerta terminamos Ginebra.

- ¿Me lo dices en serio? ¿Seguro que no vas a regresar a buscarme? Para saber si voy a estar tranquila durante mis vacaciones sin que me estés molestando.

- Si tanto te molesto ¿Por qué regresas conmigo?

- Es lo mismo que me pregunto yo.

Salio de la suite decidida a pasar unas vacaciones sin igual. Nada se comparaba con el acogedor aroma y calidez de su casa. Dejaría los mejores hoteles con los mejores servicios a cambio de su cama y la sonrisa de su madre al despertarla. Pensó en Cormac, su novio desde hace un año, bueno contando las innumerables veces que habían terminado. Tenía que ser sincera con ella misma y reconocer que Cormac había sido el mejor novio que había tenido desde que inicio su carrera. Al menos él se preocupaba cuando salía herida de un juego y pasaba a verla al hospital, se acordaba del día de su cumpleaños y lo mejor: no la golpeaba. Suspiro, si supieran sus hermanos la clase de novios que tuvo solo para no sentirse sola, porque esa era la verdadera razón por la que regresaba con Cormac, no quería estar sola, deseaba con toda su alma sentirse importante, especial para un hombre por lo que ella era y no por su fama…no por su apellido.

En la Madriguera se respiraba felicidad. Todos hablaban y hablaban contándoles a sus padres sus anécdotas en sus trabajos. Molly y Arthur Weasley los escuchaban muy atentamente aunque la mayoría de las cosas ya las sabían por cartas que ellos les mandaban. Nunca leían los periódicos ni las revistas porque no creían en nada de eso, solo en las cartas que traían 7 lechuzas cada domingo durante el desayuno.

- Mañana vamos a la tienda de bromas del callejón Diagon, queremos estar ahí durante las vacaciones para ver como va el negocio – dijo Fred.

- Sigue siendo la tienda que mas ganancias nos deja – comento George – además que le tenemos un cariño muy especial.

- Pero estuviste ahí hace como un mes Fred – le dijo Arthur.

- Si vine a darle una vuelta nada más. La verdad ni tiempo tenemos de sentarnos un rato a descansar, así que por eso a veces George y yo nos separamos para auditar todas las tiendas.

- Y es que la verdad eso de los contadores y pagos de impuestos que manejan cada país es un lío, pasamos horas sentados frente a unos tipos con cara de amargados y con su calculadora a un lado.

- Bueno eso de la cara de amargados es porque no aguantan las bromas que les hacemos, no tienen sentido del humor.

- Deberían de comportarse de vez en cuando – les dijo Percy.

- Eso algo imposible – rió Charlie.

- Yo los acompaño – les dijo Ron.

- Yo también, quiero que me regalen mas bromas para mis compañeras.

- Ey ¿Por qué a ella se las regalan y a mi me los venden?

- Porque es nuestra única hermana.

- Y porque es una experta en el hechizo moco murciélago.

- Acéptenlo, le tienen miedo a Ginny – les dijo Bill.

- Si eso…porque le tenemos miedo – todos soltaron una carcajada.

Harry le daba un galeón a Teddy como cada domingo. A veces Teddy lo ahorraba pero en otras ocasiones simplemente no podía con su debilidad: los helados. Y para helados no había como los de la Heladería Florean Fortescue que se encontraban en la primera área del Callejón Diagon. A Teddy le encantaba pasearse por todo el Callejón, ver por los aparadores y sentarse a comer su cono con una sola bola de nieve para que le alcanzara a comprar un poco de caramelo encima. Casi nunca entraba a las tiendas pero en esa ocasión decidió entrar a ver la tienda de Sortilegios Weasley. Nunca había entrado ahí solo, su tía Hermione una vez le regalo unas bromas por su cumpleaños pero pocas veces Harry lo llevaba por ser de las más caras. Era enorme y llena de artículos súper divertidos. Harry lo había educado bien y siempre le decía que no debería de tocar nada al menos que lo fuera a comprar. Así que apretó sus puños para no tener la tentación de tocar algo. Se paseo por los tres pisos que conformaba el establecimiento, sus ojitos se movían de un lado a otro con una sonrisa en su cara, pero al momento de ver aquella jaula sus ojos se agrandaron y sus pies se dirigieron a ella. Era una jaula llena de bolas de pelusa rosas y moradas que rodaban por el fondo de la jaula y emitían agudos sonidos. Sonrió y metió su dedo entre los barrotes y todos se concentraban alrededor de él. Leyó el letrero "Micropuffs, Puffskeins en miniatura 30 galeones cada uno". Metió su mano en su bolsillo de su pantalón y contó las monedas, suspiro y volvió a meter el dinero en su pantalón. Se despidió de los micropuffs y salio de la tienda.

Fred Weasley, quien se encontraba en las oficinas de la tienda en la parte alta observo por la ventana (que para los clientes era un espejo) al niño salir triste de la tienda después de contar sus monedas. Era el tercer día seguido que hacia lo mismo, revisaba sus monedas y después con sus deditos contaba cuanto le faltaba.

- ¿Qué ves?

- Ese niño es la tercera vez que hace lo mismo.

- ¿Pues que hace? – le pregunto Ginny.

- Revisa cuanto le falta para comprar un micropuff.

- ¿Cuanto cuesta? – le pregunto Ron.

- Treinta galeones.

- ¿Y no puede comprarse uno?

- Ron a lo mejor no tiene mucho dinero.

- Se nota como que esta ahorrando para comprárselo.

- Deberías regalárselo.

- Este no le regala ni a su propio hermano.

- Es porque tu trabajas – se levanto Fred no sin antes darle un zape a Ron.

Teddy acariciaba el micropuff morado, era sin duda su favorito y el animalito ya empezaba a reconocerlo.

- Pequeño no debes meter los dedos – Teddy inmediatamente saco su dedo de la jaula asustado.

- Déjalo Verity yo lo atiendo.

- Si señor.

- Hola ¿te gusta? – Teddy asintió - ¿Y porque no lo compras?

- Aun no me alcanza pero mi papá el domingo me va a dar un galeón y mi tía Hermione 10 sickles así que no me voy a comprar ningún helado para tener a Arnold.

- ¿Quién es Arnold?

- El – le señalo la bola peluda morada.

- Veo que se hicieron amigos – le dijo Fred sonriendo.

- Si bueno me tengo que ir mi papá se enoja si no llego a la hora que me dice. Adiós.

- Espera – grito Fred pero Teddy ya había salido corriendo.

Fred saco de la jaula al micropuff morado y se lo llevo a la oficina para guardarlo. Sabía que ese animalito no iba a durar en esa jaula hasta el domingo.

- Asustaste al pobre niño – le dijo Ron sentado en la silla del escritorio de Fred con los pies en la mesa.

- ¿Qué paso?

- Le falta dinero pero dice que su papá le va a dar un galeón el domingo y su tía también le va a dar dinero.

- ¿Y porque lo trajiste? – le pregunto Ginny acariciando al animalito.

- Porque esos se venden mucho y el sábado la tienda esta a reventar seguro se vende para antes del domingo.

- Pero tienes más.

- Si pero ese es Arnold – Ron frunció el ceño viendo a la bola peluda.

- Hola Arnold – le dijo Ginny.

- Por cierto ¿Qué hacen aquí?

- Ya me canse.

- Mamá los mando para que nos ayudaran, así que a trabajar ¡Los dos!

- Odio ser el menor – salio Ron de la oficina.

- Adiós Arnold hasta mañana.

Teddy no le había dicho nada a Harry de que quería un micropuff, sabia que él se esforzaba mucho por darle todo lo que quería y no quería presionarlo para que le comprara una mascota. Así que decidió ahorrar y comprársela él mismo.

Hermione como todas las mañanas llegaba con café para sus amigos y dándole los buenos días al amor de su vida (foto de Ron Weasley en la entrada de la tienda) y su beso mañanero, como solía decirle para fastidio de Neville que tenia que limpiar la foto todos los días.

- ¿Cómo amanecieron?

- Bien Hermione ¿Cuándo será el día que dejes de babear esa foto?

- Tu no entiendes el amor que sentimos Ron y yo Neville.

- Pero entiendo que tengo que limpiar esa foto todos los días – Hermione le saco la lengua – Harry me acompañas a casa de mis padres el sábado.

- No puedo Hermione quede en salir con Cho.

- ¿Y tu Neville?

- Si Harry se va me tengo que quedar yo en la tienda.

- Cierto igual Luna, odio ir con mis padres yo sola porque nada mas se la pasan hablando de que me regrese al mundo muggle.

- Yo quiero ir al cine el sábado – le dijo Teddy a Harry quien se había quedado muy serio al saber que saldría con Cho.

- Te llevo el domingo Teddy.

- No quiero ir el sábado.

- Tengo un compromiso – Teddy se cruzo de brazos molesto – no empieces otra vez a hacer tus berrinches, compórtate como un niño de ocho años y no como uno de cinco.

- ¿Qué pasa?

- Teddy se le ha metido en la cabeza que Cho es una engreída y sangrona y no se que mas.

- Es que lo es, me cae mal no la soporto. El otro día me dijo que como yo le decía papá de cariño a Harry le empezara a decir a ella mamá ¡Que tonta!

- Ted Lupin no hables así.

- No la quiero aquí, yo no quiero que sea tu novia.

- Pues lo es.

- Yo quiero que Ginny Weasley sea tu novia.

- ¿Otra vez con lo mismo? ¿Cuántas veces te lo tengo que explicar que ella no puede ser mi novia?

- ¡Pero te gusta! Tú me lo dijiste.

- Claro que me gusta físicamente pero no la conozco y como te lo dije mil veces ¡nunca la voy a conocer! Así que bájate de la nube y deja de pensar que ella algún día será mi novia.

- Búscala, dile que quieres hablar con ella, dile que te gusta.

- Si claro como si fuera tan fácil, ya me imagino a Ginny Weasley entrando por esa puerta preguntando por mí.

- Pues es a la única que quiero como mamá ¿entendiste? ¡A la única! Ginny Weasley es mi mamá y nadie más.

- ¡Ted! – le grito Harry mientras el niño corría por las escaleras hacia su casa arriba del negocio.

- Pensé que se le había pasado eso de que quería a Ginny Weasley como su mamá.

- No esta aferrado a eso. Ya he hablado de todas las formas posibles con él y no entiende. Y si de por si Cho no le caía bien menos ahora.

Al día siguiente volvió a ir a la tienda para saludar a su amigo Arnold y decirle que seguía ahorrando para que pronto estuviera en su casa pero se llevo la sorpresa de que Arnold ya no estaba en la jaula. Había más micropuffs pero no su amigo. Se quedo viendo a la jaula triste y sin querer se le salio una lagrima pero rápidamente se la limpio con la manga de su camisa.

- Hola, regresaste ayer te fuiste corriendo – le dijo Fred.

- Mi papá me regaña si llego tarde, es muy precupón.

- ¿Por qué lloras?

- Yo no estoy llorando – dijo levantando el mentón.

- Perdón ¿ya completaste para comprar un micropuff? – bajo su mirada y negó con la cabeza.

- Ya no quiero.

- ¿Por qué? Mira están muy monos.

- Ya no esta Arnold – de nuevo rápidamente se limpio otra lágrima.

- ¡Oh cierto! Arnold no me acordaba, él esta en mi oficina.

- ¿No lo compraron?

- No Arnold solo te quería a ti, ven vamos a mi oficina – Teddy sonrió y camino dos pasos pero después se detuvo.

- Mi papá me dijo que no me fuera con extraños.

- Pero yo no soy ningún extraño, trabajo en esta tienda además solo vamos a mi oficina por Arnold – Teddy se quedo pensando.

- Bueno pero rapidito, solo lo saludo y me voy.

- De acuerdo.

Teddy subió a la oficina tomado de la mano de Fred y le señalo donde estaba el micropuff, el niño inmediatamente lo tomo en sus manos y lo acaricio.

- Se nota que te reconoce.

- Si somos amigos.

- Fred ¿sabes donde esta la mercancía que llego de España? – llego Ginny a la oficina. Teddy la vio abriendo sus ojitos de par en par sorprendido.

- ¡Mamá!


A solo un capitulo del final de "La Espía" (que por cierto ya lo escribi solo faltan algunos detalles) empiezo con esta nueva historia. Ya la habia comentado con algunas personas en especial con J0r que me dio algunos consejos (y que no dudo que lo siga haciendo si tienes tiempo).

Espero que les guste y que se entretengan un rato. Mi inspiracion fue la pelicula "un lugar llamado Nothing Hill" y "Sleepers in Seattle" pero cambiandole muchas cosas.

Como siempre espero sus reviews para saber sus opiniones y pero sobretodo para saber si la continuo o mejor me dedico a las otras jejeje. Pero ya saben que trato de actualizar seguido, si me atoro en una es por falta de imaginacion o porque mi compu se descompuso, pero continuo con las otras.

Saludos.