Ficha del fanfic

Titulo: "Cuando el Sol debe olvidar a la Luna"

Categoría:Romance/Drama/Angustia.

Recomendado:+18

Serie Basada: Bleach.

Personajes Principales: Orihime/Ulquiorra

Estado: En proceso.

N° Capítulos:1/…


Sumario:

Una loca historia que surgió mientras trataba de dormir, me había pasado la noche viendo la galería de una gran artista en DeviantArt, ella dibuja constantemente a mi pareja favorita, me llegó a inspirar de tal manera en que decidí escribir algo.

Este fic trata un tema adulto, por lo mismo lo he puesto en rango M, no contiene escenas explícitas de sexo, tal vez lemon, pero lo otro es más por lo complicado de la trama (que siempre termino complicándolo todo).

El fic se desarrolla durante la estancia de Orihime en Las Noches; extrañas cosas que suceden tras una larga plática con Ulquiorra, aunque el Arrancar tiene otras habilidades que nadie conocía (no es cosa perver xD).

Ulquiorra es derrotado, Orihime vuelve al mundo humano… pero hay algo con lo que nadie contaba (hasta ahí con el sumario explicativo xD, si quieren saber más, lean el fic).

Trataré de hacer un fic más realista con respecto a la personalidad de los personajes; he leído fics en los que Ulquiorra es demasiado amoroso o demasiado seco, donde Orihime es una perra caliente, en que Ulquiorra está loco por violarla (etc.); aunque la lógica sólo se las daré a las personalidades, la trama tiene un rumbo de 'historia alterna'. Comprendan, lean y dense la oportunidad de imaginar un mundo alterno.

Nota: ¡Mi primer fic de Bleach! *O*

Disclaimer: Debo aclarar que Bleach y todos sus personajes le pertenecen al Twittero N°1 de Japón… Tite Kubo (joder, escribe todos los días su Twitter xDDD).

Nota: No al plagio por favor, copiar una historia que no es tuya y ponerla en otro sitio bajo tu nombre es plagio. Si ven mis obras en algún lado sin mi permiso ni mi nombre... avisen y/o denuncien al autor, gracias ^^


CUANDO EL SOL DEBE OLVIDAR A LA LUNA

By Clarisce

Episodio 1: El sentimiento del olvido

.

.

Antes.

Sus propias divagaciones le insertaban ideas poco convencionales, hacía algunos días que había dejado de ser visitada por su única compañía y eso le dejaba una mala impresión, quizá… quizá… todo había terminado e Ichigo estaba más herido, quizá Ulquiorra había matado a sus amigos o quizá el estar encerrada en ese lugar le provocaba paranoia.

Se sentó en su celda, con vista hacia una pared, la luz la iluminaba un poco, no podía verse más que su divagante mirada, sus tristes ojos a punto de llorar y su necesidad, la necesidad de saber algo.

Entonces escucha el sonido de aquella voz, rápidamente voltea a ver hacia la puerta de su celda, de alguna manera está emocionada por ver señales de vida, la presencia de aquel Arrancar la sacaba de aquel mundo lleno de pensamientos negativos y la llevaba a preocuparse, mucho…

- ¿Aún despierta? –Preguntó él esperando la respuesta de aquella mujer, la misma se había detenido a mirarlo por unos segundos- Hey, responde.

- ¡Ah! –se dio cuenta de que se había quedado callada- Gomen –se disculpó al instante, no creía que se había quedado en blanco tanto tiempo- ¿qué decías?

- Olvídalo –volteó la mirada a otro lado.

- No se cuánto tiempo he estado viendo a través de aquella ventana, pero la oscuridad nunca deja de ser la misma.

¿Qué quería decir? Orihime solamente sacaba de su pecho algunas palabras, una plática un poco sin sentido para Ulquiorra, pero esa era la naturaleza de su prisionera, siempre sorprendiéndolo, aunque él nunca se lo dio a entender.

La muchacha observaba el cielo de Las Noches para luego suspirar, 'vienen a rescatarme' pensó sin apartar la mirada de toda la oscuridad, una que se habría instalado en su corazón tan al fondo como para ser consumida ante los ojos del Arrancar de cabellos azabaches.

- Si piensas en ella como tal, nunca te dejará –afirmó Ulquiorra.

- ¿Te quedarías un momento? –comentó ella sin verlo.

- ¿A qué viene esto? ¿Cuál es el propósito? –señaló él sin la mínima molestia.

- No tengo un propósito –volvió su mirada a Ulquiorra y sonrió levemente mientras agachaba la mirada.

Caminó a paso lento hacia su cama sentándose, le dirigió una mirada a él, parecía que tenía alguna emoción por expresar pero como siempre la borró de inmediato, dio un paso atrás para girar hacia la salida, Orihime bajó la mirada culpable, sentía llorar, estaba… simplemente estaba volviéndose loca.

Ulquiorra tomó la puerta y la cerró, no quería que nadie interrumpiera inoportunamente, no es que cayera bajo las influencias de esa mujer, no era que le importaba porque no era así, lo señalaba y lo sabía. Pero por un momento una pequeña partícula de compasión le tomó por sorpresa, también estaba fascinado por la naturaleza de esta mujer humana, despertaba su curiosidad. Hacía que su mundo lógico, cognoscente, pudiera indagar más en este… en este extraño territorio, sabía que nunca la entendería pero estudiarla le dejaba una satisfacción que ninguna otra interacción le daba.

- Mujer… -pronunció antes de voltear a verla y regresar.

- Gracias –le dijo.

- Dime, ¿en qué piensas ahora? –dijo y fue hacia ella.

Un poco de aire se atoró antes de que ella pudiera respirarlo, su energía, su poder, su presencia le hicieron sentir un poco pequeña, su cercanía tenía ese poder. Tragó saliva y comenzó a explicarlo todo, como si hiciera falta, el no haber hablado con nadie en esos días le hizo dar una gran respuesta, llena de ejemplos, comentarios propios, algunas cosas tristes, otras que los incomodaban a ambos, tanto amplió la conversación que terminó hablando de su familia, su hermano, sus amigos, su mundo. Quería verlos otra vez.

Al terminar de decir todo aquello, carraspeó un poco, su garganta se había secado, estaba inexplicablemente feliz por poder decir todo eso, aunque fuera a él. Ulquiorra suspiró, pensando en algo que cualquier chico humano pensaría (en voz baja o mentalmente).

- No debí preguntar.

La joven en lugar de enojarse o apartarse, sonrió, él la hizo sonreír… los primeros segundos desde que comenzó a reírse no pensó en ello. Haber escuchado eso le había devuelto a sus días de escuela, en que comentaba algo y alguien le respondía así, tan naturalmente. Veía a Ulquiorra con ojos de sorpresa, pero cuando terminó de reírse volvió a aquella realidad y paró estrepitosamente.

El arrancar se dio cuenta, una nueva expresión en su rostro se asomaba, era la "Sorpresa", la miraba y pensaba en 'cómo' podía pasar de reírse a dejarse aplastar por lo que le preocupara.

- Se que no nada que yo pueda hacer o decir –comenzó a decir Orihime- pero siempre creía que había algo más en este mundo, quería luchar, amar, vivir… pero ahora, todo, todo es… tan pequeño y no puedo seguir adelante. Me preguntaba, ¿cómo haces para no necesitar nada más? –la pregunta lucía algo desesperada.

Ulquiorra arqueó una ceja y ladeó la comisura de su labio mientras le señalaba, suavemente, su pecho.

Inoue vio lo que trataba de decirle, no pudo evitarlo, no podía y se echó a reír sin parar, muy fuerte, muy… no podía evitarlo, se sentía tan tonta pero eso era realmente divertido. Ulquiorra también estaba divertido, por lo mismo había sonreído levemente, estaba distraído, esa mujer… retorcía la lógica o al menos la olvidaba, esto era un severo caso de ignorancia.

- Lo siento –dijo a los pocos minutos, tratando de dejar de sonreír.

- Sí, ¿podría hacer algo para que dejarás de burlarte? –dijo sin más ánimo a compartir ese momento con ella.

- N-No… me burlo –dijo entre risillas- es… nada… jajaja…

- Debería buscar una forma de callarte, harás que piensen que te torturo. Esa risa parece llanto.

- Jajaja… sí, l-lo sien-siento…

Recordó que alguna vez le había pasado algo similar, no pudo evitar tener ese recuerdo y no sabe realmente por qué lo tuvo con Ulquiorra ahí mirándola.

Ulquiorra asimiló que en ese instante podía hacer algo, se acercó a ella y la acorraló un poco contra la esquina que alternaba con la pared de aquella cama. La risa y la respiración de Orihime dejaron de fluir.

- ¿En qué pensabas?

Podía sentir su aliento rosando sus mejillas, sus labios su cuello, podía gritar, podía interponer sus manos pero no hizo nada, tan sólo empeoró todo.

- …un beso.

Actualidad.

- ¡Noooooooooo! –gritó Orihime despertando.

Apretaba las sábanas tan fuerte que lo único peor en aquel despertar podía ser su mirada perdida y el cabello desordenado.

Tatsuki entró de inmediato a su habitación, corrió a abrazarla mientras le decía a cada momento 'sólo fue un sueño'.

Dos meses había pasado desde que abandonó su prisión, desde que cambió a ser libre de nuevo, de repente comenzó a tener pesadillas, semanas después de salir del mundo espiritual, pensó que era normal, todos lo pensaron. Ella misma sabía que sólo necesitaba un poco de comida, dormir bien y una cálida cama para recuperarse, el descanso tampoco era problema desde que su compañera Tatsuki había decidido acompañarla.

Pero algo le decía que no era una pesadilla nada más, había tenido… extraños sueños, parecían recuerdos, parecían pedazos de una película que nunca acababa, cosas que nunca habían sucedido entre ella y el Espada.

Cuando recuperó la calma le sonrió a su amiga, no quería preocuparla más. La joven no era débil porque en su intento de no hacer sufrir a los demás se sacrificaba a sí misma, incluso fingiendo una sonrisa. Hacía falta ser muchísimo más fuerte para eso.

- Anoche comimos demasiado –añadió para darle una excusa a su amiga. No necesitaba preocuparse más.

- Jaja, sí –no podía explicarse la razón por la que ella tratara desesperadamente de estar bien pero quería cooperar-. Bueno, al menos me despertaste para llegar a tiempo a la escuela –la soltó para verla un poco- ¿segura de que…? –preguntó.

- Sí, sí, sí… jejeje, es más creo… que… ¡Aghhh! –se levantó eufórica, corría hacia su baño a vomitar.

- ¡Orihime-chan! –Tatsuki la acompañó.

No podía hacer nada, le sostuvo el cabello para que pudiera vomitar sin que nada le quedara. Era un poco asqueroso. La mirada de preocupación seguía siendo la misma pero esta vez se animaba a consolarla con un suave toque en la espalda.

- Es obvio que no estás bien –señaló su amiga- ya es casi una semana desde que comenzaste a vomitar tanto –le regañó en tono maternal-. Puede ser una infección.

Orihime había dejado de vomitar para quedarse mirando por sobre el inodoro, no respondió, es más su rostro estaba un poco pálido y antes de que su compañera pudiera decir algo haló la cadena del baño. El intermitente rugir de aquellas aguas llevándose sus vomitos dejaron esa conversación ahí.

-Voy a preparar algo para desayunar –dijo Orihime apartándose- ¿quieres algo en especial? –preguntó como si nada hubiera pasado.

-Pero… acabas de vo-vomitar, yo no se si debas seguir comiendo. No lo hagas, vístete y vamos a enfermería de la escuela –le dijo amablemente Tatsuki-. No te dejaré en ningún momento.

- Nnnh… -se alejó- prepararé tortillas, espero te gusten –dijo finalmente para luego desaparecer.

En toda la mañana no hubo más que sonrisas, gritos, juegos, conversaciones y demás situaciones algo forzadas. Los ojos de la amiga no podían dejar de observarla, algo raro le pasaba, pensaba que tal vez su trauma había llegado a un nivel mucho peor, no querer hablar de ello, no poder hablar de sus problemas era algo que un terapista podría… pero Orihime no quería escuchar nada de eso.

Médicos, ayuda, amistad, todo… todo era complicado en ese momento.

Luego de un pequeño receso Orihime decidió subir al último piso de su escuela, no quería pasar la siguiente hora, estaba muy cansada, además… si alguien lo notaba podían reportarla y llevarla a enfermería por la fuerza, alguien como…

- ¡Kurosaki-kun! –gritó sorprendida, no pensaba que él pudiera estar ahí.

- ¿Orihime? –se sorprendió también al verla- no pensé que eras de las que se saltaban las clases –rió- vine a despejarme.

- Yo también –le contestó.

Ambos se sentaron en el piso, ella miraba al cielo, era hermoso sentir la libertad a la que ha estado acostumbrada desde que estaba ahí. Suspiró un poco, Ichigo la miró de lado y no sabiendo que decir siguió en silencio.

- Kurosaki-kun… -decía.

- ¿Uhm?

- ¿Por qué siento que perdí tantas cosas? Se que… no tengo derecho a decirte nada de esto porque yo no soy la que ha dejado de lado el mundo espiritual, pero… pero… a veces tengo la impresión de haber perdido algo.

- No te preocupes, pasará –le puso la mano en el hombro- aunque lo extrañes en ocasiones, siempre hay una oportunidad para poder seguir adelante.

- No… no lo se.

- ¿Necesitas decirme algo? –preguntó- Puedes confiar en mí.

- No es nada, pero gracias por escucharme, Kurosaki-kun… creo que me iré a casa, debo preparar un proyecto y la cena para cuando Tatsuki-chan termine con las prácticas que tiene.

- Jaja, bien. ¡Eh! Orihime… -ella lo vio antes de irse- sonríe. Siento… siento mucho haber dejado que pasaras tanto tiempo ahí.

- No fue tu culpa –sonrió Orihime.

Llegó a casa temprano, se encontraba sin ánimo para hacer nada, dejó sus cosas en la entraba mientras buscaba la forma de relajarse.

- "Un baño" –pensó para si, de a poco fue quitándose la ropa hasta llegar a la ducha. Abrió la llave y dejó caer toda una cascada sobre ella.

Estaba fría, pero eso era lo de menos, en un día tan caluroso era de lo mejor. A los pocos minutos volvió a sentirse indispuesta, su molestia podía ignorarla, eso había hecho desde hacia semanas, al menos antes de vomitar por las mañanas. El vomito era inevitable, hiciera lo que hiciera.

Los delicados pies de la joven caminaron por el brilloso piso mientras se acercaba a un espejo, aún no se había secado nada, tan sólo la cabellera, mientras lo hacía… comenzaba a notar algo. Se veía más gordita, una pequeña panza comenzaba a crecer –tragó saliva- al principio de aquel mes era casi innotable pero ahora… cuando casi terminaba el segundo mes, ya tenía relieve. Se frotó un poco, estaba temiendo que fuera un tumor o algo parecido, no quería pasar por eso… no quería, ¿y si moría?

Suspiró y fue hacia su cuarto, quería vestirse de inmediato, de un momento hasta ese instante había dejado de gustarle su cuerpo, se sentó sobre su mullida cama y pasó sus manos por sus brazos, acariciándose, ¿por qué? ¿Por qué estaba tan triste?

- …olvidar.

Un recuerdo cruzó su mente, eran los labios de Ulquiorra, no entendía por qué pero ése era exactamente un recuerdo que le hacía sentir miedo, dolor, horror y culpabilidad. Aún no entendía por qué. Quizá… Ulquiorra estaba demasiado impregnado de su trauma.

Lo último que pasó por su mente fue "pobre de él", sintiendo tanta lástima por lo sucedido, cuando él se desvaneció, cuando pareció entender algo de ella; quisiera y deseaba que nada de eso hubiera sido real, aún cuando la secuestró, la encerró y amenazó con matar a sus amigos, aún… a pesar de todo, pensaba que todo pudo ser de otra manera.

Pero… - ¡Ánimo! – se dijo a sí misma, se puso de pie y buscó ropa para cubrirse, pronto… todo se volvió borroso, no podía ver donde pisaba, quería… quería hacer algo pero, sus pies no respondían, así fue como cayó al piso y perdió el conocimiento.

No podía verse peor, ¡Orihime tenía algo! ¡Necesitaba ayuda! Y aunque no lo deseara, tendría que aceptarla, sin saber que ello sería el pilar que la sostendría después.

.

Fin de Episodio 1


Nota de la Autora: Mil gracias por pasarse y leerlo, como dije es mi primer fic de Bleach, no espero haber quedado bien pero bueno, al menos transmití la idea. Espero que esté comenzando a gustarles, trataré de actualizar pronto, este proyecto me emociona bastante ^^!

¡UlquixHime!

Si no te gusta la pareja =/ por favor abstenerse de comentar, este fic está dirigido a aquellos que sí gustan de la pareja.