Disclaimer: Los personajes no me pertenecen son obra de Masashi Kishimoto y la historia le pertenece a Sara Craven

Epílogo

—JAMÁS perdonaré a Ino —dijo Sakura furiosa mientras luchaba con la cremallera del vestido de lana—. ¿No podría haber esperado unas semanas más para casarse?

—Deja que yo lo haga —Sasuke se acercó, subió la cremallera y se inclinó para besarle el cuello—. Además, ¿algo nos habría detenido a nosotros?

—Supongo que no —Sakura se pasó las manos por el vientre abultado—. Mírame. Si tuviera una cesta, sería la viva imagen de un globo aerostático. A Ino y a Sai les estaría bien que me pusiera a parir en medio de la ceremonia.

—Estás hermosa —sonriendo, Sasuke apoyó el mentón en su hombro—, Y en cuanto acabe la boda —continuó con firmeza—, vas a tomártelo con más calma. Organizar una mudanza y la recepción de tu mejor amiga no es lo que debe hacer una mujer embarazada.

—Me siento bien —aseguró—. Y en cuanto vi la casa quise ocuparla de inmediato. Además, no le vanté nada pesado. Y tuve que ocuparme de la recepción —prosiguió—. Después de todo, Ocasiones Especiales los unió —o al menos le brindó a Sai la excusa que necesitaba para volver a ver a Ino, pensó con satisfacción—. El destino a veces puede ser fantástico —musitó—. ¿Has visto alguna vez a dos personas tan felices o tan hechas la una para la otra?

—Oh, se me ocurre otra pareja —bajaron juntos de la mano por las escaleras de madera.

Algy estaba en su casita en el vestíbulo, con algo blanco y de encaje colgando de su boca.

—Oh, Dios, ya ha capturado otro de mis sujetadores. ¿Por qué lo hace?

—Odia que nos vayamos y lo dejemos, así que busca algo con lo que recordarnos.

—Pues no puede venir con nosotros. No después del modo en que se comportó durante la fiesta de bautizo de Konan. Se comió la mitad de la tarta de mi nuevo sobrino antes de que pudiéramos impedírselo —dijo Sakura con severidad—. Y, para variar, ¿por qué no busca cosas tuyas? —se agachó y acarició la frente arrugada del perro—. A este paso, no me quedará ropa interior.

—Es un perro como a mí me gusta —murmuró Sasuke, esquivando el golpe que ella le lanzó—. Es pera aquí, cariño, mientras traigo el coche. Hace demasiado frío para que estés fuera.

Sola, Sakura entró en el salón y se quedó junto a la ventana. Faltaba poco para la Navidad, la primera que celebrarían en su nueva casa, y luego, a comienzos del nuevo año, nacería el bebé.

Sakura apoyó una mano protectora en su vientre y sintió al bebé moverse. «Este era el nuevo amor de los dos», pensó con satisfacción, y fue a reunirse con su marido.

FIN

Gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos

Siento que fui muy rapida al subir esta esta historia pero es que no me pude contener xD

Ademas de ser la primera que subo *-*!

De nuevo gracias por leer y Cuidense

atte:Hisana Uchiha