Disclaimer: antes que nada, ninguno de los personajes de Liga de Súper Malvados, me pertenece, yo sólo deje volar mi imaginación y la plasme en esta historia.

Bueno pues este mi primer fic Remogg, el cual está dedicado a todos los fans de esta pareja que en lo personal me parece muy linda; espero que más usuarios se animen a escribir más slash/yaoi sobre estos dos integrantes de la Liga de Súper Malvados.

¡Bienvenidos!

El controlador

Capitulo 1: Pago de deudas

Un día normal para Metrotown, los niños jugando; los pájaros cantando; el general Sargento tratando de evitar una catástrofe por causa del poderoso Skullossus; Juan Justicia en la búsqueda de algún empleo que seguro perdería en cuestión de horas. Por su parte, en la guarida de la Liga de Súper Malvados, todos sus miembros discutían, al parecer sobre algo que el pequeño líder siniestro había leído en el periódico.

-¡Voltar, esto debe ser una broma! – exclamó científico de la Liga.

-¡No seas llorón Frogg! sólo será mientras pagamos nuestras deudas – dijo el hombrecito relajadamente.

- Querrás decir tus deudas – expresó el científico loco, cruzándose de brazos – yo no fui el que compró 1,000 docenas de huevos para tirárselos a las casas de los vecinos – concluyó.

-Cómo sea, el líder de la L.D.S.M. tiene derecho sobre sus miembros.

-Vamos Frogg, tal vez sea divertido – le dijo Amenaza convencido de que así sería– y tendrás de la oportunidad de llevarte mejor con Malvado Stevens – añadió.

-¡Nunca! ¡Ni aunque los fuéramos los dos últimos científicos locos en la faz de la tierra! – le contestó enojado a su amigo - No después de que se burló de mi aspecto – concluyó bajando el volumen de su voz, girando el rostro.

-Pero Frogg tú ya le demostraste que no sólo los músculos son importantes en un súper villano ¿Acaso ya lo olvidaste?

-Así es, ese Malvado Stevens ya sabe lo que pasa cuando subestimas a la Liga de Súper Malvados ¡Muahahahahaha!

-Lo que Voltar quiere decir es que cuando el Malvado Stevens te subestimó, también lo hizo con nosotros, pues tú eres un miembro fundamental en este equipo. Ahora sabe que tienes un gran potencial y creo que lo pensará dos veces antes hacer algún comentario ofensivo sobre tu persona.

-Sí, lo sé por eso soy la mente maestra de la Liga. – intervino Voltar con una gran sonrisa, creyéndose que en serio él era el autor del profundo comentario del pelirrojo.

Voltar se perdió en sus pensamientos de superioridad, mientras que Frogg y Amenaza continuaron con su conversación.

-Bueno ¿Qué dices? ¿Prestarás tus habilidades a favor del equipo?- preguntó el miembro más fuerte de la Liga.

Frogg no sabía que contestarle a Amenaza, siempre era muy difícil decirle que no al pelirrojo cuando se ponía en ese plan de hacerlo sentir mejor consigo mismo.

-¿Por qué siempre haces eso?- formuló otra pregunta el científico loco.

-¿Ah? ¿Hacer qué?

-Es que tú siempre... -…me haces sentir tan raro…mejor olvídalo Amenaza… ¿Por qué no puedes ser un súper villano normal? (1)…sólo olvídalo…

El joven secuaz se le quedó mirando unos instantes, tratando de entender la reacción de su compañero.

-Pero Frogg… – habló por fin el pelirrojo.

-Olvida que pregunté – insistió el científico.

Amenaza, nuevamente lo miró por unos segundos, pero de ninguna manera le recriminó al científico el hecho de que se abstuviera de compartir sus pensamientos, sí no más bien todo lo contrario, le dedicó una comprensiva sonrisa.

-Está bien Doktor Frogg, queda olvidado.

- Y con respecto a la discusión inicial, supongo que no tengo opción, tendré que rebajarme a ser el nuevo asistente de laboratorio de Malvado Stevens – dijo Frogg resignado.

-Por favor, no lo veas así, sé que lo harás bien – afirmó, posando la mano sobre el hombro del científico loco.

Frogg se sonrojó y desvió la mirada hacia su hombro libre, todo por causa de aquella acción tan sincera y desinteresada de su amigo. Amenaza estaba dispuesto a preguntar si se sentía enfermo e incluso quitó la mano del hombro del científico con la intención de ponerla sobre la frente del mismo. En eso estaba el pelirrojo, cuando de repente sintió que algo lo sujetó de la parte baja de su pantalón, enseguida miró hacia la dirección en donde sintió el tirón y se encontró con el demonio amarillo. El sabueso se le quedó viendo, y fue en ese momento que Amenaza observó que Apocalipsis había traído consigo el plato de su comida totalmente vacio.

-No te preocupes Apoqui, ahora te traigo algo de comer.

Frogg se sintió agradecido con el sabueso por haber aparecido tan oportunamente, pues aunque no fue intencional Apocalipsis lo sacó de apuros. Amenaza se dirigió a la cocina y momentos después salió de la misma con la caja de comida para el sabueso; se acercó hacia donde se encontraba el animal; puso una rodilla en el piso; y empezó a servir el alimento que tanto le gustaba a Apocalipsis. Cuando terminó dar el alimento, acarició gentilmente a la mascota de piel amarilla.

-Gracias por pedir tu alimento en lugar de devorarte el sofá amiguito – dijo Amenaza muy contento de que en esta ocasión el demonio interdimensional no se hiciera un festín con los muebles de la guarida.

Apocalipsis, quien se había limitado a escuchar a la única persona a la cual respetaba, empezó a comer una vez que su cuidador dejó de acariciarlo.

Amenaza aún cerca del piso dirigió la mirada hacia su pequeño líder, el cual todavía se encontraba estático y completamente perdido en sus pensamientos. Parecía un pequeño gnomo de jardín con una simpática sonrisa.

El pelirrojo se incorporó y preguntó mirando al hombre del cabello verde oscuro -¿Frogg le decimos a Voltar sobre tu decisión?

-Cuando regrese del país de las maravillas, esto de seguro va a tardar un buen rato – respondió Frogg con fastidio, alejándose en dirección a su laboratorio; él en verdad necesitaba estar solo.


Notas

(1) Si lo sé, me piratee la frase de "La familia P. Luche", pero es que no lo pude evitar XD