DISCLAIMER: NARUTO Y SUS PERSONAJES © MASASHI KISHIMOTO
LA HISTORIA ® SAKURA_TRC
SASUSAKU, NARUHINA, etc.
CONTINUACIÓN DE "MI REGRESO"

-=- QUÉDATE A MI LADO -=-

Capitulo 1 "NUESTRAS NUEVAS VIDAS"

Una pelirrosa se sentó en la orilla de la cama, una picara sonrisa adorno su rostro al mirar por encima de su hombro, los jades fijaron su atención en el hombre que aun dormía. Cabello negro, piel blanca y un cuerpo exquisito, producto del duro entrenamiento; pero lo mejor de todo, es que solo le pertenecía a ella. Sus pensamientos se interrumpieron cuando una mano comenzó a acariciar su espalda. La sonrisa de la chica se ensancho al notar que el cuerpo del muchacho se levantaba aun con los ojos cerrados; los fornidos brazos rodearon su cintura y los traviesos labios comenzaron a besar su cuello.

- ¿A dónde tan temprano? –el tono posesivo del chico le parecía muy sensual por las mañanas.

- Tengo que ir a la tienda –las caricias estaban surtiendo efecto en ella, haciéndola perder la cordura.

- ¿Para?

- Anoche me di cuenta que nos quedamos sin provisiones y si quieres desayunar –soltó un suspiro al sentir los dientes de él en su hombro– tu dichosos tomates tengo que ir a comprar más.

- Te propongo algo… –dijo recargando su barbilla en el hombre de la chica– Si te quedas en la cama un rato más… hoy no comeré tomates –ronroneo sensualmente en su oído provocándole un ligero estremecimiento.

El tenía tanto poder sobre ella y lo sabía, pero lo que nunca admitiría era que estaba en iguales condiciones. Ella era su mundo, su razón de ser y vivir, era todo para él.

- Acepto pero solo será un rato, no quiero que Tsunade-sama… –lo ultimo lo soltó en un suspiro consecuencia de las caricias del moreno– me regañe por llegar tarde.

- Eres su alumna favorita –continuo lamiendo su cuello y subió para morder su oreja – no creo que sea tan mala contigo, Sa-ku-ra.

- ¡Sasuke-kun! –los suspiros se volvieron pequeños gemidos, la pelirrosa no aguato más y si giro para besar los labios del ojinegro, hambrienta de más.

- ¡Haruno Sakura! –el grito retumbo por todo el hospital – Llegas tarde por enésima vez en este mes.

La ojijade se encogió temerosa y apenada– Lo siento Tsunade-sama, mi despertador se descompuso.

- Si, claro, échale la culpa al aparatejo ese –gruño despectivamente la rubia– Si vuelves a llegar tarde una sola vez más, mandare al Uchiha a una misión fuera de la aldea por seis meses –grito directo a la cara de la pelirrosa, quien mantenía los ojos cerrados y los dientes bien apretados.

- Pero…

- Ponte a trabajar –siseo molesta la Hokage.

- Si Tsunade-sama –en un segundo Sakura desapareció de la vista de la mujer.

- Hay frentona, trate de cubrirte lo más que pude, pero la Hokage se dio cuenta.

- Gracias Ino.

- ¿Y ahora que fue? Sasuke te volvió a seducir al intentar salir de la cama.

Sakura bajo el rostro derrotada – Si, le dije que solo un ratito, pero…

- Debió ser MUY BUENO para que te hiciera llegar tarde casi dos horas –comento con picardía la rubia.

- Cerda, tu ni casada cambias.

Ino soltó una sonora carcajada – Solo tengo que decirte que al casarme he conocido un mundo repleto de diversidad.

- Guárdate tus cochinadas para tu marido –la pelirrrosa rodo los ojos y negó con la cabeza – No se como Sai puede aguantarte.

- Pues lo hace y muy bien –el doble sentido del comentario no paso desapercibido por Sakura.

- Basta, tengo mucho trabajo, adiós –se despidió de su amiga en cuanto llegaron a la puerta de su consultorio.

La ojijade se tiro en la silla frente al escritorio, el papeleo de sus pacientes se le había acumulado creando montañas. Suspiro hondo y profundo, y tomo el primer historial médico.

Habían pasado tres años desde su regreso de Suna, encontrarse con que Sasuke había regresado a la aldea y su lucha contra Kido. Su mundo cambio radicalmente y habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo. Y ahora todo estaba tan tranquilo, que era aburrido.

Ino y Sai ya tenían dos años de haberse casado y eran sumamente felices. El pelinegro al no tener apellido, adopto el del clan Yamanaka. Esto hizo muy feliz a Inoichi; ya que el nombre de su clan no solo perduraría, sino que ganaba como hijo al mejor capitán de la raíz ANBU.

En la boda hubo de lo mejor, flores y lujo por doquier, en una sola palabra majestuosa. Las madrinas no pudieron ser otras que Hinata, Tenten, Temari y Sakura; todas las amigas más cercanas de la novia. Con los padrinos hubo un poco de problemas, Ino definitivamente quería que fueran sus compañeros y maestro de equipo. Pero Sai quería a los suyos, ya que los consideraba sus únicos amigos, especialmente por adoptarlo como un miembro más a pesar de sus diferencias del principio. El debate que termino dos a dos, aunque la pelea fue tan acalorada, que más de la mitad del clan temió que la ira de la rubia los consumiera a ellos también. Shikamaru, Chouji, Naruto y Sasuke terminaron compartiendo la alegría de los novios, desde primera fila.

Aunque Sai no sabía demostrar sus sentimientos y no era muy bueno interpretando los ajenos; Ino se hizo cargo de enseñarle sobre los sentimientos y sus formas de expresarlos, dándole un GRAN resultado. Una pequeña de cabello negro, ojos tan azules como el profundo mar y piel casi tan blanca como la nieve; sencillamente una bebe hermosa.

- Haruno-san –la voz de la de la enfermera la sacó de sus recuerdos– Tenemos una emergencia.

Inmediatamente la pelirrosa se levanto de su asiento y salio corriendo tras la mujer. En el camino Sakura se iba agarrando el cabello en una cola baja y pensando que podría ser tan urgente para llamarla. En cuanto llego a la sala de urgencias supo la razón, un escuadrón ANBU completo llegaba malherido.

- No puede ser –murmuro apenas audible.

- Haruno-san, por aquí –llamo la enfermera– El equipo medico ANBU esta muy ocupado con el resto de los shinobis, además él pidió por usted.

La pelirrosa la miro sin entender y un terror embargo su corazón– ¿El me solicito?

- Si, el herido –tomo por el brazo a al ojijade y la condujo hasta una habitación alejada, en cuanto Sakura entro, la puerta se cerro detrás de ella.

- ¿Quién? –alcanzo a escuchar la voz bajo la mascara, no necesitaba ver el rostro, ya sabía quien era. Rápidamente removió la mascara para auxiliarlo.

- Sai… –dijo en un murmullo adolorido – ¿Qué paso?

- Feita… fue muy rápido, apenas pudimos huir… fue como si peleáramos contra el aire.

- Kido… –un escalofrió recorrió el cuerpo de la kunoichi.

- No, era mucho más rápido… y fuerte.

- Calla, guarda fuerzas –ordeno Sakura entre lagrimas.

- Era lo único que quería advertirte –tosió un poco de sangre, acontecimiento que asusto más a la medic-nin– Ocúpate de los demás, están peor que yo.

- No me importa Sai, tu… tu… tu eres mi amigo, no voy a dejarte –las gotas saladas no le permitían ver bien, atino a limpiarlas con su antebrazo – Además si algo te pasa mientras estoy de guardia la cerda me mataría –bromeo para ganar fuerza y valor mientras lo revisaba.

- Shannaro tenemos que hacer algo y rápido –interrumpió desesperada su inner.

- Si lo se, lo se, pero esta perdiendo mucha sangre –con sus manos envueltas en chakra checaba el interior del cuerpo de su amigo– Tiene hemorragias internas y no puedo pararlas.

- Ponle una transfusión, inyéctale algo.

- Cállate no me dejas pensar –la pelirrosa no se había dado cuenta que parte de su conversación la había hecho en voz alta.

- Siempre pensé que estaba loca, feita, pero esto es el colmo.

- Lo siento Sai –miro al ANBU directo a los ojos, su pulso estaba muy bajo, mala señal.

- Haz algo maldita sea Sakura, eres la mejor medic-nin que existe, tienes que salvar a tu amigo –le grito su inner.

La desesperación invadió su cerebro, el miedo corría por sus venas y una angustia apreso su corazón. Sintió como una gran cantidad de chakra trataba de salir de su cuerpo. Después de eso, no supo lo que sucedió.

- ¿Qué paso? –la voz masculina llego como un sonido muy lejano.

- No sabemos Uchiha-san, ella entro a atender al capitán ANBU que llego muy malherido, unos minutos después sentimos una gran emanación de chakra y Haruno-san salio de la habitación para luego desmayarse –la mujer temía por la reacción del hombre frente a ella– Entramos a la habitación y el capitán estaba totalmente curado.

- Sasuke-kun… –balbuceo buscándolo con la mano.

- Llame a la Hokage –ordeno secamente el moreno, en cuanto la enfermera estuvo fuera, se acerco a la cama donde descansaba Sakura.

- Sasuke-kun… –volvió a llamarlo.

- Aquí estoy –tomo la mano de la pelirrosa– ¿Qué fue lo que paso?

- No lo se, solo recuerdo que estaba en mi consultorio, me llamaron para atender urgencias y… –contesto tomándose la cabeza con su mano libre– ¿Y Sai? ¿Cómo esta él?

- ¿Qué importa él ahora?

- Por favor Sasuke-kun, quiero saber si el… esta vivo.

- Tsk, el esta mejor que tu, te lo aseguro.

- Pero… el tuvo un paro respiratorio y su pulso era casi inexistente.

- La enfermera me dijo que lo salvaste y luego te desmayaste.

Sakura trato de sentarse pero le fue imposible, como consecuencia se tiro de lleno nuevamente– Siento que no tengo ni una gota de chakra.

- Es por lo mismo, sanaste casi por completo a Sai usando todo tu chakra –explico malhumorado Sasuke.

- Me siento cansada y con mucho sueño –dijo la pelirrosa parpadeando, tratando de mantenerse despierta.

- Duérmete, aquí estaré –el ojinegro la ayudo a acomodarse, recontándola de lado, el aprovecho el espacio y se acostó frente a ella. Mirando fijamente los ojos jades que se cerraban lentamente.

Unos fuertes y rápidos pasos se aproximaban a la habitación, Sasuke se levanto de la cama en un movimiento sigiloso.

- ¿Ya despertó? –pregunto la fuerte voz de una mujer.

- Si, pero volvió a quedarse dormida –informo secamente.

- ¿Qué te dijo?

Sasuke miro el cuerpo de Sakura, casi inmóvil; sino fuera por el casi imperceptible movimiento de la respiración, podrían decir que estaba muerta. Pensamiento que el Uchiha alejo de su mente en cuanto apareció.

- Buenos días –saludo con una sonrisa mientras unos fuertes brazos rodeaban su cintura.

- Hmm –"expreso" el hombre tras ella, pegando su rostro a la espalda desnuda de la chica.

- Podrías saludarme como la gente normal por lo menos una vez en tu vida Uchiha Sasuke –reprendió divertida la pelirrosa.

- Tú lo has dicho, podría, pero no quiero ser como los demás –murmuro contra la piel el moreno– Haruno Sakura.

Sakura se dio media vuelta y se acurruco en el pecho de Sasuke– ¿Vas a ir a entrenar con Naruto y los demás?

- Estoy decidiendo entre ir y quedarme aquí contigo –ronroneo en la oreja de la chica.

- Entonces será ir a entrenar –decidió por él mientras se escabullía del abrazo posesivo– Tengo una consulta temprano.

- Pero Tsunade dijo que debías descansar por lo menos dos semanas, y apenas llevas una –regaño sentándose en la cama y con un gesto bastante molesto.

- Ya me siento bien, además no fue para tanto.

- ¿Qué no fue tanto? –Sasuke se levanto de la cama y su ceño se frunció demostrando lo enojado que estaba– Te desmayaste, no tenías prácticamente nada de chakra, estuviste tres días inconsciente. ¿Qué más tiene que pasar para que digas que estuviste a punto de morir?

- No hagas un tormenta en un vaso de agua –contraataco la pelirrosa levantándose y poniendo las manos en su cintura.

Sasuke rodeo la cama y enfrento a la chica de frente– Tu tampoco hagas una tormenta Sakura, alguien más puede atender a tus pacientes.

- No puedo dejar en manos de cualquiera la atención médica de la hermana del Kazekage y esposa de uno de mis mejores amigos.

- Bien, pues has lo que quieras –grito el ojinegro y salio de la habitación azotando la puerta tras de si.

- ¡Shannaro, no debería hacernos enojar tanto! –reclamo la inner de Sakura.

La ojijade suspiro– No puede evitarlo, pero lo que me alegra es que se preocupa por mi –rió bajito.

- ¿Vas a ir con Temari o te vas a quedar aquí dando saltitos como loca?

- Ya voy –abrió uno sus cajones y saco ropa, después de pensarlo bien se metió al baño para vestirse.

- Sabes… ahora que lo pienso la oferta de Sasuke-kun no era tan mala.

Sakura frunció el ceño– Ya cállate, me hartas.

Minutos después se veía a una pelirrosa brincando de tejado en tejado. Eso no solo le ahorraba tiempo, sino le ayudaba a despejar su mente. Sus ojos se distrajeron un momento mirando todo a su alrededor, tal vez su pequeña aldea había cambiado, y había sufrido inimaginables ataques; pero la gente seguía siendo amable y cordial.

- Si sigues soñando despierta te estamparas contra un poste.

El comentario de su querido inner la hizo rodar los ojos– A veces creo que debería suprimirte de mi consciente.

- ¡No puedes vivir sin mi! –comento arrogante la otra Sakura.

- No puedo vivir sin Sasuke-kun o mis amigos, pero de ti algún día me desharé.

- Si, claro sigue soñando –su inner momio la mano restándole importancia al comentario de Sakura– Además si no te apresuras llegaras tarde con Temari.

Poco después de la boda de Tenten y Neji, llego el turno de la "alianza" entre Sunagakure y Konohagakure. Shikamaru pasaba mucho tiempo organizando los exámenes chuunin, ya fuera en la aldea o en el extranjero. Casualmente Temari era la embajadora "voluntaria" por parte de la aldea de Suna, por lo que pasaban mucho tiempo juntos.

La mejor parte fue cuando Shikamaru le pidió ayuda a la pelirrosa para pedir al Kazekage la mano de su querida hermana. Sakura con gusto acompaño a su amigo hasta Suna, solo para asegurarse que el heredero de los Nara no muriera a manos del jefe de la aldea aliada. Y a pesar de la idea de entregar a Temari no le agrado mucho a Gaara, no tuvo más opción que separarse de la rubia y dejarla ir a vivir a Konoha.

La boda fue sencilla, pero custodiada por los mejores shinobis de la arena y de la hoja, debido a la asistencia de los Kayes. La fiesta se celebro a las orillas del bosque propiedad de los Nara, todos asistieron vestidos en tonalidades crea, beige o arena; como tributo a Suna.

Gaara se aseguro de dejarle en claro al novia que debía cuidar muy bien de Temari y hacerla feliz. El joven estratega a pesar de siempre responder que todo era problemático, juro que la rubia estaría siempre antes que cualquier cosa en el mundo.

- Lamento llegar tarde Temari –dijo entrando al consultorio.

- No te preocupes Sakura, yo también acabo de llegar.

- ¿Puedo preguntar la causa? –los jades brillaron con picardía, arrancando una sonrisa a la rubia.

- Ya sabes como es Shikamaru, no me deja salir de la casa sin compañía.

- Es que quiere pasar el mayor tiempo posible con sus amados problemas –explicó Sakura abrazando cariñosamente a Temari– Es eso o el temor de enfrentarse al Kazekage si algo te pasa.

La rubia se separo y le dio un pequeño golpe en el hombro a su amiga– Que mala eres.

- Lo se y me encanta –arrugo la nariz y sonrió para luego ayudar a la mujer de coletas a subir a la camilla– ¿Y porque no esta por aquí Nara-sama?

- Tenía que ir a la Torre de la Hokage.

- ¿Nuevas misiones?

- Creo que han tenido problemas para llenar el vacío que dejaste –suspiro Temari descubriéndose el vientre– Además están preocupados por que no encuentran a quienes atacaron al escuadrón ANBU.

- Mmm, nunca habrá quien me reemplace.

- ¿No has pensado en regresar al equipo ANBU especial?

Sakura acerco una maquina y la coloco al lado de la camilla– Si, a veces, pero no creo que a Sasuke-kun le guste la idea –se sentó en una silla y saco un bote que froto con ambas manos– Últimamente se ha vuelto muy… sobre protector –una gotita escurrió por la sien de ambas chicas– Oh, mira, por fin se dejo ver.

- ¿Qué es Sakura, niña o niño?

- Hum –se quejo en murmullos la pelirrosa– Me temo que vas a tener que batallar con otro flojo Temari.

- ¿Es niño?

- Hn, Shikamaru va a estar muy feliz.

- Lo siento por Gaara –sonrió divertida la rubia– Va a tener que esperar, el quería una sobrina.

En otro lado lejos de la aldea, se disputaba una batalla épica…

- Dobe.

- Teme.

- ¿No los vas a detener Kakashi-senpai?

- Nah, déjalos, ya se cansaran –respuesta incorrecta.

Sai solo se agacho y un shuriken se enterró en el preciado Iccha Iccha edición de lujo. Pero el aura negra que desprendía el peligris y el estar mostrando su sharingan no detuvo la pelea. Kakashi se arremango la playera y camino como un depredador contra sus ex alumnos.

- ¡Es tu culpa teme!

- Claro que no dobe –a Sai le salio una gatito en la nuca al oír que sus compañeros seguían discutiendo– Si no hubieras arrojado ese entupido shuriken no estaríamos aquí.

- No debiste esquivarlo –señalo acusadoramente el rubio.

- Créeme, no fue difícil hacerlo –una sonrisa arrogante delineo los labios del moreno – Usuratonkachi.

- Argh, eres un…

- Basta, estoy harto de sus peleas –Kakashi había perdido todo rastro de paciencia– No se como Sakura y Sai los soportan.

- Fácil –interrumpió el ANBU– los ignoramos –aclaro tranquilamente, ganándose una mirada fulminante por parte de sus dos compañeros.

Ante la escena, había un gran número de espectadores, y como no, si estaban en la entrada del hospital. Todos veían asombrados al cuarteto de hombres, tres de ellos bastante heridos; con ropas quemadas y múltiples cortadas en el cuerpo y bastantes hematomas.

- Kakashi… san –llamo su atención una enfermera, el hombre la miro tranquilamente y formo una sonrisa bajo su máscara– Uno de los médicos los atenderán en cuanto pasen por aquí –dijo la chica señalando un cubículo apartado de la zona de urgencias.

- Gracias...

- Que venga Sakura –ordeno Sasuke tomando rumbo a la habitación señalada por la enfermera, quien se retiro en busca de la doctora.

- Deberías pedir las cosas por favor, teme.

- Hmp.

- Yo tengo cosas más importantes que hacer, nos vemos luego –el pintor sonrió falsamente y desapareció en un torbellino de tinta.

- Sai, espera… –el peligris se quedo con la mano estirada, tratando de detener al chico.

En ese mismo instante se oyó la puerta abrir dejando ver a la dueña de los jades, sumamente molesta.

- ¿Y ahora que paso?

- Fue culpa del teme –se defendió inmediatamente Naruto, escondiéndose tras su ex sensei.

- Tsk, claro que no y no seas tan cobarde dobe.

- No me digas así teme.

- Yo te digo como yo quiera… usuratonkachi.

- Argh –Naruto hizo el intento de arrojarse contra su compañero..

- Silencio –grito Kakashi ya fuera de si.

Los tres shinobis miraron sorprendidos como su maestro se sobaba las sienes – Bien no importa quien haya sido, primero atenderé a Kakashi para que pueda irse a descansar –hizo una breve pausa para buscar la aprobación de su maestro, quien solo asintió agradecido– Luego ya veremos quien sigue.

- Hmp.

- Claro Sakura-chan, nosotros esperamos afuera –el rubio salio casi de puntitas, no quería hacer ruido, no fuera que el peligris se enojara… más.

Sasuke siguió a su amigo, pero no por idea propia, sino por la mirada "sugestiva" que le otorgaba la pelirrosa.

Ya afuera del consultorio el rubio se tiro literalmente en una silla para esperar a ser atendido.

- Creo que esta vez Kakashi-sensei se enojo.

- ¿En que te diste cuenta? –Sasuke miro de reojo al rubio– ¿En el katon que nos arrojo, cuando casi nos alcanza con el chidori o en el grito de hace un momento? –la ironía en la voz del ojinegro era sumamente evidente..

Pero siendo Naruto, no se dio cuenta ya que se puso a pensar en cual de los momentos fue que creyó que su ex sensei se había enojado. El Uchiha suspiro cansado y le propino un golpe en la cabeza, sacándolo de su profunda meditación– Auch, ¿Por qué me pegas Sasuke?

- Para ver si tus neuronas reaccionan.

- Eres un…

- Me saludas a Anko y le dices que pronto será la revisión del cuerpo ANBU –se oyó la voz de Sakura mientras se abría la puerta del consultorio y salio primero el peligris – Y ella no podra escaparse esta vez.

- Yo le doy tu saludo y tu recado –Kakashi se despidió con la mano en alto y se retiro del lugar.

- Pasen los dos –invito a sus compañeros– Solo espero que no le hayan hecho nada a Sai –ninguno de los dos hablo, los jades rodaron ante la actitud infantil de ambos jóvenes– ¿Dónde te duele Naruto?

- Mejor dicho que no me duele –dijo frotándose la cabeza y dirigiendo una mirada enojada hacia su "mejor amigo".

Sasuke trono la lengua en respuesta– Tsk, pareces un bebe llorón.

- Yo no voy a aguantar sus peleas –la tenebrosa voz de Sakura detuvo el conato de pleito– Te voy a curar y te mandare unos analgésicos para el dolor– Mañana podrán seguir con sus discusiones –sentencio con la mirada a ambos amigos.

Curar las heridas no le llevo mucho tiempo, en cuanto termino despidió a su amigo con una alegre sonrisa.

Sasuke se mantenía recargado en la pared junto a la puerta en lo que Sakura terminaba el papeleo– Listo, vámonos –anuncio acomodando los papeles y poniendo los expedientes en uno de sus brazos.

El moreno abrió la puerta cediéndole el paso, ella hecho un ultimo vistazo por si dejaba algo atrás. En cuanto termino de escanear el consultorio paso por debajo del brazo de su novio y juntos abandonaron el hospital.

Durante la caminata de regreso a casa, Sakura le platicaba al ojinegro como había estado muy aburrida en el hospital, de pronto en su camino se encontraron con Hinata y Naruto, que salían del Ichiraku Ramen.

Los cuatro caminaron juntos a pesar de las protestas de los varones.

- Últimamente no he visto a nadie del equipo Kurenai en el hospital, ¿no han salido de misión Hinata?

- Si afortunadamente ninguno ha salido herido –respondió alegre la ojiperla.

- No es suerte amiga –la pelirrosa paso un brazo por los hombros de la pelinegra y sonrió– Es que Kiba y Shino son muy buenos y saben trabajar en equipo –miro de reojo y acusadoramente a Naruto y Sasuke.

Hinata rió bajito y siguió con la platica.

Naruto y Hinata tenían año y medio de haberse casado, aunque seguían comportándose como cuando eran novios. Cuando llego el momento, el rubio tuvo miedo que le negaran la mano para casarse con la heredera del clan Hyuuga, afortunadamente no fue así. Después de haber salvado a la aldea, no una sino dos veces; Naruto se gano el respeto de todos, incluyendo al patriarca del clan de su novia. Por lo que la relación con la chica siempre fue bien vista por Hiashi, quien gustosamente otorgo su permisión y bendición cuando el ojiazul, en compañía de Jiraiya, pidio la mano de Hinata en matrimonio.

Días después del día más angustiado de su vida, Naruto tomo la misión más difícil de su vida… convencer a Sasuke que fuera su padrino de bodas. Ambas parejas cenaron juntas en el Ichiraku Ramen don el rubio se armo de valor para empezar la labor de convencimiento. El moreno no comprendía el porque Naruto se veía tan nervioso, parecía que había intercambiado personalidad con la Hyuuga, quien platicaba amenamente con Sakura. No fue hasta que Sasuke encaro a Naruto, que en un chillido pidio que fuera su padrino. El silencio rodeo al grupo. Todos trataban de procesar la petición hecha, hasta que Sakura soltó una risotada y el rubio se puso tan rojo como Hinata en antaño; a quien le escurrió una gotita en la sien. Sasuke simplemente sonrió arrogante y negó con la cabeza por las tonterías que hacia su amigo.

La boda fue el evento más sonado de la aldea. La joven heredera del clan Hyuuga se uniría en matrimonio con el candidato más fuerte al puesto de Hokage. La pelinegra, ayudada de su familia y amigas, preparo todo y es que la celebración fue enorme ya que, prácticamente toda la aldea quería asistir para felicitar a la joven pareja. Al final las madrinas fueron el grupo de amigas, como en todas las bodas. Y el grupo de padrinos fueron Sasuke, Sai, Kakashi, Yamato y Neji.

- Oye teme –llamo el rubio la atención de su amigo.

- Hn.

- ¿Y ustedes para cuando?

Sasuke enarco una ceja extañado– ¿Para cuando que? –pregunto sin entender.

- ¿Para cuando le vas a pedir a Sakura-chan que se case contigo? –pregunto bajito Naruto tratando de que su amiga no escuchara.

- No lo se, así estamos bien.

El Uzumaki frunció el ceño– ¿Tú crees que ella esta bien ASÍ? Todas las chicas sueñan con casarse de blanco con el amor de su vida, y ese eres tú para Sakura-chan, ¿o no? –el ojiazul levanto un poco la voz pero las chicas, unos pasos adelante, no escucharon por sus risas.

- Dobe –reclamo Sasuke entre dientes– Ella ya se caso, cumplio su sueño, como tu dices, pero no fue conmigo –dijo lo ultimo en un susurro pero Naruto no logro percibir un cierto tono dolido y molesto.

- Bien, entonces espero verlos pronto, Hinata –la pelirrosa sonrió y le dio un abrazo a su amiga– pero que no sea en el hospital –sentencio contra su compañero de equipo y luego sonrió– Cuídala Naruto, que tengan bonita noche.

- Claro Sakura-chan, te lo prometo.

Las dos parejas se despidieron y tomaron sus respectivos caminos a casa.

- ¿De que hablaron Naruto y tu? –pregunto curiosa Sakura.

- De nada importante –expreso cortante Sasuke sin siquiera mirarla.

Sakura sintió que su corazón se oprimía, había alcanzado a escuchar la última parte de la conversación y ahora estaba convencida de que su relación con Sasuke se quedaría estancada en un noviazgo.

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*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.* Continuara *.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Hola amigas, después de mucho tiempo (jojo, lo siento mucho) regreso con la continuación de Mi Regreso, que como podrán ver, tiene otro titulo. Este capitulo fue como una introducción aunque no cuento TOOOODO, pero si gran parte de lo que paso. Las cosas entre Sakura y Sasuke no serán color de rosa, más bien serán negras. ¿Qué pasara? ¿Permanecerán juntos o su relación se romperá? Pues todavía estoy pensándolo, no es cierto, ya se por lo menos q va a pasar en los siguientes 3 capítulos y lo bueno de esta historia es que no será TAN larga como la otra.

Gracias por su espera y espero que esto les agrade.

Feliz Año Nuevo