¡Buenas preciosas lectoras! Increíblemente vine con actualización ¡sisi, como ustedes lo leen! jajajaja

Sepan disculparme por el desastre que soy como escritora, realmente las atesoro en mi corazón por seguir mi fic luego de años de abandono, intentaré actualizar lo más pronto posible ya que si mis cálculos no me fallan queda capítulos para terminarlo

Muchas, muchas gracias por leerme en serio ¡las aprecio demasiado!

solo quiero pedirles perdón si a veces los personajes me quedan un poco ooc, intento que conserven su esencia pero al ser adulto ya no son tan inocentes.

Intentaré no perder el hilo de la historia jejeeje en serio gracias, disfruten de la actualización

LOS PERSONAJES DE SAKURA CARD CAPTORS NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE LAS CLAMP. LA HISTORIA SI ES DE MI PERTENENCIA


Si había algo que a Sakura le dolía era la falta de confianza, y si venía de parte de su mejor amiga de toda la vida entonces su corazón se rompería… como lo estaba haciendo en estos momentos mientras veía la furia en los ojos grises de su amigo.

-¿Qué es lo que estás diciendo Eriol?- le preguntó la joven confundida.

Eriol suspiró mientras se intentaba incorporar con ayuda de su amiga – vamos a mi departamento y hablamos Sakurita- la joven asintió y se acercó al cordón de la calle para parar un taxi.

Eriol con un poco de esfuerzo abrió la puerta del loft que la empresa le había dado mientras permanecía en Estados Unidos: amplio, moderno y elegante aparte de lujoso con ventanales que daban una vista espectacular de la ciudad y un amplío living decorado con los más lujosos muebles y sillones de la ciudad. La cocina con paredes de ladrillo, electrodomésticos de primera línea, una barra espaciosa acompañada de una pequeña isla con tres taburetes junto con la mesa de roble y su juego de sillas todo acompañado de luces tenues o no (según lo que legía el usuario) daban la combinación perfecta de elegancia y comodidad. Una escalera de hierro en el living te permitía acceder a la habitación. Sakura la miró y miró a Eriol, la pelea le había dejado un moretón en el ojo derecho (lo cual la hizo cuestionarse que excusa daría su amigo a sus colegas cuando se presentase a trabajar) y uno más pequeño en la comisura de los labios, las costillas habían recibido una patada por parte de Komamura y Hiragizawa se había tocado esa parte del cuerpo con su mano durante todo el camino a casa.

-Eriol vuelvo a preguntártelo ¿no es mejor que vayamos al hospital?-

-No Sakura, realmente estoy bien-

Notó la molestia que le provocaba a su amigo la pregunta -¿y que dirás mañana en el trabajo?-

-realmente no lo sé, ahora lo que quiero es acostarme, es en lo único que pienso-

La chica suspiró y con un poco de dificultad logró ponerlo sobre la cama. Bajó a buscar cubitos de hielo al congelador, los envolvió en un repasador y se los entregó a su amigo.

-insisto que si te duele tanto el costado…-

-¡Basta Kinomoto!- Eriol siseó al gritar a causa de la molestia de su costado.

-¡Hiragizawa!- Eriol se sorprendió ante el tono de voz de Sakura – quisiera que una vez en tu vida no seas testarudo- prosiguió la joven – y que si te duele yo misma te llevo al hospital de la oreja-

Eriol suspiró y miro el techo, Sakura observó ese movimiento y recordó el motivo de la pelea – yo realmente no lo sabía Eriol y te aseguro que siento el mismo dolor que tú en estos momentos, solo que el mío no es físico-

Su amigo la miró y noto la tristeza en sus ojos –no entiendo como no te lo contó. Esa Tomoyo ¡siempre guardándose todo para no preocupar a los demás!-

-Eriol… ¿podrías contarme?-

Hubo un momento de silencio hasta que él habló – ocurrió hace dos años más o menos. Tomoyo ya es hermosa pero de pronto un día empezó a resplandecer, reír más. Con Shaoran nos empezamos a preguntar qué pasaba y sabíamos que ella no nos diría, un fin de semana ella canceló los planes con nosotros lo cual nos parecía raro ya que últimamente en ese tiempo los reservábamos para vernos y decidimos ir a verla sin avisarle. En su casa no estaba así que fuimos a su casa de campo y entonces un hombre nos abrió la puerta y los tres nos sorprendimos al mismo tiempo – Eriol comenzó a reír agarrándose el costado de su cuerpo – deberías haber visto a Shaoran, estaba pálido, sabes que es muy sobreprotector con ella – vio como Sakura sonreía dulcemente – Tomoyo apareció segundo después y se puso totalmente colorada, habló unas palabras con él y el tipo cinco minutos después abandonaba la casa, lo cual nos dio mala espina. Nos explicó que trabajaba con ella y que se veían en secreto, por supuesto que nos pareció sospechoso y lo investigamos para descubrir que estaba casado. Cuando le quisimos advertir Tomoyo no contestaba llamadas ni mensajes, llamábamos a su trabajo y su secretaria nos decía que estaba en reunión. Cuando la fuimos a ver había salido a un viaje de negocios y una semana después Shaoran pateo la puerta de su casa para encontrarla desmayada en el living – Eriol miró a Sakura y ella pudo ver su rostro teñido de tristeza y dolor – hace una semana que no comía Sakura… yo… cuando la vi en el hospital, simplemente jure que si me encontraba al malnacido lo mataría-

Y la sangre de Sakura comenzó a hervir de furia, a causa de la lacra de persona que era Komamura y por Tomoyo que había osado a esconderle ese momento tan importante y doloroso de su vida

-La amo Sakura- la confesión de Eriol la sorprendió. Con los ojos bien abiertos de la sorpresa miro el rostro serio de él –siempre la amé solo que no me daba cuenta o inconscientemente lo negaba porque me aterraba ser de una sola mujer. Y siento que yo la lastimé más que Komamura-

-¿Qué es lo que estás queriendo decir? – preguntó Sakura lenta y un poco asustada.

-hice el amor con ella una semana antes de venir a New York- Eriol miraba la ciudad a través del ventanal – no me arrepiento de hacerlo y muero por repetirlo. Por verla, besarla, abrazarla, demonios Sakura ¡hasta he pensado en el matrimonio!- soltó Eriol con angustia.

-realmente la amas- contestó Sakura atónita.

El joven de ojos grises rio amargamente –escape de ella por cobarde, por miedo. No quiero herirla realmente, no quiero pero mi cabeza es un lío en estos momentos-

Sakura apoyó su mano sobre la de su amigo – somos parecidos se ve – comentó la chica provocando que los dos rieran –pero si bien quiero a ambos, Tomoyo es más preciada para mí y no quiero juzgarte mi querido Eriol pero tu reputación no ayuda. Realmente no quiero que la lastimes-

-Ni yo Sakura. No quiero lastimarla y sé que soy un desastre pero… yo-

Ella le dio su tiempo. Era todo un milagro que Eriol no solo le estuviera contando lo sucedido con su amiga sino que también estuviera mostrando sus sentimientos –sentí que por primera vez me entregaba en cuerpo y alma con alguien- terminó de decir Hiragizawa con el rostro totalmente volteado para que no viera su expresión.

Sakura sintió que su corazón recibía un estrujón. Escuchar esas palabras de su mujeriego y libertino amigo eran casi como el cielo. No dudaba de los sentimientos de Eriol hacia Tomoyo pero, principalmente ella, sabía que escapar no era la solución.

Miro el reloj de la pared que marcaban las dos de la madrugada -¿realmente vas a estar bien Eriol?-

-lo estaré Sakurita, no te preocupes- le sonrió.

-a pesar de lo que digas mañana vendré a hacerte el desayuno, procura hablar con Shaoran, aunque de seguro te matará- Sakura besó la mejilla de su amigo luego de pedir un taxi y se retiró a su hogar. Eriol aunque lo intentó no pudo conciliar el sueño.

Sakura no había mentido y siendo las 8 de la mañana se encontraba en la casa de Hiragizawa preparando el desayuno. La noche anterior antes de partir él le había entregado un segundo juego de llaves y cuando ella ingresó a la casa descubrió que el sueño de Eriol era realmente pesado. Subió las escaleras para ver si con el ruido de sus pasos se despertaba pero no tuvo éxito alguno: Eriol seguía durmiendo. Su cabello revuelto y su rostro sin los lentes acompañados de los moretones en su rostro le daban un aspecto salvaje. Y la luz solar que entraba desde la ventana tiñendo su cuerpo resaltaba los reflejos azules de su cabello negro. Ella reconocía una oportunidad cuando se le presentaba así que con mucho cuidado bajó las escaleras, tomó su cámara y fotografío la imagen dormida de Eriol Hiragizawa, "si no su hubiera dedicado a las empresas Eriol habría sido un modelo excepcional" pensó la joven mientras miraba la foto recién tomada en la pantalla de su cámara. Como si presintiera su presencia Eriol cerró aún más los ojos a causa de la luz solar, dando indicios de despertarse.

-buenos días Eriol- lo saludo Sakura mientras él soltaba un quejido y se estiraba con cuidado

-buenos días- Eriol se frotó los ojos y los abrió de repente - ¿Qué haces aquí?-

-te dije que desayunaríamos juntos y me aseguraría que si era necesario fueras al hospital-

Eriol bufó –estoy bien Sakura-

-así parece Eriol, ahora bajemos a desayunar- su amigo corrió las sábanas para levantarse en boxers -¡ERIOL!- Sakura se puso de todos los colores posibles al ver a Hiragizawa en ropa interior.

-¡Maldición!- exclamó avergonzado volviéndose a tapar –lo siento Sakura, es la costumbre- hizo una pausa – a decir verdad no, porque duermo desnudo así que es un alivio que no me haya quitado los calzones-

Sakura tomó una almohada y se la estrelló en la cara – vístete y baja- le ordenó roja mientras se dirigía abajo.

Una vez terminado el desayuno la joven comenzaba a prepararse para salir.

-asegúrate de llamar a Shaoran Eriol- lo miró – muero por saber como te regañará- rio traviesa.

-no creo que lo haga cuando le mencione con quién me trencé a golpes- Sakura rio y saludo a Eriol para irse pero se detuvo en el marco de la puerta para mirarlo – y habla con Tomoyo ¿quieres?-

Él adoptó un rostro triste y suspiró mientras ella cerraba la puerta del apartamento.

….

-¡Diablos Eriol! ¿Qué te ocurrió?- exclamó Shaoran al ver el rostro de su amigo. Se revolvió su cabello molesto –si es por un problema de polleras me importa un comino la imagen de la empresa ¡preséntate a trabajar ahora mismo!-

-tranquilízate Shaoran- Eran las 9 de la mañana en New York mientras que en Tokyo eran las 8 de la noche –sí, ayer me trencé a golpes y te aseguro que cuando te diga el nombre ya no me gritaras como si fueras mi esposa- Vio como Shaoran lo miraba serio al otro lado de la video llamada – Me encontré con Komamura y cuanto más hablaba sobre Tomoyo echándole la culpa a ella por su estado civil más me llenaba de ira-

-¡malnacido!- Shaoran golpeo la mesa de su comedor con su puño- hablaré con el presidente de New York y le diré que estás enfermo ¿esto llegó a oídos de la prensa?-

Eriol bebió un sorbo del té que se había hecho antes de llamar a su amigo –espero que no y si la noticia llegó a ellos me responsabilizare en intentare dejar la imagen de la empresa limpia-

Li suspiro tenso al otro lado de la línea –Sakura me trajo hasta aquí anoche y hoy se aseguró que comiera- bufó el joven pelinegro – más que una esposa tendrás otra madre-

-al menos esta será más afectuosa- bromeó el castaño de manera sarcástica – ¿le diste las gracias?-

-si papá- se burló Eriol poniendo los ojos en blanco, luego hizo una pausa para respirar hondo y soltar el aire de sus pulmones- ¿Cómo está Tomoyo?- Vio que su amigo se tensó (lo conocía hace mucho) –Shaoran… -

-¿hay algo que me he perdido Eriol?- el tono de voz de Shaoran era serio… casi amenazante.

Eriol miró fijo hacia la cámara web intentando mirar a los ojos a la imagen de su amigo al otro lado del mundo – quizás lo haya pero considero que es demasiado importante como para contártelo por este medio- observó que Shaoran tragaba saliva, se tensaba aún más y su ceño se veía cada vez más fruncido, su amigo estaba conteniendo su enojo. Eriol presintió que Shaoran ya estaba al tanto de todo, o quizás no pero lo intuía.

-entonces esperaré paciente a que vuelvas… mientras tanto intentaré estar más cerca de nuestra amiga. Está bien, como siempre solo que cuando menciono tu nombre en su rostro aparece una mueca de tristeza y dolor- el joven Li inspiró hondo – Eriol espero que no hayas hecho ninguna estupidez porque sino…-

-y yo espero que dejes de meterte en mi vida, cuando huiste como cobarde nunca te lo reproche, cuando recibiste de mala manera a Sakura nunca te juzgué Shaoran así que por favor mete la nariz en tus asuntos- le contestó Eriol irritado cerrando la tapa de la notebook de un golpe.

La reacción de su colega dejó atónito a Shaoran Li. Y mucho más preocupado que antes e incapaz de esperar la llegada de Eriol cogió las llaves de su coche y se dirigió a la casa de Tomoyo. Esperaba que sus sospechas no fueran ciertas, hace días notaba la expresión de tristeza de su amiga al escuchar o leer el nombre de Eriol, y Shaoran temía el peor panorama. Bajó del auto tocó timbre y esperó pacientemente a que Tomoyo le abriera

-¿Shaoran?- la sorpresa se reflejaba en el rostro de la chica.

-hola Tomoyo ¿será que podemos hablar un momento?-

Ella se preocupó –claro que si ¿es algo grave? Es que es tan tarde y estás en mi puerta… no me asustes-

-invítame una taza de té Tomoyo- le sonrió dulcemente como un hermano mayor le sonríe a su hermana pequeña.

Ella le devolvió la sonrisa invitándolo a pasar a lo que el joven se quitó el saco y lo colgó en el perchero al costado de la puerta mientras veía la silueta de la chica desaparecer en dirección a la cocina. Unos minutos después aparecía en el living cargando una bandeja con dos tazas de té negro llenas y un plato con galletas

-¿cenaste?- le preguntó mientras acomodaba las cosas en la mesita de café

-no- le contestó serio

-ohh pues tengo algunas sobras – comentó apenada –si quieres puedo…-

-Tomoyo, quiero preguntarte algo-

La joven lo miró preocupada mientras se acomodaba en el sillón de frente a Shaoran. La expresión de su amigo era muy seria y eso la inquietaba, estaba acostumbrada a ver el rostro tenso de él, era una de sus cualidades, pero Shaoran Li muy pocas veces interrumpía en casas ajenas a estas horas de la noche

-¿pasó algo Shaoran? ¿Acaso pasó algo con Sakura?-

Vio como el rostro de Daidouji adquiría un dejo de preocupación y algo de pánico

-no, no te preocupes ella está bien. Solo vine a confirmar mis sospechas – vio cómo se ponía inquieta – Tomoyo… no me mientas ¿qué pasó entre Eriol y tú?-

Tomoyo suspiró y largó una risita rota, al joven Li le costaba ver su rostro ya que el flequillo cubría sus ojos cuando ella bajó la cabeza. Cuando la levantó vio como una lágrima se abría paso y bajaba por su mejilla y en ese instante el corazón de Shaoran se rompió.

-¡Maldición, se atrevió a jugar contigo! ¡Lo mataré juro que lo mataré!-

-No Shaoran- Daidouji se limpiaba las lágrimas de forma violenta y adoptaba una postura seria y un rostro rígido – estaba ebrio-

A Li lo embargó la indignación, enojo e ira -¿y eso es una justificación Tomoyo, que estaba ebrio?-

-no, no lo es pero-

-¡pero se atrevió a hacerlo! Ya bastante sufriste con el imbécil de Komamura ¡y él se atrevió a usarte, a faltarte el respeto!-

Y Tomoyo estalló -¡No soy una niña Shaoran Li, no me violó, yo accedí!- inspiró hondo y exhalo lentamente para luego mirarlo a la cara – estoy enamorada Shaoran… solo que lo negaba para protegerme, de todos me enamoré del peor-

-Pero, Tomoyo…-

-y esto no es una telenovela tampoco, somos grandes. Ambos somos adultos y sabemos lo que hacemos-

Él la miró en silencio unos minutos, algo que a ella le incomodó pues la mirada de su amigo era penetrante e intimidante pero le sostuvo la mirada, demostrándole que no era una niña. Shaoran no era malo, realmente la atesoraba ella lo sabía y descubrió cuando él y Eriol se enteraron de Komamura y desde entonces fue el doble de sobreprotector. Solo que Tomoyo quería demostrarle que no necesitaba preocuparse, que no iba a resolver todo deprimiéndose como en el pasado y que ya era adulta y sabía cómo resolver los sucesos acontecidos en su corta vida, o al menos eso intentaba.

-¿y él?-

-¿y él que?- preguntó ella.

-quisiera saber si para él fue serio-

Ella movió su cabeza disgustada – no puedo creer que dudes así de quién es casi tu hermano-

-no, no me malentiendas, lo quiero como si fuera uno pero también lo conozco y sé que él no toma a las mujeres en serio-

-no toma en serio a las mujeres con las que se acuesta porque sabe que tipo de mujeres son, y gracias por ponerme al mismo nivel que ellas-

-lo siento Tomoyo- se retractó apenado – no quiero ponerte en el mismo nivel que ellas, es solo que me preocupa dado que no solo eres su mejor amiga sino que él no se mete con mujeres como tú para no lastimarlas-

Si será torpe pensó Tomoyo. Cada vez que su amigo quería enmendar algo se hundía peor, aunque sabía lo que quiso expresar, que Eriol se acostaba con mujeres que solo buscaban divertirse no con señoritas que anhelaban una relación estable y casarse como ella, ni siquiera la misma Tomoyo entendía porque esa noche acabaron juntos, solo pensó en las caricias que su amigo le otorgaba a su cuerpo, como su corazón se derretía al sentir el calor de sus cuerpo y como por un momento sintió, o quiso creer para consolarse, que Eriol se lo estaba haciendo con sentimientos de por medio.

-Shaoran- se había sentado al lado de su amigo y tomado su mano entre las suyas – aprecio tu preocupación pero déjame resolver esto a mí, Eriol me dijo que quería hablar y sea lo que sea lo resolveré. Así me diga que fue un error… no le reclamaré, sabía en qué situación me metía- hizo una pausa – y no me arrepiento Shaoran aunque sea rechazada-

Su amigo la miro y simplemente la abrazó como lo hace un padre, ella lo aceptó con gusto y dejó que algunas lágrimas salieran. Realmente Tomoyo Daidouji amaba a su amigo Shaoran Li.


Nos leemos pronto