Hola a todos... ya estoy de vuelta, luego de haber visto El Oscar... ¿ustedes lo vieron? ¿Ganó quién quería? Espero que sí... en fin, decía, ya he vuelto, y aquí estamos con el final de la historia... Espero sinceramente que les guste, que sea de su agrado y que se animen a dejar un comentario al final.


ACERCA DE JUEGOS Y VERDADES

EPILOGO: UNA VIDA TRANQUILA

Los juicios al personal del GDSI y diversos implicados duró casi seis meses, al parecer Harry y Draco solo habían empezado a jalar los hilos de una gran madeja, pues luego de sus testigos y victimas, aparecieron muchos más. Hermione tuvo que pedir en dos ocasiones mayor presupuesto para obtener ayudantes, de más está decir lo feliz que estaba con eso.

Durante las primeras semanas de investigación legal del caso en el lado mágico, no se dio a conocer nada a la prensa y se manejó la información como confidencial, pudiendo atrapar de esa manera a muchos más magos, quienes habían contactado y pagado los servicios del GDSI para venganzas personales.

Además de la organización de las acusaciones a magos, el Ministerio tuvo que también coordinar y trabajar con los muggles en la captura de otro tanto de personas sin magia que estaban metidas en corrupción, tráfico, abuso de autoridad y diversos crímenes.

Lamentablemente, según pensaban Ron, Hermione, Blaise, Draco y Harry, la policía muggle era algunas veces un poco más ineficiente que los del Ministerio, y no pudieron encontrar a John Litefoote, cabecilla de una organización muy grande y ocupante de un cargo público, hasta tres días después, en que lo encontraron tratando de escapar por barco hacia Europa. Aquel incidente no terminó muy bien, pues los policías tuvieron que abrir fuego y al verse rodeado y atrapado, Litefoote se disparó en la sien, muriendo en el acto. El resto de su banda fue atrapado y llevados a la justicia muggle. El Ministerio comprobó que ninguno de ellos sabía nada acerca de la magia, y no fue necesario borrarles la memoria, aunque entraron en los expedientes de los aurores, con el requerimiento de mantenerlos bajo vigilancia, solo por si acaso.

La noche anterior a navidad, Nycholas Malfoy estaba en su mansión en Francia, junto a su esposa y algunos amigos, disfrutando de una copiosa cena, cuando aparecieron los aurores franceses, acompañados de Roger Morrice y Alyce Snetterton, quienes, por cierto, se habían casado en secreto unos meses antes, (Hermione había prometido trabajar en una forma de que autorizaran su unión sin que tuvieran que dejar de trabajar juntos, aunque aún le tomaría algunos meses) portando una orden de arresto para el señor Malfoy, por ser el cabecilla de una organización internacional dedicada al tráfico de mercancías, tráfico de personas, además de estar implicado en complot, chantaje y unos cuantos crímenes más. Nycholas Malfoy pasó a ocupar la celda continua a Skatha en Azkaban esa misma noche.

Draco no se había abocado a acusar a su tío durante la presentación a Kingsley, no solo por el hechizo de protección para con su familia que cargaba, sino porque sabía que las cosas caerían por su propio peso y tarde o temprano saltaría el nombre de Nycholas Malfoy, sin que él hubiera intervenido realmente para que ocurriera. Y tal como esperaba, en el primer interrogatorio, su tío acusó a Skatha de haberlo chantajeado, y Skatha, sabiéndose acusado, no tuvo reparos en explicarle a los aurores que Nycholas Malfoy era el jefe real de la organización de Litefoote y que cuando se había visto descubierto, había acudido a él para que se hicieran un favor mutuo: Skatha debía conseguir que al final el Malfoy acusado fuera Draco, y a cambio se llevaría una gran cantidad de oro y poder arrestar incluso a Litefoote, obteniendo poner al GDIS como un grupo mucho más eficiente delante del Ministerio, entre otras cosas.

La noche de navidad Draco la pasó, por primera vez, después de tres años, en una cena realmente familiar, junto a los Weasley, que luego de haber recibido toda la información de parte de Harry, Ron y Hermione, lo aceptaron, con algunas reservas, pero de buena manera.

Aprendió a mantenerse alejado de los gemelos, ansiosos por jugarle una broma cada dos por tres y de Percy, que le parecía demasiado pedante, aunque bastante inteligente también.

Esa navidad no la pasó con Blaise, quien había ido a Italia a ver a su madre, Draco y Harry estaban anotados como parte de los denunciantes a los del GDSI y no podían abandonar el país por unos cuantos meses más, hasta que el juicio terminara, sin embargo Draco descubrió la razón por la cual Blaise se había vuelto tan cercano a los Weasley y a Granger.

Blaise estaba saliendo con Ginny y esa navidad la llevaría a conocer a su madre.

La noticia lo tomó completamente por sorpresa, aunque empezó a darse cuenta de la razón por la cual su amigo no se perdía ningún partido de quidditch del equipo en que jugaba la chica.

Ginny le pareció agradable, algo mandona, pero bastante buena para su amigo, que algunas veces necesitaba quien lo pusiera en vereda.

Luego de que los del GDSI, junto con sus cómplices, incluido Nycholas Malfoy, fueran condenados a una cantidad incumplible de años, Harry y él hicieron el tan ansiado y prometido viaje a Génova, donde le mostró a Harry la pizzería de la que le había hablado durante su primera cita.

Pese a todo el alboroto que se formó en la comunidad mágica, tras descubrirse que un grupo, supuestamente de elite, se había estado aprovechando de su posición, y los pedidos para que el Ministro dejara vacante su lugar, Kingsley se mantuvo con la frente en alto, admitiendo que habían sobrevalorado a los del GDSI y que estaban haciendo denodados esfuerzos por hacer justicia. El que Harry saliera a darle su apoyo públicamente tuvo un gran efecto a favor del Ministro y finalmente las protestas dejaron de oírse. Esa fue la primera y la última vez que Draco lo vio utilizar su fama para obtener un beneficio. Y sabía que Harry no estaba del todo contento con ello, su única explicación fue que sabía que Kingsley era un buen hombre y que merecía una oportunidad de remedia todo. Draco lo comprendía y no hizo ninguna protesta al respecto.

En cuanto a su relación, desde que la acusación se hizo pública, les fue imposible mantenerla en secreto, eran fotografiados constantemente, hasta la exasperación, declaró Draco, aunque Harry, acostumbrado de cierta forma a ello, se lo tomó mejor.

Pese a los rumores que la prensa soltaba constantemente sobre el inicio de su relación, uno más rocambolesco que otro, no dejaron que eso los afectara y no desistieron de mostrarse en público cada vez que les apetecía ir de compras por el callejón Diagon, cenar con sus amigos o ir a bailar, hasta que poco a poco la prensa se fue cansando de hablar de ellos y pasaron a temas nuevos, aunque de vez en cuando sacaban una fotografía de ellos en algún lugar público.

En cuanto a ellos, como pareja, las cosas no habían cambiado mucho, se sentían confiados el uno en el otro, y felices de encontrarse finalmente juntos sin ningún problema mayor que decidir qué hacer al día siguiente para no aburrirse en casa.

°.°

Harry sintió sus muñecas arder un poco por la fricción, pero no le interesó mucho, jaló sus manos con más fuerza, intentando tocar alguna parte de Draco, mientras sus nalgas eran separadas y una traviesa lengua se colaba justo allí…

—Dios… por favor… —gimoteó, y se preguntó si es que Draco le podría entender, sus caderas agitándose hacia atrás, sus manos, atadas a su espalda y tratando de levantarse lo suficiente para tocarlo un poco al menos.

—¿Demasiado ansioso, Potter? —preguntó Draco, asegurándose de que su aliento caliente diera contra la húmeda entrada, el que Harry se arqueara de esa manera fue una buena recompensa.

—Sabes… sabes que sí —Harry pensó que Draco algunas veces podía ser muy cabrón, sobre todo cuando llevaba quién sabe cuánto tiempo ya torturándolo de esa manera y no se decidía a continuar.

—Puedes aguantar un poco más —respondió Draco, dándole una suave nalgada, antes de volver a torturarlo.

—No… Draco, en serio… no… ¡Oh, Merlín! —gimoteó Harry de vuelta, cuando Draco volvió a colar su lengua entre sus nalgas, con una mano le apretaba las bolas y algunas veces llegaba hasta su muy dura erección. Hundió más la cabeza entre las almohadas y trató dejarse caer para obtener algo de alivio, pese a lo incómodo de su situación: completamente de rodillas, con las piernas abiertas, las manos atadas y Draco tras él.

—Hey, sin trampas —le regañó Draco, sujetándolo con ambas manos de las caderas y volviéndolo a su lugar.

—Estás siendo abusivo —reclamó Harry, al parecer al fin su reclamo fue oído, pues Draco lo soltó un poco y se apartó de él.

Draco observó la espalda de Harry, húmeda y tensa y no pudo resistirse a pasar la lengua por la columna, antes de atraer su varita para ejecutar un hechizo de lubricación sobre él. Aunque las veces en que jugaban rudo se habían espaciado bastante durante todo el tiempo que llevaban juntos, algunas veces les gustaba hacerlo de esa manera, jugar con su resistencia.

—No aguantaré mucho —advirtió Harry, girando el rostro para ver a Draco, de espaldas a él, estaba sonrojado y con el cabello pegoteado a la frente, sus ojos brillaban con deseo y anhelo.

—Ni yo, deberías verte, te ves tan caliente —le respondió él, antes de tomarlo por las caderas nuevamente y posicionarse mejor.

Harry levantó un poco sus manos y tocó el abdomen de Draco en el momento en que éste se hundía por completo en él, soltando un suspiro de alivio.

Ambos se quedaron quietos un instante, tratando de calmar las sensaciones de sus cuerpos, Harry no necesitó decirle a Draco que se comenzara a mover, y pronto empezó a hacerlo con la rapidez y la fuerza que necesitaba.

Draco jaló a Harry un poco más arriba y lo sintió estremecerse cuando empezó a golpear en ese punto que lo volvía loco, en tanto pasaba una mano por su abdomen y se hacía de su erección, masajeándola con rudeza y rapidez.

—Draco… oh… sí… —Harry gimoteó mucho más fuerte, moviéndose todo lo que la posición le permitía, de adelante hacia atrás, encontrándose con el cuerpo de Draco y sintiendo su erección cada vez más dura y caliente.

—Harry… —gimió Draco, embistiendo más rápido aún y reconociendo en su amante las claras señales de que el orgasmo era evidente.

Harry no tardó más que un par de golpes más en comenzar a correrse de manera ruidosa y escandalosa, sintió a Draco apretarle la piel de las caderas mientras se descargaba en su interior, con un ronco gemido.

—Vaya… —exhaló Draco, saliendo lentamente de Harry, que se dejó caer hacia un lado, aún con las manos atadas. Draco, sin querer soltarlo aún, se acercó a él y le dio un beso en los labios, antes de dejarse caer completamente de espaldas.

—Draco —jadeó Harry, aún agitado, moviendo sus manos un poco.

—Oh… pero te ves muy bien así —se rió un poco Draco, antes de, con ayuda de la varita, soltarlo.

—Tonto —protestó Harry, moviendo sus muñecas, al fin liberadas, antes de pegarse a Draco y cerrar los ojos.

—Eres tú el que no se negó a ser atado —le recordó Draco.

—Ya… siempre terminas convenciéndome —suspiró Harry, acariciando con lentitud el pecho de Draco, con los ojos cerrados y pensando seriamente en no levantarse hasta el día siguiente, pese a que el sol recién se había ocultado.

—Es que tengo poder de convencimiento —se ufanó Draco.

—Eso ha de ser…

Por un largo momento más ambos permanecieron en silencio, Draco ejecutó un hechizo de limpieza sobre ambos y jaló las mantas para abrigarlos, mientras la habitación se ponía más y más oscura.

—Tengo hambre —dijo Draco, luego de haber estado, según pensó, durmiendo un poco.

—Oh… —Harry bostezó y se estiró a su lado, pensando que comer algo no era mala idea —, pero bajamos a la cocina, esto de los elfos apareciendo aquí aún no me convence.

Draco suspiró rendido, pero asintió. Luego de varios meses de vivir en el departamento que Blaise había habilitado como guarida, se habían mudado finalmente a la Mansión, sabía que a Harry no le atraía mucho la idea de vivir en un lugar tan grande y que había hecho esa concesión solo por él, así que trataba de hacerlo sentir a gusto, y si a Harry no le gustaba que los elfos se aparecieran en la habitación, trayendo comida luego de una faena de ese tipo, no le quedaba de otra que bajar hasta las cocinas.

Una servicial elfina les sirvió té y guiso de carne con puré de papas, antes de desaparecer, por un rato más no hablaron de nada importante, después de todo ahora que los juicios habían terminado, nada, o casi nada amenazaba con la tranquilidad de su relación.

Sin embargo había un tema que aún no estaba resuelto. Y era un problema que había surgido esa misma mañana. Draco había estado esperando que Harry le comentara algo al respecto durante todo el día, pero no había sido así, y ahora las dudas habían vuelto.

—Entonces… ¿ya decidiste qué hacer con la carta del jefe de los aurores? —preguntó, tratando de sonar desinteresado, mientras apartaba el plato vacío a un lado.

Harry se encogió de hombros y dejó el plato también de lado, antes de ponerse en pie.

—No… no lo sé aún.

—Ah…

—Supongo que tú no quieres que acepte, ¿verdad? —preguntó, recordando la carta que había llegado esa mañana. No había querido pensar mucho en el asunto durante el resto del día, pero sabía que debía tomar una decisión.

—Lo que yo quiera es irrelevante —negó Draco —, eres tú el que debe decidir si quiere o no volver al cuerpo de aurores, y cualquiera que sea esa decisión, yo estaré de acuerdo.

Harry frunció el ceño, sabía que Draco no estaba muy entusiasmado con la idea de que regresara a trabajar con los aurores, y lo comprendía, a él también se le haría extraño, después de tanto tiempo, volver a apartarse de él por semanas enteras y ponerse en riesgo.

—Iré al jardín, creo que es una buena noche para pensar —dijo al fin, caminando hacia la puerta que daba a uno de los jardines laterales. Ni siquiera escuchó la respuesta de Draco, necesitaba meditar.

Sus días se habían vuelto totalmente diferentes a los que habían pasado en Suecia, cuando no podían salir más que lo necesario, por miedo a ser descubiertos, o durante el juicio, cuando pasaban el día entero en el Ministerio. Ahora que las cosas estaban más calmadas, disfrutaba de unas largas vacaciones, sin ninguna obligación más que algunas juntas de negocios a las que Draco tenía que asistir.

Él, pese a tener el oro que le había dejado Sirius, nunca había estado sin hacer nada, ni siquiera tras la guerra, en que muchos se dieron un tiempo de descanso y recuperación. Él había, casi inmediatamente, empezado a trabajar en el Ministerio y no había parado hasta que Draco había sido hecho prisionero.

Avanzó por el jardín, hasta un grupo de bancas que daban al pequeño bosque y se sentó, observando la media luna y las estrellas, pronto el verano acabaría y sentía como si le faltara algo más en qué ocupar su tiempo.

Luego de un largo rato se dio cuenta de que no estaba solo, que Draco lo observaba desde la puerta de la cocina, con los brazos cruzados y una mirada seria. Le sonrió y extendió una mano, para invitarlo a acompañarlo.

Draco caminó con lentitud hacia él y se sentó a su lado, sin pronunciar palabra alguna. Varios días antes de que la carta del Ministerio llegara, le había dado a Harry la idea de abrir un negocio propio, tenía un buen nombre y eso sería de mucha ayuda, además que se había comprometido a asesorarlo y ayudarlo en todo el tema administrativo y financiero, para que hiciera crecer un poco la fortuna que tenía almacenada en Gringotts, Harry había prometido que lo pensaría, aunque no se había visto muy animado, por lo menos tampoco lo había estado con la carta del Ministerio.

Cuando le había dado esa sugerencia, en realidad pensaba en algo más, en poner un nombre más serio a esa relación que tenían, en empezar a formar una fortuna juntos, y tal vez con un poco más de tiempo, en crear una familia. Sin embargo, con la carta del Ministerio, las cosas cambiaban, si Harry aceptaba volver al área de aurores, regresarían esos días, más de un año atrás, cuando esperaba ansioso porque volviera y rogaba porque no le pasara nada durante esas misiones tan secretas.

—Mañana será un día despejado —comentó entonces Harry, sonriendo un poco.

Draco volteó a mirarlo, primero sin comprender de lo que Harry hablaba.

—Podríamos volar en la mañana, antes del almuerzo —continuó Harry, mirando hacia el cielo.

—Claro —respondió Draco, sin entender a qué venía el comentario y no queriendo presionar más a Harry para que le diera una respuesta sobre el trabajo con los aurores.

Harry recordó entonces como Hermione, más de una vez, le había sugerido que no se metiera en el grupo de aurores, que disfrutara de su tiempo y su libertad, que disfrutara de todo lo que la guerra le había quitado. Y Harry siempre había dicho que no era ese tipo de personas, de aquellas que no buscaban aventuras y riesgos.

Pero, sentado allí, en medio de la noche, junto a Draco y apreciando el bosque y el cielo, se dio cuenta de que estaba equivocado, no era que no fuera de ese tipo de personas, era que no había encontrado a la persona ideal con quién compartir ese tipo de vida. A la persona que lo llenara tanto que no tuviera que salir a buscar más emociones. O mejor dicho, no se había dado cuenta de que ya lo tenía, justo sentado a su lado en ese momento.

Sonrió un poco más y tomó la mano de Draco, que estaba algo fría.

—Draco…

—Mmm… —respondió éste, queriendo parecer desinteresado, esperaba que Harry no le preguntara de nuevo si es que quería o no qué volviera con los aurores, porque probablemente no se aguantaría las ganas de decirle que no.

—¿Te enlazarías conmigo? —preguntó Harry, de manera más simple de la que había creído que le sería hacer ese tipo de propuesta. Sintió la mano de Draco tensarse e inclinó un poco el rostro.

—¿Qué? —preguntó Draco, anonadado.

—Bueno, prácticamente es como si lo estuviéramos, vivimos juntos desde hace mucho…

—Es cierto, pero…

—… y la verdad es que no se me ocurre otra forma de vivir más que a tu lado.

—¿Qué pasará con los aurores?

—Ya no me interesan, ese tipo de trabajo ya no me llama la atención.

—¿Te enlazarías conmigo para no volver con los aurores?

—No, me enlazaría contigo porque quiero pasar mi vida contigo, quiero que podamos realizar el sueño de tus padres, ese de no dejar a los Malfoy sin herederos —Draco soltó una risita, que fue secundada por Harry —, quiero que seamos una familia y eso no será posible si estoy corriendo por todo el país por semanas enteras, para buscar delincuentes. Además, por primera vez siento que he tenido suficientes aventuras y problemas para toda una vida, que disfruto más sentado aquí a tu lado, mirando el cielo, que planeando o investigando. A tu lado, ya no me falta nada.

Draco sonrió, sintiéndose demasiado tonto por hacerlo ante una declaración de ese tipo, y sólo atinó a darle un beso en los labios.

—¿Estás seguro? —preguntó en un susurro Draco, mirándolo a los ojos, y a solo unos centímetros de sus labios.

—Completamente —asintió Harry, convencido, lo que consiguió que Draco sonriera y lo besara nuevamente.

—A mí tampoco se me ocurre mejor forma de pasar el resto de mi vida, que contigo a mi lado —le dijo Draco, luego de que se apartó un poco de él.

FIN

Comentarios:

dospiesizquierdos ()

Hola amiga… Primero, felicidades, mientras escribo esta respuesta, (hoy domingo) sé que estás viendo a tu hijo, y espero que estés muy feliz por ello. Yo estoy feliz porque tú lo estás. *abrazo*

Gracias por tu comentario, me alegra que la historia te esté gustando… Espero que el epílogo también. XD

Cuzco estuvo genial. Maravilloso. Me la pasé con una alergia tremenda, creo que a la humedad, pero la pasé bien, muy bien, me divertí, caminé… No dejé que nada arruinara el viaje. XD gracias por tus buenos deseos.

Te dejo un beso y un abrazo.

YUKI

Hola… ¡Gracias por tus buenos deseos!

No, por suerte no nos agarró inundación en Cuzco, aunque al día siguiente que salimos empezó a llover con fuerza y han cerrado Machu Pichu y varios caminos, lo cuál es muy triste, porque está siempre lleno de turistas y lamentablemente no siempre pueden llegar a subir a Machu Pichu, que es uno de los objetivos principales del viaje.

Te envío un correo en un rato más de todas maneras XD

Ahora, sobre la historia, pues… ¡Claro! Desconfiabas del pobre Harry *Harry hace puchero de ofendido* jajajaja… mentira, es broma.

Me alegra que te esté gustando, espero que el epílogo también XD

Un beso y un abrazo.

Shadow Lestrange
Hola… Muchas gracias por tu comentario. Cuzco fue genial. XD me divertí un montón.

Me alegra que la historia te esté gustando. Ah… y ya viste, medio que los enlacé, jajaja, al menos Harry ya se lo pidió a Draco y éste aceptó, así que podemos poner que vivieron felices para siempre.

Ya viste también que todos recibieron su castigo incluyendo a Nicholas Malfoy, que es uno de los peores.

Un beso y un abrazo para ti.
_

Clarauchan

Hola… no importa si no pudiste logearte XD .

Pienso igual que tú, 24 horas no alcanzan para nada, a mí los días se me pasan en un abrir y cerrar de ojos… ya vieras, no me doy tiempo para nada de nada, es algo frustrante.

¿La hermana de tu amigo resuelve problemas matemáticos? Bueno, si que es extraña… una extraña muy inteligente jajaja…

En fin, que ya viste que vivieron felices para siempre, o algo así, ya se enlazarán, irán a todas las bodas que quieran y formaran una familia.

Creo que es normal sentirse celoso cuando descubres que tu amigo está consiguiendo más amigos, pero como dices, para Blaise, Draco es su hermano, y siempre estará primero, (todo era estrategia, porque estaba saliendo con Ginny jajaja) y bueno, Hermione la pasó genial encerrando a tanta gente. Mírala tú cómo se divierte.

Un beso y un abrazo para ti, espero que estés bien.

ruka

¡Hola amiga!

Ah… lo de Rice, vi tu comentario en LJ, no he podido comentar, pero por ti me enteré del asco que han hecho. Yo pienso igual que tú, no sé qué concepto pueden tener de vampiros ellos, pero la verdad es que Rice sí que sabe describir a un vampiro, y me encantan, pero que le hayan hecho a las tapas, como si necesitaran de eso para hacerle vender más libros o que se cuelgue a la fama de esa saga para resurgir y vender… Es frustrante la verdad, muy triste. Comparto, como te digo, tu frustración y tu rabia.

Por cierto, me encanta esa saga, la de Rice, hace dos años la leí, libro tras libro, y fue… genial, Armand es mi vampiro favorito, tiene una historia tan triste y tan… *suspiro*, espero dejarme entender.

Bueno, bueno, y retomando la historia. Gracias por tu comentario, me alegra que te esté gustando y espero que el epílogo también.

Un beso y un abrazo para ti, espero que estés bien.

Cindy
Hola… qué gusto leer tu comentario. XD, menos mal que notaste el enredo de los capítulos a tiempo…

Bueno, las vacaciones estuvieron bien. Ya mañana al trabajo de vuelta. Y tú te vas de viaje…º.º Te envidio ajajajaj… Bueno, espero que cuando puedas leas el epílogo. Y sobre todo que te guste.

Un beso y que tú también la pases bien… yo también espero no pasarme mucho tiempo lejos del drarry-world. XD

Muchas gracias a todos por leer.

Como siempre, no me queda más que agradecer a todos los que estuvieron por aquí mientras actualizaba, dejando sus comentarios, a todos los que estuvieron leyendo y a todos los que leerán luego de que se terminó la publicación. Si llegaron hasta aquí, muchas gracias por animarse a leer.

Un beso para todos y espero que nos leamos pronto.

Zafy