N/A: Sé que me he retrasado muchísimo y lo siento. Los exámenes finales no me han dejado pensar casi en nada más, y este capítulo me fue muy difícil porque no soy capaz de escribir a Shizuo u.u Es superior a mis fuerzas...


Capítulo 06.- Caprichoso destino

Izaya Orihara había vuelto. Se sentía tan feliz como no lo había estado en años. Se notaba en la manera en la que caminaba por las calles, por cómo se detenía a mirar los escaparates y observaba lo que le rodeaba. Se notaba en la sonrisa que antes nunca abandonaba sus labios y que había tardado dos largos años en volver. El clima no acompañaba a su humor. El cielo seguía permaneciendo tan nublado como en los días anteriores. Seguramente, volvería a llover a lo largo de la tarde. No importaba. El informante se encontraba demasiado ocupado pensando en lo que bien que le estaban saliendo las cosas ahora; no tenía tiempo para preocuparse en si hacía o no sol. Sacó el teléfono del bolsillo para comprobar que aún eran las 13:20. Tiempo de sobra para llegar al restaurante, a unos pocos cruces de distancia. No querría haber llegado tarde por nada del mundo. El vuelco que le había dado el corazón de alegría después de que Shizuo hubiera aceptado su invitación había sido una de las mejores cosas que le habían ocurrido últimamente. Por no decir la mejor. No dejaba de odiar la forma en la que su humor variaba según lo que ocurriera con aquel hombre, aunque tampoco era capaz de evitarlo.

Vislumbró la silueta del rubio esperándolo junto a la puerta del Sushi Ruso. Cómo no. Él siempre llegaba un cuarto de hora antes. Una manía que Izaya había echado de menos. Aceleró el paso.

-Qué pronto has llegado, Shizu-chan. ¿Tanto te morías de ganas por verme?-comentó con ironía al llegar junto a él-Sé que soy alguien vital para ti, pero no está bien depender así de nadie…

El otro ni siquiera contestó, limitándose únicamente a lanzarle una mirada de reprobación que quedó truncada a medias por una sonrisa.

-Tendría que haberte dicho que no. A ver si aún te quedaban ganas de hacer comentarios de ese tipo...

-Siempre tengo ganas de hacer esos comentarios.

-Ya, Y yo siempre tengo ganas de lanzarte por los aires cuando los escucho. Anda, entra ya antes de que me salgan raíces o algo de tanto esperarte.

-Sería divertido verlo. Shizu-chan convertido en un árbol.-a pesar de decir aquello, se dispuso a entrar en el local-Oooh, qué pena. No podrías perseguirme.

Shizuo le agarró de un brazo antes de que siguiera avanzando.

-No necesito hacerlo. Tú vienes a mí.

Dolorosamente cierto pensó Izaya, aunque no quiso reconocerlo en voz alta. En cambio se soltó de la sujeción y con una sonrisa en la cara, saludó a Simon, que miró alternativamente a uno y otro, sin creerse que ambos estuvieran bajo el mismo techo sin estar intentando matarse mutuamente. Le dio a cada uno una palmada en el hombro, que en el caso del informante, casi estuvo a punto de lanzarlo contra la barra.

-¡Por fin! ¡Hay paz entre vosotros! ¡Os daré sushi gratis!-siguió dando palmaditas mientras hablaba.

-En serio, no hace falta, Simon.-Izaya trató de evitar la mano del ruso antes de que lo golpeara de nuevo-Hace mucho tiempo que estamos "en paz".

Le guiñó un ojo a Shizuo, al que no parecía importarle mucho que le estuvieran prácticamente aporreando el hombro. El rubio entendió su mensaje, y le devolvió una sonrisa, para después sentarse en la mesa vacía más cercana.

-¿Sois amigos y no me lo decís?-el hombre negro se llevó las manos al pecho, como si le doliera-Os habría dado sushi para celebrarlo. Sushi bueno. Hace que la gente sea amiga. Ha hecho que seáis amigos.

-Claro, Simon. Por supuesto.-respondió Shizuo, mientras Izaya intentaba contener la risa. Desde luego no había sido el sushi lo que había hecho que dejaran de pelearse en su momento, sino más bien otra cosa que también empezaba por "s"-Tráenos... un poco de todo.

-Selección especial.-se dijo el hombre más para sí mismo, antes de hacerle el encargo a Denis.

Shizuo esperó a estar totalmente solos para empezar una conversación. Por suerte, no había reconocido a ninguno de los otros clientes del lugar, así que nadie se le iba a acercar para preguntarle que por qué demonios no estaba intentado acabar con la vida del informante.

-Y ahora que estamos aquí, Izaya. ¿Por qué has escogido este lugar? No será por restaurantes en Ikebukuro.

-Me trae buenos recuerdos. ¿A ti no? Además, ¿qué sería de tu regreso a la ciudad si no te pasas por el Sushi Ruso? Si no querías, podías haber sugerido otro sitio, de todas formas.

-No es que me importe.-se encogió de hombros-Es simple curiosidad. Si tanto te empeñaste en que, por el bien de los dos, lo nuestro no se supiera, no sé por qué de pronto eso no te importa.

-Porque ya no somos pareja. Esto es una simple cita de "amigos". ¿O acaso tenías intención de que fuera algo más?-se tapó la boca escandalizado-¡Haberme avisado antes! Así podría haber venido mentalizado.

-Estás a un paso de que pierda la paciencia, Izaya, estás avisado.-a pesar de su tono amenazador, en sus ojos se veía una chispa de diversión.

-Sí, sí... esto... Shizu-chan, si no es mucha indiscreción... ¿por qué le dijiste que no a Amanda cuando te habló de tener hijos?-dijo cambiando de tema totalmente.

-¿Y tú cómo sabes que...? Ah, claro. Ella te lo diría.-Izaya asintió-Bueno, sé que no todo el mundo lo hace así, pero para tener hijos con alguien... creo que uno debería estar casado primero con ese alguien. Y sinceramente, no me hace mucha ilusión comprometerme de esa manera.

-¿Eso fue lo que le dijiste?

Shizuo frunció el ceño, sin saber qué era lo que trataba de decirle el informante.

-Sí. ¿Qué otra cosa le iba a decir?

-La verdadera razón por la que no quieres tener hijos.-le dio un par de golpecitos a su vaso-El miedo que tienes a que tus descendientes tengan el mismo problema que tú... que no sean capaces de controlar su fuerza. Puede que a ella seas capaz de engañarla, pero a mí no. Te conozco desde los dieciséis años, Shizu-chan. Y tu falta de control siempre ha sido lo que más te ha preocupado. No me lo niegues.

Simon empezó dejar bandejas repletas de sushi esparcidas por toda la superficie de la mesa, interrumpió durante un momento la conversación. Izaya miró con nostalgia toda aquella comida. Hacía mucho que no volvía a aquel lugar. Seguramente porque le había recordado a Shizuo durante su ausencia, y no se veía con fuerza suficiente como para no contener su rabia y su tristeza y fingir una sonrisa frente al ruso negro. Ahora la sonría que lucía no era para nada falsa, aunque aparentara estar mejor de lo que en realidad se encontraba. Claro que le dolía ver al rubio sentado frente a él, y en cambio tan fuera de su alcance...

-Comed mucho y sed muy amigos.-deseó Simon antes de ir a atender a más clientes.

-De acuerdo. Tú ganas.-reconoció el rubio tras un suspiro-Ése es el motivo. No quiero pensar siquiera en la posibilidad de que sean como yo. ¿Crees que es estúpido por mi parte?

-Creo que muchas de tus decisiones son estúpidas, sinceramente. Pero esta no es una de ellas. Es normal. Y además, ¿qué te voy a decir? ¿Que quiero que tengas hijos? Que te haya perdonado no viene a decir que de pronto me parezca bien que estés con ella.

Shizuo le dio la razón asintiendo con la cabeza.

-Mmm... bueno, supongo que no me querrás seguir oyendo hablando de ella, pero... ¿no sabrás dónde está Amanda, verdad?

El sashimi de salmón se quedó a medio camino de la boca de Izaya.

-¿Por? No me digas que la has perdido.-concluyó con sorna-Eso sería demasiado hasta para ti.

-No.-obvió su última frase-Es que hoy cuando me desperté no estaba en casa, y no sé adónde podrá haber ido. Tampoco soy capaz de localizarla por el móvil... Sigues siendo el maldito bastardo que sabe todo de todo el mundo... Y sé que ayer habló contigo.

Claro. Shizuo preguntaba por lo último. Quizás pensaba que la había hecho desaparecer o algo así. Esbozó una sonrisa, saboreando la comida. Su conversación la había dejado tocada, era cierto, pero quitando eso, él no le había hecho nada más. Seguía temiendo por el odio de Shizuo, al fin y al cabo. Aunque la verdad, le dolía un poco el hecho de que el rubio pensara que sería capaz de hacerle algo a su novia. Le gustaría que confiara un poco más en él.

-Sí, vino a mi apartamento. Se podría haber ahorrado la visita, sinceramente. Y no lo digo por mí, sino por ella.-al ver que el otro alzaba una ceja, intentó aclararlo-Tuvimos una batalla verbal. Y gané yo.

-Sigo sin entenderlo.

-Seamos sinceros, Shizu-chan. A ti se te dan bien las luchas físicas, pero no creo que pudieras hacer un enfrentamiento de este tipo. Requiere más... ¿cómo decirlo? ¿Control? Sí, eso es. Control, agudeza mental, habilidad. ¿Sabes?

-Lo que sí sé es cuándo me estás llamando idiota.-clavó los palillos en la mesa, haciendo que Izaya diera un respingo cuando éstos se partieron-Y no me hace gracia.

-A nadie le hace gracia que se lo llamen, me parece. A pesar de que todos lo somos, más o menos. Por eso lo verdaderamente idiota es no reconocerlo...-el informante rió al ver la cara con la que Shizuo le estaba mirando-No pretendo que entiendas mis debates filosóficos.

-Aún sigo intentando entender el resto de ti, Izaya. Tampoco es que dejes que los demás se acerquen demasiado. ¿Hay alguien al que le has mostrado cómo eres de verdad?

La sonrisa del moreno se desvaneció. Shizuo no lo había hecho con mala intención, pero aquella pregunta era un golpe bajo. ¿Qué debía responder? ¿Que no había nadie? ¿Que ese alguien había sido él? ¿Que era otra persona? ¿Que no era tan importante darse a conocer? El rubio, al ver que su compañero se encontraba incómodo por su culpa, carraspeó, intentando cambiar de tema.

-Por cierto, me dejaste intrigado el otro día. Al final no me llegaste a decir quién es tu pareja actual.

-No creo que le gustase demasiado que la considerase "mi pareja".-dio un sorbo de sake antes de continuar-Tenemos una relación aún más irregular que la que manteníamos tú y yo, así que imagínate...

-"La"... Es decir, que es una mujer, ¿no? ¿La conozco?

-¿Y por qué quieres saberlo? ¿Para contarle mis puntos débiles?-se hizo el ofendido-Ya los sabe, tranquilo. Y de todas formas, no creo que la conozcas. No en persona, al menos. Aunque ella ya se ha enterado de que estuvimos juntos. Se rió como nunca la había visto.

-Como la mitad de la gente en esta ciudad. La otra mitad se quedaría boquiabierta sin saber qué decir. Reconócelo. Si te hubieran dicho antes de empezar que íbamos a ser pareja, ¿cómo te habrías quedado?

-Habría dicho que era algo totalmente imposible. Y después, seguramente... habría hecho que la persona que me lo hubiera insinuado tuviera un "desgraciado" y "desafortunado" accidente... ¿ y tú?

Shizuo sacó un cigarrillo de la caja y lo prendió. Después de dar un par de caladas -para tranquilizarse, supuso Izaya-, contestó.

-Mi instinto asesino se habría disparado más incluso que cuando intentaba matarte. Y le habría mandado por los aires más lejos que nunca. Con una muy mala caída.-concluyó, soltando una nube de humo-Luego habría ido a por ti.

El informante soltó una sonora carcajada. Cierto, hasta entonces, realmente no se había imaginado cómo habría reaccionado el mundo si se hubiera sabido de su relación. Quizás porque habría escuchado muchos "imposible", y eso no era lo que quería oír. Abrió la boca para preguntar otra cosa, pero antes de que pudiera decir nada, el teléfono de Shizuo, que había dejado sobre la mesa, empezó a sonar.

-Espero que no te importe...-se disculpó el rubio antes de contestar-¿Sí?... Sí, soy yo... ¿Qué? ¿Cómo? ¿Está seguro? ... ¿Dónde? ... Bien, ahora iré, muchas gracias.

La cara con la que colgó era tan sombría que Izaya supo al instante que algo grave -y mucho- acababa de pasar. Y por un presentimiento, tuvo la sensación de que ese algo estaba relacionado con Amanda. Se quedó mirando fijamente a su compañero, esperando que le explicara lo ocurrido, pero el rubio se encontraba demasiado ocupado sacando su cartera para pagar. Sólo cuando dejó varios billetes sobre la mesa y alzó la vista, se dio cuenta de que le estaban preguntando en silencio.

-Es Amanda. Ha tenido... un accidente. Y... está en coma.


No sé si se permite fumar o no dentro de los locales en Japón... si no se puede... no creo que nadie le fuera a decir a Shizuo de todas formas que dejase de hacerlo xD

Cada vez sale más corto esto... Bueno, de nuevo lo dejé en cliffhanger. Lo echaba de menos xD Esta vez sí, puedo asegurar que actualizaré pronto. ¡Estoy de vacaciones!