Porque me envicié a lo mona que era Flaky.. Este es el prólogo! Ah, y la historia se desarrolla en un universo alterno claro~


4...3...2...

El estruedoso timbre de aquella secundaria se dejó r por todos los salones, sacándole a mas de un alumno una sonrisa de satisfacción, abandonando pronto las sillas para ir a saciar hambre, estirarse un rato, o lo que cada uno quisiera hacer. Fue en determinado salón que pudo divisarce a alguien aun apoyado en su lugar, al parecer, sin ganas de moverse. Flaky, aquella pelirroja que era lo suficientemente tímida como para no poder hablar correctamente, o sin tartamudear, o que incluso le tenía miedo hasta a algo tan pequeño y esponjoso como un pollito. La pelirroja mantenía ambas manos empuñadas contra sus piernas, con la mirada gacha y como consecuencia, algunos de sus cabellos cubriéndole el rostro.

-Flaky..

Ahí estaba uno de sus buenos amigos, Cuddles, quien siempre junto a Toothy intentaban animarla a salir al exterior, tratando de convencerla con que no todo era tan peligroso como parecía, aunque bien sabían que por algún motivo, la pelirroja solía salir lastimada, sea lo que sea que haga. (En este caso Toothy no les acompañaba, al encontrarse en casa bajo los cuidados de algún familiar -o amigo-, a causa de una picadura de abeja.) Flaky se limitó a suspirar suavemente, mirando con una pequeña sonrisa a su amigo, negando levemente y pidiéndole que se vaya sin ella, explicando que después de todo ella ya se había acostumbrado a la seguridad que momentáneamente le proporcionaba aquel salón, almenos durante los recreos, cuando nadie más estaba por allí (eceptuando uno que otro profesor, claro) y sumada su extrema prudencia, pues era difícil tener algún accidente.

El rubio únicamente asintió con expresión rendida, alejándose de su compañera con pasos vacilantes; aunque la idea de encontrarse con Giggles y pasar un rato lindo animó al instante al chico, saliendo éste casi corriendo del salón.

...

Ahora de nuevo estaba sola, cosa que en realidad no era agradable, pero no tenía de otra, por ahora almenos.

-hum..

Estiró el brazo hasta atrapar su bolso escolar, extrayendo de su interior un pomo pequeño, cuyo contenido vertió en el vaso que venía incorporado.

Suspiró.

Quería que acabe la hora de descanso, pero no quería seguir escuchando clases. Lo único que deseaba era volver a su hogar y practicar las mil y un recetas que tenía guardadas, siendo la pastelería su adicción. Lumpy, un joven raro que atendía un 24 horas en medio de la cuidad le había propuesto el vender sus pasteles, notando que era imposible que la pobre comiera todo lo que cocinaba (aveces daba buenas ideas), pero ella se negó al pensar que podría liarse al hacerlos, y que los nervios no la dejarían trabajar bien. Mostrando una vez mas su incapacidad de tomar una responsabilidad en sí. Aún divagando en sus pensamientos, ignoró el hecho de que aún se encontraba en la escuela, por lo que empezó a mover sus manos a tal modo de que daba a entender de que estaba cocinando. Mostrando una sonrisa boba, y cerrando los ojos en determinado momento.

-Wah..

Cualquiera que la viera así pensaría que la pelirroja estaba mal de la cabeza. Y sería lo normal...

Y es entonces cuando alguien abre la puerta golpe, produciendo bastante escándalo, cortando por completo el ambiente que la pálida estudiante se había creado hace unos segundos.

-¡GYAAA! -chilló, estirando el brazo de golpe y causando que su jugo se derramara sobre sus cuadernos.

Perfecto.

Ahora no solo debía limpiar su mesa, si no que también debía de comprar algunos cuadernos más. Pero su atención se vio dirigida hacía el alto peliverde que irrumpió con su pequeño momento feliz. El extraño llevaba puesto un ... ¿traje militar? y una boina; quien al parecer buscaba algo, o a alguien, hasta que fijó su vista en ella.

Un momento de tensión se armó entre ambos, causando que la fémina llegara a temer por su vida, mas que todo por el aspecto que se traía el otro.

-Tú.. -habló finalmente, acercándose lentamente a la contraria, para quedar a tan solo unos pasos de distancia, sin desviar en ningún momento la mira.- ¿Viste...a algún profesor? - Su expresión seria y hasta fría cambió por una amigable, cosa que dejó desorientaba a la otra.
El otro subió un brazo y rascó su nuca, riendo bajo, y al parecer algo avergonzado al notar el desastre que causó. Flaky...solo parpadeó.

...

¿Quién era él?

...

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Criticas constructivas son aceptadas! ^^