¡Hey!, hola aquí estoy nuevamente con una historia de policiaca basada en" Cold case" XD.

Disclaimer: Como con la historia anterior, la trama la invente yop, pero los personajes no son míos, ni tampoco "Cold case"

~º~

Estocolmo, Suecia.

24 de diciembre de 1988

Hacia un buen clima, a pesar del frio. Por las calles la gente iba y venía con regalos de navidad y compras de último minuto. Un joven de ojos violeta miraba por la ventana de la cocina de su departamento, perdiendo sus pensamientos entre la blanca nieve y los adornos de la temporada.

Mamá, hey te estoy hablando

¿Mmm?

Algo desubicado, el joven volvió su mirada al pequeño que se había colocado a su lado. Trataba de llamar su atención pasando su mano delate de la mirada del mayor.

Mamá llevo rato hablándote el pequeño niño rubio lo miraba con reproche, mientras hacia un puchero de molestia

Un ligero tic apareció en el ojo de mayor al percatarse de cómo acababa de ser llamado.

Peter, enserio, deja de llamarme así

Pero cuando papá Berwald me trajo aquí dijeron que podía llamarlos con familiaridad

Si, eso no me molesta, solo que… ¿no te parece raro decirle mamá a un hombre?

Peter se quedo pensando un momento, posando su vista al piso, para después regresarla al mayor.

No; después de todo, papá te llama esposa una traviesa sonrisa acompaño aquella declaración.

Peter enserio tu… sin embargo, el joven no pudo terminar la frase ya que la presencia de alguien más en la cocina le llamo la atención.

Tino, Peter un hombre alto de ojos azules y gafas acababa de entrar, cargaba en una mano bolsas de compras y en la otra un abrigo cubierto de nieve. Su voz, a pesar de que había sonado fría y tosca, no había alarmado a ninguno de los presentes en el lugar.

Berwald, que bueno que llegas con las cosa que necesito para la cena, ¡ya me estaba preocupando que no encontraras los ingredientes! Tino se apresuro a tomar las bolsas, bajo la atenta mirada de los otros dos.

Peter, ve a tu habitación, necesito hablar con tu mamá

El niño solo miro a su padre unos segundos antes de obedecer la orden dada. La intensa mirada de Berwald se poso en Tino, quien estaba dándole la espalda, ataviado preparando la cena navideña de ese año. Berwald siempre había admirado la dedicación del joven finlandés, era muy difícil estar molesto o en desacuerdo con él, sin embargo, esa tarde antes de irse en busca de los ingredientes que se había ofrecido ir a comprar, Tino le había comentado algo que simplemente lo descoloco por completo, llegando incluso a molestarlo.

No es que lo fuera a admitir realmente, menos en presencia de Tino, era solo que no entendía como fue que llegaron a ese punto.

Y al parecer el finlandés se había percatado finalmente de la intensa mirada que recibía y dando un suspiro dejó el cuchillo que usaba para cortar unas zanahorias y volteo a verlo con una sonrisa (algo forzada) y una mirada tranquila.

¿Sigues molesto? – el silencio del sueco fue lo único que necesito para obtener una respuesta concreta, después de todo conocía a Berwald desde que era un niño. – No hay nada que pueda hacer, solo será una noche, ya verás cómo pasa rápido, anda, hazlo por mí–

Berwald lo siguió mirando molesto, y eso a Tino le incomodaba, ya que rara vez ocurría eso. Por su parte Berwald no sabía cómo darle a entender que, de cierta forma, era por el que no quería pasar la noche buena con… esa persona.

Además, pasar una noche con ellos no creo que mate a nadie– Y dicho esto, Tino soltó una ligera risa y dio por terminada la "conversación" para volver a darle la espalda a Berwald y continuar preparando la cena.

~º~

La ciudad estaba iluminada hermosamente por las luces navideñas, todo era paz y tranquilidad. La gente a esas horas paseaba despreocupada por la calle…

El frio aire recorría sus cabellos como si los estuvieran acariciando, su corazón latía a mil por hora y sus ojos mostraban desesperación, la cual después de solo unos segundo cambio a tranquilidad; que cruel ironía de la vida, que es como un abismo oscuro, nunca sabes cuándo llegaras al final y golpearas el suelo, puedes caer años o simples segundos; que cruel ironía de su vida, que estaba cayendo, y sabia que el fin estaba cerca, pronto su cuerpo golpearía el suelo, y él no pensaba otra cosa más que en las últimas palabras oídas, antes que solo lograra escuchar el susurro del viento en sus oídos presagiando su muerte como la calma el desastre…

"…sufre lo que yo siempre sufrí…"

~º~

Estocolmo, Suecia.

21 de Diciembre del 2010

Recorría la oficina de un lado para otro, como un león enjaulado; llevaba aproximadamente una hora en eso, tenia sueño, hambre y estaba aburrido.

Aburrido…

Necesitaba hacer algo, pronto, sino caería dormido, necesitaba acción, algún caso, algo, algo, algo…

– ¡Necesito hacer algo!

Su grito retumbo por la pequeña oficina, ¿Quién diría que Estocolmo era tan tranquilo? Estaba a punto de considerar seriamente tomar el teléfono y llamarle al causante de sus males para gritarle unas cuantas verdades cuando la puerta se abrió, mostrando la pequeña cabeza de una chica rubia asomándose por ella.

– señor Alfred, una persona quiere hablar con algún detective, ¿le gustaría…?

Mas la chica no alcanzo a terminar la frase cuando Alfred ya se dirigía a toda marcha hacia la sala de espera del Departamento de Investigación y Homicidios de Estocolmo.

– ¡Gracias Lily!

La pequeña Lily solo sonrió dulcemente; apenas dos semanas atrás, su hermano, jefe del departamento había recibido una llamada de los Estados Unidos, aparentemente, de un antiguo amigo, que le solicitaba como favor especial recibir a un agente en su equipo, ya que al parecer, a forma de castigo, sería transferido temporalmente.

Alfred F. Jones era al parecer un excelente agente, pero era algo impulsivo y a duras penas acataba las ordenes de sus superiores, lo cual siempre le traía problemas; sin embargo en su última misión en su país de origen, un desacato de su parte casi le costaba la vida, por lo cual su superior, Roderich Edelstein, arto de esto decidió mandarlo a Estocolmo.

Por supuesto, Alfred no fue el único en pagar los platos rotos, terminó jalando a su desafortunado compañero con él.

Cuando Alfred llego a la sala de espera busco con la mirada a la persona de quien Lily le hablaba, mas solamente se encontró con una bella mujer de largos cabellos marrón claro y ojos verdes que al parecer esperaba paciente a alguien.

– Disculpe, ¿Usted deseaba hablar con un detective?

La mujer levanto la vista y sonriendo asintió. Alfred la llevo a su oficina, por el camino la observo con más detalle; vestía un pantalón de mezclilla negro y una blusa blanca de mangas largas, que tenía en letras rosas "I´m fujoshi" encerrado en un corazón verde. Se notaba algo ansiosa y entre sus manos estrujaba una pequeña bolsita de papel que aparentemente no tenía nada dentro. Al llegar a la oficina le indico que tomara asiento y el mismo hizo lo mismo antes de comenzar a hablar.

– ¿Cuál es el problema señorita…?

–Elizabetha Hérdervári, puede llamarme Eli si lo desea– y a pesar de que seguía sonriendo, el nerviosismo se encontraba en cada facción de su rostro.

– Bien Eli, entonces ¿cuál es el problema?

– Pues… ¿sabe usted sobre un suicidio que ocurrió en la noche buena del 88? Ciertamente, sorprendió a toda la ciudad…

~º~

Alfred concentrado buscando un archivo en particular, ya había dado tres vueltas al estante y no lo encontraba, de no ser por la fotografía que tenía en las manos, comenzaría a pensar que todo eso no era nada más que una broma de una mujer que se aburría mucho.

– Horter, Houssen, Houdwin… ¡Aaahg, no está!

– ¡Lo encontré! – grito una voz unos estante mas allá de donde estaba Alfred. Segundos después apareció un joven de cabello castaño y ojos verdes cargando una caja blanca. Al ver a su compañero y cerciorarse de la estantería en que se encontraba buscando suspiro pesadamente y mirándolo añadió – Oxenstierna no es con "H" – Una infantil risilla fue la respuesta mientras se incorporaba y le quitaba la caja de las manos al chico.

– ¡Bien, vamos a trabajar Toris!

... – Eran como las doce cuando llamaron a la policía por un suicidio; fue algo muy trágico por que al parecer estaba festejando con su familia. Ellos no sabían que había pasado, no tenia complejo suicida ni nada, sin embargo no insistieron en investigar más… al parecer tenía una pareja y vivía con ellos un pequeño.

¿Pero entonces?, dice que fue clasificado suicidio, en ese caso no hay nada que se pueda hacer…

Eli parecía removerse incomoda en su asiento

¿Sabe detective? Eh cometido muchos errores en mi vida, pero solo me arrepiento de uno, uno que solo una joven de 16 años puede cometer, por miedo, por no tener la fuerza necesaria, por muchas razones; aun así, me arrepiento, ya que posiblemente por mi causa un asesino este suelto, o que se yo – Alfred observo como Eli sacaba de la aparentemente vacía bolsa lo que en un principio le pareció un pedazo de papel, sin embargo cuando se los extendió y los tomo, pudo notar que no eran otra cosa más que fotografías de la ciudad, una tras otra, de una hermosa noche navideña, sin embargo una le llamo la atención.

¡Oh Dios! –

En la última fotografía aparecía el mismo paisaje que en las anteriores, solo que esta estaba tomada desde la azotea de algún edificio, y daba una vista más panorámica de la ciudad. Sin embargo, lo que resaltaba mas, era la esquina del edificio al parecer vecino, en la cual se alcanzaba a apreciar el contorno delineado por las luces de la ciudad de una persona inclinada en el barandal; todo normal hasta ahí, pero al bajar más en la imagen, se podía distinguir la figura de algo cayendo… o mejor dicho, alguien.

Estudiaba fotografía en ese entonces, y quería tomar buenas fotos, así que subí a el primer edificio en el que la puerta de la azotea estuviera abierta, no me percate de lo que había capturado hasta el día siguiente que las revele, cuando me entere del supuesto suicidio y me asuste, guarde las fotos y no volví a tocar una cámara en mi vida – una sonrisa amarga se formo en su rostro – solo espero que no sea muy tarde.

Nunca es tarde para la justicia, señorita– y con una digna pose de héroe, Alfred abandono la oficina en busca de mas información…

~º~

Después de su plática con Elizabetha, había ido a hablar con su jefe, Vash Zwingli, quien después de rogarle un rato había accedido a darle el caso.

–Muy bien Berwald Oxenstierna, averigüemos que fue lo que te paso…

~º~

Y pues espero que les haya gustado, esto es mas que nada la introduccion, tarde mas en elaborar esta trama que la anterior. Esta historia no tiene nada que ver con "Nota con machas carmín", ya que como habrán leído los personajes tienen una nueva vida y a los que les gusta el USxUK, emmm… lo siento, no podrá ser u.ú, necesitaba a Iggy en otra cosa… ya verán.

Y una cosa más, tengo que admitirlo… tardare un poquito actualizar, el trabajo me absorbe, mis hermanas me matan y mi mamá me sepulta XD, pero de que actualizo, lo hare, incluso desde la tumba :)

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