Aquí les traigo el inicio de una nueva historia, que esta basada en todas las películas de zombies y series que he visto en mi vida. Es en un universo alterno y los datos de la mayor parte de la historia son reales, como la ciudad o las autopistas.

Arthur es un policía londinense y Alfred es un militar americano, los dos se ven envueltos en un accidente biológico, sobrevivir dependerá de ellos y su fuerza mental, que tengan para llevar a cabo esta prueba de supervivencia, que los hará entender cosas que nunca pensaron y que nunca sintieron.

Disclaimer: Hetalia no me pertenece ni sus personajes

Primer Encuentro

14 de Octubre

Don't worry about a thing,

'Cause every little thing gonna be all right.

Singin': "Don't worry about a thing,

'Cause every little thing gonna be all right!"

Pequeños recuerdos atorados en su memoria traían esa canción, casi no la escuchaba y cuando lo hacia simplemente quería olvidar, y sepultar todo en el pasado.

Sin embargo por más que lo intentaba sabia que no podía hacerlo, era demasiado doloroso. Y al fin rendido y cansado de la insistente tonadita, que no era más que una mentira, apago la radio, levanto su mirada hacia el cielo, y vio el resplandeciente cielo azul, que se podía ver reflejado en sus inmensos ojos verdes.

Centro su vista otra vez en la carretera, no podía distraerse, lo habían mandado a hacer un trabajo que implicaba salir a las afueras de la ciudad.

Se dirigía hacia el condado de Kent, había tomado la autopista M20, y ahora entraba a la A228. Pronto estaría en Snodland, y realmente le importaba poco.

Como nunca estaba despejado y mientras iba en la carretera, se preguntaba:

-¿Qué demonios hacia ahí?

No le gustaba que le mandaran a hacer este tipo de trabajos, pero si no había de otra, tenia que ir. Y lo peor de todo era que tenía que ir solo, porque su compañero se había rehusado a acompañarlo.

Pero tenia ese agrio presentimiento y era demasiado, después de oír esa canción y quitarse el gorro de policía que le estaba fastidiando, se dispuso a acabar con esto de una vez.

Cuando llego, aparco su auto lo mas cerca de la montaña que pudo y hasta donde llego el auto, ya que se atasco con el fango que se había formado de la llovizna del día anterior.

Enojado se bajo del auto y golpeo la llanta tambaleándose y cayéndose en el mismo fango, no tuvo mas remedio, tenia que continuar a pie y subir esa colina, no seria tan difícil, seria sencillo, como su misión, que era simplemente de reconocimiento, o al menos eso era lo que había dicho su jefe:

-Kirkland, tienes trabajo, se nos ha informado de un grupo sospechoso que se reúnen en las colinas de Snodland. Tu trabajo es recopilar información y verificar si la información es verdadera o no, en caso de que sea algún trabajo terrorista, no te entrometas, es simplemente una misión de reconocimiento

-Maldito jefe –pensaba el ingles, mientras se sofocaba subiendo esa gran colina. El sitio era más grande de lo que esperaba, y había mucho más que investigar.

Ya era hora del almuerzo y en vez de cargar algún tipo de herramienta policial, había cargado su almuerzo y mientras se sentaba a descansar para disfrutar un poco de su almuerzo hecho por el mismo, maldecía a su jefe y se quejaba.

Iba a empezar a comer pero escucho un golpe seco muy cerca de donde se encontraba, se maldijo, guardo su comida y se dispuso a buscar de donde venia aquel ruido. Camino un poco más y escuchó voces que resonaban como ecos, se preparo mentalmente y se dedico a "reconocer un poco más".

Al escalar un poco mas, encontró una cueva, alzo la mirada y vio un hombre en traje de militar, gritando y dando ordenes a quien sabe quien. El hombre portaba armas y era muy grande a comparación de el que era pequeño y menudo. Sabía que era peligroso pero se preguntaba que rayos hacían los militares en medio bosque. Cuando se dispuso a regresar y volteo, algo muy fuerte lo golpeo, perdiendo la consciencia inmediatamente.

**************Total Oscuridad*************

15 de Octubre-Madrugada

La espesa neblina se colaba en sus pulmones, y pequeñas gotas de lluvia lo despertaron, sus grandes orbes verdes se abrieron y estaba empezando a llover. Todo le empezaba a dar vueltas, su cabeza zumbaba y seguía en el mismo sitio en el que se "desmayo".

Se sobo la cabeza porque pensaba que su cien estaba mojada, sin embargo cuando se froto la cien y vio su mano, era sangre. Alguien lo había golpeado y ahora no había más remedio que subir a la cueva y esperar a que parara la lluvia…

Tropezó dos veces y se raspo la rodilla, pero consiguió llegar a duras penas a la cueva, que al parecer estaba completamente saqueada, como si hubieran desaparecido todo lo que había allí.

Aun así, adolorido y agitado se recostó sobre la pared de la cueva, se trato de secar de cierta manera, y encontró un telar muy grande, al parecer un tipo de cobertura, que uso como protección.

Giro su cabeza a su reloj que estaba quebrado y eran las 3 de la mañana, realmente, ¿Cuánto tiempo se había desmayado?, ni si quiera tenia idea de todo lo que había ocurrido en ese lapso de tiempo.

Se limpio la sangre que ya estaba coagulada de la cabeza, al parecer la herida no era muy grande, así que no se preocupo, y se sentía tan cansado que se dedico a reposar hasta que parara la lluvia, quedándose profundamente dormido.

-¡Arthur!, ¡Arthur!, ¡Arthur!, ¡Arthur!, ¿sabes quien soy?... ¡Vamos escúchame!

-¿Quién Eres?

-Que alivio que estas bien… Arthur, tienes que despertar, tienes que despertar, morirás sino lo haces, vamos Arthur despierta

-No puedo oírte

-¡Despierta Arthur!, ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Arthur!

-Despertar, porque querría despertar no tengo nada afuera

-Alguien te necesita, vamos Arthur ¡Despierta!

Sobresaltado, se despertó, se dijo a si mismo que olvidaría ese sueño aunque su mente le decía que debía recordarlo otra cosa le decía que debía olvidarlo.

Así que recuperando los estribos, vio su reloj: Eran las 5 de la mañana.

Su cuerpo estaba demasiado frío, un poco mas y hubiera muerto de hipotermia, quizás nunca hubiera despertado, aun así debía seguir.

Así que con extremada cautela se dispuso a bajar. Afortunadamente todavía conservaba su arma, y cuando llego al pie de la colina encontró su auto, del cual saco un para de cosas, una linterna y recargas, por si acaso. Pero tenia otro problema, se moría de hambre y casi no tenia fuerzas, pero moriría en el estado en el que estaba sino hacia algo…

Camino lo más que pudo, llego al pueblo y la espesa neblina no dejaba ver muy bien, pero lo que más le preocupaba era el sepulcral silencio que atestaba el pueblo.

Ahora si un feo presentimiento se apoderaba de su corazón y su mente, tratando de pensar que todos estarían durmiendo o algo por el estilo. Por lo que se dedico a caminar, y se aventuro a meterse en la primera casa que encontró.

Toco la puerta varias veces, pero nadie contestaba, escucho un sollozo adentro de la casa y no dudo en entrar, afortunadamente la puerta estaba abierta. Cuando entro, solo el pasadizo principal estaba alumbrado, llamo:

-¡Hola!, hola, ¿Hay alguien aquí?

Nada, nadie contestaba, se dedico a observar el lugar: La casa constaba de un pasadizo central el cual llevaba a diferentes áreas y al fondo había unas escaleras. Se metió por una pasadizo por el cual parecía que alguien sollozaba con mayor intensidad, y en el fondo de lo que al parecer era un sala, vio a una mujer, las paredes tenía manos con manchas de sangre, sin embargo la curiosidad por un lado y por el otro el espíritu policial lo animaban, volvió a llamar:

-¿Señora se encuentra bien?

La señora dejo de sollozar y no levanto la vista, se quedo estática, ahora solo se oía la respiración del agitado oficial, la señora respiro despacio y dijo:

-La mate… yo la mate

-¿A quien mato?

-¡Todo es tu culpa Maldito Caminante!

La mujer se levanto rápidamente y llevando con ella un hacha contra incendios, se trato de aventar al oficial, sin embargo este la esquivo y retrocedió. La señora se tambaleaba y arrastraba el hacha, el policía retrocedió hasta el pasadizo y la señora salia a la luz, al parecer tenia una especie de mordida en la pierna, la vio a los ojos y parecía drogada.

Antes de que el policía pudiera salir de su asombro la señora se acerco amenazantemente lo que hizo retroceder al oficial que cayo y esquivo un hachazo de la mujer:

-¡Maldito Caminante!, ¡Te matare!

-Señora tranquilícese –Y diciendo esto saco su arma de su funda- Por favor no me obligue a disparar

-Tu maldito me hiciste matar a mi hija, me importa un ***** lo que vayas a hacer o no, después de todo ¡Ya estoy muerta! –Y diciendo esto la mujer se abalanzó otra vez contra el oficial-

Bang

El oficial le disparo a la mujer en la pierna, no quería matarla, pero tampoco quería morir. La mujer se tambaleo y cayo, sin embargo ninguna expresión de dolor se marco en su rostro simplemente esa mirada que parecía que ya no tenía vida en esos demacrados ojos:

-Vete, déjame sola, maldito caminante ¡Lárgate de mi casa!

-Lo….Lo siento

-¡Vete!

El policía solo atino a irse, no sabia que mas hacer, sus ojos empezaban a llenarse de lagrimas, pero no las dejaría caer o al menos no ahora. Se alejo de la casa y empezó a caminar rodeando el pueblo, tratando de llegar a la estación de policías. Estaba totalmente confundido y no se le iba la imagen de esa señora sin vida, no entendía nada y el miedo le calaba los huesos.

Cuando algo de repente llamo su atención, levanto su cabeza y vio una figura borrosa por la niebla, parecía bastante viva, así que decidió llamarla:

-¡Hola! ¡Hay alguien allí!

Vio que la figura desaparecía e iba a empezar a correr para encontrar a la posible criatura viviente, sin embargo la figura se le adelanto y lo encaro con un subfusil, mientras que en el otro brazo llevaba un fusil de asalto.

Lo primero que pudo ver el oji-verde, fueron los cristalinos ojos azules de la persona que lo apuntaba, claros como el cielo, un hombre fuerte y robusto, vestía de militar, pero al parecer era americano ya que llevaba su bandera en el hombro, el británico se quedo estático y el oji-azul le dijo:

-Retrocede –El británico le quedo mirando extrañado- ¡Ahora! Y suelta tu arma y todas las que tengas

EL británico retrocedió, tiro su arma y se quedaron a una distancia considerable, sin embargo el americano no dejaba de apuntarle:

-¿Quién Eres? O mejor dicho ¿Qué Eres?

-Yo… yo soy Arthur…

-Genial Arthur –lo interrumpió sin dejar su total seriedad –Ahora desvístete

-¡Que!, ¿Para que quieres que me desvista?, me muero de frío, y además ¿Quien demoni…

-¡Hazlo! –Grito el oji-azul- No me hagas dispararte –Dijo apuntando con mas precisión a la cabeza del oficial- ¿Qué se supone que estas esperando?

El británico estaba en shock, nunca en su virgen vida le habían pedido que se quitara la ropa en frente de otra persona que no fuera algún familiar y ahora un extraño venia y lo apuntaba para que lo hiciera.

Ahora si pensaba que seria su fin y ese maldito pervertido enfermo sádico le haría de todo. Pero no es como si tuviera otra opción, así que temblando ligeramente, empezó por lo guantes, los tiro al suelo, y se empezó a quitar la chaqueta, no llevaba la usual que usaba cualquier policía londinense, llevaba un saco negro, porque supuestamente no tenia que llamar la atención.

Se saco el saco, luego el chaleco, la corbata y por ultimo la camisa, quedándose expuesto totalmente, frotándose para conservar su calor:

-Date vuelta –El británico hizo lo que el americano le ordeno, y en esos momento espero que como en las películas le disparara por lo que ya estaba temblando, cerrando sus ojos esperando un tiro que jamás llegaría- Voltea, faltan los pantalones

-¿Los pantalones también?, no me vas a…

-Silencio, no puedo tomarte muy a la ligera, así que si quieres vivir hazme caso

El británico ya se empezaba a sonrojar y prefería que le dispararan, pero solo sentía la atenta mirada del americano, que inspeccionaba cada centímetro de su cuerpo lo que le empezaba a fastidiar. Lentamente, empezó a sacarse la correa y luego se bajo los pantalones, y por ultimo se saco las botas quedándose en boxers y medias en medio de la nada, congelándose:

-Maldito sádico –alcanzo a murmurar-

-Date vuelta –El británico hizo caso tratando de ignorar todas las maldiciones que quería expulsar y espero un rato. Luego el americano al fin bajo el arma, y se acerco al británico, recogió su camisa y se la dio- Lo siento, pero tenia que estar seguro –El británico volteo lentamente y lo único que hizo fue con toda su fuerza tirarle un patada entre las piernas al americano, luego quitarle su camisa y salir corriendo, sin embargo cuando iba a escapar, el americano lo tomo de la muñeca y le dijo- Demonios eso no era necesario

-¡Suéltame!, maldito pervertido

-Si lo hago te iras corriendo y probablemente mueras, considerando tus medidas no creo que ni soportes ni un golpe

-¡Cállate! ¡Suéltame!, como te atreves maldito americano, ¿Que rayos haces aquí?, ¿Ya es tiempo de guerra?, ¿Quien se supone que me va a matar?, ¿Porque demonio me pediste que me quitara la ropa?, y ¿Por qué…

-Shhh – el americano puso un dedo en los labios de Arthur haciendo que este se sonrojara mas- Escucha, mi nombre es Alfred, soy una especie de militar y tú parece que estas mas perdido que un niño de cinco, te explicare todo pero estar aquí es demasiado peligroso. Después de todo para un virgen como tú va a ser muy difícil sobrevivir, sin la ayuda de un gran hero como yo –diciendo esto tomo al británico de la cintura y lo atrajo a su cuerpo, sonriendo burlonamente, tratando de calmar la situación, ya que su cerebro no encontraba otra solución-

-¡WTF! ¿Quien demonio te crees? y ¿Como rayos sabes que soy virgen? –dijo el oji-verde, tratando de soltarse del agarre del americano

-Lo acabas de decir… Al decir verdad me alegra de encontrar a alguien vivo, me estaba preocupando bastante… Pero vamos cámbiate prometo no hacerte nada, pero no te escapes,

-Ahora soy tu maldito rehén…

-Vamos date prisa –El británico se cambio rápido porque se estaba congelando, y cuando se estaba acomodando la corbata, el americano empezó a jalarlo- No hagas ni un ruido, te prometo que te explicare todo cuando estemos seguros

-Maldita sea, estúpido yankee

El americano lo llevo a un callejón en el que esperaron a quien sabe Dios y luego salieron de el para seguir caminando, mas o menos, el oji-azul, tenia pasos mas grandes y el oji-verde, sentía que lo estaban arrastrando, sin embargo se logro soltar y le dijo:

- Esta bien, no me voy a ir, pero deja de arrastrarme

-Buena decisión Iggy

-¿Iggy?

-Claro eres de aquí cierto, de Inglaterra

-Si pero…

-Entonces no importa –El americano trataba de distraerse, si situación actual era muy dura y no le venia mal un poco de compañía, ni molestar a un indefenso policía-

El británico caminaba atrás del americano, pensando que no tenía otra opción, estaba confundido y su cabeza le seguía doliendo. Cuando entonces volteo y vio a un hombre sentado en una banca con la cabeza agachada. Se paro en seco y llamo al hombre:

-¿Señor?, ¿Se encuentra bien?

El hombre no le respondió, ni si quiera lo miro, el británico se acerco despacio, y cuando le iba a tocar el hombro para moverle, el hombre gruño y se lanzo.

Su apariencia era espantosa y repugnante, sus ojos eran blancos y su cara estaba podrida, olía a muerto.

Cuando el hombre se le tiro al británico abrió la boca y se dirigió directamente a su cuello, sin embargo, antes de que pudiera morderlo, llego el americano, golpeo al hombre-muerto, lo tiro de un puñete y luego saco un pistola de bajo calibre con un silenciador y le disparo entre los ojos, terminando con cualquiera actividad cerebral que restara, diciéndole al oficial y tomándolo de la muñeca:

-Te dije que no te separaras de mí

Primer Encuentro Terminado

Espero que les haya gustado, pero recién esta empezando, me costo bastante calcular todo, pero es mas divertido cuando los datos son reales. Aun así espero que les haya gustado, a mi me pareció interesante la idea, así que porque no intentarlo. Jejeje, gracias por leer. Y por cierto me gustaría que me digan que otro personaje quieren que salga primero, para más o menos ir pensando.

Gracias

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