Disclaimer: The Penguins of Madagascar no me pertenece ni sus personajes.

Hoy fue un día muy divertido para mí,¡asi que estoy sonriente como un dalmata! Asi que para terminar este día de la mejor forma,acabemos de una vez la historia que dió comienzo hace CINCO MESES! Siempre me han emocionado los finales,en especial cuando los publico yo...

La Isla de los Osos Polares

El pequeño oso polar levantó la cabeza. Había pasado ya mucho tiempo desde aquello.

Se puso en pie y caminó hasta la salida de la cueva,en el suelo había un montón de cuerpos de osos polares tirados;aun dormidos por la hora de la mañana. Vió a sus padres,que no le habían dirigido la palabra desde ese incidente,posiblemente no lo volverían a hacer. Seguidamente,al salir de la cueva,lo vió a él.

E instintivamente el pequeño volvió a introducirse dentro de la cueva.

-Marco...

Volvió a asomar la cabeza,con un deje de tristeza en su mirada. Atesorando los momentos en que podía ir por ahí sin miedo alguno. Pero bueno,había valido la pena sacrificar su tranquilidad por ellos.

-Los pinguinos! -exclamó agrandando su sonrisa,¡pero diablos! Había hablado demasiado fuerte! Se llevó ambas patas a su hocico y se paralizó. Era inútil,ya lo había escuchado.

-Sidney... -murmuró él en un rugido,mirando sobre su hombro al interior de la cueva.

Sidney bajó la cabeza y salió respondiendo a la voz de su jefe.

-Si,Marco?

El aludido se volteó,mostrandole la cara a Sidney,quien inmediatamente tragó en seco al verlo de frente. Su ojo derecho,permanentemente cerrado a causa de la herida recibida en esa batalla. El mas pequeño procuró no retroceder a pesar del miedo y el sentimiento de extrañez;Marco no le había nisiquiera dirigido la mirada desde entonces. Tal vez al fin había llegado el momento de consumar su venganza contra él,que había ayudado a arruinar todo.

Sin embargo,el jefe no parecía una amenaza. Observaba serenamente a Sidney,sin demostrarle nada.

-No dejaré que te pierdas... -murmuró finalmente,el pequeño reaccionó confundido.- por mi cuenta corre,ningun pinguino volverá a escapar de aqui. -Sidney bajó la vista temiendose lo que venía mientras Marco hacía una pausa.- Pero contigo...será dificil,niño.

Sus ojos se abrieron como platos,volviendo la vista hacia arriba,al rostro de Marco que dibujaba una sonrisa.

-Vendrás conmigo. Te enseñaré a cazar pinguinos.

Sidney saltó,igualmente sonriendole. Era buena idea? Bueno,después de todo era un oso polar,no? Asintió a Marco,mientras ambos se dirigían al interior de la selva.


Kowalski sacó la cabeza fuera del agua,era una tarde cálida y el zoológico había cerrado temprano por lo que él y el resto de los animales tenían la tarde para relajarse sin tener que entretener a las personas. Hasta donde sabía,Skipper se encontraba dentro de la base bebiendo un café de huachinango mientras veía televisión junto con Cabo,y Rico debería estar peinando su muñeca como hacía usualmente a esas horas.

Él no estaba en su laboratorio,y eso era raro. La razón era que,desde que había comenzado la rehabilitación,Skipper lo obligaba a nadar 100 vueltas a la piscina cuando el sol estaba en su punto mas alto,así que se le había hecho un hábito.

Saltó fuera del agua y sacudió sus plumas;al bajar la vista se encontró con las horribles cicatrices que le habían dejado sus heridas. Realmente había estado preocupado sobre si desaparecerían,y si no fuera así,se preguntaba si aquellos que fuera a conocer en el futuro pensarían que él era una clase de maniático,tal como la cicatriz de Rico lo hacía parecer -aunque en su caso,los que pensaran eso estarían totalmente en lo cierto-.

Suspiró. Prometiendose que si en un tiempo las cicatrices no daban indicio de estar desapareciendo,intentaría inventar algo que las borrara por completo,sin dejar marca o que tuviera efectos secundarios. Negó con la cabeza,deseando que las cicatrices desaparecieran naturalmente.

-¡Ayuda!

El grito de Julien alarmó a los pinguinos,Skipper,Rico y Cabo pronto salieron de la base y se detuvieron para asegurarse que habían escuchado bien. Como era normal,Skipper no tuvo que dar la orden,los cuatro pinguinos sabían perfectamente que hacer cuando alguien gritaba "ayuda".

Se deslizaron velozmente hasta el habitat de los lémures al momento que el sol se iba escondiendo;al llegar ahí se pusieron en guardia,esperando un ataque enemigo,un calamar espacial o algo peor. Sin embargo,bajaron las aletas y levantaron ambas cejas con sorpresa al ver lo que ahí había.

-Sorpresa.

Marlene fue la primera en hablar,sonriendoles amablemente. Detras de ella había un gran pastel con un centenar de velas,y en el hábitat se encontraban la mayoria de los animales del zoológico,incluso Barry,que mas que nada estaba ahí por Cabo. Claro,procurando no tocar a nadie.

Skipper volvió a fruncir el ceño,acercandose sigilosamente a Kowalski para susurrarle al oído. Al notar esto,el teniente se agachó a la altura de Skipper.

-Kowalski,¿alguno de nosotros cumple años?

-Negativo,Skipper. -contestó totalmente seguro.- Falta mas de un mes para el cumpleaños de Rico.

-Como suponía,esto debe ser una trampa.

-Oigan,es fácil oirlos cuando ninguno de nosotros está hablando. -comentó Marlene con una mirada cansada por la paranoia de los pinguinos. Skipper se dejó de susurros y volvió la vista hacia los animales.

-¿De qué se trata esto,Marlene?

-¡Es una fiesta! -respondió Julien con una enorme sonrisa en el rostro al pararse frente a Marlene,quien lo apartó de un empujón,con molestia notable.

-Como dijo Julien,es una fiesta. Para ustedes. -los pinguinos se vieron entre sí,aun confundidos ya que no sabían el motivo de esta sospechosa fiesta.- Es para celebrar que al fin todos ustedes estan sanos. Que ya están arriba. Que ya los tendremos otra vez a los cuatro ayudandonos como antes.

-Y para celebrar mi valentía. -agregó el rey poniendose en pie mientras se sacudía el polvo,pero aun así sonriente.

Kowalski,Rico y Cabo sonrieron a la nutria,felices de ser tan apreciados en el zoológico y que todos se hayan preocupado por ellos. Sin embargo,Skipper aun continuaba mirando con sospecha a Marlene,todavía desconfiando. Pero finalmente - luego de haber recibido varios codazos de parte de Cabo - sonrió,igualmente agradecido.

-¿Qué dicen,chicos? -dijo Marlene.- ¿Se quedan a su fiesta?

Skipper colocó una aleta en su mentón,pensando en la pregunta. Sus amigos lo observaron detenidamente,esperando la decisión que el líder tomara. Como buenos soldados,la obedecerían sin rechistar. El líder bajó su aleta luego de un minuto de suspenso y sonrió nuevamente.

-Afirmativo.

Las sonrisas de todos los presentes se agrandaron mientras Maurice encendía el estéreo y lo ponía a todo volúmen para ambientar la fiesta. Los cuatro pinguinos chocaron aletas,y acto seguido Marlene y los lémures los tomaron por las aletas para que empezaran a divertirse.


-Waaa! waaa! -las cucarachas,Bada,Bing y Roy hicieron un gesto de sorpresa al ver los movimientos de artes marciales que Rico estaba haciendo,les estaba contando la historia de como había derrotado a uno de los osos polares,usando de muestra a Joey,quien yacía en el piso adolorido.

En tanto,del otro lado del hábitat,un círculo estaba formado alrededor de Cabo,quien tambien contaba la historia sobre como habían salido de los problemas en los que se habían metido en esa isla de osos polares.

-Y cuando volteé,no imaginan quien estaba ahí... -dijo con un tono misterioso el cadete,iluminando su rostro con la tenue luz de una linterna. A su alrededor,muertos de miedo y en suspenso,se encontraban Barry,los camaleones,Burt y Roger.- ¡UN OSO POLAR!

El repentino grito de Cabo hizo a todos exaltarse,quedando con el corazón a mil por hora. Cabo rió entre dientes,contento de estar recibiendo tanta atención.

Y por ultimo,¡Julien no necesitaba un círculo de animales a su alrededor! Él simplemente iba por ahí contando a cada animal que veía lo que -segun él- en verdad había pasado;una versión en la cual todo se veía perdido hasta que él llegó para rescatarlos. Aunque los habitantes del zoo ya estaban cansados de oír esa prepotente historia que había estado contando desde hace mas de dos meses.

Por otra parte,Skipper y Kowalski se encontraban sentados en dos grandes bancos,apoyados contra la barra donde Maurice solía hacer los licuados para el Rey Julien,tomando cada uno un vaso de jugo de fruta. Con Huevín - que se había colado a la fiesta - atosigandolos para que les contara la completa,real y detallada versión de la historia.

-¡Solicito al menos información de la ubicación del lugar! -exclamó el pequeño pato,apuntando a los pinguinos con un rostro de decisión.

-Confidencial. -contestó Skipper dandole un sorbo a su bebida.

-¡Versión censurada de la historia y sin usar nombres!

-Confidencial.

-¡Partes clave de la historia!

-Confidencial.

-Grr...

El pequeño pato fue interrumpido por Marlene,quien le sonrió amablemente.

-Tú no deberías estar aquí. -Huevín frunció el ceño,totalmente descubierto.- Ok,tu mamá te está buscando. No le he dicho que estas aquí,pero si no te vas ya,pronto se enterará. -el pato bajó la cabeza,totalmente derrotado ante las negatorias de Skipper y Kowalski.

-Algun día... -murmuró mientras se iba caminando con lentitud.

Los dos pinguinos sonrieron y chocaron aletas satisfechos. Dieron un sorbo a sus bebidas al mismo tiempo que Marlene tomaba asiento junto a ellos,tomando ella tambien un vaso de jugo frutal. Skipper volteó a ver a donde Rico y Cabo contaban todo lo sucedido,alterando en parte los hechos,por esta vez,ya que todo el zoológico lo sabía,se los había permitido. Pero de su pico - y parecía que tambien del de Kowalski - no saldría ni una palabra.

Lo que había pasado en ese horrible lugar era algo que no merecía ser recordado. Un imperceptible tic en su ojo se hizo presente,pero enseguida se fue cuando Rico apareció ante él gritando cosas inentendibles,pero con mucho ánimo.

-Bum! Bum! -Skipper frunció el ceño con confusión.

-¿Qué quieres decir? -preguntó,pero Rico seguía diciendo lo mismo. Kowalski se quedó observandolo durante un rato,y al final logró entender lo que decía al momento que Cabo llegaba junto a ellos.

-¿Fuegos artificiales? -adivinó Kowalski,el experto en armas asintió con la cabeza fuertemente volteando a ver al teniente. Skipper entornó los ojos dando un gran suspiro.

-No lo se,Rico. Todos sabemos no eres exactamente controlado con cosas explosivas. -el líder sacudió su bebida,Rico no pudo negar lo que había dicho.

-Ooooh... -suspiró Rico,bajando la cabeza con notoria tristeza. Skipper resopló,dejandose influenciar por Rico.

-Ok,pero moderadamente. Kowalski.

-Eso sería apróximadamente...una pequeña carga.

Rico se deprimió un poco pero aceptó igualmente entusiasmado.


Skipper,Kowalski y Cabo tomaron asiento en la plataforma donde estaba el trono de Julien,viendo hacia el cielo esperando que Rico lanzara los primeros fuegos artificiales. Los lémures saltaban en el colchón de aire,esperando con impaciencia que empezara el espectáculo,mientras el resto de animales lo hacía desde el minibar.

-Cada vez que Rico lanza un cohete, -empezó Skipper viendo como el experto en armas sujetaba el detonador sonriendo.- me gustaría que todos usaramos un traje anti-llamas. -Cabo rió entre dientes,cerrando los ojos.

-No te preocupes,Skipper. Las posibilidades de éxito nos sonríen,todo irá a la perfección. -argumentó Kowalski con una confiada sonrisa. Sin embargo los pinguinos no pudieron evitar preocuparse al ver a Rico regurgitando unos cohetes de mas para hacer estallar intentando no ser visto.

-Cabo! -el cadete asintió,deslizandose hasta donde estaba Rico y empezando a forcejear con él para quitarle los cohetes.- Esperemos que todo salga bien.

-Porsupuesto. -la sonrisa de Kowalski volvió instantaneamente,Skipper lo volteó a ver extrañado de que estuviera tan sonriente.

-Hoy estás de buen humor,eh? -volvió a sonreir tranquilamente. Bajó la vista y dijo algo entre dientes.- me alegra tenerte de vuelta.

-¿Qué?

-Yo...me alegro que...te hayas recuperado y que...seas el mismo de siempre.

-¿Qué? No puedo oírte si estás susurrando.

-¡Me alegra que estés bien,¿ok,Kowalski? !

El grito de Skipper se escuchó por encima de la música,que enseguida alguien se encargó de apagar. El líder se quedó en shock,no le gustaba que todos supieran que en realidad era tan sensible. Volvió a bajar la vista y se rascó la nuca avergonzado,sin embargo Kowalski le sonrió;sabía que Skipper tambien se había preocupado por él,y la dolorosa rehabilitación,los grandes excesos de trabajo a los que lo sometía y las continuas bofetadas que le daba cada vez que se negaba a ejecutar una orden debido al dolor,eran solo una forma de demostrarlo y sacarlo adelante lo mas pronto posible.

El teniente no contestó,no era necesario. Marlene y Cabo los veían con ternura. Y en tanto,Rico aprovechó que su compañero estaba distraído para arrebatarle los cohetes y hacerlos detonar con gran velocidad.

-¡Rico,no! -gritó Cabo,intentando vanamente detenerlo. Pero ya era muy tarde.

La explosión fue grande. Todos corrían de aquí a allá en pánico. Cabo observó asustado el caos,mientras a Rico le hacia gracia. Y Skipper y Kowalski miraban impactados la explosión que iba creciendo;ambos se pusieron en pie. El líder olvidó por completo los sentimentalismos y colocó sus aletas a los lados de su cadera mientras Kowalski las colocaba detrás de su espalda.

-¡Rico,Cabo,Kowalski! -en un segundo los tres susodichos llegaron a su lado y se prepararon para seguir ordenes.- ¡Comiencen operación:pinguinos explosivos!

Los cuatro se separaron para mantener la seguridad del zoológico,ese era su trabajo. Posiblemente,esa era la mayor señal en sus vidas que indicaba que todo había vuelto a la normalidad.

Gracias a todos por haber leído,no les agradezco uno por uno porque aun faltan los lectores que no dejaron review pero agregaron esta historia en sus favoritos,y los que no lo hicieron pero igual iban leyendo,y tambien aquellos que leerán esto en el futuro.

Pero en fin,gracias a todos,en especial a los que permanecieron leyendo cada capítulo y dejaron review de igual forma! Eso siempre me animó a continuar. Asi que ahora esta historia de los pingüinos termina,pero no las ideas en mi cabeza -en serio que me gusta meterme en problemas,tengo dos historias congeladas,acabo de terminar ésta,y ahora empiezo otra que tambien es de POM-,asi que espero que las próximas historias que escriba de Penguins of Madagascar u otra serie sean de su agrado.

Porque creo que esta historia fue muy buena excepto por algunos defectos que no mencionaré porque talvez me dan la razón. LOL

Hasta alguna otra.