Cap. 5: "Nada de eso importa ahora".

Tras mucho rato, Shiho estaba ya en la avenida 24. Esa zona había quedado deshabitada hacia tiempo debido a una explosión causada por un escape de gas, así que todos los edificios estaban en ruinas. La fábrica de coches conservaba aún el cartel, pero el paso del tiempo lo había oxidado y ennegrecido hasta hacer ilegible la marca. Una espesa hiedra nacía junto a la entrada y crecía trepando por vigas y paredes, aportando el único toque de vida al edificio. En conjunto, no era un lugar muy romántico que digamos, pero al menos estaba vacío: había elegido un lugar bastante solitario para que nadie los viera.

Miró su móvil: las siete y veintinueve. Había llegado justita, pero había llegado al menos. Esperaba que él también. Se guardó el móvil, levantó la cabeza...y allí lo vio. El hombre al que amaba, su único y verdadero amor, se encontraba a unos metros de ella, de espaldas, esperándola. Tras unos segundos sin saber qué hacer o qué decir, Shiho se armó de valor y lo llamó. Ella era una de las pocas personas que conocían su verdadero nombre, pero esta vez murmuró su mote, por el que tanta gente lo conocía:

-Gin...-murmuró.

El interpelado se dio la vuelta. Con su largo cabello rubio ondeando al viento y sus ojos verdes tras su denso y largo flequillo, a Shiho le pareció la más hermosa visión.

-Shiho...-dijo él.

Oh, cuánto hacía que no oía su voz. Para ella sonaba como el canto de un ángel. Mientras la emoción y la alegría la embargaban, notó cómo sus ojos se anegaban de lágrimas.

-Shiho, ¿por qué lloras? -dijo Gin acercándosele unos pasos.

No lo pensó más. Shiho se echó a correr hacia su amado y se agarró a él en un fuerte abrazo, enterrando la cara en su hombro.

-Oh, Gin...yo...te...he echado...tanto de menos. ¡Gin! -dijo entre llantos.

-Shiho...yo también a ti -le dijo devolviéndole el abrazo.

De repente, Shiho escuchó a su sentido común de nuevo en su cabeza:

-Pero Shiho, ¿te das cuenta de lo que estás haciendo? Gin es ahora tu enemigo. Mató a tu hermana, ¿recuerdas? ¡Y te intentó matar a ti! ¿Es que no lo recuerdas?

-Lo recuerdo todo perfectamente -le respondió en su fuero interno- pero no me importa. Nada de eso importa ahora -pensó abriendo los ojos- porque le quiero.

Y entonces dejó de pensar. Decidida, levantó la cabeza, cogió suavemente la cara de su amor entre sus manos, susurró una vez más su mote y le besó en sus tiernos labios. Él, al principio sorprendido, le devolvió un beso lleno de ternura, y así los dos se fundieron en un dulce, largo y tierno beso.

En la cabeza de Shiho, su sentido común aún persistía:

-¿Pero qué haces? Sois enemigos. ¡Mató a tu hermana!

-No me importa -la respondió- Nada de eso importa ahora.

Y así, su sentido común al fin calló, dejándola concentrarse en Gin y en aquel beso, con una sola frase en su cabeza: "nada de eso importa ahora".

Ya nada importaba. El pasado daba igual y el futuro ya diría. Debían concentrase en el presente, en ese dulce momento que ninguno de ellos olvidaría jamás.

De repente, como si quisiera chafarle el momento, Shiho notó que su cuerpo empezaba a arder: el efecto del antídoto desaparecía.

-Gin... -dijo separándose y sacando del bolsillo un paquetito rojo- ten. Te he hecho un chocolate... -notó cómo su corazón saltaba, y no precisamente de alegría- como todos los años. Esta vez lleva...-otro salto: no quedaba mucho para volver a ser Haibara- dos ingredientes secretos. ¡Me voy! -exclamó y se giró para marcharse.

-¡Espera! -la retuvo Gin cogiéndola de la muñeca- ¿Cuándo volveremos a vernos? Te echo tanto de menos...

-Gin... -dijo ella entrecortadamente entre jadeos- Vernos... es muy peligroso. Si ellos te descubrieran... -su corazón cada vez saltaba más- te matarían.

-Y a ti... -añadió Gin triste- Pero los evitaremos.

-Gin, yo... Si te digo...la verdad...no sé qué sentir por ti. A veces...me gustaría odiarte...por matar a mi hermana. Pero, sin embargo...tampoco puedo dejar de amarte -Shiho se dio la vuelta para irse- Gin, se supone que tú y yo somos enemigos, pero...yo te sigo amando.

Y dicho esto, echó a correr como alma que lleva el diablo. Estaba sudando, y su corazón latía cada vez con más furia. Cuando ya se había alejado un poco de la fábrica, sus piernas le fallaron y cayó al suelo. Notó cómo su cuerpo se derretía y pasaba de ser Shiho Miyano a Ai Haibara de nuevo.

"Ya está, Shiho" -pensó para sí- "Has visto a Gin una vez más, ya puedes estar..."

-¿Sabes que ha sido una imprudencia lo que has hecho? -la sacó de sus cavilaciones una voz inconfundible: era Conan, que estaba al lado de ella.

-Ku...Kudo...

-No me lo puedo creer -dijo agachándose para colocar sus ojos a la altura de los de la chica- ¿estás enamorada de ÉL?

-Kudo, tú...tú no le conoces -dijo levantándose torpemente debido al vestido que llevaba, que ahora le quedaba enorme- Tú no sabes...

-¡YO SÉ QUE ESE TÍO ES EL CAUSANTE DE YO ESTÉ ASÍ, EL QUE MATÓ A TU HERMANA Y TE HA INTENTADO MATAR A TI MUCHAS VECES! -gritó Conan enfurecido- ¡Y TÚ VAS Y...!

-¡KUDO! -le hizo callar Ai- Ya lo sé, sé todo eso, pero no puedo dejar de amarle. Por cierto, -la asaltó al duda- ¿cuándo llegaste?

-Vi desde que lo abrazaste -dijo Conan más tranquilo- Vine yo solo. Oye, nadie más sabrá esto. Sólo tú y yo, ¿vale?

-Vale. Menos mal que no me odias -bromeó ella.

-Je, debes de amarlo mucho para arriesgarte así. Anda, vámonos a casa del profesor Agasa. El pobre estará preocupado -dijo ofreciéndole su mano, que ella cogió sin dudarlo.

Conan y Ai caminaron juntos y, cuando casi habían llegado, él le preguntó:

-Oye, ¿y qué es lo que llevaba el chocolate? Los ingredientes secretos...

-Es un secreto...-canturreó ella.

"Lleva" -pensó para sí misma cuando entraron en la casa- "la verdura que más odias y la que más te gusta. Es un reflejo de mi corazón, mi Gin".


Primero: ¡Muchas gracias por leer!

Segundo: ¿Qué? ¿Os ha gustado? Quizá la pareja ShihoxGin/GinxShiho os haya sorprendido, ¡pero a mí me encanta! Gin y Shiho son mis personajes favoritos de la serie (especialmente Gin... *¬*), y basándome en diversos capítulo he encontrado prubeas para elaborar mi teoría. Consiste en que ellos eran novios hasta que Shiho se escapó de la Organización, pero que se siguen amando el uno al otro profundamente.

Y tercero: Mandáme reviews, please, y contádme si os ha gustado o no.