NOTA: Letra de la canción que aparece en el fic pertenece a "You do something to me" de Paul Weller

Nunca voy a paro de amarte,

Sólo he dejado de demostrartelo.

Te quiero tanto...

Si amarte es incorrecto,

no quiero ser correcto nunca más.

(los créditos del txto no me pertenecen a mi)

LAS CINCO VECES QUE TE OLVIDE

QUINTA VEZ: 2007

Conoce a Isobel a finales de su segundo año, mientras trabajaba como becario en la biblioteca de la Universidad.

Le gusta desde la primera vez que habla con ella.

Es dulce, divertida, inteligente y le hace reír, pero lo más importante es que siempre está con él a la mañana siguiente.

Dos años después, al terminar él la carrera le pide que se casen. Son jóvenes, pero está seguro de querer estar con ella el resto de su vida y tampoco tienen familia que les vaya a poner pegas.

Es feliz, sinceramente feliz y casi nunca piensa en Damon. Ahora, lo hace porque Isobel acaba de iniciar su tesis, no cuenta mucho sobre ella, pero intuye que los vampiros no andan muy lejos.

A veces ella se vuelve un poco lejana para él, inaccesible. En eso se parecen mucho Damon y ella, puede que por eso le guste. Puede que Alaric tenga un defecto de fabrica que le haga querer a la gente que nunca le querrá de vuelva.

Se sienta a esperarla en la cocina del pequeño apartamento en que el que viven. Es tarde y seguro que ella aún llega mucho más tarde.

- Rick.- Cierra los ojos al reconocer la voz. No quiere verle, no puede verle, no sin quedar atrapado en ese azul. Al final, los abre y le encuentra sentado en la silla de enfrente.

- Damon.- Siente su ira desde la distancia y no la comprende. Han pasado diez años y no ha regresado, ¿y ahora está ahí furioso?

- Te casaste.

- Si.

- Dijiste que querías ser mío.

Tú me haces algo a mí, algo muy dentro de mí.

Estoy colgando de la cuerda floja por un amor que nunca encontraré.

Haces algo maravilloso y luego lo destrozas.

- Y tú te fuiste.- Se enfrentan con la mirada, cada uno dolido por una razón distinta. La vieja herida de la desconfianza abriéndose de nuevo para ambos.- ¿A qué has venido está vez?

- A recordarte que me perteneces.

- Nunca he sido tuyo, Damon.- Le habla controlando la rabia que le burbujea en el estómago.- Yo te amaba… Aún lo hago, pero tú no eres para mí. Siempre huyes, siempre te vas…

- Pídeme que me quede.

- ¿Serviría? Ya te lo he pedido en otras ocasiones y te aun así te marchaste.

- Es distinto ahora, pídemelo Alaric y me quedaré contigo para siempre.

Mezclas mis emociones y luego me alejas de nuevo.

Colgando de la cuerda, estoy esperando el cambio.

- Siempre…- Una amarga risa se le escapa.- ¿Y hasta cuando es ese siempre? ¿Mañana? ¿Un mes? ¿Tres? Te quedarás hasta que vuelvas a tener miedo y salgas corriendo. Necesito alguien que no me abandone.

- ¿Y crees que ella es esa persona?

- Si.- Asiente con seguridad y siente un poco de placer al ver que su respuesta le duele. No es malo que él obtenga un poco de todo el dolor que Alaric soportó. Damon se centra en la mesa con gesto serio y calla durante varios minutos, cuando habla lo hace con un tono que nunca le ha escuchado antes.

Estoy danzando a través del fuego sólo para capturar una llama

Y sentirme real de nuevo.

- Tengo un hermano, Stefan Salvatore. Solíamos estar unidos, hasta que él me traicionó, encerrando para toda la eternidad, a la mujer que yo amaba. Ella fue quien nos convirtió en vampiros… A los dos. Porque decía amarnos a ambos.- Tras contarle eso se calla, como si no hubiera nada más que decir o no supiera que más decir. ¿Se supone que esa supuesta muestra de confianza debe significar que está vez va en serio?

- Suena como si ella hubiera jugado con los dos.

- ¡No hables así de Katherine!

- También suena a que todavía la amas.

Damon se pone en pie y se acerca hasta él, le sujeta por la barbilla y le obliga a no desviarle la mirada.

Tú me haces algo mí, en algún lugar muy profundo dentro de mí.

Estoy esperando acercarme a una paz que no puedo encontrar.

- Voy a encontrar la forma de sacarla de su encierro y entonces, estaremos juntos los tres.

- ¿Qué…? Damon, no puedes hablar en serio. Tú…- Alaric se levanta también, alejándose del vampiro.- No puedo estar así con alguien, no quiero compartirte y no quiero ser… No quiero convertirme en un vampiro.

Estoy danzando a través del fuego, sólo para capturar una llama

Sólo para acercarme, acercarme lo suficiente

Para decirte que…

No tiene el valor de girarse y ver el daño que provocan sus palabras. Ni si quiera voltea a mirar cuando un fuerte ruido indica que algo se ha rotó, siente una corriente de aire desplazarse a su lado y sabe que Damon se acaba de marchar.

Tú me haces algo a mí, algo muy dentro de mí.

Isobel no llega y sale a buscarla preocupado. Tiene un mal presentimiento, que crece más cuando no la puede encontrar por ninguna parte, vuelve a casa esperando verla y pidiéndole disculpas por perder su móvil, pero esa no es la imagen con que se topa al volver.

Están los dos Damon e Isobel, medio desnudos mientras él le chupa la sangre del cuello.

- ¿Qué haces? ¡Déjala!- Se lanza contra él sin pensarlo y le intenta golpear, pero Damon es mucho más rápido, deja a su mujer sobre la cama y le agarra el brazo.

- No seas tonto. No he hecho nada que ella no me pidiera primero.- Alaric desvía la mirada hacia la cama con preocupación. Está seguro de que no respira.- Ella me pidió que la convirtiera.

- ¿Qué?- Su primer instinto es decir que esa es una sucia mentira, pero tiene que frenar porque, si bien es cierto que Damon miente, engaña y daña para conseguir lo que quiere, nunca le ha mentido directamente. Y ella siempre ha tenido ese lado oscuro.- Ella… ¿Por qué lo has hecho? ¿No podías dejarme ser feliz?

- Sólo quería demostrarte mi punto, te dije que ella te abandonaría.

- Vete, quiero que te vayas para siempre de mi vida y que no vuelvas nunca. No has hecho otra cosa que hacerme daño, creía que podía conseguir que esa cosa muerta que tienes en el pecho volviera a funcionar, pero me equivoqué. Ojalá pudiera borrarte, hacer que nunca te conocí, que nunca te he querido.- Una sombra cruza los ojos azules.

- ¿De verdad quieres eso?

- ¡Quiero que desaparezcas para siempre!

- Deseo concedido.- Damon se acercó a él, clavando unas pupilas dilatadas en sus ojos.- Quiero que olvides que me has conocido, olvida que hayas sentido algo por mí. Tú y yo nunca nos hemos encontrado antes de esta noche.

- Nunca nos hemos encontrado antes de esta noche.

2009

Damon está en el pub de Mistic Falls intentado averiguar que intenta conseguir Stefan con todo esa charla de "darle un oportunidad al rollo fraternal," cuando distingue su voz de entre todas las que allí hay.

Alaric.

Charla con la tía de Elena, coqueteando con torpeza para diversión de Jeremy.

No se había equivocado cuando pensó que los años le harían mucho más atractivo.

No se equivocó al pensar que, después de que archivaran la desaparición de su esposa como un caso sin resolver, él continuaría investigando.

Y el estúpido genio rastreó las pistas hasta al pueblo. Hasta él.

Y el definitivamente idiota se acerca a él semanas después, en una fiesta de instituto.

- Eh… No te conozco. ¿Cómo te han liado para venir a vigilar?- Ni si quiera sabe muy bien que responder por lo surrealista de la situación.- Alaric Saltzmaw, soy el nuevo profesor de historia.

FIN