Bien, para comenzar se que no tengo cara para mirarlos de frente y sólo decir "lo siento" ya que tarde casi medio año para terminar por fin este fic, la buena noticia es que si; este fic termina aquí y tal como prometí el epilogo viene incluido. Aquí entre nos fue lo que mas me costo escribir por lo que espero que lo que están a punto de leer sea de su total agrado.
Este es el segundo fanfic que termino y aun así me siento triste de que ya no habrá mas Felicidad, dolor y un paso al amor, pero a la vez aliviada por que tuvo muy buena respuesta y pase gracias a ustedes de los 150 reviews XD
A partir de este momento cierro este ciclo, pero no por eso me dormiré en mis laureles, prometo seguir mis historias mas rápido ya que tengo muchas mas en mente y; para las que son amantes de los doramas coreanos, específicamente de Boys Before Flowers les tengo una sorpresa que pronto les hare saber.
Sin más que agregar y con lágrimas en mis ojos, los dejo para que disfruten del final de este fic.
DISCLAIMER: Naruto y sus personajes son propiedad de mi amigo Kishimoto, yo solo los tomo prestados para tratar de hacer algo que los entretenga y guste mucho XP
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CAP. 23 *** FELICIDAD COMLETA***
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Todo pareció ponerse en cámara lenta, Sakura cruzando la calle, un auto saliendo del estacionamiento del Hotel, el ruido de las llantas al frenar abruptamente, el grito de la gente que ahí se encontraba y por ultimo, al girar sus ojos hacia el frio pavimento, estaba la imagen más horrible que pudo haber imaginado.
Su novia yacía tirada en el suelo a unos cuantos metros de aquel auto que la había impactado, sus extremidades lucían severos raspones, su boca sangraba y bajo su cabeza comenzaba a formarse un charco de líquido carmesí. Tembloroso siguió su camino lentamente, sentía que no podía mantenerse en pie, sin embargo, llegó hasta donde había ocurrido el accidente y sin importarle nada más, se hincó junto a ella agarrándole el fino rostro manchando sus manos de sangre.
–Maldición Sakura… ¿Por qué? –A lo lejos pudo escuchar como la gente murmuraba sobre lo que estaba pasando, mas gente comenzaba a rodearlo y el dueño del automóvil se acercó a él con miedo pero con intenciones de ayudar.
–Ya llame a una ambulancia señor… ¿como esta? Le juro que no fue mi culpa ella se atravesó y no pude esquivarla–. Si hubiera estado en sus cinco sentidos, seguramente Gaara le hubiera dado una buena zarandeada al pobre tipo, pero no, el pelirojo sólo miraba a Sakura, acariciando su mejilla manchada de sangre.
–Vas a estar bien Sakura, lo prometo–. Sintió nuevamente correr un hilillo de sangre por la comisura de sus labios, pero no importo nada, sólo le importaba a quien tenia entre sus brazos.
El sonido de las sirenas se escuchaba venir a lo lejos, cada segundo era crucial para Sakura y para Gaara quien a pesar de estar mal no se separaría ni un instante de su mujer.
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Gaara no pudo estarse quieto en la cama que le asignaron, había sufrido graves heridas a causa de sus lesiones anteriores, sus heridas se abrieron nuevamente y su pulmón estuvo a punto de ser perforado completamente por la costilla rota que tenia, pero nada de eso le impidió al pelirojo estar junto a Sakura en las horas que paso inconsciente por el golpe en la cabeza que recibió al caer.
Habían pasado exactamente veinticuatro horas desde el accidente.
Aun con la bata de hospital puesta andaba de un lado a otro en el cuarto de la chica; pensaba en lo que había escuchado el día anterior, todo lo que le había gritado a Hinata y lo perversa que había sido con el rubio en el pasado. Jamás imaginó que Sakura seria capaz de ser tan malvada sólo por el rechazo de un hombre, él simplemente pensaba que era una mujer mas que por ser bella creía que merecía todas las riquezas del mundo y por eso era esa actitud fría y déspota que siempre mostraba a los demás.
Pero ya no podía odiarla por que muy a su pesar y después de todo, se dio cuenta que la amaba, lo supo en cuanto el medico dijo que había estado embarazada y el sentimiento no murió a pesar de saber que ese hijo ya no existía, había caído rendido a los pies de la edecán.
–Un hijo…– Pronuncio sin darse cuenta–. Tuyo y mío Sakura.
Un hijo de ambos, fruto del amor que él le tenía. Se puso a pensar en lo que hubiera sido si ese hijo aun existiera, quizás Sakura cambiaria por el amor a ese bebé; caminó nuevamente dirigiéndose a la ventana mirando hacia afuera pero al mismo tiempo sin ver nada en específico, sólo pensando en lo que pudo ser y desgraciadamente ya no será.
–Pero ya no esta– Soltó un suspiro melancólico.
– ¿Est…estaba embarazada?
Gaara giró rápidamente hacia la cama y se encontró a una perturbada Sakura mirándolo fijamente.
–Despertaste Sakura– Dicho esto avanzo hacia la cama y sin decir nada mas la envolvió en sus brazos.
–Respóndeme Gaara… ¿de que hijo hablabas? – La joven de cabellos rosas ahogó el llanto, la mirada de su novio le estaba confirmando sus sospechas.
Sin aguantar mas, la fría y calculadora Sakura Haruno rompió en llanto al recién despertar y saber que había estado embarazada y lo había perdido… nuevamente.
–Lo siento Sakura– El joven Sabaku No, acariciaba los sedosos cabellos de su novia mientras ella se sacudía violentamente por el llanto.
–No de nuevo… ¡no otra vez!–Gritaba repetidas veces entre el llanto.
EL joven dejo que se desahogara, ahora que sabia parte de su pasado podía comprender que el ser madre era uno de los sueños de la chica, si bien la primera vez fue truncado por ella misma, esta vez no y eso es lo que mas le dolía.
Unos minutos después sólo sollozaba entre sus brazos, estaba mas tranquila y es por eso que Gaara se atrevió a hablar.
–Sakura, lamento lo que sucedió, pero quiero que sepas que contaras conmigo para lo que sea…– El chico pelirojo notó la desconfianza en los ojos verdes de la chica–. Lo digo en serio, quiero que esto nos ayude a comenzar desde cero, solos tu y yo, sin rencores, sin odios y quizás, en un tiempo podamos crear juntos la familia que tanto anhelas.
La Haruno se quedo sin palabras ante lo que había escuchado.
–No puedo perdonar Gaara…
–Se que lo harás Sakura, tu no eres tan mala como pretendes serlo yo…
–¡DIJE QUE NO LO HARE! – Ella lo empujó lejos.
–¿Que carajos pretendes Sakura? ¡¿Vivir el resto de tu vida persiguiendo a Hinata y a Naruto, arruinarles la vida solo por que Sasuke jamás te amo?–Desesperado el chico sacó toda su frustración, odiaba ver que a pesar de todo Sakura no pretendía cambiar en lo más mínimo.
–Por culpa de la maldita Hyuuga perdí a mi bebé, ella es la causante de todo lo malo que me sucede y es por eso que no puedo dejarla ser feliz ¡no lo merece! –Golpeo con todas sus fuerzas a los costados de su cama.
–¡No es verdad, maldita sea! Te recuperaras ¿que no me escuchaste?–El joven se agarró fuertemente los cabellos descargando en sí mismo la furia que sentía en esos momentos.
–Lárgate de aquí, déjame sola, ¡VETE!–. Sakura tomó la almohada en la que minutos antes había reposado su cabeza y se la arrojo al chico frente a ella.
Gaara logró esquivar ágilmente ese ataque, furioso se acercó nuevamente a la cama y la sujetó de los hombros.
–¡¿Crees que no quiero largarme de aquí? ¿Crees que no quiero olvidar todo lo que paso contigo y lo que escuche en el hotel? Quiero olvidar que tuviste amantes por montones solo por satisfacer tus lujos sin importarte una mierda el vender tu cuerpo como una prostituta…- Estaba peligrosamente cerca del rostro de Sakura, su nariz chocaba con la punta de la de ella.
–Cuando estabas revolcándote conmigo no lo pensabas así– Soltó Sakura volviendo a llorar, pero esta vez de rabia ante las palabras hirientes de su novio.
– ¡Lo pensaba!– Se detuvo un momento tratando de tranquilizarse–.Lo pensaba Sakura, pero ya no más –Rendido recargó su frente en la de ella mientras cerraba sus ojos.
–No quiero tu lastima, no quiero que me ofrezcas una familia por que te apiadas de mi, así que quiero que te vayas, que te olvides de mi como yo de ti y de…
– ¡TE AMO, MALDICION! ¿QUE NO LO ENTIENDES?... Me di cuenta cuando te atropellaron, el pensar que no te vería jamás me hizo dar cuenta que eras más que sólo una simple aventura para mí… –Refugió su rostro en el hueco del cuello de la chica tratando de no llorar.
Sakura al escuchar esa confesión agacho su rostro y apretó fuertemente las sabanas con ambas manos.
–Quiero estar sola…
–Pero Sakura yo…
–Por favor Gaara, hablaremos después… te lo prometo–. La joven interrumpió al chico.
–Esta bien, vendré mañana, descansa– El apuesto chico aceptó a irse al notar mas tranquila a su novia, aunque por dentro estuviera nervioso por su confesión.
Posó un cálido beso en su frente y se marchó de la habitación.
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El día de la carrera llegó y a pesar que todo marchaba a la perfección Hinata estaba muriendo de nervios al observar como el auto de Naruto tomaba las curvas de la pista como si no fueran nada, el olor a llanta quemada le provocaba nauseas a su ya de por si revuelto estomago sin contar que gritaba de terror cada vez que algún contrincante rozaba alguna parte del auto naranja el cual piloteaba su novio.
–Tranquila mamá, Naruto sabe lo que hace–. La voz de su hija la tranquilizo… pero solo un poco.
Akai Uchiha había viajado a Suna junto con su novio Sasuke, su primo Hizashi y su escandalosa tía Tenten, para darle animo a su mamá pues sabia perfectamente que estaría muerta de terror por el miedo de vivir la misma desgracia dos veces.
Afortunadamente todo pintaba para que tuviera un desenlace satisfactorio para el rubio.
– ¿De que crees que quiera hablarte Naruto cuando la carrera termine Hina chan?– Tenten codeaba a su amiga tratando de sacarle información, pero esta la ignoraba por los nervios que la tenían al borde de un infarto.
–Mamá, deja a Hinata sama en paz ¿no ves que ni siquiera te presta atención?– Sasuke miraba de forma divertida a su mamá, a lo que ella sólo hizo un puchero, cruzó los brazos y se dejó caer nuevamente en su asiento.
"¡Dos vueltas mas y conoceremos al ganador!"
El sonido local anunciaba el próximo final de la carrera, sólo dos vueltas más para que el martirio de Hinata terminara.
–Sólo dos vueltas mas Naruto kun… sólo dos mas– Hinata susurró como si Naruto pudiera escucharla.
La mayoría de los asistentes estaban de pie para apreciar mejor la competencia ya que había tres autos disputándose el primer lugar entre los cuales se encontraba el auto del Namikaze.
"¡Y EL GANADOR ES EL RAYO NARANJA DE KONOHA!"
La mayoría de la gente vitoreo el triunfo del rubio, aplausos y gritos inundaban el autódromo, pero había una sola persona entre tanta gente que lloraba, esa persona era Hinata Hyuuga.
–Lo hiciste bien mi amor–. Por fin pudo sentirse tranquila después de minutos angustiosos en los cuales pensó que la trágica historia podría repetirse, afortunadamente no fue así y sin más fuerzas se desplomó en su asiento.
Sintió como los brazos de su hija la rodearon en un abrazo, Akai estaba feliz por que por fin su madre había superado uno de sus mayores miedos y lo había hecho por amor.
–Felicidades mamá, ahora eres la novia del nuevo campeón– Hinata respondió con una sonrisa al abrazo de su hija.
Sasuke y Tenten se unieron a la celebración y felicitaron a la joven madre.
Minutos después de que la gente terminara de gritar por la emoción vivida y el gusto de ver de regreso a uno de los mejores automovilistas del país presenciaron la entrega del trofeo al nuevo campeón.
–Estamos orgullosos de haber presenciado uno de los regresos mas espectaculares del mundo del automovilismo, "El Rayo naranja de Konoha" después de haber estado muchos años ausente de las pistas nos regalo esta gran participación y además llevándose la victoria–. El Alcalde de la cuidad de Suna estaba dando unas cuantas palabras antes de entregar el trofeo al vencedor, a su lado se encontraba Gaara quien felicitaba a su amigo.
El abrazo de Gaara con Naruto fue captado por varias cámaras fotográficas, ese sin duda era un momento memorable para ambos.
De repente el Alcalde se acercó y depositó en una mano del ganador una botella de champagne y en la otra el tan codiciado trofeo que lo acreditaba como vencedor y campeón actual del automovilismo nacional. Naruto, con una enorme sonrisa en su rostro y aun vestido con su traje naranja con negro seguía abrazado al antiguo campeón.
Hinata desde las gradas miraba la sonrisa radiante de su novio, se sentía orgullosa de él, de su logro, sentía su corazón latir fuertemente, pero esta vez de alegría, sus manos aun estaban entrelazadas sobre su pecho como si aun se encontrara rezando, pero ya no lo hacia mas, sabia que su Naruto estaba bien, que había salido victorioso y lo mejor de todo; que regresaría sano y salvo a su lado.
–Hinata, mi amor, lo hice y todo fue gracias a ti ¡dattebayo! – Naruto quien había tomado posesión del micrófono sacó a la Hyuuga de sus pensamientos.
Todos los espectadores enfocaron su visión hacia donde el rubio miraba. Las gradas principales frente a él, justo donde se encontraba su mujer.
Con un movimiento Gaara hizo que los ayudantes dejaran pasar a la Hyuuga hacia la pista lo cual sorprendió a toda la concurrencia incluida la propia Hinata quien, sin saber bien que hacer avanzó por donde los jóvenes ayudantes le indicaban, atravesando a paso lento la pista hasta el centro de esta que es donde se llevaba a cabo la celebración.
Muchos fotógrafos estaban a la expectativa de lo que podría suceder, incluso algunos ya la abordaban con preguntas que ni siquiera logro entender dado que la voz de Naruto en el micrófono se hacia sonar bastante fuerte.
–Gracias a ti mí amada Hime pude recuperar la confianza que había perdido, tú me devolviste la fe, las ganas de vivir y por ti y tu apoyo, ahora estoy de regreso a lo que tanto amo…
La joven mujer escuchaba atenta las bellas palabras de su novio, los ruidos y las cosas a su alrededor habían desaparecido por completo, sólo podía enfocarse en lo que sus oídos escuchaban, lo que salía de los labios de Naruto, las cosas tan lindas que le estaba diciendo.
–por que se que sin ti jamás habría logrado lo que tengo, lo que soy y lo que seré a tu lado si tu me permites estar contigo siempre…– En esos momentos Hinata subía los escalones del podio donde se encontraba con gesto serio el campeón el cual le ofreció su mano para subir el ultimo peldaño–.Es por eso que te ruego… mi amada Hime, que te cases conmigo.
Al decir esto, el rubio se arrodilló frente a la Hyuuga y le ofreció un anillo el cual estaba dentro de su trofeo, lo tomó entre sus dedos y con mirada anhelante esperaba su respuesta.
La boca de Hinata se secó al mismo momento en que sus ojos se inundaron de lágrimas, no sabia si había escuchado bien o si era un sueño, pero al observar esos ojos azules que esperaban suplicantes una respuesta de su parte supo de inmediato que era real, que estaba en esos momentos frente a Naruto y que este le estaba pidiendo compartir su vida con él para siempre.
Quiso hablar, pero la voz no salía de su garganta, giró el rostro a donde había estado sentada toda la carrera y vio a su hija sonreírle, como si la alentara a dar una respuesta rápida, los nervios la traicionaron al darse cuenta que todo el autódromo estaba en completo silencio esperando su respuesta.
–Yo…– Por fin logro hacer que sus cuerdas vocales funcionaran medianamente–. Yo no…-El rubio tembló ante la sola mención de la palabra "no"–yo no podría vivir sin ti Naruto kun.
La emoción la arrojó a los brazos de su novio al mismo momento en que gritaba un "si, acepto" a todo pulmón. La algarabía resonó en todo el lugar cuando ambos novios sellaron ese pacto con un beso.
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Mientras manejaba rumbo al hospital, Gaara recordaba el momento cuando Naruto se declaró públicamente a Hinata frente a todos los espectadores, no podía negar que la envidia por la felicidad de su amigo se hizo presente en él, pero se desvaneció cuando el rubio le pidió ser su padrino de bodas. Al principio se rehusó, pero la efusividad del Namikaze lo terminó por convencer.
–Yo, padrino de bodas, que tonto–. El chico pelirojo sonrió de forma discreta, aun no podía creer que Naruto lo haya convencido de eso.
Unos minutos después se estacionó fuera del hospital donde Sakura estaba internada aun, se encontraba ansioso por que su plática había quedado pendiente.
Si bien habían acordado hablar al día siguiente de la discusión para que ella le diera una respuesta, el no se atrevió a ir, quizás por miedo al rechazo o tal vez por que no quería presionarla. Fue por eso que dejó pasar un par de días, pero esta noche finalizarían ese asunto y posiblemente los segundos en casarse serian ellos.
El camino a la habitación de Sakura ya lo sabia de memoria, era difícil no recordarlo cuando había sido su trayecto diario en esta última semana y varias veces al día. Con los ojos cerrados llegaría sin problema.
–Joven Gaara– La voz de una enfermera lo hizo detenerse antes de llegar a su destino.
Sin decir nada la observó.
–Necesitamos que firme estos documentos ya que la señorita Haruno decidió irse esta misma tarde–. La joven enfermera sostenía entre sus manos una hoja y un bolígrafo.
– ¿Como que se fue, quien permitió eso?–. El chico estaba sorprendido, pero mantenía la calma.
–En realidad el doctor la dió de alta esta misma tarde, pero le sugirió que lo esperara ya que usted la trajo cuando ocurrió el accidente, pero cuando nos dimos cuenta ella ya se había ido– La jovencita estaba roja de vergüenza al explicar lo que había sucedido–. No crea que en este hospital no hay seguridad, es sólo que…
–No se preocupe… esta bien, firmare lo que me pide –El Sabaku plasmo su firma en el papel y después se marchó en silencio dejando atrás a la enfermera bastante sorprendida.
Una vez llegando a su auto lo abordó encendiéndolo rápidamente, tenia en mente buscarla por cielo y tierra, debía encontrarla, pero su cuerpo no lo obedeció, se mantuvo en silencio por varios minutos dentro del auto, pensando la razón de la decisión que tomo Sakura.
– ¡MALDICION SAKURA!– Golpeó con ambas manos el volante.
Estaba furioso, frustrado, pero sobre todo dolido por que esa había sido la respuesta a su confesión, después de todo… Ella no lo amaba lo suficiente para quedarse a su lado.
Recargó su cabeza en ambas manos que aun estaban sobre el volante y sus ojos verdes derramaron lágrimas de dolor por el amor no correspondido.
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En la estación se podía ver a una mujer con cabellos rosas recargada en la ventanilla de un autobús mirando hacia la ventana; era de noche por lo que sólo podía apreciar el cielo estrellado, miraba fijamente a una estrella que iluminaba más que las otras, como si sólo resplandeciera para ella.
–"Perdóname Gaara, no puedo estar contigo, tu te mereces a alguien mejor que yo… mereces a alguien que no lleve este odio en el corazón… mereces ser feliz"– Sus pensamientos fueron interrumpidos por una senil voz a su lado.
–Toma querida, necesitaras comida para el largo viaje que emprendes– La anciana a su lado le ofreció una bolsa con bocadillos la cual acepto la Haruno.
–Muchas gracias señora–. Le dio una sonrisa sincera y regresó su vista a la ventanilla la cual mostraba el cielo nocturno–. "¿Por que sigo viva? ¿Será que no puedo morir sin arrepentirme?... ¿Sera que fuiste tu quien me salvo… Sasuke?
El autobús arrancó dejando atrás su pasado llevándola a un destino que era incierto.
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–Vamos Naruto, deja de pasearte por toda la habitación… ¡me estas mareando!
Neji estaba enfadado, no sólo tuvo que soportar los gritos de su prima cuando quiso ir a verla para cerciorarse de que todo estaba bien, ella alegaba que no debía verla antes de la ceremonia, si no que encima tenia que ver a Naruto caminar de un lado a otro muerto de nervios y casi comiéndose las uñas… realmente eso era frustrante.
–Lo siento Neji, tengo que ver a Hinata, sólo mirándola me sentiré mas tranquilo– Cuando estaba aproximándose a la puerta esta se abrió dejando pasar a un apuesto joven azabache.
–Te recomiendo que si estas pensando en ir a ver a Hinata sama será mejor lo pienses dos veces si es que en realidad quieres casarte Naruto– Sasuke entraba con las manos en los bolsillos de su elegante traje negro.
– ¿También te corrieron? – Neji veía a su hijo mayor con duda.
–Akai amenazó terminar conmigo si las volvían a interrumpir antes de la ceremonia papá, aun no terminan de arreglar a la novia– Sin decir mas el chico se sentó en sofá que se encontraba junto a Naruto.
Naruto estaba a punto de salir corriendo a buscar a su luna, pero fue detenido por Sasuke, Neji y también Gaara quien se había mantenido en silencio todo ese tiempo.
– ¡No iras a ningún lado Naruto! –Corearon los tres hombres al novio mientras cada uno lo sostenía fuertemente.
Vaya que un novio nervioso tenia bastante fuerza.
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– ¡Hinata luces hermosa! – Tenten miraba embelesada a su amiga, ese vestido color marfil la hacia lucir bellísima.
– Es verdad mamá, pareces una princesa– Akai tenia las manos de su madre entre las suyas.
– ¿En… en serio lo creen? – A pesar de que esta era su segunda boda Hinata no podía evitar sentir nervios.
–Claro que si mamá, eres bellísima y no te preocupes, Naruto no escapara así que olvida esos nervios, mereces ser feliz y lo serás a partir de hoy… Señora Namikaze– Akai sonrió pícaramente al pronunciar el apellido que su madre llevara por el resto de su vida.
–Gracias, se que a partir de hoy mi vida cambiara para bien– Dicho esto sonrió a su reflejo en el enorme espejo mientras que los nervios desaparecían para dar paso a una enorme felicidad.
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La noche resultaba sumamente refrescante, la lluvia que caía afuera sólo hacia que el frio que recorría la espalda de Hinata incrementara.
Si Tenten la viera se reiría en su cara y la llamaría "mojigata" ya que tenia casi media hora encerrada en el baño de la suite nupcial muriendo de nervios y seguramente Naruto estaba esperándola afuera muy ansioso, se sentía como una adolescente que estaba por tener su primera vez, seguramente en esos momentos lucia patética tratando de que su cabello estuviera mas liso de lo que ya estaba por tanto cepillarlo.
Se miró al espejo y bañó su rostro con agua fría para espabilarse; una leve sonrisa surcó su rostro al recordar que mas agua no la haría sentir mejor, al contrario, se suponía que el agua era la razón por la que se había metido al baño en un principio ya que la llovizna que cayó en plena boda la dejó hecha una sopa y no sólo a ella, a Naruto también y ni hablar de sus amigos, en ese momento se odio por querer una boda en pleno jardín con un clima tan cambiante como en los últimos días.
Lo memorable de todo fue que los amigos mas cercanos no se movieron ni un ápice de su lugar, al contrario, cuando comenzaron a reír por estar mojados de pies a cabeza fue que desapareció su mal humor y comenzó a reír junto a ellos como niños pequeños.
–Hinata, ¿todo esta bien?– La voz de Naruto tras la puerta la sacaron de sus recuerdos.
–Si mi amor, salgo en un momento –Respondió sin darse cuenta de sus palabras a las cuales tuvo que hacer frente y cumplirlas. Salir enseguida era lo que tenía que hacer.
Regreso su visión al espejo, secó su rostro, acomodó los tirantes de su camisón, alació un poco mas su cabello y poniéndose un toque de brillo en los labios salió al encuentro con su ahora flamante esposo.
Naruto se encontraba sentado en la orilla de la cama con la camisa a medio abrochar, sin el saco y con una copa de vino en las manos. Esa imagen le pareció muy sensual a la joven madre.
–Comenzaba a preocuparme mi Luna, pensé que te ocurría algo –El guapo rubio se acercó a ella reparando en la vestimenta de su esposa. Trago grueso y trató de verla a la cara sin tener mucho éxito.
–Estoy bien mi amor, gracias por preocuparte –Dicho esto se acercó más a él y posó suavemente sus labios en los del chico.
Naruto respondió ese cálido beso. Al separarse, él sonriendo le entregó la copa de vino y caminó a la mesa de centro para tomar la suya.
–Por que la felicidad y el amor este con nosotros hasta el ultimo día de nuestras vidas –Namikaze levantó su copa expresando sus deseos para su matrimonio en un brindis.
–Por que pase lo que pase siempre podamos sobrellevar las adversidades juntos y hacer crecer este amor día con día alimentándolo hasta con el más mínimo detalle –Hinata hizo lo mismo que su esposo, chocaron sus copas y después bebieron todo el contenido.
El apuesto chico tomó la copa de Hinata, la miró fijamente a los ojos, esos bellos ojos azules estaban cargados de deseo y Hinata lo pudo notar cuando el rudamente la tomó de la cintura atrayéndola hacia él.
Pego sus labios a los de su esposa con mucha pasión, quería hacerle sentir cuanto la amaba y estaba dispuesto a demostrárselo en las próximas horas ya que la luna de miel comenzaba oficialmente en esos momentos, si bien ya habían estado juntos, esta ocasión era especial por que así reafirmaban los lazos que voluntariamente habían aceptado un par de horas atrás.
El ruido de las gotas chocar contra el cristal de las ventanas era como una dulce y rítmica melodía que envolvía ese bello momento, una pareja besándose sin reservas, sin miedos, listos para estregarse mutuamente. Él; acariciando cada centímetro del cuerpo de su esposa mientras la besaba apasionadamente sintiendo como su corazón latía acelerado listo para lo que seguía.
Ella abrió paso a la lengua traviesa de su esposo dentro de su boca, mientras se deleitaba con las caricias que su rubio le brindaba sin reservas al mismo momento en que ella luchaba por deshacerse de la camisa de su pareja tocando y acariciando sus pectorales en el proceso.
Los besos y caricias iban en aumento al igual que la temperatura, la camisa de Naruto hacia rato que se encontraba tirada en el suelo al igual que el camisón de Hinata, ambos recostados en la suave alfombra de la habitación prodigándose caricias sin control.
Rápidamente él la tomó en brazos y la llevó hasta la cama recostándola suavemente sin dejar de mirarla ni un segundo, notó sus mejillas sonrojadas por la excitación, su pecho subiendo y bajando rápidamente tratando de acompasar sus respiraciones haciendo ver ante Naruto a ese par de generosos pechos en un rico y sensual baile de arriba hacia abajo incitándolo a devorarlos rápidamente, pero él se tomó su tiempo para observarla, para detallar cada rasgo de su rostro, cada gesto, cada maravillosa parte de su hermoso cuerpo.
La mirada de Naruto sobre ella la puso nerviosa, por lo que trató de calmarse; y al notar que su esposo no dejaba de mirarla, ella sonrió y le acarició la mejilla dulcemente.
–No desapareceré solo por que dejes de mirarme Naruto– Hinata pudo sentir la tensión de su rubio al escuchar sus palabras–. Estaré contigo toda la vida mi amor, te lo prometo.
–Las promesas jamás deben de romperse Hinata y esta que acabas de hacer menos.
Dicho esto Naruto la besó nuevamente, pero esta vez el beso fue mas calmado, mas tranquilo pero no por eso menos apasionado, se sentó en la orilla de la cama sin dejar de besarla y estirando la mano hacia el buró; apagó la luz de aquella molesta lámpara dejando a oscuras la habitación para dar comienzo a su feliz luna de miel.
FIN
EPILOGO
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La tarde era bastante ruidosa, los gritos de varios niños pululando en el jardín de los Namikaze estaba por hacer explotar los nervios del apuesto rubio y eso que tan solo llevaba una hora esa dichosa fiesta.
La fría cerveza que tenia en su mano a medio tomar no calmaba para nada ese intenso calor que sentía, tenia intenciones de irse a ver la televisión e invitar a Neji y a Sasuke a ver un buen partido de futbol, pero sabia que si hacia eso seguramente su Hime no se lo perdonaría e incluso lo haría dormirse en la tina como castigo a su falta, tragó grueso al pensar en ello.
–Papá, no se te ocurra escapar, mami se enojara contigo si lo haces –Una pequeña vocecilla a su lado lo saco de sus aterradores pensamientos.
–Lo se mi niña, no tienes que recordármelo, se que mami se pondrá furiosa si lo hago –En esos momentos se agachó para estar a la altura de su "pequeña diablilla"
Yuruki cumplía cinco años de edad, la fiesta era en su honor y esa era la razón principal por la que la casa de Naruto estaba infestada de mocosos rondando a su bella hija.
–Yuki chan, vamos a jugar al escondite, solo faltas tu –Un pequeño de la misma edad de la festejada la tomó de la mano y la jaló hacia donde se encontraban los demás pequeños.
– ¡Hey mocoso! ¿Quién te dio permiso de tocar a mi pequeña? –Naruto miraba con ojos asesinos al pobre niño quien al verse amenazado y sabiendo lo celoso que era el papá de su amiga decidió soltarla y correr a refugiarse en los brazos de su madre.
– ¡Asustaste a Kenji papá! –Yuruki lo miraba seria, esos ojos perlas iguales a los de su madre lo desarmaban inmediatamente.
–Lo siento nena, pero papá no quiere que lo dejes por otros chicos… me dan celos –Exagerando su expresión Naruto fingió llorar mientras la abrazaba efusivamente.
–Por Kami, Naruto deja que mi hermanita se vaya a jugar, es su fiesta después de todo, además creo que exageras al pensar que ella se fugara con cualquier niño que se le acerque –Akai reía ante la escena tan patética de Naruto.
–Nee chan, dile a papá que me suelte –La pequeña se revolvía entre los brazos paternos para zafarse de una buena vez y así poder irse a jugar con sus amigos.
Naruto al verse acorralado por dos de las tres maravillosas mujeres que regían su vida, no tuvo mas opción que dejar ir a su retoño.
–Ve a jugar chibi, yo me encargo de él –Akai reía divertida mientras revolvía los rojizos cabellos de su hermana menor.
–Gracias nee chan –Dicho esto la festejada se fue a jugar sin mirar a su padre.
–Traidora –El rubio echó en cara a Akai su supuesta "traición".
–Eres bastante celoso Naruto ¿no te parece? – En esos momentos llego Sasuke quien abrazó por la espalda a su esposa mientras posaba sus manos en el ya abultado vientre de Akai.
–Ya veremos cuando seas padre, apuesto a que serás peor de celoso que yo –Naruto trataba de defenderse.
–Siendo honestos, lo dudo, pero prefiero esperar hasta que mi bebe nazca para hablar sobre el tema de los celos –Akai reía disimuladamente–. Pero… ¿pensar que Yuki se fugara con alguno de estos niños? Eso si que es bastante exagerado ¿no te parece?
–Ya imagino la escena, Yuki y el niño en cuestión, fugándose a toda velocidad en su triciclo al atardecer, por que mas tarde es hora de su siesta jajaja– Sasuke quien sólo buscaba molestar al rubio no pudo evitar comentar sobre la absurda idea que había tenido.
–Ya basta muchachos, no ven que le dará algo a mi esposo –Hinata quien aparecía por fin, reía disimuladamente ya que había escuchado gran parte de la conversación que se llevaba a cabo por los celos de su esposo para su hija menor.
– ¡Hime! Diles que ya no me molesten… –Naruto cual niño pequeño abrazó a su esposa mientras enseñaba la lengua a los futuros padres.
–Si siguen molestándolo, esa vena que le palpita en su frente reventara.
– ¡Gaara! Que sorpresa, pensamos que no vendrías –Naruto rápidamente cambió su infantil actitud al ver a su mejor amigo aparecerse.
–No podía dejar a mi ahijada sin su presente de cumpleaños –Gaara traía en las manos una bolsa de regalo–. Por cierto, ¿donde esta? –El apuesto pelirojo buscaba a la pequeña rubia con la mirada.
–Seguro debe estar planeando su fuga con el niño mas revoltoso de la fiesta –Akai reía ante el comentario sarcástico de su madre quien no se pudo mantener al margen de molestar a su esposo.
– ¿También tu Hime? Todos me molestan solo por ser un papá protector –Regresando a su actitud infantil, Naruto infló las mejillas.
–Corrección, SOBREprotector, esa es la palabra correcta –Esta vez era Gaara quien se unía a las burlas al saber cuan celoso era su amigo con su bella hija.
–¡ACERQUENCE TODOS, ES HORA DE CORTAR EL PASTEL!
Tenten gritaba desde un extremo del jardín, por lo que todos dejando para después las burlas y se dirigieron hacia donde se encontraban los demás invitados.
Después de cortar el pastel todos reían y bromeaban en familia. Mientras Yuruki jugaba con otros niños, Akai y Sasuke platicaban de lo ansiosos que estaban por la pronta llegada de su primogénito, Tenten emocionada lloraba por que pronto seria abuela mientras Neji le extendía un pañuelo. Hinata y Naruto estaba felices también ya que la idea de un nieto les parecía fabulosa.
Gaara feliz compartía la felicidad de sus amigos
–Lo vez Hizashi, tu y Makoto tienen que darse prisa para darme otro nieto ¿me escuchaste? –La emocionada Tenten miraba a su hijo menor, mientras que este se ponía más rojo que un tomate al igual que su novia quien, para aminorar su vergüenza fingía no haber escuchado nada mientras le daba una probada al pastel que tenia en sus manos.
–Por lo que veo, esta familia crecerá mas pronto de lo que creemos –En esos momentos Naruto alzo su vaso proponiendo un brindis–. ¡Por que todos sean tan felices como mi Hime y yo lo somos!
Todos brindaron con refresco mientras que Naruto besaba tiernamente a su esposa agradecido por que ella era parte de su vida.
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La fiesta había terminado hace un par de horas, pero él se había detenido en un bar cercano para tomarse una copa, necesitaba espabilarse y recobrar su tranquilidad, pero como siempre el recuerdo de ella no lo dejaba tranquilo, razón por la cual en esos seis años no había considerado la idea de formar una familia.
Mas tranquilo, pagó su bebida y salió del bar rumbo a su casa, manejó sólo unos minutos hasta que llegó, estaciónó su auto afuera, bajó de el mientras encendía un cigarrillo y se disponía a entrar en su casa.
– ¿Sabes? Ese es un vicio muy malo.
Al reconocer esa voz que tenia tan grabada en su mente no pudo evitar dejar caer el cigarro que recién había prendido.
No lo creía; pensaba que aquellos tragos que había ingerido antes le estaban haciendo una mala jugada como otras tantas veces en el pasado, pero esta vez parecía tan real.
– ¿Sakura? –Gaara caminó un par de pasos hacia donde estaba ella–. ¿En verdad eres tu Sakura?
La miró a aquellos ojos verdes que tanto le gustaban y a los cuales había extrañado demacido, pero esta vez esos ojos reflejaban algo diferente, tenían una luz especial, su mirada era cálida y su forma de vestir era sumamente diferente y a gusto del pelirojo mucho mas linda.
–Recuerdas que tenemos una conversación pendiente?... –Sakura eliminó la distancia que los separaba y se paró delante de él–. Claro, si aun estas dispuesto a hablar conmigo.
El pelirojo no decía nada, estaba mudo ante tal visión, moría por abrazarla, pero algo se lo impedía.
–Lamento haberme ido así, tan de repente, pero si no lo hacia te hubiera hecho mas daño y eso es precisamente lo que menos deseaba– Sakura lo miro a los ojos–. Por fin mis rencores se han ido y mis heridas han cicatrizado, soy una mejor persona y todo ese cambio fue gracias a ti Gaara, por que no había un solo día que no pensara en ti y en aquellas palabras que me dijiste en el hospital hace tantos años. En verdad lo siento –No pudo soportar mas y bajo la mirada.
Gaara la estrechó fuertemente en un abrazo atrayéndola hacia su pecho, pudo sentir como el llanto de la joven se hacia mas intenso pero aun así no la soltó, se dedicó a respirar su aroma y a besar tiernamente su frente,
–Por favor, prométeme que no te iras nunca mas –El chico soltó esas palabras en forma de suplica.
–Lo prometo –Sakura aun se aferraba a él sin soltarse de ese abrazo.
Con una sonrisa de felicidad en los labios el pelirojo la tomó de la cintura dirigiéndose a su casa. Tenían muchas cosas que hablar, pero por ahora se dedicaría a disfrutar de ese momento y cumplir lo que su mejor amigo había propuesto en aquel brindis… ser inmensamente feliz y ¿por que no? tal vez lo seria por el resto de su vida.
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Pasemos por ultima vez en este fic a los reviews:
Yk Namikaze : De antemano mil disculpas por la tardanza y como veras, todo termino bien para todos, lo que deseo te haya echo feliz y te lleves un gran sabor de boca de esta loca idea mia. Muchisimas gracias por ser parte de este fic y espero poder verte en mis demas proyectos en curso y en los que están próximos a salir, un beso y hasta pronto.
Angelo di luce : Tu con tu review me alegraste mas que el dia, muchas gracias por tomarte el tiempo para leer y sobre todo para dejar un review. Ojala que te haya gustado este final y espero que puedas darte una vuelta por mis demás proyectos si es que no es mucha molestia XD
Besos y muchos abrazos de Oyuky chan para ti.
Princess311 :Gracias por tu review, en serio me alegraste el dia, y lamento que Sakura se quedara con Gaara; creeme, yo tenia un final muy malo para Sakura, pero Antifashion19 me convencio de que todos merecen una segunda oportunidad, asi que espero y este final haya sido de tu agrado, cuídate mucho y mil gracias por tu valioso tiempo, bye.
Namikaze Rock : Milones de gracias por que siempre estuviste pendiente de este fic mi querido amigo, no sabes lo feliz que me hacia el leer tras cada capitulo un review tuyo, eso no puedo pagártelo con nada mas que con mi trabajo por lo que deseo de corazón que el final te haya gustado al menos un poco. Se que te pasas por mis otros fics y es la razón por la que estoy mas que agradecida contigo, por eso te mando mis bendiciones y mis mejores deseos siempre, recibe un abrazo y un beso de mi parte y se que nos veremos pronto, bye querido amigo.
NamikazeUlquiorra :Antes que nada permíteme expresar mi gratitud por las bellas palabras que me dedicaste en tu review, el saber que lo consideras o consideraste uno de los mejores fics que has leído me hace muy feliz ya que ese siempre fue y será mi propósito, el sacar de ustedes una sonrisa al leer y por que no, tal como lo comentas; al recordar aquellos tiempos en que lo comenze a publicar.
Deseo que el final haya llenado tus expectativas y que te haya dejado con ganas de mas y asi pases por mis demás fics jajaja. Te mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos en todo lo que hagas, cuídate mucho y espero saber mas de ti muy pronto, besos de tu amiga Oyuky chan.
Y un agradecimiento especial a mis hijos: Antifashion19, Akai Yume, Avatar19, Masdrako y a todos aquellos quienes siempre confían en mi y me dan muchos ánimos para seguir escribiendo ¡los amo chicos!
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Pues bien, aquí es donde me toca decir adiós a este fic que me saco muchas canas verdes ya que la inspiración a veces no me acompañaba, pero que también me dio muchas satisfacciones al saber que fue de su agrado y que, como dije al principio; rebaso los 150 reviews.
No me queda mas que agregar, solo decirles que en un futuro no muy lejano editare mis trabajos incluido este ya que se que mi manera de escribir al principio no era lo suficientemente buena como espero que lo sea ahora XD asi que ojala y cuando eso pase, se den una vuelta para tratar de descubrir las modificaciones y correcciones que le hare, claro; sin cambiar la idea original.
MILLONES DE GRACIAS POR HABER SIDO MIS COMPAÑEROS EN ESTA LOCA IDEA DURANTE ESTOS CASI DOS AÑOS QUE TARDE EN TERMINARLA… DOMO ARIGATO MIS AMADOS LECTORES.
NOS VEREMOS PRONTO POR QUE AUN HAY OYUKY CHAN PARA RATO… ¡MATTA NE!