Gomenasai u.u me ausenté por un tiempo por cosas del cole D:

Y se que prometí os traerle un NaruSaku y tenía ganas de escribir también un SasuNaru, pero bien... no se me dio mucho la isnpiración que digamos y empezé a terminar este capi que salió de la nada o_o! pues lo empezé a hacer más bien en clase por cierto saludos Feñaa que hay que admitir que con todo el año hablando de yaoi me diste la idea de scribir éste Owó. Ni modo me tienes que ayudar con los otros dos fic de Naruto si o sí .! xd

Pareja: Kaname x Zero de Vampire Knight

Yaoi/ Lemon/ M-preg

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Matsuri Hino-sensei, si fueran míos esto sería un anime yaoi desde el principio owó

Bueno, empezamos.

Capítulo 1 Si Esto Es Un Sueño Por Favor Despiértenme Ya!

Abrió los ojos soñolientos, la cabeza aún le daba vueltas, aunque su mareo parecía haber desaparecido. Se encontró con el techo de sus habitación, sin más que hacer, se quedó mirándola como si fuera lo más maravilloso del mundo.

Se encontraba agotadísimo, trasnochado y aún mareado, toda la noche había corrido desesperado al baño a vomitar. Cuando por fin creyó que los mareos habían parado y lo dejarían conciliar un poco el sueño ya eran las seis de la mañana, sin más se dio una ducha y volvió a la cama, pero apenas y lo hizo cayó en un profundo sueño que más parecía desmayo.

Pestañeó varias veces incomodo por los rayitos de sol que se filtraban por entre las cortinas, Se llevó el torso de la mano a su frente, aún acurrucado entre las cobijas. Se sentía tan a gusto y calentito que por ningún motivo pensaba dejarla, aún sabiendo que tenía clase y ya eran más de las once de la mañana.

Podía suponer que era una hermosa mañana, a lo lejos podía oír el sonido de las hojas de los árboles y el piar de los pájaros, un típico día con radiante sol a comienzos del verano.

Ciertamente esos eran los días que más adoraba, sentir el sonido de las hojas y sus sobras juguetear encima de él al momento de dormir al pie de un árbol o disfrutar de una siesta en el establo junto a su Lily... Ah! Que delicioso sería estar disfrutando del panorama veraniego….

Pero no. Definitivamente no. Ese no era su día. Claro que no. Ese día prefería quedarse en la oscuridad de su habitación, encerrado y solo. Lo que menos quería era salir y dar la cara al mundo, ese mundo tan "bueno"…. Ok. Quizás NO TANTO, pero el joven de ojos amatista nunca creyó que luego de quedar huérfano y transformarse en vampiro pudiera ocurrirle algo peor….

Definitivamente la vida le odiaba! Escapar de su destino y de la muerte, por mero capricho de la vida fue lo peor que ésta le pudo hacer.

Simplemente quería morir! Quería reflexionar sobre ciertos sucesos que lo tenían con aquella depresión que lo llevaban encerrado en su habitación sin salir por más de tres días.

-Hm..- gimió afligido, acostándose de lado y haciéndose un ovillo mientras abrazaba un gato de peluche y ocultaba su boca en la cabeza del animalito de felpa.

- ¿Y qué opinas Kana-chan? ¿Qué puedo hacer con mi patética vida ahora?- balbuceó cuestionando a su querido gato consejero. Miró los grandes ojos castaño rojizos del peluche que lo observaban con cariño.

Gustaba mucho de ese gato, lo apreciaba bastante. Adoraba su color de ojos que eran iguales a su pelaje aterciopelado. Le recordaba a alguien…. A alguien que aunque ahora, ni de broma quisiera recordar, no podía olvidar ni siquiera por un segundo. El causante de su depresión, de su tragedia que quizás marcaría -otra vez- su vida.

Pero él era el masoquista que le había puesto a su peluche Kana-chan! Aquel nombre que deseaba tanto emplear para su amado pura sangre, aunque supiese que no podría nunca, siempre sería el "Kuran" o a lo más "Kaname", pero nada más. Sabía que a pesar de que compartieran ese tipo de confianza… no era amor, y nunca llegaría hacerlo, no al menos por parte del castaño que sabía, seguía amando a Yuuki y para él solo fuese un juego, ya que el pobre Kiryuu se estaba muriendo por él. Y la idea de que si el castaño se aburría de él y lo dejaba, él estaría dispuesto a rogarle incluso de rodillas que no lo abandonara, no se veía tan lejana como pensó en un principio, cuando se involucró con el vampiro (aunque en esa ocasión se había sentido molesto consigo mismo por pensar semejante estupidez. Estupidez que hasta el momento lo estaba llevando a la locura…)

Su mirada amatista entristeció frunciendo el ceño molesto consigo mismo.

¡Ahí estaba otra vez! ¿A dónde demonios quería llegar su aturdida cabezota?

Si bien, sus oídos y mente captó la información que recibió hace aproximadamente tres días antes, justo antes de encerrarse; su corazón no acababa de acostumbrarse y su cordura estaba siendo destrozada a palos con todo lo que le estaba ocurriendo.

Sus ojos se inundaron de absurdas lágrimas mostrando un brillo de pena y rabia suavizada con un toque de nerviosismo.

-Un bebé. Maldita sea… sniff- dijo entre sollozos, un doloroso nudo se adueñó de su garganta mientras que las lágrimas fluían abundantes y se mordía los labios para acallar gemidos inevitables.

Kana-chan lo miraba como si sintiera su impotencia, pero luego algo como un "no te preocupes, Zero" por parte del gato fue malinterpretado por el sensible vampiro como un "Marica deja de llorar, eres un tío. Por Dios! No puedes estar…"

En ese instante el pobre gato que no tenía culpa de nada fue ha estrellarse con fuerza contra la pared enfrente de la cama.

Zero simplemente necesitaba aligerar estrés, por lo que no se dio cuenta que aquel pensamiento tan duro no era de Kana-chan, sino que de él mismo y había terminado por arrojarlo por una tonto ataque de ira.

Era cierto, todavía no podía acostumbrarse ni aceptar que… que….

-Joder. Perdón, Kana-chan!- apoyó sus pies en el suelo antes de destapar sus piernas completamente. Se levantó y caminó para recoger y abrazar pomposamente al inocente peluche

-Lo siento, neko. Pero es que simplemente, no se que me pasa. Ando tan mal humorado y de repente me pongo a llorar sin más- frotó su mejilla contra la del gato, para luego mirarlo a los ojos. -Dime. ¿Tú crees que soy bipolar o esto es uno de esos síntomas que le da a las mujeres cuando están embarazadas?- su mirada inocente y despreocupada se desvaneció al notar sus palabras.

-NO! NO! YO NO SOY UNA TÍA! /!- comenzó a patalear arrojando, de nueva cuenta, al pobre Kaname al suelo. -SOY UN TÍO! NO PUEDO ESTAR EMBARAZADO!-

Lo último pareció resonar por toda la academia, haciendo parecer que en aquel segundo todo el mundo se mantuvo en silencio para luego seguir con su vida sin ni siquiera escuchar el grito.

-0-

A pesar de que todos los estudiantes estuviesen durmiendo en sus habitaciones, un joven castaño que descansaba en su lujosa cama de dos plazas abrió los ojos de repente, con el extraño presentimiento de haber escuchado una voz muy familiar a lo lejos gritando enrabiada y un extraño dejo de inquietud y nerviosismo invadió su pecho, para luego darse cuenta que no ocurría nada.

Pestañeó con sueño, vio el reloj de su mesita de noche.

-Mm, las once y media. Que va..- masculló desinteresado. Sin más que hacer despierto a esas hora de la mañana, se acorrucó de lado abrazando a un lindo gato de peluche de color gris.

-Zero-rin - susurró refiriéndose al gato que abrazaba con cariño, y cerró los ojos volviendo a su sueño.

-0-

Ya eran casi las siete, al ser verano la luz del ocaso alumbraba más y el buen tiempo hacía embellecer una fresca y relajante tarde. En la academia Cross el cambio de clase era esperado ansiosamente por las chicas de la clase diurna para contemplar apenas un par de minutos a los príncipes de la clase nocturna, quienes con la caída de la noche empezaban sus clases.

A diferencia de otros días, Yuuki Cross, la bella castaña prefecta, encargada de cuidar a los de la clase nocturna de las hormonas sobre excitadas de sus admiradoras de la clase diurna, había estado custodiando sola. Sin la compañía de su querido hermano adoptivo, Zero Kiryuu, que había estado encerrado en su habitación durante tres días sin ni siquiera probar bocado.

Este hecho la tenía preocupada, no sabía que le estaba ocurriendo a su amigo y se sentía angustiada al ver la nula posibilidad de que Zero le contara sobre lo que le estaba pasando.

-"A estado así desde la tarde del sábado. Cuando el Director me comentó que había ido a un doctor por los constantes mareos y dolor de cabeza que le daban….¿Qué te está pasando, Zero?- absorta en sus pensamientos e inundada de un brillo de angustia y preocupación en su mirada castaña no se dio cuenta que el gran portón de la academia se abría y mucho menos cuando una estampida de muchachas le pasaron encima para tratar de acercarse a sus ídolos.

-Hey! Hey! Por favor contrólense!- Yuuki se levantó desesperada por llegar al la entrada antes que ellas -"Si tan sólo estuvieras aquí, Zero"-

Aún angustiada por la situación se dio cuenta que quizá el peliplateado no estaría todo el tiempo para ayudarla y sacarle de aprietos.

Apretó los puños, y con una mirada estricta que jamás habían visto se coló por entre la multitud y se colocó a delante con el ceño fruncido llamando la atención de todas.

-Escuchen, por favor. Les dije que se tranquilicen. No tengo tiempo para esto estando sola. Zero faltará toda la semana así que háganme esto más fácil, vale?- miró fríamente a las chicas, casi como lo hacía Zero, asustando a todas y haciendo que retrocedieran un paso.

Ya era suficiente que su amigo se encerrara en su pieza sin querer ni siquiera decirle una palabra para explicar su comportamiento. No! Todas las veces que intentó que comiera algo e incluso que bebiera de su sangre por si acaso lo que le estaba pasando era por los síntomas de un vampiro sediento, y tratándose de Zero, de evitar caer en el Nivel E. Solamente le decía que no tenía hambre, que no quería de su sangre y que no se preocupara, aunque oyera claramente los esfuerzos que éste hacía para no llorar y los sollozos que vanamente retenía.

-"Que no quería de su sangre"- repasó en aquellas palabras. Para ella, esa expresión significaba mucho, por tonto que sonara para otros, ella habría preferido que usara un término como "Gracias, pero por ahora no" o por lo menos "No necesito de tu sangre, Yuuki". Lo que Zero le dijo la angustió muchos; "No quiero de tu sangre". No quería… No quería de Su sangre ¿acaso le disgustaba? ¿tanto cómo para que, aunque estuviese sediento, no la quisiese? ¿O era simplemente que en el problema que estaba metido era simplemente imposible para él mostrarle su debilidad? Por un lado se alivió al pensar que quizá solamente era eso, y que el cazador no la despreciara. Por otro, se molestó por el hecho de que Zero no quisiese contarle sus problemas aún sabiendo que ella estaría para él siempre. Y finalmente se angustió aún más al pensar que sería lo tan terrible como para provocar una reacción así de él, incluso hasta el punto de hacerlo llorar. Joder! Sorprendida de sí misma por reflexionar tanto y pasar por tantas emociones a la vez, Yuuki se preguntó si acaso era bipolar?

-¿Y qué ocurre con Kiryuu-kun?- una familiar, elegante y suave voz que lograba hasta hacerla sonrojar -pero esta vez con un tono casi imperceptible de preocupación- la sacó de sus pensamientos.

Miró instantáneamente a su dueño, topándose con esos ojos de color castaño rojizo que hacían juego con su sedoso y brillante cabello del mismo color.

-Ku..ran-sempai- su voz temblorosa se perdió entre los gritos de emoción de las chicas ruborizadas por la presencia de los alumnos de la Luna.

-Kuran-sempai! Ichijou-sempai! Idol-sempai! Shiki-sempai! Kain-sempai!…- eran los gritos más comunes, pertenecientes a la mayoría de las alumnas que tenían sus preferencias bien marcadas.

Y Aidou, el noble vampiro adicto a los dulces, les dedicaba vanidosamente una sonrisa.

-Buenas tardes, Yuuki- se acercó con esa cálida sonrisa confeccionada única y exclusivamente para la castaña. Tomó su rosada mejilla con su mano, con la intención de darle confianza para que hablara, aunque supiera perfectamente que esta acción pusiera más nerviosa a Yuuki, no sólo por él sino por las circunstancia y las miradas acecinas de todas las alumnas. -Y bien. ¿Se podría decir por qué Kiryuu-kun te ha dejado todo el trabajo a ti?- preguntó lo más suavemente, intentando convencerse más a él mismo que a Yuuki de que aquella pregunta era formulada devotamente por preocupación de la castaña… No por Zero, como su corazón realmente sentía… Maldición, otra vez estaba pensando demasiado!

Quizás, el tener tanto lío de emociones era un problema más bien genético, y los hermanos Kuran se parecían mucho más de lo que aparentaban.

Fin Del Capítulo

Onegai! Diganme si les gusto o no Q.Q

Reviews son más que bienvenidos OwO al igual que cualquier queja u otro comentario ^^

La verdad me he enganchado con la trama y quiero continuarla en cuando se me de el time x3

Bueno Bye! y gracias por leer ^^