Mi otra vez. Bueno he estado con corto tiempo para escribir pero bueno haré lo mejor que pueda. Con este fic pretendo incusar en el mundo de lemon (Si me gusta :P) este mi primero así que tenerme paciencia plis :D. También quiero decir que este primer capi no hay nada de lemon así q no se ilusionen jajaja es solo una introducción, luego le siguen 2 capis más: uno para Tsuna y Kyoko, y el otro para Gokudera y Haru (para lo que les encanta esta pareja) bueno se los dejo


-No, esta tampoco…mmmm…no…ni esta- eso repetía Nana mientras agarraba una camisa y la tiraba a una pila de ropa que tenía armada desde hace un rato en el cuarto de sus hijo.

-Mamá no crees que estas exagerando- le dijo Tsuna con una gota en la frente viendo a su progenitora descartar todas su camisas. Estaba parado solo vestido de la cintura para abajo.

-Vamos Tsu-kun, no todos los días tienes una cita- estaba feliz y sonrojada con una mano en su mejilla. Tsuna suspiro y se cruzo de brazos.

- Pero no es la primera cita, mamá- sentencio- y yo puedo vestirme solo-

-¡Aja!- y levantó un dedo ignorándolo- te pondré un poco de la colonia de tu padre. La voy a buscar- y salió cual niña en navidad.

Tsuna volvió a suspirar, tomo una franela sin mangas roja de la pila de su madre y de la puso, luego busco una camisa de mangan largas azul marino con fina rayas blancas verticales y se abotono los primeros 3 botones de abajo, se subió un poco las mangas y fue al espejo poniéndose su reloj negro y mirando su apariencia, sus jeans claros y zapatos deportivos rojo con blanco lo dejaron satisfecho.

En eso entro Reborn y se sentó en la cama. Tenía una expresión extraña.

-Así que...saldrás con Kyoko otra vez, Tsuna- dijo el bebé

-sí, así es- respondió orgulloso y sonrojado arreglándose la camisa.

-La tercera cita ¿eh?-

-Si

-Sabes lo que eso significa ¿no?-

-¿qué saldremos y será la tercera vez que lo hagamos?- dijo con ironía

-Ja, no es extraño viniendo de ti, Tonto Tsuna- Antes de que Tsuna la reclamase añadió- Todos saben que la tercera cita va más allá de un simple beso- Tsuna seguía confundido así que su tutor se puso en su hombro y le susurro al oído. Tsuna se sobresalto todo rojo y le grito:

-¡¿ESTAS LOCO?

-Pero ¿cuál es esa actitud? ¿No me digas que no te han dado "la charla"?- y saco de la nada dos títeres en forma de Hibird y uno tenía un lasito rosa- Verás Tsuna cuando mamá pollito y papá pollito se quiere mucho mucho mucho….-

-Oye no, espera, espera. Yo ya sé de "la charla". Sé lo significa ¿ok? También en la escuela nos dijeron acerca de "eso"-

-Entonces ¿cuál es el problema?-

-El problema es que eso no va a pasar, tendremos una cita normal a la feria y listo-

-¿es que acaso no quieres?

-No, digo si, digo no….Ah no me confundas- estaba demasiado alterado y su tutor muy divertido.

En el departamento de Gokudera

Chico se había alistado y se ponía una camiseta blanca manga larga con símbolos negros rockeros, cuando tocaron a la puerta. El chico secándose el cabello con una toalla fue a abrir. Dio un quejido.

-¿Qué haces aquí Shamal?-

-Ah vine a saludar- respondió el Doctor con una sonrisa

-Sí, claro- dijo con sarcasmo y se regreso a su cuarto, no tenía tiempo para él. Le dejo la puerta abierta así que lo tomó como una invitación a pasar. Siguió al chico y se acomodo en la silla del escritorio pero sentado al revés con el espaldar al frente.

-Oí que tienes una cita con Haru-san?-

-Sí, ¿y?-

-También oí que es su tercera cita-

-Sí, ¡¿Y?- a donde quería llegar ese tipo

-Vamos Hayato, tú no eres tan inocente-

-¿Inocente? ¿De qué demonios hablas?- se desesperó-¿Qué es ese interrogatorio? ¿Y qué mierda si tengo una tercera cita? ¿Quieres darte a explicar de una maldita vez?- reclamó.

Shamal suspiro, le hizo una señal a su ex-alumno para que se acercara. Este lo hizo confundido e intrigado bajando la cabeza a su altura para que le susurrara algo que hizo que se alejara todo rojo.

-¡MALDITO DR. PERVERTIDO!-

-Que dices Hayato? Solo te estoy advirtiendo para que seas precavido. Como doctor es mi deber decirte del proceso, las consecuencias, el…-

-Callate!, no quiero oírte más-se puso las manos en los oídos

-Ahí eres un niño-se quejo-tendré que tratarte como tal-saca los títeres de Hibird de la nada-Verás cuando mamá pollito y papá pollito se quieren mucho mucho mucho….

-YO TE ENTENDÍ. ¡DEJA ESOS PUTOS MUÑECOS!-

-Bueno… ya cálmate- se paró poniendo la mano en su escritorio. Camino al lado de un avergonzado y enojado Gokudera, lo revisó y luego tomo un chaleco negro de su closet y lo tiro en su cama- Ponte esto. Me retiro. Ah, algo más- y sonrió- se amable con la chica-

-¡LARGATE DE UNA VEZ!- Grito y vio como el hombre se iba. Cuando escuchó el ruido de la puerta principal se desplomo en la cama.

¿Qué rayos le pasaba a ese tipo con lo obsceno? No podía pensar así con Haru. Volteo la cabeza y miró la prenda que le sacó Shamal. Se paró y de la puso. Para ser un viejo pervertido, tenía buen gusto. Lo tenía decidió ignoraría al médico y disfrutaría de su día, o eso intentaría.

En la casa de Haru

-¿Estás segura de esto Biachi-san?-

- Esto está muy de moda haru, confía en mí-

-no lo sé- la chica se miro al espejo. Su amiga adulta la había hecho vestir de una forma, como decirlo, atrevida quizás. Unos mini-short negros, una camisa sin tiros muy ajustada azul grisáceo con detalles de rosas en la línea sobre los pechos, su cabello peinado en una cola de caballo de lado derecho cayendo en su hombro, zapatos amarados en el tobillo de punta redondeada con algo de plataforma en la suela y tacón de aguja alto. Si pudiera describirse diría que parecía una de esas estrellas de pop, que bailaban sexy con sus voces provocativas.

-Vamos esto es lo que necesitas para acabar con Hayato-

-Hahi! Haru no quiere hacerla daño a Gokudera-san-

-No hablo de hacerle daño- luego lo pensó- bueno quizás a ambos le duela un poco- La chica no entendía para nada lo que decía- la tercera cita- insistió, pero la otra no capto.

Bianchi se acordó de la inocencia de Haru así que con discreción le dijo de lo que iba el asunto, y esta no lo tomo muy bien

-HAHI! ¡¿Qué significa eso?¡

-Ah no lo sabes. Bueno te explicaré- Si otra vez los títeres- Verás cuando mamá pollito y papá pollito se quieren mucho mucho mucho….

-Hahi Bianchi-san ya sé lo que es "eso". Por favor pare-

-Ahí nunca dejan terminar esta historia-

-¿Bianchi-san no puede estar hablando enserio? Haru no puede así como así entregar la flor de su juventud, la pureza de su cuerpo, la virginidad de su alma- término en tono poético.

-¿Qué son todas esas locuras? ¿De verdad existen chicas así todavía?- pensó la pelimorada- bueno si no quieres, puedes reusarte tranquila. Claro, que no es como si se lo estuvieras entregando a cualquiera- le insinuó

Bianchi tenía razón. Para Haru, quien siempre pensó que entregarse de esa manera era muy importante, no podía ocurrírsele mejor persona que no fuera el testarudo guardián de la tormenta vongola. Si quererlo un sonrojo y una sonrisa se grabaron en su rostro, le dio una mirada a su compañera con una decisión, esta le sonrió.

-Bien terminemos de arreglarte- declaro Bianchi.

-Si-

Con los corazones llenos de duda y miedo decidieron seguir.

Los chicos dispuestos a buscar a sus novias, por más que intentaba no lograban sacarse las palabras de sus tutores de la cabeza. Habían despertado un deseo oculto, uno normal y natural, que no solo iba agarrado a la necesidad física de sus cuerpos adolescentes, sino también del sentimiento de entrega y amor que residía en sus almas y corazones puros. Y los dos se pensaban:

-¿qué debería hacer?-


Ahs adoro hacer sufrir a los muchachos xD me encanta shamal jajajajajaa. lo del chiste de los pollitos nunca dejan terminarlo jum. Comenten!