Bella: Una Niña Mal

Ya habían pasado unos cuantos meses desde que él se fue.

Mi vida se había transformado en una gran monotonía.

Sabía que Charlie estaba preocupado por mí, yo me había distanciado.

No quería que el viera mi tristeza y parte de mi locura.

Me mire al espejo.

Tenía unas grandes ojeras debajo de los ojos.

Era debido a que me quedaba despierta muchas noches observando mi ventana… pensando en que quizás él volvería.

¿Yo? ¿Volver contigo? Me dijo su reflejo en el espejo.

Sabía que solo era mi imaginación y sufrimiento…. Ya me había acostumbrado a ver este producto de mi imaginación.

Su reflejo tenía una sonrisa maligna.

Sigue soñando… después de todo… soñar no mata. Se burlo.

Cerré los ojos, deseando que se fuera… en mi interior estaba enterada que no se iría… siempre se quedaba hasta que me sacaba unas cuantas lagrimas.

Trate de no hacerle caso… yo sabía que él si me había amado.

Ha, ha, ha… rio. Amarte…mmm… yo solo necesita desahogarme… estaba solo, necesitaba algo con que entretenerme… y que mejor que una tonta, torpe e ingenua humana…

-cállate- le pedí en un murmullo.

Sabes que tengo razón ¿no?... en el fondo sabes que nunca te quise… sabes que solo jugué contigo… ¡lo sabes!...

-basta-gruñí.

Una ira desconocida se estaba apoderando de mí…

Por dios… ¿tú de verdad crees que yo me iba a fijar en una insignificante humana como… tu? .Me señalo como si fuera algo repulsivo.

Golpeé con todas mis fuerzas el espejo, haciendo que este se rompiera y, haciendo que se fuera su reflejo.

-Bella, ¿estás bien?-me pregunto Charlie desde la puerta.

Respire hondo.

-si-le respondí mirando fijamente los cristales rotos.

-se hace tarde… tienes que ir al instituto…-me recordó.

-ya salgo.

Sentí como se alejaba de la puerta.

Bote todos los cristales en la papelera del baño.

Baje en busca de mi bolso.

- ¿segura que te sientes bien?-volvió a preguntar Charlie.

-si, estoy perfectamente.

Salí rápidamente para refugiarme en mi camión.

Suspire en paz… volteé y estaba otra vez… ese producto de mi imaginación, sentado en el asiento del copiloto.

Ahora rompes espejos sin razón alguna… estas totalmente loca… me dijo con una sonrisa engreída.

Volví a suspirar mientras me concentraba en la carretera.

Llegue sin prestarle atención alguna.

Camine sin ver a nadie a hacia mi primera clase.

Todos los días para mí eran iguales.

Llego la hora del almuerzo…

Ya no hablaba con los que eran mis amigos… los evadía… en vez de ir a almorzar con ellos, me refugiaba en mi camión.

Mientras caminaba hacia allá Jessica, la cual solo se limitaba a dirigirme miradas nada amables, se me interpuso.

-eres patética—me dijo con su típica mirada de odio.

Tiene razón. Me dijo esa arrogante ilusión.

-te crees la gran cosa… pues no lo eres-siguió Jessica- crees que porque saliste con Cullen eres mejor que todos.

No estaba dispuesta a soportar nada.

-uno, no me creo mejor que nadie. Dos, mejor que tu puede ser cualquiera.-estaba dispuesta a rodearla e irme pero ella me agarro del brazo y me hizo retroceder.

-apuesto a que Cullen te dejo porque no valías la pena-ya había estudiantes observándonos.

Eso sí que no.

Le di una cachetada.

No sé de donde se me ocurrió hacerlo… el punto es que lo hice.

-porque no te callas… por que mas que tu si valgo. Yo no me acuesto con medio Forks- y con eso me dirigí a mi camión.

Arranque sin pensarlo y me fui.

No quería volver allí. Por lo menos no hoy.

Necesitaba tiempo para pensar en lo que me estaba sucediendo.

Cuando note me estaba dirigiendo a La Push.

Llegue, estacione y corrí hacia la Playa.

Me senté en la arena.

De repente una idea me llego a la mente…

¿Por qué no sacar mi lado malo y salvaje?

Tenía que decirle adiós a la Bella tonta e ingenua, con la que todo el mundo jugaba y decirle hola a una nueva Bella… una Bella incontrolable, una con la cual nadie se atreva a jugar…

Una sonrisa maligna se planto en mi cara.

Me levante, iba directo a mi camión cuando escuche una voz muy familiar.

-Bella-me llamo Jake.

Me volteé para verlo. Él estaba muy cambiado. No llevaba camisa y tenía un tatuaje en el hombro derecho. También se había cortado radicalmente el cabello.

Otros chicos con la misma pinta estaban más alejados.

-que haces aquí?-me pregunto cuando llego a mi lado.

-solo vine a pensar. Adiós, Jacob-no quería hablar... solo quería llegar a casa.

-no deberías estar en instituto?-me pregunto.

-no.-fue mi respuesta mientras me subía a mi coche y arrancaba para marcharme.

Ahora me arrepentía de tener mi coche... era muy lento.

Y no dejaste que te comprara el Audi Cope... Me reprocho mi imaginación.

Cuando al fin llegue a casa subí directo a mi habitación.

Tenía en mi armario unos trajes que Alice me había regalado y una tarjeta de crédito, regalo de ella también.

Los trajes ya venían completados... vestido, accesorios, zapatos.

Agarré la tarjeta y baje de nuevo.

Siguiente parada... Port Ángeles.

No era una gran fan de las compras pero mi ropa no cuadraba con la nueva Bella.

Te fugas de la escuela para ir de compras... al fin eres algo normal...

-por favor... cierra tu maldita boca de una buena vez-le dije.

Alguien ahora dice malas palabras...

Estaciones cerca de una tienda de ropa.

Me pase todo el día comprando atuendos que la vieja Bella no se pondría. Mini faldas, blusas strapless y algunas que dejaban ver mi ombligo... shorts...

También compre algo de ropa interior de encaje...

No me iba a convertir en una perra... pero por lo menos quería dormir con algo sexy.

Llegue a casa a eso de las 9:45.

Llegue con un montón de bolsas.

-¿donde estabas?- me regaño Charlie cuando entre.

-tranquilo papá-no sé de donde me salió ese tono de despreocupación algo rebelde- solo fui de compras.-le dije señalando las bolsas.

-tu odias ir de compras-me recordó.

-ahora me gustan Charlie... no le veo lo malo-me tumbe en el sofá que una expresión sonriente pero desafiante.-y... perdón por no llegar para hacerte la cena... -me disculpe con el mismo tono cuando vi la caja de pizza.

Agarre un rebana y empecé a comérmela... Charlie me miraba como si tuviera tres ojos.

-Jacob me llamo-me dijo sentándose a mi lado.

Asentí para decirle que estaba prestando atención.

-dijo que hoy fuiste a La Push... en horas de clase.

¿Por qué Jake tenía que ser tan boca abierta...?

-¿Por qué no estabas en clase?-me pregunto con expresión severa.

-salirse de clases a veces puede ser saludable, Charlie- tampoco sé porque lo llame por su nombre en vez de decirle papá... esta nueva personalidad me estaba cambiando en menos de un día.

Él primero parecía sorprendido luego molesto.

-¿se puede saber que te sucede? -ahora si estaba enojado-si todo esto es por la falta de Cullen...

Ya me arte de que todos mesclen mis acciones con ellos.

-¡ya basta¡ - grite - nada de esto es por él... ¿Por qué todos piensas que todo lo que hago es por él?... ya me arte de esto.

Agarré todas las bolsas como pude y subí a la habitación molesta.

Iba a cambiar... necesitaba hacerlo. Ahora.

Abrí unos cajones para buscar maquillaje.

Me mire en el espejo de mi habitación.

Tenía mucho que hacer.

Empecé con un simple brillo para labios.

Muy poco colorete en las mejillas... algo de base para ocultar mis ojeras. Algo de lápiz para ojos con algo de rímel.

Me veía bien... diferente, pero bien.

Su reflejo volvió a aparecer.

Es un buen cambio... de seguro algún idiota medio ciego se fijara en ti. se burlo.

-haré lo que sea para irme de Forks... o por lo menos... dejar de verte-le dije. No reconocía mi voz... era amenazadora y algo seductora... perfecto.

Me sonreí a mi misma.

Era hora de poner mi plan en acción...