Disclaimer: Blablablá: Hidekaz.

Advertencia: Tu mal pensamiento; xD.

Pareja: PrusiaxAustria.

Un asco de título, pero ahí va.


Descubrimiento a lo Dulce

y a lo Prusiano.

Podría jurar que llevaba quince minutos o más, sin estar convencido de dos carmesí frente a sus violetas, llegando a fruncir el ceño por su paciencia.

―No insistas. ―dijo con calma, acomodándose sus lentes.

― ¿No? Solo es una vez, no te va a pasar nada, ni que fuera veneno.

―Gilbert, de verdad que no. ¿Cuántas veces quieres que te lo repita?

―Di lo que quieras, te insistiré de todas maneras, señorito. ―silenció sin despegar su vista sobre la de Roderich. Luego sonrió con soberbia.

―Desaparece esa sonrisa, sé perfectamente que cantas victoria cuando no la hay.

―Hasta Gilbird te lo pide. ―su voz cambió a ser algo infantil y tierno. La avecilla pió a respuesta positiva en la cabeza de su amo.

―Gilbird no comprende y es muy pequeño. Tonto.

―Una vez… por mí; el asombro yo. Por favor Roderich, solo es una probada, no te vas a morir. ―sonrió otra vez.

―Como me gustaría que Hungría estuviese aquí para pegarte con su sartén.

―Si Hungría estuviera aquí, nos sacaría fotos como una loca. Como sea… dile que sí al asombro yo.

―Aff. Si esto vale por dejarme tranquilo y disfrutar del aire libre… no me queda otra opción ―dijo serio e hizo una pausa, suspirando―. De acuerdo.

―Muy bien ―extendió su mano hacia la boca del austriaco para degustar el sabor.

El prusiano lo observaba en cámara lenta para sus ojos. Aquello fue muy excitante, y la cordura de los buenos modales del aristócrata estaba por el suelo.

Y el pequeño Gilbird los observaba con inocencia.

Prusia retrocedió su mano y, probar un poco de la saliva austriaca.

― ¿Ves? No fue tan malo.

Las mejillas de Roderich se tornaron un suave color rojo.

―Únicamente lo he hecho para que me dejaras tranquilo. Sé perfectamente cuál era tu intención.

― ¿Mi intención? ¿Qué intención?

―No te hagas el desentendido, tonto. Tú… lo único que querías… era… ―a Austria le costó seguir modulando, es que no era apropiado hablar de 'ese' tema en un lugar público.

― ¿Uhm? ¿Era qué? Responde scheiße.

―Tu mal pensamiento. Eso es.

― ¿Mal pensamiento? Señorito aristócrata, solo te di un dulce. El asombro yo no tenía absolutamente nada de mal pensamiento. Tú fuiste el mal pensando. Esta vez, fui asombrosamente-totalmente amable.

― ¿Qué?

―Lo que escuchaste. El que pensó mal, fuiste tú. Eres un pervertido Roderich Edelstein. ―rió para asimismo, llevando el dulce a su boca, absorbiendo el sabor a frutilla.

La otra nación se sonrojó mezclando la rabia y la vergüenza.

¡Ese maldito!

Gilbird pió.

―Tú… lo hiciste a propósito.

Gilbert dejó a un lado su dulce o lolly pop. ―Am… la verdad sí. El más pervertido entre los dos, eres tú: señorito-aristócrata-podrido-pervertido. ¿Quieres?

―No. Y esta noche hazme recordar que no tendrás nada; incluyendo también el mes entero, como castigo.

―No necesito que te lo recuerde… ―saboreó su dulce―. De todas formas, al final el asombro yo siempre gana invadiendo tus regiones vitales, tirándote a la cama, aunque te niegues, gritando: ¡Más fuerte Prusia, más fuerte! Keseseseseseseses. Y esta noche… saborearas algo mucho mejor que este dulce. Mi dulce.


N/A: Se supone que estaba escribiendo otro fic, y de la nada me acorde de un dulce y escribí esto xD. Lo iba a alargar más, pero… quedaría muy "¡¿WTF?". En todo caso, Rode tiene su lado pervertido como cualquier hombre, da~. Y lo último de Prusia, fue awesome.

Reviews

Para mi corazoncitu?

:3

Sé que tú lo harás.

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Verás un mundo lleno de PrusxAus.