5.- Invitados inesperados

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By R. S.a.s.u.N.a.r.u.H.o.t.s

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oooO*Oooo…

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En un aparente y apacible silencio, Sasuke entró a su hogar extrañado ligeramente ante tanta quietud. Por lo regular, siempre que sus padres estaban en casa, su madre no perdía la oportunidad de recibirlo con un gran agrazo, una sarta de besos y un incomodo e interminable interrogatorio de cómo le había ido en la escuela. Con esos simples detalles, le pareció realmente desconcertante que su progenitora no estuviera atosigándolo en el instante que cruzó la puerta.

Encogiéndose de hombros le restó importancia, se dirigió a su cuarto pasando por la sala, en ésta Karin sacudía los portarretratos como si estuvieran infectados por algún "germen" de alguna enfermedad incurable. La pelirroja refunfuñaba cosas incomprensibles, manoteando de un lado a otro. Sasuke trató de ignorarla pasando de largo y no topársela de frente. Sin embargo, el agudo sentido de la bermeja le hizo voltear, encontrándose con la figura del moreno. Cualquier enojo se esfumó de su rostro, sustituyéndolo por una sonrisa coqueta. Los ojos le brillaron, acercándose a él e interponiéndose entre su camino. Ella sonrió dando una pequeña reverencia.

—Buena tardes, Sasuke-kun.

—Hola, Karin —respondió sin muchos ánimos. Pero estando ahí, no le costaba preguntar por el paradero de su progenitora—. ¿Sabes en dónde está mi madre?

La sirvienta parpadeó confundida antes de volver a fruncir el ceño, acomodó el armazón de sus lentes con disimulando antes de contestar.

—La señora Mikoto está el jardín con su invitado.

—¿Invitado? No sabía que mamá tendría un invitado —susurró para sí.

Karin negó ligeramente.

—No su invitado, SU invitado —respondió lo último señalándolo a él.

A Sasuke no le gustaban sus pésimos juegos de palabras, pero no parecía una frase de doble sentido. Trató de pensar en una persona con el suficiente valor para ir a su casa y pasar el día con su madre. Divagó levemente por sus recuerdos, abriendo ligeramente los ojos al encontrar en su subconsciente una invitación a cierto rubio cabeza hueca.

—¿Naruto?

La pelirroja asintió.

—Tiene una hora que llegó.

Confirmando lo inevitable, intentó pensar las cosas con calma. Si no fuera porque se trataba de un Uchiha, habría corrido a la salida más cercana. Naruto solo, compartiendo el espacio y aire con su familia, no auguraba nada bueno. Cierto que él le había insistido a Namikaze que conociera a sus padres, también era cierto que lo amenazó… ¡Pero jamás pensó que aceptaría! En un rápido movimiento se fijó en el reloj de sala notando que eran las dos de la tarde. ¿Y por qué, el muy dobe, no le había esperado?

—Gracias, Karin —pronunció antes de caminar hasta la puerta del jardín.

La muchacha lo vio alejarse con paso lento. ¿Por qué Sasuke caminaba tan pausado? Ella no supo responderse y decidió ignorarlo, no le pagaban por quedarse parada, aunque mirarle su buen trasero valía mucho la pena.

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S&N

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Su cuerpo se detuvo frente a la puerta que daba al jardín. No era un cobarde, y no se consideraba uno, pero no sabía porque su mano sudaba demasiado. Su familia no era mala. ¿Verdad? Naruto estaría encantado y no querría torturarlo. ¿Verdad? Desechando esos pensamientos abrió por fin el umbral, los rayos del sol le dieron de lleno, sin embargo aún con el destellante brillo sus orbes negras pudieron identificar a la perfección a su madre, su abuelo y su tío Obito. Y entre ese monocromático negro, una rebelde cabellera rubia sobresalía bastante. A medida que caminaba hacia ellos, fue más consciente de la mirada azul que lo fulminaba con demasiado rencor. Si esos irises cielo fueran cuchillos ya estaría desangrándose a mitad del jardín.

—Oh, cariño, que bueno que llegas —saludó Mikoto, dándole un beso en la mejilla. Él pasó su vista por su abuelo y su tío en señal de saludo. Madara también movió ligeramente la cara, mientras Obito se abalanzó para abrazarlo.

—¡Hola, Sasuke-kun!

—Hola, tío Obito.

Obito lo soltó con rapidez al escuchar la parca respuesta del menor, sabía que a Sasuke no le gustaba que lo trataran como un niño pequeño. Un segundo después, un pequeño silencio se formó de repente, pero el oportuno sentido de madre de Mikoto prefirió darles un poco de espacio.

—Iré por más bocadillos. Ponte cómodo, cariño.

Sasuke asintió. No obstante, apenas notó que su madre desaparecía en el interior de la casa, su abuelo concentraba su vista en el periódico y su tío en devorar el resto de los bocadillos, jaló el brazo de Naruto hasta llevarlo más retirado junto al árbol que les brindaba sombra.

—¿Se puede saber que haces aquí, usuratonkachi?

—¡Tú me obligaste a venir, bastardo! —Uchiha alzó una ceja esperando que continuara. No era su culpa que Naruto llegara una hora antes. Resignado, Namikaze notó su error—, y se me olvido la hora-ttebayo —admitió en voz baja.

Sasuke estuvo tentando a golpearse la frente con la palma de su mano.

—Para eso se inventaron los celulares, dobe. Debiste haberme preguntado.

Naruto hizo un mohín y cruzó los brazos en un gesto infantil. No lo podía creer, todavía que sufría los acosos de su "futura familia política", el amargado que tenía por novio le reclamaba olvidar ese detalle. ¡¿El bastardo no podía comprender que estuvo tan nervioso que olvidó la hora?! Si le hubiese preguntado a Sasuke, estaba seguro que en ese pequeño lapso de tiempo terminaría arrepintiéndose y regresando directo a su casa.

Uchiha suspiró con pesadez. Naruto no tenía la culpa, como siempre él exageraba. Su enojo no era porqué el rubio fuera a su casa (él mismo lo había invitado), sino porque no quería que su familia se "ensañara" con el tonto Namikaze. Rió de medio lado al ver la mueca enojada del blondo, le antojó acercarse poco a poco y borrar ese gesto de sus labios con un beso. No olvidaba que permanecían en el jardín de su casa, pero la tentación estaba ganando. Pensó que tal vez, y sólo tal vez, podría pasar el resto de la tarde tranquila en compañía de sus padres y Naruto. Pero como el destino, el karma y todas esas cosas raras astrales la traían contra él, antes de disminuir el espacio que le separaba de los labios del menor, su cuerpo se crispó -cual felino- al identificar a lo lejos el inconfundible tono de voz de su hermano.

Tanto Sasuke como Naruto identificaron a dos nuevos invitados.

Itachi abrió la puerta yendo hacia ellos, saludando a los presentes y anunciando su llegada. Sasuke supo que Kami-sama le odiaba al notar que Itachi no iba solo, su estúpido primo le acompañaba.

¿Acaso estaban en el supermercado para que fuera la oferta del 2x1?

Uchiha jamás imaginó que la situación se volviera tan bizarra, incómoda y estresante para su pobre salud mental. Sólo la suya, para la del rubio -pobrecita- ya era demasiado tarde; no había solución.

—Hola, Sasuke-kun. No sabía que habría invitados.

La sonrisa falsa de Sai decía todo lo contrario. Hasta parecía haber dejado algún cuadro inconcluso solo para ir a picarle el orgullo. Y con sus padres presentes, él tendría que aguantar cualquier comentario mordaz. No se dejaría, aunque su contrincante fuera otro Uchiha.

—Puedes irte, es una comida familiar.

Sai ignoró el comentario, pasándolo de largo.

—No te preocupes, Sasuke-kun, que no le diré nada a tu invitado. Pero tía Mikoto puede aprovechar para sacar el álbum de fotos —ante la mirada confundida de Naruto, el albino se acercó a él—. Deberías verlas, en una sale desnudo mostrando su "pequeño penecito" frente a la cámara… —Sai puso la mano en su barbilla, simulando recordar algo—, aunque la última vez que fuimos de vacaciones a las aguas termales no le vi mucha diferencia.

Sasuke tronó los dedos buscando el mejor ángulo para estamparlos contra la cara pálida de su primo, había olvidado la obsesión de Sai por mencionar las partes intimas de los demás. Sirviéndose de la distracción, Itachi aprovechó para ir hasta Naruto y pasar uno de sus brazos sobre su hombro, el áureo no pareció sorprendido por la acción del amigo de Nagato.

—Sí, Naruto-kun —apoyó Itachi viendo de reojo a su hermanito. Le encantaba hacer quedar en vergüenza a su ototou—, mamá tiene un montón de fotos, hasta un video en donde el pequeño Sasuke está vestido de Hot dog en el festival de primavera.

¡¿Qué hacía un Hot dog en un festival de primavera?! Eso era algo que Sasuke siempre se preguntó.

Namikaze estuvo tentado a soltar una gran carcajada de sólo imaginárselo. ¡El perfecto Uchiha Sasuke embutido en una salchicha! Tal vez Mikoto había sido la culpable de comenzar a inculcarle al "pequeño Sasuke" el gusto por las cosas largas, calientes y carnosas.

Sin embargo su intento de reírse fueron frustrados al escuchar algo crujir, observó con disimulo la mesa de los bocadillos, las pobres e indefensas galletas de la señora Mikoto habían quedado hechas polvo en el puño de Sasuke. Su cara estaba roja, sus ojos parecían cambiar de color, y él estaba seguro que si el moreno pudiera sacar fuego por la boca, ya estarían hechos chicharrón.

Y aún en esa situación, Naruto se dio por bien servido.

¡Ha! ¡Qué el bastardo de su novio comenzara a sufrir lo que él soportó por esa interminable hora!

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Continuara…

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oooO*Oooo…

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Wiuw! Volví a aparecer con esta historia XD, ¿la extrañaban? No lo sé, pero espero que al menos alguien se acuerde de ella (aunque no me sorprendería que no ¬¬) siempre me pierdo por el camino con este fic o.O Nah!, no me hagan caso ando medio despistada (?)

No importa, ¿Qué les pareció? la verdad yo me reí mucho cuando termine de escribirlo, pero no sé si mi sentido del humor sea como el suyo, así que espero que a ustedes les haya parecido entretenido, es comedia de bajo presupuesto (?) XD

Por cierto, muchas gracias a los que se aún se pasan a comentar, sé que es un poco tarde pero aún así siempre los tendré en cuenta n.n, por eso muchas gracias a: Alessandra Von Grey, kykyo-chan, nara waki chouhichiki –w, merisusa, Brye, Soy YO-SARIEL, Luna, milk goku, Saku-Aya, Susana Mode, TheRusso,00Katari-Hikari-chan00, kaii-chn, NelIra, Brendittha Uchiha, Ang97 y melisse r uchiha.

Es todo por ahora.Nos vemos y cuídense!

Y para terminar, un review? o.O?

Gracias x leer n.n