Capitulo 3: Baños de esponja ¿eh?

Segundo día

Sebastian llevaba todo el día atado a la cama, estaba harto de no hacer nada y solo era el segundo día, el Bochan había trabajado todo el día en su despacho y él no tenía nada que hacer mientras y además había tenido dolor de cabeza todo el día.

En esos momentos Maylene bañaba al bochan ya que el no se podía levantar (no debía y no podía) y el solo esperaba que su bochan saliera pronto por esa puerta al baño, así lo podría ver dormir y escuchar su propio nombre de sus labios mientras dormía como muchas veces le había escuchado.

Maylene fue la primera en salir del baño, cruzo la habitación y salió de ahí. Después salió Ciel del baño (ya bañado y vestido con su camisón de dormir), con una esponja y un balde de agua en las manos.

-Bochan, ¿para que lleva eso? (refiriéndose a la esponja y el balde)

-Hay que darte baños de esponja *sonrojo* y no puedo dejar que lo haga Maylene o se desangrará.

Desamarró a Sebastian, quién se sobó un poco las muñecas, y lo amarró a uno de los palos a los pies de la cama, dejándole sentado en el suelo.

-¿Porqué me deja atado?

-Porque sigues castigado, esto solo es un baño.

-Pero Bochan usted ni siquiera sabe bañarse solo

-Maylene me explicó como dar baños de esponja

Le arrojó un poco del agua del balde, mojándole entero.

-¡AHH! ¡Esta fría!

-quédate quieto, esta fría porque es parte de tu castigo.

Le pasó la esponja con jabón por todo el cuerpo, luego le volvió a tirar agua fría, Sebastian aguantó un nuevo grito

Cuando Ciel le termino de bañar salió del cuarto y volvió con ropa interior, una camisa, un pantalón para Sebastian. Secó a Sebastian con la toalla que tenía preparada desde antes y le vistió (no sin un sonrojo). Ninguno dijo nada, no era la primera vez que ciel veía a Sebastian así, varias noches había llamado a Sebastian para "complacerle" y este feliz acudía, como sirviente de la casa Phantomhive, ¿cómo no podría hacer un trabajo tan simple?.

Una vez que estuvo listo, Sebastian se volvio a acostar, ciel le volvió a amarrar y se recostó al lado de el, durmiendose de inmediato.

Y así termino el segundo día.