Epílogo

Carlisle caminaba por el solitario cementerio con un ramo de rosas en la mano, la edad había hecho mella en él y debía apoyarse en un bastón para caminar. Siguió la hilera de tumbas hasta llegar a la última, aquella tumba con la figura de un ángel esculpido como lápida y la foto de su amada Esme sonriente colocada en la parte superior. En aquella lápida ponía:

"Aquí yace Esme Anne Cullen.

Amada esposa, madre maravillosa, amiga querida y persona excelente.

Mamá con tu amor y entrega nos enseñaste a ser felices, tus hijos te querrán siempre. Te recordaremos siempre, fuiste el centro de nuestras vidas. Fuiste una madre maravillosa por eso nunca te olvidaremos. Mamá has dejado un vacío grande, en nuestras vidas. Sin ti nuestras vidas no hubieran tenido sentido. Tu vida fue una gran luz, para toda la familia."

Carlisle dejó las rosas sobre la tumba y acarició lentamente cada una de las letras del nombre de su amada esposa, recordando cada momento con ella, cada sonrisa, cada mirada, cada caricia, cada beso...

-Esme, cuanto te echo de menos- Suspiró al viento, miró su fotografía y sonrió- No se si me estarás viendo, te imagino sentada sobre tu lápida, con tu perfecta sonrisa, mirándome y riéndote de mi- Sacó un pañuelo y limpió una lágrima que empezaba a caer- Esme, se que hace tiempo que no vengo a verte, mi salud me lo ha impedido, hubiera venido de todas formas pero nuestros hijos no me lo han permitido, ya sabes lo cabezotas que son- Sonrió- Tendrías que ver como han crecido los pequeños, y como ha aumentado nuestra familia. Emmet y Rosalie tuvieran trillizos debido a la inseminación in vitro, una sorpresa para ellos, no esperaban nada más que a uno- Sonrió- Los dos niños se llaman Michael y Jeremy, y la pequeña se llama Judith. Tendrías que verlos, se parecen tanto a Emmet en su forma de comportarse- Volvió a secarse las lágrimas- Justin es tan hiperactivo como nuestra pequeña Alice, todo lo contrario que su hermana April, que es tan callada y enigmática como su padre. Y Bella y Edward tuvieron otra niña, se llama Esme Anne en tu honor. Ahora son todos muy mayores, ya están haciendo su vida por separado, de hecho, la pequeña Renesmee, tan pequeñita como era cuando nos dejaste, está apunto de hacernos bisabuelos- Carlisle olvidó el pañuelo, sus lágrimas eran incontenibles- Mira como estoy, a pesar de los años que han pasado sigue doliéndome saber que no volveré a sentir tu calor a mi lado. Treinta años son muchos años sin ti, ¿por que tuviste que dejarme aquí y marcharte? Hubiera preferido mil veces ocupar tu lugar, ha sido tan duro pasar estos treinta años sin ti.

-Papá- Se escuchó la voz de Edward unos pasos por detrás de él.

-Mira Esme, Edward ha venido conmigo- Le hizo una seña para que se acercara, Edward se puso junto a su padre- Ahora vivo yo con ellos en lugar de ellos conmigo- Se rió sin ganas, Edward le abrazó con cariño- Volveré a verte pronto, no pasará tanto tiempo, te lo prometo.

Edward ayudó a Carlisle a caminar hasta el coche, emprendieron el camino hacia casa, Edward y Bella eran los encargados de cuidar de Carlisle, Bella y él se hacían compañía mutuamente, después de ese accidente Bella había quedado lisiada, había quedado ciega de un ojo y aunque se movía con normalidad, en ocasiones tenía alguna dolencia. Ella era la única que había tenido secuelas tras el accidente, al menos físicamente. Carlisle, tras la muerte de Esme, enfermó gravemente, y aunque se recuperaba, siempre tenía recaídas, eso había hecho que se pasara los últimos treinta años metido en casa prácticamente.

Durante todo ese tiempo, Carlisle había intentado escaparse para ver a Esme, pero Edward y Emmet lo habían impedido, su estado de salud era realmente delicado. Pero en esa ocasión, Edward había accedido a que fuera, llevaba varias semanas en mejor estado de salud y ansiaba ir a ver a Esme con toda su alma.

-Gracias por dejarme ir a mi esta vez.

-No hay nada que agradecer- Le sonrió Edward- Siento que no hayas podido venir en todo este tiempo, pero te aseguro que todos los años he venido a traerle sus flores favoritas por ti.

-No importa- Carlisle empezó a toser- Estoy bastante cansado.

-Enseguida llegamos a casa y te vas a dormir- Le apretó la mano a su padre- Le diré a Bella que te suba la cena a tu habitación, es necesario que descanses, no vayas a empeorar ahora que por fin te estás recuperando de verdad.

-Si, quiero venir más veces a verla- Se le escapó de nuevo una lágrima- ¿Por que se tuvo que ir?

-No lo pienses, todos hemos sufrido su pérdida, pero a veces, tenemos que ser fuertes e intentar seguir adelante.

Edward paró el coche y ayudó a su padre a salir, juntos subieron las escaleras y entraron en la casa, Edward lo acompañó a la cama y le puso el pijama. Bella subió poco después con la cena.

-Se te ve animado- Le comentó al ponerle la bandeja delante- Te ha sentado bien ir a verla.

-Tenía muchas ganas de ir- Sonrió- Si no hubiera sido por esta maldita enfermedad.

-Venga, deja las quejas y a cenar- Bella le dio la sopa lentamente y después lo ayudó a acomodarse entre las sábanas- Descansa, verás como poco a poco te sientes mejor.

Bella salió de allí y cerró la puerta, Carlisle se quedó a solas, pensando en Esme. Una luz procedente del techo lo envolvió, y de pronto vio la imagen de Esme a su lado. Ella no había cambiado nada, tenía el mismo aspecto de la última vez que la había visto.

-Esme- La imagen de Esme le acarició el rostro- ¿Esto no es una imaginación mía?

-No cariño, soy yo- Le sonrió- He venido a por ti.

-¿A por mi?

-Así es- Besó su frente- Te dije que siempre estaría contigo.

-Esme- Carlisle estiró el brazo mientras sonreía, y nada más tocó su mano sintió un alivio inmenso, su alma abandonó su cuerpo y se colocó junto a Esme- He vuelto a tener la misma edad que la última vez que te vi.

-Eso es porque tu alma se ha quedado atascada en el pasado, no has podido avanzar, no has seguido adelante como me prometiste. Por eso enfermaste.

-Lo siento, pero era tan doloroso estar sin ti...

-Ahora todo eso da igual- Volvió a cariciarle la mejilla- Lo único que importa es que ahora estás a mi lado y que lo estarás siempre.

-Mi vida, gracias por no abandonarme nunca.

Se fundieron en un beso tan dulce y hermoso como pocos se habían visto, y juntos desaparecieron para cuidar juntos de su familia.

A la mañana siguiente, Bella fue la que encontró a Carlisle muerto en la cama, con una sonrisa de felicidad en el rostro, mostrando tranquilidad.

La familia Cullen despidió al cabeza de familia igual que habían despedido a Esme, con dolor en su corazón por la pérdida, pero con la seguridad de que ahora se encontraba en un lugar mejor, con la mujer que amaba y feliz por toda la eternidad.

FIN

Aquí tenéis el final de esta historia, espero que os guste, es triste pero bonito al fin y al cabo.

Se que os ha fastidiado la muerte de Esme, y he de decir que a mi me costó mucho escribirla, pero creo que era el final que debía tener esta historia, no siempre las historias acaban bien.

Espero que esta historia haya cumplido vuestras espectativas, dentro de un rato subiré la introducción de una nueva que se llamará "Amor enjaulado"

También os invito a pasaros por la de "Escapando de la realidad" que estoy subiendo.

Gracias por seguir esta historia y por la cantidad de reviews que habéis dejado.

Nos leemos en otra historia