Genero: Romance/Humor

Pareja: SasuHinaNaruSakuSasu (SasuHina, ¿NaruSaku?)

Autora: DarkAmy-chan (Amy-chan, Amita-chan, Dark Sakura)

- pensamientos

- "recuerdos"
- Hablan

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Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son del Maestro Kishimoto

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Esclava Sexual

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Sasuke Uchiha es hijo de una de las familias más ricas del país, alguien que con solo desear algo, inmediatamente podía obtenerlo: y eso incluía a cualquier mujer que quisiera.

Pero a pesar de que cada uno de sus caprichos eran cumplidos, habían dos cosas que no estaban a su alcance aún: Una de ellas era el reconocimiento de su progenitor, ya que este solo lo veía como un ser sin futuro. Todos sus halagos y esperanzas solo eran puestas en su hermano mayor. Uchiha Itachi.

Sasuke en un comienzo tenía en mente ser tan bueno o mejor como su hermano, pero al ver que todos sus esfuerzos no eran tomados en cuenta, su personalidad sufrió un cambio rotundo. Paso de ser un chico dulce, a uno que solo pensaba en sí mismo, en su beneficio. Un ser frío e insensible, quien no tenía ni una pizca de remordimiento si dañaba a alguien.

Solo dos personas conocían en verdadero ser oculto en su interior, y esos eran su hermano junto con su madre. Las dos personas más importantes para él, por quienes sería capaz de dar hasta su vida si fuera necesario.

Pero a pesar de que el menor de los Uchiha era alguien muy difícil de acceder, había dos personas que podrían considerarse sus amigos. Estos dos individuos eran quienes estaban a su lado aunque este fuera un bodrio ingrato, que muchas veces no miraba por ellos. Naruto y Sakura eran sus nombres, quienes habían logrado instalarse en un lugar de la vida de aquel morocho.

Naruto Uzumaki. Un chico rubio hiperactivo, que siempre tenía posado en sus labios una sonrisa. Se conocieron con Sasuke desde que entraron a estudiar a ese instituto. Su amistad no fue del todo convencional, ya que el Uchiha con su apariencia lograba atraer a casi toda la población femenina de dicho lugar, y eso incluía al eterno amor del Uzumaki: Sakura Haruno. Aquello provocaba entre ellos una rivalidad, que pronto se transformaría en una extraña amistad. No había persona que conociera más al azabache después de su progenitora y hermano, que este chico de cabello rubio como el sol.

Sakura Haruno. Compañera tanto de Sasuke como de Naruto. Se conocieron el primer día de clases hace ya dos años. Posee un cabello singularmente color rosa, y unos hermosos ojos color jade. Aquella mirada se poso desde un comienzo en el Uchiha, al punto de idolatrarlo y aguantar cualquiera de sus caprichos e insultos. Es una chica de buen corazón, pero con un carácter de temer si se hace enfadar. Claro que esa personalidad tan explosiva solo se muestra con el rubio del grupo, ya que este muchas veces le causa molestia al interponerse según ella, en su relación con Sasuke. Aunque en un comienzo veía como un chico molestoso a Naruto, a medida que pasaba tiempo entre sus dos amigos, su manera de verle se ha visto alterado, al punto de no saber muchas veces que es lo que dice su corazón para aquel chico inquieto.

Aunque para ella en estos momentos su corazón solo pertenece a aquel morocho de mirada fría, mientras que Naruto es solo el chico que siempre ha estado ahí para ella, es decir, un buen amigo. Al menos eso es lo que cree, ya que nada le ha llevado a preguntarse exactamente qué es lo que hay en su interior. Después de todo, el corazón de una mujer es tan cambiante como los vientos en la primavera, ¿no es así?.

La mayor parte del tiempo Sasuke la pasaba junto a ellos. Bueno, caminaba a su lado, asistía a clases con ambos, pero sus pensamientos de por si no estaban con sus amigos, si no en lo aburrido que se estaba volviendo su vida. Tenía todas las mujeres que quería para saciar sus deseos como hombre, pero ya todo eso lo estaba aburriendo. Nada tenía de emocionante, todas eran tan fáciles que hacían que pronto perdiera el interés.

¿Saldrás esta noche teme?. ─ Escucho que le hablaba su amigo mientras estaban en clase de deportes, específicamente corriendo alrededor de la cancha como lo había indicado su profesor de educación física. Maito Gai. Ante su interrogante el azabache no dijo nada, ya que su atención solo estaba al frente. ─ ¿Por qué no salimos con Sakura-chan?. Ella el otro día me decía que te pidiera que saliéramos todos juntos.

Eres un idiota Naruto. En vez de estar tratando de ligar a Sakura conmigo, ¿no deberías estar intentando conquistarla? ─ Ante su respuesta el Uzumaki solo sonrió con clara nostalgia. Él sabía que su amigo estaba en lo correcto en recriminarle, pero si ella no tenía ojos para su persona ¿Qué podía hacer?. Solo tratar de ayudarla a encontrar su felicidad.

Sus piernas se detuvieron al notar como el azabache se detenía también. Los ojos de Sasuke se encontraban sobre un grupo de chicas que practicaban deportes. Específicamente jugaban vóleibol.

Mientras el Uzumaki le preguntaba aburrido que era lo que tanto observaba que sonreía de esa manera. El ojinegro mantenía su vista pendiente de los movimientos torpes de una chica de cabello azulino. Esta veía con pavor como la pelota era lanzada hacía su persona, corría sin saber qué hacer, provocando que al final la bola diera directamente en su cabeza. La sonrisa curva que había adornado el rostro del azabache, se acrecentó al notar como sus compañeras le llamaban la atención, haciendo que la chica se sonrojara hasta las orejas mientras pedía perdón.

Usuratoncachi, ¿sabes quién es esa chica?. Nunca antes me pareció verla. ─ El rubio siguió el dedo de su amigo, dando así con la chica que se inclinaba varias veces seguidas llena de vergüenza. Su gesto se volvió serio, tratando de recordar de donde la conocía, ya que se le hacía familiar.

¡Ya recuerdo!. Me parece que se llama Hyuuga Hinata. Es bastante rara si me preguntas. ─ La mirada del pelinegro se centro en su compañero, quien ahora mantenía su vista nuevamente en la muchacha. ─ Siempre que me acerco tartamudea y hasta se desmayada.

Al terminar de hablar, el Uchiha retomo su carrera detenida, ignorando por completos las interrogantes de su amigo, como por qué preguntaba por ella.

Así que gusta del idiota. ─ Le había llamado la atención la torpeza de la chica esa, y más porque no recordaba haberla visto entre todas las demás, que por poco besaban el piso que él pisaba. No dudaba que por un segundo se había interesado, ya que posiblemente alguien diferente sería lo mejor para salir quizás de su estado de aburrimiento. Pero ahora que se enteraba que los ojos de ella estaban sobre su mejor amigo; era mejor olvidarlo. No era la gran cosa después de todo, ya buscaría con quien entretenerse.

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La hora de deportes llego a su fin con los chicos saliendo de los baños ya limpios y arreglados para las siguientes horas de clase. Entre ellos iba el Uchiha junto con un amurrado rubio tras haber recibido una patada en pleno rostro, causándole un pequeño corte junto a una de sus cejas. Este no se había percatado de la presencia de una chica que le observaba con clara vergüenza instalada en sus pómulos. Esta extendía sus manos hacía el chico de mirada azulina, sosteniendo entre sus dedos un pequeño pote de color café claro.

Sasuke le miro con intriga, mucho más al verla tratar de hablar, para solo soltar simples monosílabos. También se percato como ella se entristecía al visualizar como el rubio le ignoraba por completo, para irse con una sonrisa en sus labios hacía la peli rosa que los esperaba un poco más adelante.

Te gusta el idiota, ¿no? ─ Asombrada y claramente avergonzada la morena poso su vista en aquel chico que le había hablado. Pero su semblante cambio completamente al repasar las palabras del moreno. En su rostro podía verse un poco de enfado.

N-Naruto-kun no es ningún idiota. É-Él es una p-persona… ─ Pero su frase se vio cortada por la voz de Sasuke, quien ahora tenía una sonrisa de ángel demonio en sus labios. Un escalofrío recorrió la espalda de aquella muchacha de ojos blancos.

Cómo pudiste darte cuenta, Naruto solo tiene ojos para Sakura. ─ Al oírle, la tristeza llego al rostro de la chica, quien lo bajo para de alguna ocultarlo ─ Pero yo puedo ayudarte a que eso cambie, Hinata.

¿C-Como sabe mi nombre?. No recuerdo conocerle. ─ Pensaba la frágil chica de pelo azulado. Sus ojos se centraron en la persona que estaba frente a ella, en esa oscura mirada que no reflejaba la misma vida del chico que le quitaba el aliento. ─ ¿P-Porque lo haría?, ¿P-Porque me ayudaría…?

Aquella sonrisa llena de diversión volvía a posarse en las facciones del azabache, mientras sus labios modulaban la respuesta que aclararía las dudas de ella.

Un fuerte golpe atrajo la atención de varios que transitaban por el lugar. Incluso los amigos del Uchiha ahora posaban asombrados la atención en su compañero, quien en estos momentos tenía su mejilla roja. Este solo mantenía sus ojos puestos en la chica quien le había golpeado sin siquiera dudarlo, antes de darse la media vuelta e irse.

Sasuke-teme, ¿Qué sucedió? ─ Rápidamente llegaron a su encuentro Naruto seguido de Sakura. Pero el azabache los ignoro completamente, comenzando a caminar con aquella sonrisa llena de sorna dibujaba en sus labios. ─ ¿Acaso una mujer le pego?, eso sí es algo extraño de ver.

Sakura asintió ante sus palabras, sin quitar la vista de la espalda de quien si quiera respondió a su preocupación.

Sola vendrás por mi ayuda, y gracias a ti podre divertirme por un tiempo. Hinata Hyuuga. ─ Pensaba para sí el menor de los Uchiha mientras caminaba rumbo a sus clases siguientes. Estaba seguro que de este día no pasaba, que antes de que partiera rumbo a su hogar, esa chica se acercaría a su persona aceptando su propuesta.

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Entre tanto una avergonzada pero igualmente molesta chica, caminaba rumbo a su salón de clases. Una de sus manos sostuvo la otra suavemente mientras la llevaba a la altura de su pecho. Esa era la primera vez que le daba un golpe a alguien. Y aunque sentía que tal vez había actuado muy duro, algo en su interior se sentía bien consigo misma. Ese chico realmente le había sacado de quicio.

¿Cómo se había atrevido a proponerle algo como eso?. Sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso de solo recordarlo.

Hyuuga Hinata. Hija de uno de los hombres más poderosos del país. Su linaje era tan antiguo como los de los Uchiha, pero sin duda estos costeaban una estirpe más fina. Eran más tradicionales.

Pero aunque Hinata contaba con dinero para gastar a mares, ella era alguien muy sencilla. Tal vez eso se debía a su timidez, a la poca confianza que contaba en su persona debido a su progenitor. Hiashi Hyuuga es un hombre frío, un as para los negocios, pero todo lo contrario cuando se trata de su hija. O al menos eso es lo que ella pensaba, puesto que de su parte solo ha recibido regaños seguido de presiones, por no poder ser tan inteligente como su hermana menor.

Hinata quería mucho a su hermana Hanabi, pero su padre se había puesto tanto entre ellas, que una especie de rivalidad creció entre ambas. Aunque claro, si a alguna le pasaba algo, la otra era la primera en ir en su ayuda, en protegerla.

El único momento en que la mayor de los Hyuuga recuerda que se puede sentir paz entre los tres, es cuando llega la fecha en que su madre falleció. Hitomi Hyuuga era una mujer bondadosa y de buen corazón, y era así mismo como Hinata deseaba ser.

Tan bondadosa y dulce como su madre. Y era por aquello mismo que ella pensaba que su padre la odiaba tanto. Hinata era el vivo retrato de su progenitora, la única mujer que su padre había amado y había perdido por una terrible enfermedad. Pero lo que Hiashi Hyuuga no sabía, era que su hija mayor también anhelaba ser como él.

Tan fuerte y decidido como su padre.

Un golpe en el hombro de la morena provoco que saliera de sus pensamientos, topándose así con una mirada negra conocida. Aquella furia regreso en unos segundos de solo apreciar la sonrisa burlona en los labios del chico.

¿Por qué ese chico entraba a su salón?, ¿es que eran compañeros?. Se consultaba interiormente.

¿Por qué no lo recuerdo? ─ En ese instante a sus oídos llegaba la risa de aquel rubio que le quitaba el aire. Ante sus ojos solo estaba esa persona en estos momentos, como siempre. Ahora lograba comprender por qué no se había percatado de ese otro chico. Ese moreno era opacado por la fuerte luz que Naruto emitía ante sus blancas perlas.

Un suspiro cansado escapaba de los labios de la chica de solo pensar que tendría que estar en el mismo salón que ese sujeto. Ya que ahora más que nunca su presencia era notoria para ella.

En todas las horas de clases Hinata sintió que unos ojos estaban sobre ella. Hasta este día se percato que ese chico se sentaba en la fila de al lado suyo, unos bancos más atrás de su pupitre. Por lo tanto estaba segura que esa presión que percibía, debía ser de esa persona. No se atrevió a averiguarlo, por vergüenza, porque aún sentía ese enojo muy fresco. Nunca antes se había enfadado con alguien, como lo había hecho con ese tipo, que reconoció como Uchiha Sasuke, al escuchar de su profesor de turno al pasar lista.

La hora de algebra dio a su fin. Todos los alumnos respiraban ya más relajados, porque la siguiente hora era de estudio libre, por lo tanto era el tiempo en que todos se reunían entre ellos, o hacían lo que deseaban.

La mirada de aquella morena se centro en aquel pequeño pote que yacía entre sus manos. Era una pomada curativa que solía hacer para sanar las heridas que obtenía después de las clases de deportes. Pero esa era especial, porque la había hecho especialmente para ese chico que no la dejaba dormir por las noches, aquel que habitaba hasta en sus sueños: Uzumaki Naruto.

Aquello se hizo visual en su mente, el momento en que se había armado de valor para entregárselo, el instante en que él como siempre había ignorado su presencia solo para ir donde esa chica de cabello rosado.

Dudosa volvió su mirada en búsqueda de aquel muchacho de ojos azulinos, encontrándolo como siempre sonriendo junto a la misma chica en cuestión, y junto a ellos un desinteresado azabache. El rostro de Hinata volvió al frente al sentir como este último le miraba, para luego sonreírle de la misma manera que lo había estado haciendo desde que le propuso aquello.

Las mejillas de aquella chica de miraba blanquecina se tornaron rosa pálido en un segundo, pero trato de controlarse al sentir nuevamente ese objeto entre sus dedos. Cerró sus ojos tratando de visualizar en sus recuerdos alguna escena protagonizada por aquel rubio. Esas que tanto la hicieron creer que podía cambiar, que la hacían desear ser más fuerte.

Apretando con fuerza el pote en cuestión, se puso de pie. Y con sus mejillas ardiendo en vergüenza, se aproximó hacía donde estaban esas tres personas. Al llegar donde estos, el único que se percato de su presencia fue el ojinegro, quien contenía una sonrisa torcida de solo apreciar los colores en el rostro de la chica que estaba frente a él.

E-Etto…N-Naruto-kun…─ Logro pronunciar con mucho esfuerzo. Asustado por la impresión el rubio volteo a verla, mientras Sakura posaba sus verdes orbes sobre aquello que tenía la muchacha en sus manos. Sonrió al verla tan nerviosa. ─ Y-Yo b-bueno, etto…

Habla más fuerte Hinata, no te escucho. ─ Respondió el chico en cuestión, impaciente al notar que la morena cada vez más parecía hundirse más en su sitio. Pero el asombro llego a su mirada al visualizar como esta le extendía sus manos, ofreciéndole el objeto que yacía en estas. ─ ¿Para mí?

La Hyuuga asintió con timidez mientras mordía su labio inferior con clara insistencia, y mucho más al escuchar unas gracias por parte de aquel que le quitaba el aliento.

¿Y qué es? ─ Consulto con indecisión este, recibiendo un golpe de su otra compañera por despistado. ─ Es que en verdad no se Sakura-chan.

Es una pomada curativa, idiota. ¿Verdad que si Hinata? ─ Esta asintió una vez más ante las palabras de la Haruno, recibiendo una sonrisa de esta, respondiéndole la morena de la misma forma.

Sin esperar más tiempo el rubio abrió el pote, untando su dedo índice, para luego llevárselo a la herida que se había hecho el día de hoy practicando futbol con sus compañeros.

Qué bien se siente, y tiene muy buen aroma. ¿No quieres un poco Sakura-chan?, ¿no te habías rasmillado tu rodilla? ─ Al escucharle tales palabras el rostro de la morena se puso sombrío. Ella había hecho ese ungüento para él, no para que se lo estuviera obsequiando a aquella chica. Nuevamente podía sentirse rechazada, fuera de sitio entre ellos dos.

Una sonrisa triste se poso sobre sus labios al notar como Naruto le sonreía a la peli rosa, olvidándose por completo de quien había pensado en su bienestar, como ya tantas veces.

Estoy algo cansado, iré a la azotea a tomar aire. ─ De pronto la voz del azabache atrajo la atención de sus dos amigos, pero no la de la chica que se mantenía bajo la sombra del Uzumaki. Esta solo se percato de su presencia solo cuando sintió que su hombro rosaba contra al suyo, al oírle unas palabras.

La oferta aún sigue en pie. Si cambias de opinión, estaré en ese lugar ─ Al terminar de escucharle aquella frase en un susurro solo para que ella escuchara, solo bajo su rostro. Sus manos a cada lado de su cuerpo se apretaban de la angustia, de la duda que crecía en su interior ─ Sakura, Naruto. No me sigan, quiero estar solo.

Fue todo lo que dijo tal chico antes de desaparecer del lugar. Hinata se disculpo con los otros dos, para luego dirigirse a su banco. Desde ese sitio podía notar como la persona que quería solo tenía ojos para esa otra persona, mientras a ella ni siquiera la notaba.

"La oferta aún sigue en pie. Si cambias de opinión, estaré en ese lugar"

No. ─ Se dijo internamente. Repitiéndose a si misma que ni siquiera debería estar pensando en aquella horripilante opción. A sus pensares vinieron unas imágenes. Era ella junto al rubio de sus sueños. Ambos con una sonrisa en sus rostros, compartiendo quizás alguna cita, o apreciando algún hermoso atardecer a las orillas de una playa. ─ ¿Dónde quedaría mi orgullo si aceptara?, ¿seria capaz de venderme a mí misma, solo por la oportunidad de estar junto al ser que amo?, ¿todo por conseguir la felicidad a su lado?

Ya le dije al teme, pero tú sabes cómo es él. No reconoce la entretención, aunque esta le pegue en la cara. ─ Le escucho decir al muchacho de ojos azules, logrando sacarla de sus dudas, colocando toda su atención en la plática que mantenía con la chica de ojos color jade ─ ¿Por qué no vamos solo los dos?

Aquellas palabras fueron suficientes para aquella de cabellos azulinos. Colocándose de pie, camino rumbo a la salida. Solo una cosa estaba en su mente, y esa era que por una vez en su vida iba a ser egoísta, que haría lo que fuera necesario para conseguir su felicidad, aunque esta le trajera enormes vergüenzas.

Caminando lentamente por las escaleras que conducían a la azotea, respiro con fuerza al abrir la puerta, en sus pensares solo estaba su futura felicidad, esa que vendría después de una amarga tortura a manos del chico que ahora podía divisar con sus blancas perlas. Este volteo a verla con esa sonrisa de ángel demonio instalada en sus labios.

El viento comenzó a correr, moviendo el cabello de ambos

Sabía que vendrías ─ Sasuke rompió el silencio que se había creado, para luego sumirse ambos en los recuerdos de lo ocurrido horas atrás.

"Cómo pudiste darte cuenta, Naruto solo tiene ojos para Sakura. ─ Al oírle, la tristeza llego al rostro de la chica, quien bajo su rostro para de alguna ocultarlo ─ Pero yo puedo ayudarte a que eso cambie, Hinata.

¿P-Porque lo haría?, ¿P-Porque me ayudaría…?

No creas que no obtendría nada a cambio, ¿o sí? ─ El silencio los rodeo por unos segundos luego de que el azabache pronunciara aquello. Este sonrió con malicia ─ Quiero que seas mi esclava, que estés dispuesta a todo lo que yo te diga o te haga. ─ Las manos de la chica se apretaron con fuerza al escucharle tales palabras. Sus mejillas se tornaron rojizas, pero esta vez no era de vergüenza. Se sentía humillada. ─ A cambio sacare a Sakura de tu camino, ¿Qué me dices?.

Lo próximo que ambos recuerdan claramente, fue la pequeña mano de la chica estampada sobre una de las mejillas del moreno"

¿P-Porque quiere h-hacer esto? ─ La mirada de ella reflejaba su duda, es desconfío que le causaba el sujeto que estaba enfrente suyo.

Hpmh. Pues digamos que estoy aburrido ─ Hinata no podía creer lo que escuchaba. ¿Cómo alguien podía jugar con los sentimientos de los demás, solo por estar aburrido?. Sin saber que hacer, bajo su mirada.

Estar junto a ese chico, cumpliendo todos sus caprichos iba a ser un infierno. ¿Sería capaz de aceptar solo para conseguir el cielo junto a su príncipe de rubios cabellos?.

"Nunca tendrás las suficiente fuerza como para atravesar un reto. Eres demasiado débil Hinata"

Las palabras de su progenitor inundaron sus memorias, provocando que levantara su vista para encontrarse con unos ojos negros que no reflejaban nada más que simple vacío. Sasuke por unos segundos se sorprendió al notar la determinación que reflejaba, pero instantes después volvía a su estoica expresión.

Acepto. ─ Respuesta suficiente para el morocho, que ahora volvía a sonreír con clara diversión, ya que por fin su aburrimiento llegaría a su fin. Al menos por un tiempo.

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Fin Chapter 1:-

Notas Dark: Bueno. Tuve que empezar una nueva historia, porque no me dejaba dormir. Enserio. Me andaba tanto en la mente, que me despertaba temprano pensando en ella, y las ideas que me venían me impedian conciliar el sueño u.u. Fue un suplicio, porque el dormir para mi es sagrado ToT.

Espero que el primer capi sea de su agrado.

Besos

DarkAmy-chan