Naruto Copyright © Masashi Kishimoto
Advertencia: ¿Ooc?, secuestro.
Extensión: 1.272 palabras.
Dedicado: A mis lectoras GaaHina*


Algolagnia.
Capítulo I.
ddeıSmıle


→Heredera←


Sabía con certeza que aquél hombre no era su padre. Miró hacia su derecha encontrándose con la firme imagen de su hermano quien apretaba los puños con fuerza hasta palidecer sus nudillos, no necesitaba ver a Temari —quien estaba a su izquierda— para saber su estado.

A él no le interesaba.

Los tres 'hijos de la arena' sabían a la perfección que el dueño de ojos dorados había asesinado al Kazekage —a su padre—. Conocían el plan donde el Sonido se unía a la Arena para atacar Konoha. Y estaban al tanto de lo que buscaba entre ellos.

—Con una condición —respondió.

Orochimaru sonrió ante la réplica del menor. Temari no soportó aquello y destilando todo su odio y dolor desapareció tras la puerta sorprendiendo a Kankurô, quien había permanecido ajeno a su entorno. De inmediato miró al pelirrojo quien se mantenía impasible y dentro de todo no lo culpó. Su padre no había sido algo cercano a su hermano, no debía mostrar rencor ante aquél hombre porque ése día Gaara no había perdido a alguien importante. Muy por el contrario a él.

—¿Cuál? —preguntó, entretenido.

Gaara varió el peso de su pierna de la izquierda a la derecha por enésima vez. Aquél hombre no le agradaba pero era capaz de darle lo que quería sin desatar una matanza. Si se encargaba él estaba seguro que, de nuevo, shukaku se desataría y no quería arriesgarse, no aún. Pero tampoco quería perder más tiempo, la deseaba. Ella había logrado, con sólo un combate escaso del sadismo que tanto disfrutaba descolocarlo. Alterándolo hasta el punto de despertar al shukaku.

—Dame a la heredera Hyûga.

Orochimaru se mostró sorprendido.

El escozor de la curiosidad quemó sus ojos y Gaara lo notó. Estaba seguro que Kankurô también querría una explicación. Pero él no la daría.

—Te ayudaré en la invasión de Konoha si tú me la entregas un mes antes.

—Trato hecho, Gaara-sama —respondió burlón estirando su mano para estrecharla con el menor.

Gaara miró su mano pálida y por un leve instante se sintió asqueado. Sus ojos aguamarinas se dirigieron hasta los dorados, expresándole de forma muda que él cerraba de ésa forma sus acuerdos. Kankurô ya lo esperaba en la puerta y juntos atravesaron el lumbral.

Por primera vez en demasiado tiempo Gaara se sentía ansioso.


Hinata se estremeció al sentir la cola húmeda de una rata que se deslizaba por el muro bajo la única ventana de aquella habitación.

No quería llorar pero no podía evitarlo.

Escuchó voces tras la puerta de metal y se preguntó qué estaría haciendo su primo. ¿Ya habría notado su falta?, claro que sí. Neji sí.

—¿Por qué la tienen así? —Gaara se giró tras ver por la hendidura ubicada en la puerta—, ¿quién lo hizo?

—Al llegar ya estaba así —habló un ninja del sonido— simplemente nos encargamos de amarrarla, ¿desea que la traslademos?

El pelirrojo frunció el ceño.

—No, abran. Yo me encargaré de ella.

Aquél había sido un golpe bajo.

¡Por Dios!

Él no estaba listo para aquello. Si bien a lo largo de su vida tubo que crecer demasiado rápido aún no sabía nada de aquellas sensaciones que nacían en su entrepierna hasta alcanzar sus mejillas. Se mentalizó en la situación y su cuerpo se tensó por completo cuando el ninja de la Arena que tenía las llaves abrió por completo la puerta.

No deseaba que ellos la vieran desnuda.

Los ninjas se movieron sin dudarlo dándole el paso. Hinata se estremeció al reconocerlo y su primer pensamiento fue preferir a la rata antes de irse con aquél sanguinario hombre. Si antes había estado asustada ahora estaba más que horrorizada. Sin poder evitarlo recordó con nitidez la sangre cayendo como lluvia sobre el paraguas que él sostenía sin ningún remordimiento, como si sintiera placer en matar y no dudaba que así era.

El pelirrojo miró a su alrededor encontrando no más que moho, su nariz se arrugó de forma imperceptible pero no detuvo su caminar. Retiró la cinta blanca que cubría parte de su cuerpo, doblándola en su brazo izquierdo mientras batía las llaves en su diestra. Abrió las cerraduras que apresaban las finas manos de la ojiperla —mostrando su tosco movimiento natural— con maestría. Tras terminar la envolvió sin mucho cuidado y seguido la alzó en sus brazos.

Hinata mordió su legua para no preguntar, hablar o quejarse, incapaz de resistirse. Su mente daba vueltas, ¿cómo es que aquél chico estaba allí?, ¿por qué?, ¿la mataría?, su mente le gritaba que sí. Que debía huir.

Se vio tentada a activar el byakugan y tratar de escapar. Ahora no se sentía tan cohibida tras aquella manta, no habría huido estando desnuda, el pudor le ganaba al instinto de supervivencia. Sin embargo, cualquier intento de huída sería evitado por él y no quería enfrentársele.

Los pasillos oscuros olían a basura. No un olor inmundo, sino sofocante. Hinata se estremeció y Gaara percibió aquello.

Sin duda alguna ella le temía. Y aquello le agradaba, no por nada había pasado gran parte de su vida difundiendo temor, lo hacía sentirse vivo. Claro, también estaba el hecho que amaba percibir el olor de la sangre y que el crujir de los huesos era una sinfonía más para sus oídos, todo ello concluía en el simple y perfecto estado de vida que él disfrutaba tener. Que necesitaba sentir.

Entraron a una habitación oscura especialmente preparada para la invitada.

Hinata, por el contrario de lo que Gaara había deseado, se tensó aún más al ver aquella habitación plegada de comodidades. Una bañera, una cama, miles de cojines que cubrían el suelo junto a mantas hechas de seda. Mesas de madera tallada que sostenían platos repletos de frutas brillantes y frescas junto a unos cuantos aromatizantes que disipaban el olor nauseabundo que llenaba los pasillos.

Aquello sólo podía significar una cosa: pasaría mucho tiempo allí.

El pelirrojo la tiró sobre la cama dejando que la Hyûga imaginara lo peor. Rogó al cielo porque Neji la rescatara lo más pronto posible. La angustia que tenía se transformaba en un aura casi palpable. Deseaba hacer sus preguntas y recibir respuestas, pero no de aquél personaje.

Gaara la observó. Su cuerpo temblaba y su respiración era calma. Sus cabellos cortos estaban algo húmedos y en su rostro se perfilaban rastros secos de lágrimas, ella había llorado y se preguntó a quién había llamado durante su llanto. Él no llamó a nadie la última vez que lloró, sólo sintió el odio y un profundo dolor en su frente. Un dolor que permanecía en su pecho pero que ya no representaba algo importante, ahora ella era lo importante.

Tomó asiento en una de las sillas cercanas a la puerta, se cruzó de brazos y cerró los ojos.

Hinata parpadeó.

¿No habría interrogatorio?, miles de preguntas revolotearon por su mente pero se tranquilizó al saber que no le haría daño, realmente no quería pensar que él llegaría a tocarla. Tomó aire y se movió con parsimonia entre las sabanas, tratando de no advertirle sus movimientos al pelirrojo y con éxito se cubrió con el gran acolchado verde manzana.

Sus ojos perla no variaron de él y aún cuando deseó activar su byakugan y analizar su flujo de chakra temió que él se alertara ante su técnica y pudiera hacerle algo.

Se sintió como lo que las miradas de su padre carentes de afecto en los entrenamientos le decían: Una inútil. Y por primera vez en su vida no estaba la luz inspiradora que Naruto le transmitía, ahora estaba sola a unos cuantos metros bajo la tierra y deseó que hubiera gusanos que pudieran comérsela.


(Aquí)

¡Mierda, al fin! (¿.

Después del continuo atormento que me seguía al no haber escrito algo para ustedes, mis fieles lectoras, adoradas y que como me quieren mucho me dejaran muchos reviews(¿, aquí está. Un GaaHina que contiene todo lo que le gusta a Nico, pero que como ya no me lee se lo perderá —se cruza de brazos—, y que claro me gusta a mí. ¡Lemon y un Gaara hermosamente perfecto! (Lo segundo está presente en cada fic que se trate de él, claro).

Este cap ha tenido tantas transformaciones: Primero pensé en hacerlo oneshot y comenzar con el lemon. Después quise comenzar con la razón por la cual habrá lemon manteniéndolo en un oneshot, pero entonces salió esto y se convertirá en un yo-no-sé-cuántos-capítulos-fic. Yayks!(¿.

Espero de todo corazón que les guste —más les vale que sí(¿— y ruego reviews, necesito comer (créanme, me sumo en una depresión insana si no recibo reviews y después no como ò_o)

Ok, ok, ya, ¡reviews!, ¡besos!, ¡abrazos!, etcétera.